03
Dic 10

¿Conejo en la chistera, o tractor en acción?

Como el conejo de la chistera del mago, saltó una resolución fantasma que, en el proceso que se sigue contra Carlos Vielmann, por el caso Pavón.  Dicha resolución -que había estado oculta hasta que la extradición del exministro se vino abajo- apareció convenientemente y, allanaría la posibilidad de que el exfuncionario sea entregado por la justicia española, a los tribunales guatemaltecos.

La resolución misteriosa aparece con fecha 5 de noviembre, día en el cual la jueza Primera de Mayor Riesgo presentó un informe circunstanciado, sobre el expediente de Vielmannn, informe en el cual no estaba mencionada la resolución en cuestión.

Puede ser que esta sea un conejo de mago; o la consecuencia del efecto tractor que tiene la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, que liderea el proceso contra aquel ex ministro de la administración Berger/Stein.  Somos como un tractor y nos pasamos llevando a quien se nos ponga enfrente,  dijo  Francisco Dall´Anese, jefe de la Cicig.

La Comisión, por cierto, publicó un campo pagado (Siglo Veintiuno, página 9, de hoy) en el que explica que en el Departamento de Asuntos Públicos de las Nacionas Unidas, no hay denuncia alguna contra Carlos Castresana, ex Jefe de la Comisión; en alusión a la denuncia que, según la exfiscal Gisele Rivera, ella puso contra el exfuncionario. Aquí hay dos versiones y es muy posible que una de ellas no sea verdad…o que sea una verdad a medias.

De cualquier manera, es evidente que alrededor de la Cicig hay un vórtice de dimensiones bíblicas.


17
Oct 10

Stein, padrino de la Cicig, se queja

Eduardo Stein, el controversial vicepresidente de la administración de Oscar Berger, y uno de los padrinos de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, dice que aquella comisión se desbocó y criticó las investigaciones que está haciendo sobre las supuestas ejecuciones de siete reos durante la toma de control de la Granja Penal de Rehabilitación Pavón, y de otros tres que se habían fugado de la cárcel llamada El infiernito.
Yo tengo la impresión, y puede que me equivoque, de que cuando Stein y la administración Berger apadrinaron y le dieron la bienvenida a la Cicig, ni en sus sueños más ácidos se imaginaron que el monstruo que estaban creando se los iba a devorar.  Los monstruos, como el del doctor Frankenstein, o las revoluciones, son así: se devoran a sus padres.  Por eso es que no hay que crear monstruos, ni cultivar revoluciones.
Desde el momento de la concepción de la Cicig (y desde que se empezó a planificar su antecesora la nonata Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad en Guatemala) advertí contra dos peligros:
1. Que la Comisión se podía convertir en una especie de policía política todopoderosa al estilo de la KGB, la Gestapo, la Stasi y otras parecidas.
2. Que una vez más, y bajo la presión de la comunidad internacional, los guatemaltecos optábamos por no resolver los problemas de fondo, sino por hacer un chapuz y evadir la responsabilidad de fortalecer nuestras instituciones.
Eduardo Stein se queja, ahora, de que la Comisión esté siendo usada de forma política contra miembros del gobierno del que él era el segundo al mando; pero yo no recuerdo que se haya quejado porque esté siendo usada, de esa misma forma, en casos en los que él no está involucrado.
Hasta ahora, la Cicig ha manchado muchas reputaciones y ha fabricado verdades interinas de dimensiones novelezcas; pero nunca había sido usada contra sus padrinos y patrocinadores.  Esta, es una experiencia nueva.

17
Ago 10

Meditaciones sobre Pavón y el uso de la fuerza

George Washington escribió que el gobierno no es la razón, ni es la elocuencia; es la fuerza. Como el fuego es un sirviente peligroso, y un amo temible. Tenemos gobierno y lo dotamos con un formidable monopolio del uso de la fuerza para defendernos de los delincuentes; pero por esa naturaleza ígnea a la que hizo referencia Washington, es que aquel monopolio formidable y aquella fuerza, deben estar sometidos al imperio de la ley. ¿Y la ley? Son aquellas normas generales y abstractas cuyo propósito es proteger nuestros derechos individuales no sólo de los delincuentes, sino de aquellos que controlan aquel monopolio formidable del uso de la fuerza.


A esto se refieren los artículos constitucionales que dicen que el ejercicio del poder está sujeto a las limitaciones señaladas por la Constitución y la ley; y que los funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial y sujetos a la ley, jamás superiores a ella. La ley, pues, no sólo está hecha contra los malos, sino contra los que se dicen buenos; ¡y hasta para frenar a los buenos!

Mucha gente cree que los problemas de Guatemala se resolverían si los buenos tomaran el control y acabaran con los malos. Como en la peli Las pandillas de Nueva York, no falta quién crea que los problemas de Guatemala se acabarían si los buenos cañonearan a los malos y de ahí salen las hipótesis que creen que la solución está en la limpieza social. El problema, claro, es que si al monopolio formidable del uso de la fuerza lo dejamos sin la obligación ineludible de someterse a la ley, aquel monopolio formidable del uso de la fuerza sirve a los intereses de quienes lo controlan y puede ser dirigido contra cualquiera que se interponga entre ellos y sus objetivos.

En septiembre de 2006 mucha gente vitoreó a los funcionarios que tomaron la decisión y ejecutaron las acciones que culminaron con lo que se conoce como La toma de la Granja Penal de Rehabilitación Pavón, porque había evidencia de que las mafias tenían el control de aquellas instalaciones penitenciarias. La Prensa, la comunidad internacional y el clamor popular querían la toma; y la administración de Oscar Berger y Eduardo Stein actuó en consecuencia. Y los protagonistas directos de la toma se convirtieron en los héroes de muchas familias que le dijeron a quienes quisieran oírlos: ¡Al fin alguien está haciendo algo!

Sin embargo, sic transit gloria mundi; porque el amor de la plebe es flor de un día. Como lo son el amor de la Prensa y el de la comunidad internacional. Para la opinión pública y para quienes la hacen, los héroes de ayer, pueden ser los villanos de hoy. Yo nunca votaría por Alejandro Giammattei, por ejemplo y se que Carlos Vielmann es de carácter volado; pero por más defectos que tengan, la verdad no creo que sean los asesinos que ahora se les quiere hacer parecer.

¿Y cuál es el resultado de estas meditaciones? Uno que no debería sorpendernos: que una república sana no puede irse formando sobre las virtudes de los hombres (y menos sobre los caprichos de la gente). Una república sana sólo es posible si se funda sobre leyes. Leyes iguales para todos. Leyes que protejan los derechos de todos. Leyes que impidan los privilegios. Las leyes son la clave, no los hombres.

Ya lo dijo Javier Bardem: Cuando las cosas salen mal todos cerramos los ojos y esperamos que haya alguien más fuerte y sabio y más capaz que nosotros que nos ayude. Yo creo que esa es la solución equivocada, y por eso es que apoyo a ProReforma.

La caricatura es por Fo y fue publicada en Prensa Libre el 18 de agosto de 2010 y hace alusión a los problemas en la universidad estatal.

17
Feb 10

¡Apareció el peine!, en el "gallinero" de Espada

El testaferro que, al servicio de Rafael Espadita Espada se querelló contra la periodista Marta Yolanda Díaz-Durán, era una joyita: Oscar Perdomo, que hasta hace poco era el secretario privado y hombre de confianza del vicepresidente Espada, cobraba doble sueldo ya que tenía un salario por su cargo en la Vicepresidencia y otro como encargado por Guatemala del Plan Trifinio, según lo denunció Carlos Mencos, titular de la Contraloría General de Cuentas.


¡Apareció el peine!; porque ahora se entiende por qué es que Espadita quiere hacer una auditoría de 10 años en el Trifinio ese. Es una maniobra distractora para que no se note tanto este asunto de su secretario y hombre de confianza. Seguramente, si logra descubrir esqueletos en los armarios de las administraciones de Eduardo Stein y de Paco Reyes, el vicepresidente podrá entretener la nigua y al grito de ¡Así lo hacen todos!, nextear el tema de la corrupción en su propio gallinero.

11
Ene 08

¿Qué se trae Stein?

De todos los funcionarios de la administración Berger, uno de los que de verdad no tiene un pelo de tonto es el comandante Stein. Por eso llama la atención que el Vicepresidente vaya a pedrile a Carlos Castresana, jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), que investigue la estafa a los inversionistas del Banco de Comercio, porque hay indicios de que un grupo “conspiró para quedarse ilegalmente con el dinero”.

Despúes de todos los enredos con la Ciciacs y la Cicig, yo había entendido que esta iba a ocuparse de cosas como las violaciones a los derechos humanos cometidas por parte de funcionarios y de personajes poderosos ligados al gobierno; y de delitos cometidos por grupos paralelos como guerrillas, escuadrones de la muerte, y otras mafias parecidas.

Sin embargo, Stein pretende que la Cicig se ocupe de un caso que no está relacionado con el ejercicio del poder; sino con negocios mal hechos. Lo del Banco de Comercio más parece algo común que debería ser tarea del Ministerio Público, y no algo para distraer a la Cicig.

Yo digo que Stein se trae algo entre manos…porque estas cosas, no son por casualidad.


19
Oct 07

La defensa de las minorías

“Es un pequeñísimo grupo de la población”, dijo el vicepresidente guatemalteco Eduardo Stein al desestimar la impugnación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala hizo la Liga Pro Patria, en la Corte de Constitucionalidad.

Talvez olvida el Comandante que precisamente, una de las más importantes funciones del gobierno y de organos como la Corte de Constitucionalidad es proteger a las minorías contra lo que Alexis de Tocqueville llamó La tiranía de las mayorías.

Quizás, Stein debería recordar que la minoría más pequeña es la minoría de uno; y que la CICIG no es sino la abdicación del estado de Guatemala a su facultad de gobernar. Una abdicación que, si fuera sometida a consulta popular, haría que su administración fuera el hazmerreir del mundo civilizado.


02
Ago 07

La CICIG fue aprobada

Bajo intensas presiones de la comunidad internacional y de “los países amigos” de Guatemala; con ayuda del vicepresidente Eduardo Stein; del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales, y Financieras; y de la fauna oenegera; el Congreso de la República aprobó la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.

En favor de la Organización de las Naciones Unidas, la administración chapina abdicó a su responsabilidad de controlar y someter a las mafias que dejó crecer y prosperar. ¿No se siente, usted, más aliviado?


28
Jul 07

Gusanos, cangrejos y momios

“El rechazo de la CICIG oculta gusaneras”, dijo el el vicepresidente Eduardo Stein, cuando se enteró del dictamen desfavorable que recibió la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, por parte de la sala de Relaciones Exteriores en el Congreso de la República.

La frase escogida por el funcionario es emblemática, porque “¡Denle duro a los gusanos!” fue la orden que les dio Fidel Castro a los atletas cubanos que se aprestaban a viajar a Jamaica, para participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, a principios de los años 60. A partir de ahí, “romperles las cabezas y los huesos a los cubanos exiliados sería el leitmotiv más allá de competir y de ganar”.

Desde entonces, el de gusanos ha sido el calificativo con el que los esbirros de aquella dictadura se refieren a los exiliados cubanos en el exterior.

Luego del fracaso de la inconstitucional Comisión de Investigación de los Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad; e incapaz de convencer sobre las bondades de su sustituta, la CICIG, esta administración se ha dado a la tarea de desprestigiar a quienes nos oponemos a la citada Comisión.

Lo cierto es que la Comisión es inconstitucional y que esta administración desperdició sus cuatro años de fama negociándola y empujándola, en vez de haber hecho lo que correspondía.

En vez de abdicar a su obligación de garantizarnos a los habitantes de la República, la vida, la libertad, la justicia y la seguridad, esta administración se dedicó a gerentear privilegios por medio del presupuesto del Estado.

Nunca atendió la sugerencia de proporcionarles suficientes apoyo presupuestario y político, al Ministerio Público, a la Policía Nacional Civil y al Organismo Judicial. Se le fueron cuatro años con la necedad de la CICIG, y las mafias sembradas durante la administración de Alfonso Portillo y del FRG crecieron lozanas durante la de Berger.

La respuesta para una lucha efectiva contra la impunidad y contra las mafias, no estaba en doblar la cerviz frente a la ONU, la Unión Europea y los EUA; sino en fortalecer el estado de derecho. No estaba en forzar una comisión de características proconsulares, sino en cumplir y en hacer que se cumplieran las leyes. No estaba en limosnear y alegar incapacidad; sino en apoyar con capacitación, presupuesto y respaldo político a los jueces, a los fiscales y a los policías honrados.

Ahora que es tarde y que se les fueron sus cuatro años, no es raro que el comandante Frank La Rue ande afligido porque algunos políticos gringos se vaya enojar porque los chapines no aceptamos la CICIG, y no es extraño que Stein ande en iguales circunstancias. ¡¿Qué podría espantar más a estos personajes que no volver a ser invitados a la celebración del 4 de julio?!

Esta administración no sólo perdió la oportunidad que tuvo para ponerles un alto a las mafias; sino que les ha servido el país en bandeja de plata. Y ahora que corre contra el tiempo, al Comandante no se le ocurrió más salir con lo de las gusaneras.

El truco, claro, es más viejo que la maña de pedir fiado. Allá por los años 40, y sobre todo durante la presidencia de Juan José Arévalo, a aquellos que se oponían a los designios de la revolución chapina se les llamaba cangrejos, con desprecio y para desprestigiarlos. Y más recientemente, en tiempos del chileno Salvador Allende, los partidarios de la revolución llamaban momios a quienes se oponían a los planes de la alianza Allende-Castro. Con humor siniestro decían: “Los momios al paredón, y las momias al colchón”.

A lo largo de la historia, gusanos, cangrejos y momios han sido las víctimas de aquellos que con arrogancia fatal, o con descaro total, han pretendido imponer sus criterios, no por la razón y la persuasión, sino por la vía de la falacia ad hominem y del paredón. Y eso debería parecernos inaceptable.

Publicada en Prensa Libre el sábado 28 de julio de 2007


12
Abr 07

Justicia, ¿o qué?

En Santa Cruz del Quiché, cinco personas fueron capturadas y acusadas de extorsionar a comerciantes, vecinos y pilotos de mototaxis de aquella ciudad.

Ojalá que la ley caiga sobre estos delincuentes, que han tenido atemorizada a la población. No es justo que uno trabaje honradamente para ganar dinero, y que los pandilleros se lo arrebaten de esta forma, citó un piloto de mototaxi”.

El martes pasadola Policía aprehendió a los nicaragüenses mientras asaltaban y extorsionaban. Los pobladores llegaron al centro de detención de la localidad con intenciones de sacar a los presuntos delincuentes y hacer justicia con su propia mano, pero la fuerza pública se los impidió.

Al no lograr su cometido, los vecinos hallaron a 2 guatemaltecos quesupuestamente son compañeros de los nicaragüenses, y los vapulearon en la concha acústica. No puse foto de la golpiza porque no está en prensalibre.com.gt; pero sí está en la edición física del diario.

Según la Policía, los nicaragüenses fueron entregados a la Dirección General de Migración, mientras que los guatemaltecos están en prisión a la espera de la acción judicial.

Como los chapines no llevan nombres indígenas (Gómez Urizar y Martínez Mungía), ¿será por eso que además de ser vapuleados en público fueron devueltos a la Policía? Porque lo que ocurre con personas indígenas es que sólo son golpeados y no tienen que enfrentar a las autoridades. Por otro lado, si no tienen nombres indígenas, ¿quiere decir eso que no son indígenas? Y luego, ¿cuál es el criterio de aplicación para el supuesto derecho consuetudinario entre los indígenas?

Esto es lo que escribí, hace poco, sobre el tema de los linchamientos y los vapuleos.

¿Y el gobierno?

Cuatro casas de supuestos mareros, en Palín, fueron quemadas por pobladores del lugar. Los incendiarios indicaron que decidieron actuar así debido a la ineficacia de las autoridades llamadas a protegerlos de los delincuentes organizados en maras.

Por si alguien no lo sabe, las maras son pandillas juveniles; y muchas de ellas son tristemente célebres por ser organizaciones criminales cuyos miembros extorsionan y pueden, incluso, hasta asesinar a comerciantes, transportistas y vecinos de las áreas donde operan. Muchos integrantes de maras son delincuentes. Eso es cierto. Como lo es, también, que igual que otros delincuentes, estos operan impunemente ante la ausencia de gobierno y de autoridad en Guatemala.

El de los presuntos pandilleros de Palín no es un caso aislado. Muchos vecinos en otros lugares actúan contra los mareros en formas menos escandalosas, pero efectivas. Por eso es que dicen que en solares aislados y en cunetas de aminos oscuros aparecen cuerpos de jóvenes tatuados, y sin vida.

El de los presuntos mareros de Palín está lejos de ser un caso aislado. Cinco días antes de las citadas quemas, en las que los hechores no dejaron que los bomberos apagaran los fuegos, un grupo de habitantes de Sumpango protagonizó el ominoso lichamiento de dos personas a las que acusaban de ser robaniños.

Repito, y sostengo, que cualquier presunto delincuente debería ser citado, oído y vencido en juicio antes de que se la aplique una pena preestablecida y proporcional al delito que hubiere cometido. Ni para mareros, ni para robaniños es justicia el linchamiento, de igual forma que no es justicia la destrucción de propiedad ajena, o el sacrificio de los derechos individuales, por los intereses colectivos. Pero claro, a aquello hemos llegado en buena parte porque en vez de gobierno tenemos una burocracia que, en vez de cumplir con el mandato constitucional de proteger a las personas y garantizarles la vida, la seguridad y la justicia, lo que hace es administrar intereses, asegurar privilegios y buscar acuerdos hasta dónde no hacen falta.

Vea usted, por ejemplo, lo que pasó con el levantamiento popular de hace poco más o menos una semana. Lo que iba a ser un alzamiento generalizado no fue más que pequeños grupos de acarreados tratando de pasar inadvertidos mientras bloqueaban los accesos a la ciudad de Guatemala. Preguntados en televisión a qué habían venido, la mayoría de participantes en el movimiento indígena, campesino y popular desconocía por qué estaba ahí. Unos decían que venían porque los habían traído, otros decían que venían acompañado a alguien, y los más enterados citaban los más diversos motivos para acuerpar el motín. Entre todos no eran más que un puñado de señoras llevadas ahí por una dirigencia irresponsable, abusiva y canalla. Pero eso sí, el comandante Stein salió al rescate del levantamiento, que era un fracaso evidente, y para ponerle fin, a algo que no estaba pasando, instaló una mesa de negociaciones y legitimó las pretensiones de los alzados. Ahora ya tenemos lo que no hacía falta: una mesa de negociaciones más, integrada por ese tipo de delincuentes que puede tomar la ciudad impunemente y que no representa absolutamente nada más que intereses políticos de lo más viles.

Lo dije arriba y lo repito: en vez de gobierno tenemos una burocracia dedicada a administrar intereses, asegurar privilegios y buscar acuerdos hasta dónde no hacen falta. Los gobiernos son esencialmente una negación de la libertad. En consecuencia debería haber algún motivo para tolerar tal negación. Ludwig von Mises nos lo da cuando explica que el gobierno “debe proteger a los individuos contra los ataques violentos y fraudulentos de los gangsters”. Ya sean estos mareros, robaniños, o revoltosos, para lo que queremos gobierno es para que nos proteja de ellos, no para que los deje en manos de las turbas, ni para que legitime sus demandas.

La foto es por Oscar Toledo, de Prensa Libre.