30
Jun 23

Día del Ejército: Desfile, alegría y gratitud

 

Desde que era niño, mi abuelita Juanita y mi tía abuela, La Mamita, me llevaban a ver desfiles: el del 15 de septiembre, el de la Cruz Roja, y el del Día del Ejército.  No todos el mismo año; pero sí vi todos de las manos de aquellas viejitas. Desde siempre me han gustado los desfiles.

Me encantan la música de las bandas, el ambiente festivo y alegre, me encanta ver a las familias y especialmente a los niños aplaudiendo.  

Con ocasión del Día del Ejército aprovecho para agradecerle a la institución armada y a sus veteranos que hayan impedido que mi generación creciera en una dictadura colectivista y totalitaria como las que se sufren en Cuba, Nicaragua y Venezuela, por ejemplo. Evitó que mi generación creciera en una sociedad moralmente exhausta y que mi generación en los 90, o la tuya hoy, tuviera que pelear en las calles para salir de la tiranía.

Es más que oportuno reconocer que actualmente podemos discutir  todo tipo de ideas, en paz, porque no triunfó el ideal totalitario y colectivista. En buena parte gracias a la tropa, especialistas, oficiales subalternos y oficiales superiores que dieron sus vidas…y a sus familias.

Haz clic en la foto para ver más fotos.

Por esas mismas razones es indignante y triste que haya oficiales y tropas implicadas  en actos delictivos y me preocupa que se involucre al Ejército en tareas que no le son propias.  No está de más recordar que, de acuerdo con la Constitución el Ejército es uno e indivisible, esencialmente profesional y apolítico. Pocas cosas le hacen tanto daño a la institución armada que involucrarla en el ejercicio del poder, de modo que es más que imprudente animar la idea de que el Ejército deba rebasar su mandato constitucional.

La misión del Ejército es  mantener la independencia, la soberanía y el honor de Guatemala, la integridad del territorio, la paz y la seguridad interior y exterior; misión que es motivo de orgullo y que motiva estos párrafos de agradecimiento.

Hoy, además del Día del Ejército, se celebra la Revolución liberal de 1871.

Justo Rufino Barrios, junto con Miguel García Granados, fueron los líderes de la Revolución de 1871. Busto en el Museo Nacional de Historia.

Es cierto que la Revolución de 1871 estaba más basada en los principios del liberalismo constructivista y racionalista de la tradición francesa, que en los principios del liberalismo empirista y evolutivo de la tradición británica que es el ideal liberal que valoro;  pero, aquella gesta y muchas de las instituciones que produjo merecen atención y estudio desapasionados.  Modernizaron el país y a los guatemaltecos.  Lástima que no hemos sabido aprovechar mejor la parte buena de su legado.


30
Jun 23

La política: una película repetida. ¿Qué viene después de la escena actual?

 

¿Te ha pasado? Ves un remake de una película clásica, digamos The Great Gatsby, con Leonardo DiCaprio; y vas recordando la versión con Robert Redford.  Sabes cómo termina la peli, vas reconociendo las escenas y comparas; pero no sabes exactamente qué viene después de cada escena.  Mencioné The Great Gatsby, como pude haber mencionado cualquiera otra, Ben-Hur, The Fly o Twelve Angry Men, por mencionar otras tres. 

Es lo que siento luego de las elecciones del domingo pasado.  Ya he visto esta película antes en otros países de Centroamérica y en América del sur.  Se cómo termina. Empiezo a reconocer escenas y puedo hacer comparaciones; pero no se -exactamente- qué viene después de cada escena.

Como me dedico a esto, a escribir, no falta quién me pregunte por quién voy para la elección de agosto; y no tengo respuesta.  Todavía no voy por nadie, y seguramente como ha sucedido en últimos años, terminaré votando por la opción que considere menos peligrosa.  ¿Estamos en una emergencia? Si. Si estamos en una emergencia; pero despacio, que llevamos prisa.

Hay muchas preguntas que hay que responder antes de decidir, tomando en cuenta que ambas posiciones son filosóficamente colectivistas, en el extremo de ese lado del espectro…aunque lo nieguen y lo escondan con humo y espejos

La cuestión es cuál de las dos opciones puede ser más efectivamente colectivista en el poder.  Tomando en cuenta que el poder no se suelta (como hemos visto en otros países hispanoamericanos), ¿qué opción tiene más posibilidades de maniobrar efectivamente para no soltar el poder? Como me preguntó un estudiante: ¿quién es más AMLO, y quién es más Petro? ¿Cuál de los dos grupos tiene más posibilidades de decepcionar a su electorado y de que su mandato se deteriore rápidamente? ¿Qué opción tendrá menos control sobre otros poderes del estado y otras instancias institucionales? ¿Cuál de los dos contará con una prensa alcahueta?

Ni el grupo de Torres es el pilar conservador que trata de aparentar desde hace cinco días; ni el grupo de Arévalo es comunista a pesar de algunos de sus miembros; pero, ¿qué propuestas de cada grupo son financieramente posibles sin que salga más caro el caldo que la gallina? Y cuando digo caro, no sólo me refiero a financieramente caro, sino a social y políticamente caro. Preguntas y todo, he visto estas escenas de la peli; y la cuestión es, ¿qué viene después de la escena actual?

En su libro El mito del votante racional, cuyo subtítulo es Por qué las democracias eligen malas políticas (`”policies”´), mi cuate Bryan Caplan sostiene que los votantes son irracionales en la esfera política porque tienen ideas sistemáticamente sesgadas.  Caplan se concentra en la economía; pero la observación también se aplica a la política como la parte de la filosofía que define los principios de un orden social que excluya -o tristemente incluya y en qué medida- la posibilidad de iniciar el uso de la fuerza contra otras personas, legalmente-.

¿Qué ideas sistemáticamente sesgadas influyeron en los resultados del domingo pasado?  ¿Podremos superarlas para el 20 de agosto? ¿Podemos mantener conversaciones civilizadas entre ahora y el 20A? ¿Todo va a ser tiradera de “hate”? ¿Y qué viene después? 

Los chapines tenemos una tarea importante en las próximas semanas.  ¿Es una ilusión pensar que podemos “bajarles dos rayitas” a los componentes emotivos?

Columna publicada en República.


25
Jun 23

Fariseos en las urnas: Negar ayuda a una madre mayor en las elecciones

 

Fui a votar a las 9:00 a. m. y fue una experiencia agradable.  El centro de votación asignado queda a 200 metros de mi casa así que caminamos hacia allá, no había mucha gente y en la mesa que me tocaba no había cola así que llegue directo.  Los miembros de la junta receptora de votos amabilísimos y muy eficientes…pero hubo dos detalles que quiero comentar. Es que hoy son las elecciones generales en Guatemala.

Antes de mí estaba votando una señora mayor que evidentemente necesitaba ayuda con las papeletas; iba acompañada por su hija que no pudo auxiliarla porque un fiscal intenso se había dado a la tarea de controlar el orden en el lugar y no dejaba que la hija se acercara a auxiliar a la madre.  La anciana hizo lo que pudo y la hija estaba muy tensa por no poder ayudar a su mamá.

¿Qué necesidad hay de actuar como fariseos?  ¿Qué clase de criterio de ventanilla lleva a alguien a pensar que es electoralmente incorrecto que una hija ayude a su madre mayor a votar? ¿Ese tipo no tiene madre?

Luego llegó mi turno.  Me gusta tener una foto mía en el momento de sufragar porque me sirve para ilustrar entradas en Carpe Diem.  El intenso, sin embargo, quiso impedir que me tomaran la foto y aunque no lo consiguió, es muy incómodo tener que tomar fotos de forma clandestina.

¿Qué necesidad hay de actuar como fariseos? ¿Qué clase de criterio de ventanilla lleva a alguien a pensar que es electoralmente incorrecto tomar una foto de alguien que -voluntariamente- necesita una foto suya en el acto de emitir sufragios?  Gente como el fiscal intenso deberían tomar te de tilo, o de valeriana el día de las elecciones.

Aparte de eso, en próximos eventos de esta naturaleza, el Tribunal Supremo Electoral debería ser claro en el sentido de que, por ejemplo, el derecho de una persona mayor a sufragar con comodidad es superior al interés de los fiscales, e incluso de los miembros de las juntas receptoras de votos, de cuidar la secretividad del voto.

Es cierto que el voto es secreto, pero eso quiere decir que nadie puede obligar a nadie a revelar por quién va a votar; pero no quiere decir que sea prohibido que una hija ayude a su madre anciana a votar con comodidad y tranquilidad. ¿Te imaginas que mal debe haberse sentido la anciana? 

Por otro lado yo disfruto de fotografiar mi papeleta amarilla, la del Parlacen, en la cual pongo: Cierren ese ñaque.  Naque, por cierto, es un conjunto de cosas inservibles e inútiles. Lo hago no como bloguero, ni como columnista, sino como ciudadano y como tributario. 

Está claro que situaciones como aquella son muy particulares y se relacionan con problemas particulares que tienen sujetos particulars; y ha de ser difícil lidiar con fiscales intensos. Personas tan aferradas a prohibir, obstaculizar y controlar suelen tener caracteres complejos que pueden ponerse desagradables.

Por lo demás, en el centro que me tocó y en otro que visité el ambiente era de orden y cordialidad.

En uno había música de marimba (ya no marimba en vivo, como en otros años) y siempre es muy agradable encontrar y saludar personas conocidas.  Luego a las 11:00 a. m. estuve en Libertópolis y acompañé en cabina a Marta Yolanda Díaz-Durán y a Ramón Parellada. 


24
Jun 23

Lorocos y pitayas

En casa, hoy fue inaugurada oficialmente la temporada de lorocos y pitayas.  Hicimos spaghetti con lorocos y pitayas con Triple-sec.

En Guatemala los lorocos son propios de la cocina del oriente del país.  Cuando yo era niño eran muy escasos; pero ahora abundan bastante.  Se comen los botones; ni muy tiernos que estén verdes y duros, ni cuando ya se han abierto los pétalos. Esto es muy importante porque los que son muy tiernos y los tallos saben fatal.

Tradicionalmente se comen con pollo, en dobladas, en chuchitos o con arroz; pero en casa también los hacemos como salsa para spaghetti y en pizzas. El de la foto es spaghetti con salsa de lorocos que se prepara con facilidad: en mantequilla cristalizas cebolla, añades los lorocos bien selaccionados, sazonas con sal y pimienta y los cueces de modo que queden no recocidos,y luego añades crema de la mejor.  En casa usamos crema de Acul, Quiché.  Hoy los servimos con aguacates sazonados con sal negra de Sacapulas.

Recuerdo los lorocos desde que era niño y en casa los hacían con pollo para el almuerzo en tanto que, para las cenas, los hacían con arroz, o en empanadas.  Como eran escasos, también eran proporcionalmente caros, así que, cuando había lorocos era fiesta.

¿Y qué hubo de postre? ¡Pitayas con azúcar y Triple-sec! Que es uno de mis postres de frutas favorito.

A las pitayas se las conoce como frutas dragón, y en Honduras, creo,  hay una cueva, habitada por murciélagos, de la cual salen ríos de sangre.  Sangre que no es otra cosa que los excrementos de aquellos quirópteros alimentados con estas frutas maravillosas.

Aquella historia la leí en uno de mis libros de lectura en la primaria. Imagínate qué sentían los antiguos habitantes de esas tierras cuando veían ríos de sangre saliendo de Xibalbá. Y, tras de aquellos flujos, a los mismísimos mensajeros del inframundo, quizá millones de zotz.

Lo que destaca de las pitayas que conocemos es su color extraordinario; porque, para ser justos, su sabor no es la gran cosa.  En casa eso lo resolvemos al añadirles azúcar y un toque de Triple-sec.

¿Sábes qué ya está cerca? La temporada de anacates.


23
Jun 23

El domingo iré a votar

Se revenden conciencias/ y compramos la piel/ Le cambiamos la cara/ Le compramos a usted/ Y si quiere dinero/ se lo damos también/ Usted lo da primero/ y nosotros después, en esta canción de Patxi Andión pienso cuando veo que se acercan los comicios del próximo domingo.

Unas elecciones raras, por cierto, porque por primera vez en mi vida voy a ir a la mesa de votación arrastrando los pies.  No es que antes no haya votado contra cierta candidata, en vez de votar a favor de alguna opción, pero es que ya se hizo cansino.

Francamente yo quisiera que hubiera mejores candidatos; pero como decía un político pícaro de los años 80 y 90, esto es lo que da la melcocha.  Eso sí, si sé que voy a poner mi equis sobre algún símbolo porque mi misión es que no quede la que considero que es la peor candidata, la más dañina, la más peligrosa potencialmente.  Es un hecho que alguien va a ganar la elección, me guste, o no; y es un hecho que al hacer una lista de posibilidades con sus pros y sus contras, sí hay candidatos peores.  Peores no sólo en cuanto a la calidad de su discurso, ala calidad de sus ejecutorias y a la calidad de ideas. Peores en cuanto al daño institucional potencial del que son capaces.

Como la política es el arte de lo posible voy a apostarle al largo plazo y a ganar tiempo con la ilusión de que los chapines aprendamos una lección: Hay que reformar las instituciones electorales para que no volvamos a vernos en la situación penosa actual.  ¡Y hay que forzar a los políticos para que esa reforma no sirva a intereses particulares como los ha servido la reforma vigente!

Por lo pronto voy a votar cruzado para que los políticos se obstaculicen y se bloqueen entre ellos. A algunas personas no les gusta esta forma de votar porque dicen que encarece la acción política; pero yo digo que no hay clavo con eso porque el poder mientras más limitado es, mejor.

Repito que en la papeleta de candidatos presidenciales votaré contra el mal mayor, mi voto no es una aprobación, ni un mandato de representación.  Sólo es la respuesta a un dilema moral. En el largo plazo, ¿qué es peor, el mal A, o el mal B? .                     

Para alcalde de la ciudad de Guatemala voy a votar resignado y como por inercia, pero voy a votar para evitar opciones más perjudiciales, mas inexpertas, más fantasiosas y más perniciosas. Ni de lejos es un voto de aprobación, sólo es uno aguante.

Para diputados -tanto en la lista distrital (papeleta celeste) como en la lista nacional (papeleta verde)- me siento cómodo con las opciones que tengo.  No son la gran cosa; pero, la verdad sea dicha, hay poquísimas posibilidades de que alguna vez haya candidatos con los que esté muy de acuerdo y que llenen todas mis expectativas.

¿En la papeleta del Parlacen? ¡Mofas, befas y escarnios!  No se me ocurre una opción mejor, como no sea algo así como ¡Cierren esa bazofia!

Se que estas meditaciones tienen un aire pesimista -como la canción de Andión- pero no te confundas.  Aunque me presente ante la junta receptora de votos arrastrando los pies, voy a ir a votar porque puedo. Votaré porque el sufragio es mejor que agarrarse a balazos; porque ir a votar es mejor que tener que salir a la calle a arrojar piedras; porque prefiero que los jóvenes voten, y no que tengan que entregar sus vidas para combatir a una presidenta que resultó electa porque no entendí que era más prudente votar contra ella, que ser neutral y fingir que no soy responsable de los resultados.

Columna publicada en República.


22
Jun 23

El lavado de dinero no es malo por si mismo

 

El lavado de dinero no es un delito intrínsecamente inmoral o delicta mala in se, como se dice en la doctrina del Derecho Penal. Es un delito sólo porque está prohibido por la ley positiva y entonces es delicta mala quia prohibita.

Los primeros son malos por sí mismos porque violan derechos ajenos (matar, robar, o secuestrar, por ejemplo); en tanto que los segundos sólo son malos porque afectan los intereses de quienes tienen la facultad de legislar, o pueden influir en quienes tienen aquella facultad (el contrabando, la venta de medicamentos sin permisos, o usar la propiedad de uno para lo que le convenga, todo aquello sin dañar a nadie, por supuesto).

Aquello lo aprendí de mi profesor de Derecho Penal, Francisco Fonseca Penedo, en el texto de Eugenio Cuello Calón.

Maarten van Heemskerck, dominio público, via Wikimedia Commons.

De acuerdo con la legislación contra el lavado de dinero y otros activos, comete el delito de lavado de dinero u otros activos quien por sí, o por interpósita persona: a) Invierta, convierta, transfiera o realice cualquier transacción financiera con bienes o dinero, sabiendo, o que por razón de su cargo, empleo, oficio o profesión esté obligado a saber, que los mismos son producto, proceden o se originan de la comisión de un delito; b) Adquiera, posea, administre, tenga o utilice bienes o dinero sabiendo, o que por razón de su cargo, empleo, oficio o profesión esté obligado a saber, que los mismos son producto, proceden o se originan de la comisión de un delito; c) Oculte o impida la determinación de la verdadera naturaleza, el origen, la ubicación, el destino, el movimiento o la propiedad de bienes o dinero o de derechos relativos a tales bienes o dinero, sabiendo, o que por razón de su cargo, empleo, oficio o profesión esté obligado a saber, que los mismos son producto de la comisión de un delito.

En los tres casos de la tipificación se advierte que el acusado de lavar dinero u otros activos debe estar obligado a saber que aquellos son producto, proceden o se originan de la comisión de un delito.  Si el acusado no está obligado a saber aquellos detalles importantes, pues no debería ser encontrado culpable de la comisión del delito.

Pero hay una trampa

Cuenta la leyenda que el el concepto de lavado de dinero se originó en los Estados Unidos de América durante la Prohibición o Ley Seca, en los años 20, cuando delincuentes como Al Capone compraban lavanderías y otros negocios que funcionaran con dinero en efectivo de denominaciones pequeñas y así mezclaban las ganancias de esas actividades legítimas con las de sus negocios ilegales, como la venta de licores. Así, mediante una serie de transacciones se lavaba el dinero sucio o ilegal para que quedara limpio o legal.

¿Lo viste? El lavado de dinero surgió como delito porque afectaba un interés político (no un derecho individual). Afectaba la capacidad política de impedir que la gente bebiera licor.  De ahí -a partir de los años 80- pasó a ser una herramienta clave para la guerra perdida contra las drogas; y de ahí pasó a impedir que las personas conservaran su propiedad sin necesidad de explicar el origen de sus ganancias porque eso afecta el interés político de recaudar impuestos; no sólo en el contexto de aquella guerra, sino en todo ámbito, incluso en el de transacciones inocentes…aunque secretas.

¿Ya sabes lo que son los impuestos, verdad? Son dinero ajeno tomado por la fuerza -por políticos y burócratas- para luego repartirlo arbitrariamente entre su clientela. Hay quienes dicen que los impuestos son robo y hay quienes dicen que son extorsión, y esa es una discusión bonita, para otro día.

El caso es que en el actual estado de cosas -y desde la perspectiva política nacional e internacional- prevalece la idea de que nadie debería ocultarle al gobierno cuál es el origen de sus ingresos, ni cuál es la naturaleza de sus transacciones.  Se ha generalizado la creencia de que nadie debería tener motivos para ocultarles a los políticos y a los burócratas cuánto dinero gana y por qué.

Esto conduce a una perversión más de la legislación sobre el lavado, una que no sólo es inconstitucional, sino que viola un principio fundamental del derecho y de la justicia en occidente y es la cancelación de la presunción de inocencia.

La Constitución Política de la República de Guatemala define la presunción de inocencia así: Toda persona es inocente, mientras no le haya declarado responsable judicialmente, en sentencia debidamente ejecutoriada. Eso se traduce como que toda persona es inocente hasta que no se demuestre lo contrario.  En términos doctrinarios tradicionales es el derecho de toda persona que es investigada, o que está sometida a un procedimiento judicial, de ser tratada como inocente hasta la condena por sentencia firme y que se le presumirá inocente hasta que la culpabilidad quede acreditada en juicio, con todas las garantías necesarias para una defensa. La sentencia firme es la resolución condenatoria ante la cual no cabe recurso alguno. Es decir que ya es cosa juzgada y no queda posibilidad de recurrir.  Así era en tiempos de don Francisco Fonseca Penedo.

Pero la nueva doctrina vinculada a la guerra perdida contra las drogas y al concepto de que los políticos y burócratas -para gravar, recaudar y gastar- tienen la facultad de exigir explicaciones con respecto a las ganancias y los negocios de toda persona, ha invertido lo que se conoce como la carga de la prueba y con ello ha hecho desaparecer la presunción de inocencia.  En el contexto de legislaciones como la de lavado de dinero y otros activos, las autoridades ya no tienen que probar que la persona investigada, o sometida a procedimiento judicial es culpable de los delitos de los que se le acusa.  La nueva doctrina parte de que el acusado, por ser sospechoso es culpable, y de que debe probar su inocencia.  Desde esa perspectiva es que opera, también, la legislación de extinción de dominio. 

La legislación de lavado supone que todo ingreso y toda transacción es ilegal y que el acusado tiene la obligación de probar que no lo es. 

El legado de la CICIG

Aquí, y gracias a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala y a sus fans, la nueva doctrina penal no sólo ha prevalecido sobre la tradición occidental de respeto a la presunción de inocencia y a las garantías procesales, sino que se ha convertido en una herramienta de lawfare o guerra jurídica. El lawfare es el viejo derecho penal del enemigo, que es un derecho penal sin garantías porque sirve a un bien mayor político.

¿Qué es la guerra jurídica?  Es la práctica de usar la administración de justicia como una herramienta política. Porque todos estábamos contra la corrupción, la CICIG hizo popular la persecución judicial, la detención indebida, la paralización financiera y el desprestigio de personas que obstaculizaban sus objetivos. Muchas de esas personas han perdido años de sus vidas y otras murieron.

La pregunta, hora, es: ¿Recuerdas Fantasía, la película de Disney?  En la peli Mickey Mouse es sirviente de un hechicero poderoso.  En ausencia del mago, Mickey  decide usar la magia para conseguir que una escoba lo sustituya en la tarea tediosa y agotadora de acarrear agua.  Pero el aprendiz de hechicero se duerme y al despertar resulta que su escoba mágica ha inundado el lugar y que no no es capaz de  detenerla. Con un hacha destruye la escoba mágica, sólo para que de las astillas surjan más escobas que no cesan de acarrear agua y la situación empeora.  Mickey no puede contra las miles de escobas y aquello termina en un remolino incontrolable.

Entonces…en Guatemala, ¿somos Mickey? Luego del cese del mandato de la CICIG, ¿somos aprendices de hechiceros?  Joseph Schumpeter, escribió que la historia es un récord de efectos, la mayoría de los cuales nadie tenía la intención de producir.

 ¿Sí, o no?


21
Jun 23

El disparate de las mascarillas

 

Los fiscales de los partidos políticos expresaron su desacuerdo con la recomendación disparatada que hizo el Tribunal Supremo Electoral respecto al uso de mascarillas en los centros de votación el domingo 25 de junio.

El TSE giró instrucciones para forzar  que los miembros de las juntas receptoras de votos  usen mascarillas en los centros de votación.  Aunque, para los votantes es una recomendación y no una obligación, la disposición es un disparate porque abre la puerta para arbitrariedades totalmente innecesarias en los centros de votación.

Mi experiencia con la gente de las mascarillas es que suelen sentirse, como diría mi abuela, holier than thou y eso puede ser incómodo en las mesas y en los centros de votación.

A mí me encanta el ambiente de los centros especialmente cuando hay marimba; me encanta encontrar gente conocida, saludarnos y especialmente cuando la gente va en familia.  Cuando mi amiga, Lucía, está de presidenta de mesa su equipo le ha cantado el Happy Birthday a un votante cuando su cumpleaños coincidió con el día de los comicios. Mi amiga, Olga y su grupo llegan el día antes al centro de votaciones a limpiar y ordenar de tal forma que su equipo y los votantes encuentren un lugar especialmente limpio y agradable.  Grupos de amigos le ponen mucho énfasis a los alimentos que llevan para sus compañeros de mesas.  Dos de mis sobrinos tendrán su primera experiencia como miembros de una junta receptora de votos en esta ocasión. ¿Qué necesidad hay de introducir elementos conflictivos en aquel ambiente?

Las mascarillas, ¿crees que contribuirán al buen ambiente en los centros? Imagínate estar más de 12 horas con la boca y la nariz tapadas cuando el ambiente debería ser de fiesta y armonía . ¿Te imaginas lo desagradable que puede ser un enfrentamiento por el criterio de usar mascarillas, o no? ¿Te imaginas lo fastidioso que puede ser tener la mascarilla puesta cuando haya algún desacuerdo a la hora del conteo?

El Tribunal Supremo Electoral solicitó un informe de la situación nacional del covid-19 y se basó en ella para girar aquella instrucción absurda; pero ¡desde mayo pasado es que la Organización Mundial de la Salud, principal promotora de la emergencia sanitaria por el covid-19 anunció que aquel estado de cosas había terminado.  ¡É finita!

¿Cuál es el propósito del TSE de seguir con la necedad? ¿Sabes que me dio algo de risa por especialmente ridículo? El cuarto punto del comunicado, el de evitar aglomeraciones. ¿La gente responsable de este absurdo nunca ha estado en una procesión? ¿Nunca ha estado en el Teatro Nacional cuando está lleno durante un espectáculo de 90 minutos? ¿Nunca ha estado en un avión durante un vuelo de 12 horas?  

Lo de las mascarillas el domingo no es obligatorio para los votantes, aunque si parece forzado para los miembros de las juntas (¿Lo es para los fiscales de los partidos?) y de verdad espero que no me la pida ningún fariseo en el centro donde voy a ir a votar.  En todo caso, el uso de mascarillas debería ser voluntario.. Hay motivos válidos por los que algunas personas quieren usarlas y está bien, pero su uso debe ser voluntario. 

Si yo fuera miembro de junta esta disposición es una oportunidad para la desobediencia civil; aunque para no crear conflictos el domingo, lo mejor que podría hacer es renunciar y que el TSE resuelva el embrollo que ha causado.


20
Jun 23

El fraude de la educación estatal para los pobres

 

Sólo dos de cada diez estudiantes de secundaria del sector estatal tienen las habilidades esperadas en matemáticas y escritura; y en lectura, sólo tres de cada diez de aquellos estudiantes tienen las habilidades esperadas.  La educación estatal para los más pobres, pagada con dinero tomado de los tributarios mediante extorsión es un fraude.

La ilustración la tomé de Facebook.

En primaria, las cifras no son mucho mejores: solo cuatro de cada diez estudiantes de primaria del sector público tienen las habilidades esperadas en matemáticas, lectura y escritura.  

El Ministerio de Educación  evaluó a 2 millones 224 mil 843 estudiantes que representa al 70.2% de la población escolar a su cargo, y participaron 27 mil 706 centros educativos que administra.

Aunque esta  evaluación la hizo el Mineduc para medir el nivel de aprendizaje de los estudiantes luego del cierre prolongado de las escuelas por los encierros y los cierres de las escuelas en 2020, e incluso después, el covid y las medidas arbitrarias no son excusa para los malos resultados.  Desde hace años que la educación estatal es un engaño.

¿Todavía te sorprende que los resultados sean tan malos? ¿Qué crees que ocurre con aquellos jóvenes cuando llegan a las universidades? ¿Qué crees que ocurre cuando llegan a sus primeros trabajos? 

…y aquello no es nada.  Nuestros sistemas de creencias tienen cuatro fuentes de origen: La casa, los amigos, las experiencias personales y la escuela.  ¿Qué crees que ocurre en las escuelas estatales con respecto a los sistemas de creencias a los que están sometidos los niños y jóvenes que no tienen opción?  ¿Qué tipo de ideas reciben en la mayoría de aquellos planteles y de maestros que, más que docentes, son burócratas?

¿Hay algún estudio al respecto?


19
Jun 23

La propiedad como acuerdo moral, el caso Magdalena

 

Dado que los derechos individuales -como el derecho de propiedad- son acuerdos morales mínimos que permiten la cooperación social, la convivencia en concordia y por ende la prosperidad y el bienestar, cuando hay grupos que invaden propiedades ajenas y las autoridades no tienen la autoridad para evitar las invasiones, o para desalojar a los invasores, ¿existe el derecho de propiedad en Guatemala?

Las invasiones de aquellas fincas comenzaron en 2020. Foto de RepúblicaGt.

Las fincas del ingenio Magdalenta llevan dos años y y 10 meses invadidas.  En las fincas La Felicidad y Polonia, los invasores -que ingresaron portando armas de fuego- han quemado cultivos de caña de azúcar y áreas boscosas protegidas.  Han ejercido actos de violencia contra los encargados de la seguridad de aquellas fincas.  Los invasores han cometido por lo menos diez delitos: usurpación, usurpación agravada, hurto agravado, perturbación de la posesión, alteración de linderos, coacción, amenazas, detenciones ilegales, apropiación y retención indebida y allanamiento con agravación específica.

Con inscripciones anómalas y falsificando documentos, los invasores de las fincas han presentado supuestos títulos que se validaron en el Registro General de la Propiedad.

Con respecto a los derechos individuales, nos engañamos si es generalizada la creencia de que aquellos son inherentes a la persona humana, o que los derechos son inalienables porque nos los dio un creador.  Sin un acuerdo moral generalizado acerca de la la necesidad radical de respetar la vida, la libertad, la propiedad y el derecho a la búsqueda de la felicidad terminan siendo ilusiones.  De ahí que su precio sea su eterna vigilancia, y su eterna defensa  incansable.

El caso Magdalena no es el único en Guatemala, por supuesto.  


18
Jun 23

¡La mera temporada de pitayas!

 

¡Esta es la pura temporada de pitayas!, y hace un par de semanas tuvimos la dicha de comerlas recién cortadas en un jardín.  A las pitayas se las conoce como frutas dragón, y en alguna parte de Centroamérica -posiblemente en Honduras- hay una cueva, habitada por murciélagos, de la cual salen ríos de sangre.  Sangre que no es otra cosa que los excrementos de aquellos animalitos alimentados con estas frutas maravillosas.

Esa historia la leí en uno de mis libros de lectura en la primaria. Imagínate qué sentían los antiguos habitantes de esas tierras cuando veían ríos de sangre saliendo de Xibalbá. Y, tras de aquellos flujos, a los mismísimos mensajeros del inframundo, quizá millones de zotz.

Lo que destaca de las pitayas que conocemos es su color extraordinario; porque, para ser justos, su sabor no es la gran cosa.  Eso lo resolvemos en casa añadiéndoles azúcar y un toque de Triple-sec.

El vídeo de abajo es en las cuevas de Lanquín, en 2016, cuando estuvimos en la entrada de la caverna a la hora de la salida de los murciélagos.