20
Ene 23

Oportunidad de oro para conocer a la CICIG

 

Por el caso de los convenios de colaboración suscritos con la empresa brasileña Odebrecht, la FECI anunció que podría llevar a la justicia a Iván Velásquez, ex jefe de la CICIG, y actual ministro de la Defensa de Gustavo Petro, en Colombia. En ese contexto, tanto Petro, como Alejandro Giammattei bajaron los canastos y se enseñaron los dientes.  Es una ocasión de oro para leer La CICIG: ¿experimento, o conspiración?, por Carlos Sabino.

Según el actual jefe de la FECI, Velásquez debería responder por sus actos ilegales, arbitrarios y abusivos al frente de la CICIG y podría haber sido parte de una estructura criminal relacionada con el caso Odebrecth.

El de Odebrecth es uno de los casos de corrupción más grandes en América Latina, a lo largo de más de 30 años. La foto la tomé de Facebook.

¿Qué es el caso Odebrecth?

El caso Odebrecht es uno de los casos de corrupción más grandes en la historia reciente de América Latina, a lo largo de más de 30 años.  Está basado en una investigación del Departamento de Justicia de los EE. UU junto con 10 países de Hispanoamérica y aquella constructora brasileña.  El caso Odebrecht en Guatemala se remonta al 2012, cuando el Ministerio de Comunicaciones le otorgó a dicha empresa el negocio de la ampliación de la carretera que va desde Escuintla hasta la ciudad Tecun Umán en la frontera con México…y Odebrecht no cumplió habiendo recibido pagos por US$ 218 millones.  Guatemala acordó un arreglo mediocre con muy mal olor.

Hubo cuestiones rarísimas como que a los ejecutivos brasileños no se les capturó cuando estuvieron en Guatemala y se les dejó huir a su país para que, luego, las negociaciones se realizaran en Brasil.  Guatemala no asistió a la reunión de fiscales en la que los países afectados por las estafas de Odebrecht acordaron reparaciones.  La Procuraduría General de la Nación, representante del estado, fue marginada (por la CICIG y la FECI, de Velásquez) de las negociaciones en las que se pactó una reparación estimada como baja en comparación con las que recibieron otros países donde la constructora fue obligada a terminar las obras y a pagar multas.

Dicho lo anterior, y a la luz de los privilegios que le concede al jefe de la CICIG el acuerdo y mandato para el establecimiento de aquella todopoderosa comisión es casi seguro que no será posible llevar a Velásquez a los tribunales; pero, ¿es posible una investigación profunda que exponga el resultado de aquellos convenios? Si el comisionado goza de impunidad…perdón…de inmunidad…¿por lo menos es posible que los tributarios chapines conozcamos qué ocurrió de verdad?

No hay momento más oportuno que este para leer La CICIG: ¿experimento, o conspiración? obra en la que el historiador Carlos Sabino hace un valioso recuento histórico de los orígenes, desarrollo y resultados de aquella comisión.

Carlos Sabino y Yours Truly durante la presentación del libro en la librería Sophos. Haz clic en la foto para ver esa presentación.

En la primera parte del libro, Sabino lleva al lector por un camino que empieza en el fin del enfrentamiento armado interno y nos conduce por la mal recordada Minugua, el aborto de la CICIACS, y el engendro de la CICIG.  Explora el modus operandi de los tres comisionados de aquel órgano.  Expone casos paradigmáticos como el asesinato de Rodrigo Rosenberg, el caso Ríos Montt, la caída de Otto Pérez y el caso La Línea.  No te vas a aburrir leyendo detalles sobre estos y otros casos como el de la familia Bitkov, la muerte misteriosa de Pavel Centeno y los tratamientos especiales de los casos Oberbrecht y Transurbano.

La CICIG: ¿experimento, o conspiración? es una especie de vademécum para todo aquel que quiera entender a la Comisión que, durante los 12 años actuó en Guatemala, lo hizo con poderes formidables, sin tener que rendir cuentas -financieras, éticas, ni políticas- ni a los tributarios, ni a los electores chapines.

El autor hace un análisis de lo que ocurrió en términos políticos y judiciales con la CICIG, para luego contarnos cómo es que su imagen de incorruptible y justiciera se fue por el caño. La primera parte concluye con recomendaciones y meditaciones sobre como combatir la corrupción y a las mafias, y más importante, sobre las posibilidades reales que hay al respecto.  Sabino hace aquello con la maestría que lo caracteriza, no sólo como historiador, sino como sociólogo y como buen tlacuilo.

En idioma nahuatl, el tlacuilo es un escriba que no sólo tiene conocimientos profundos de la cultura, costumbres, política e historia, sino que tiente habilidades notables para relatar la historia.

Columna publicada en elPeriódico.


15
Nov 22

Acompañé a Sabino en presentación de su libro sobre CICIG

 

Carlos Sabino presentó su libro La CICIG: ¿experimento, o conspiración? Un recuento histórico de la Guatemala contemporánea en la librería Sophos y tuve a honra acompañarlo y presentarlo.

El autor, Carlos Sabino, y yours truly, durante la presentación de La Cicig: ¿Experimento, o conspiración? Haz clic en la foto para ver la presentación.

No ha sido agradable el tema porque es conflictivo dijo Carlos Sabino en el acto y añadió que el trabajo que hizo no fue el de denunciar, elogiar, ni cargar de adjetivos, sino el de tratar de despejar, de la parte emotiva, lo que pasó en Guatemala. Respeto al lector y quiero que el lector decida qué hay de experimento y qué hay de conspiración, explicó el autor.

Carlos Sabino se refirió a los antecedentes más remotos de la CICIG, habló sobre el rol del miedo y el de la ingenuidad, habló sobre el ejercicio del poder absoluto y sobre el hecho de que detrás de las actuaciones de los miembros de la comisión no había cuestiones personales, sino que había una coherencia de objetivos institucionales.

Una de mis frases favoritas de Carlos Sabino, durante este acto, fueron: Las revoluciones son grandes estallidos emocionales que destruyen sin saber qué se va a construir después.

No dejes de ver la charla de Sabino en este enlace.

A continuación las palabras que ofrecí para presentar al autor:

Cuando le comenté de la publicación de este libro a una amiga con la que suelo compartir noticias como esa, me dijo: Que bueno, ese es un libro muy necesario.

Coincido en que es necesario porque:

  1. En Guatemala hay un antes y un después de la CICIG.
  2. Porque es un tema complejo en el que por ver un árbol, podemos no ver el bosque.
  3. Porque es un tema que involucra dilemas y problemas éticos, jurídicos y políticos que están calientes.
  4. Porque es un tema conflictivo que demasiadas veces es abordado desde perspectivas sentimentales vehementes.
  5. Porque es atareado y difícil hacer lo que hizo Carlos Sabino.

¿Y quién mejor que Carlos Sabino para abordarlo?

Carlos Sabino no sólo es sociólogo e historiador, Carlos es un tlacuilo.  En idioma nahuatl, el tlacuilo es un escriba que no sólo tiene conocimientos profundos de la cultura, costumbres, política e historia, sino que tiente habilidades notables para relatar la historia.

Tomas cualquier libro de Carlos Sabino, empiezas a leerlo y no quieres parar; y cuando terminas, lamentas haber llegado al final.  Eso pasa con sus biografías de Jacobo Árbenz y Jorge Ubico, por ejemplo; o con su Guatemala, la historia silenciada y otros.

Como lector, con La CICIG: ¿experimento, o conspiración? te va a ocurrir lo mismo.  Vas a querer avanzar para conocer bien el ambiente en el que se cocinó la idea de una comisión internacional para arreglar Guatemala; vas a querer conocer los casos paradigmáticos y sus vericuetos; vas a querer saber ante quién era responsable la Comisión.  Como investigador, como periodista y como maestro vas a encontrar que cuando Carlos escribe que la burra es pinta, es porque tiene los pelos en la mano.

La cuestión es, sin embargo, ¿qué vamos a encontrar como ciudadanos?  ¿Qué vamos a encontrar como miembros de la polis? ¿Qué vamos a encontrar para aprender de aquella experiencia y si vamos a aprovechar lo aprendido?…tanto si somos tirios, como si somos troyanos.  Carlos y la Asociación de Amigos del País -que es su mecenas en esta obra- nos ofrecen la oportunidad de explorar un capítulo emocionante de la historia contemporánea guatemalteca.

¿Vamos a saber aprovecharla? ¿O la vamos a desperdiciar?


25
Mar 20

Analizando la pandemia, por Carlos Sabino

Muchas y terribles plagas ha sufrido la humanidad a lo largo de los siglos. Desde las epidemias que sufrieran los griegos en la época de la Guerra del Peloponeso hasta la terrible devastación que provocó la Peste Negra en Europa, en el siglo XIV –con graves brotes en siglos posteriores- las epidemias han devastado pueblos y naciones, hasta continentes enteros. Los aborígenes americanos fueron severamente golpeados por ellas en el siglo XVI, por falta de los anticuerpos que ya tenían los europeos que aquí llegaron, explica Carlos Sabino, sociólogo e historiador.

La ilustración la tomé de Facebook.

No comparto el último párrafo sus conclusiones, ni la idea de que el régimen comunista de China no debe ser señalado como responsable de las dimensiones del problema; pero opino que leer las perspectivas de Carlos siempre ayuda a aclararse uno las ideas y explorar.

Dice, pues, Carlos Sabino:

Todas las plagas, como tales, han desaparecido con el curso del tiempo. Han quedado las enfermedades, pero convertidas en flagelos más o menos controlables, como lo son ahora, por ejemplo, la tuberculosis, el paludismo y las gripes. En algunos casos esto ha ocurrido porque se han creado vacunas contra ellos –como el sarampión o la viruela- o existen medicamentos que reducen grandemente sus efectos. En otros casos, como el de la gripe común y en parte el mismo SIDA, los virus se han ido haciendo cada vez más benignos, provocando dolencias menos severas y menos muertes. Esto se debe a la forma en que opera la evolución: si un virus mata a todos los organismos en que se aloja tiene menos probabilidades de subsistir y reproducirse que si provoca una enfermedad leve, lo que facilita en tal caso su continua dispersión y reproducción.

El nuevo virus

Lo que está ocurriendo con el COVID 19 no es nuevo, en ese sentido histórico, pero sí es nuevo en cuanto a las consecuencias sociales y económicas que está produciendo. El mundo se ha prácticamente paralizado, ante una incertidumbre profunda y perturbadora. Y las reacciones, como siempre sucede ante el peligro, han oscilado entre extremos muy poco racionales. Recordemos que, en ocasiones anteriores, la conducta de muchas personas, de quienes podían hacerlo, era básicamente huir, alejarse de las regiones infectadas. Eso a veces los salvaba, pero en otros casos, como de seguro en el de la Peste Negra, contribuyó grandemente a la dispersión de la enfermedad. Ahora, y esto es lo nuevo, no hay adónde huir, el mundo está tan interconectado que es imposible hacerlo. La epidemia es una pandemia, que a todos nos afecta: viajar no es la solución.

Las reacciones extremas a las que me refiero son la temeridad y el pánico. La temeridad hace que no demos suficiente importancia al riesgo que se vive, lo que seguramente lo aumenta, pero la desmedida alarma puede provocar actitudes muy negativas, pues el terror es un mal consejero. Entre esos dos extremos han oscilado en estas semanas personas y gobiernos. Es comprensible: no sabemos qué pasará, cada virus es diferente y no podemos predecir el futuro.

Dos estrategias

Ante la situación que vivimos creo que, en definitiva, existen dos estrategias, dos maneras diferentes de responder. Ninguna es buena o mala en sí, si pensamos con frialdad y no nos dejamos llevar por las pasiones. Ambas tienen consecuencias muy positivas y muy negativas, para qué negarlo. Veamos en qué consisten.

Estrategia 1: consiste, en esencia, en evitar la difusión del virus, el contagio, la expansión de la enfermedad. Recursos básicos son la cuarentena (que los venecianos asumieron, creo, allá por el año 1400), el aislamiento de las personas contaminadas, la suspensión de eventos en que se reúnan multitudes. El confinamiento de la población, el toque de queda y el cierre de actividades deportivas, religiosas y comerciales son medidas más severas, que operan en esta dirección.

Lo positivo de esta estrategia, que más o menos sigue en estos días todo el mundo, es que reduce la intensidad de la pandemia, la confina y la hace más manejable. Esto da tiempo para encontrar soluciones de fondo: creación de una vacuna y, sobre todo, de un tratamiento para que los afectados puedan llevar la enfermedad con menos riesgo de muerte. 

Los aspectos negativos de tal estrategia son básicamente dos: a) no elimina realmente al virus, por lo que el control, por más intenso que sea, es a la postre insuficiente, y b) no puede sostenerse por mucho tiempo por las graves consecuencias psicológicas y económicas que tiene. Ni la economía puede paralizarse por mucho tiempo, porque la producción de cualquier bien está sujeta a la de muchísimos otros bienes y servicios, ni la gente puede vivir meses confinada en sus casas.

Estrategia 2: en este caso se deja que el virus se expanda, esperando que se vaya debilitando, concentrando los esfuerzos en el tratamiento de los casos que van ocurriendo y esperando que la pandemia vaya reduciéndose por sí sola.

El fundamento de esta solución está en reconocer que todos los agentes patógenos han seguido este camino a lo largo de la historia. Cuando se adopta este modelo de acción solo tratamos los casos de infección que se producen, aislamos a los enfermos y trabajamos en medicamentos y vacunas. El cólera y la fiebre amarilla, por ejemplo, han seguido este camino. Lo positivo de esta estrategia reside en que no hay impactos psicológicos o económicos de primera magnitud. El mundo sigue su camino, aunque con una salvedad, que constituye su peor aspecto negativo: aumenta rápidamente el número de personas contagiadas y por lo tanto los fallecimientos que se producen. Esto, llegado a cierto punto, puede resultar ética y sanitariamente insostenible: es imposible dejar que las cosas marchen como siempre si la gente muere a nuestro alrededor y es imposible atender a todos los enfermos si estos superan cierto número.

¿Qué hacer?

En el fondo, los resultados de las medidas que se tomen dependen de la evolución de la enfermedad, de la velocidad con que se contagia la gente y de la forma en que pueden reducirse los decesos, no la enfermedad en sí. Por eso creo que ninguna de las dos estrategias puede descartarse de plano. Ambas tienen limitaciones evidentes, de corto y de largo plazo. Por otra parte, su efectividad depende fuertemente de dos factores: a) del grado de extensión de la pandemia en cada lugar, en cada estado nacional, dado que los estados nacionales son las únicas entidades políticas que toman medidas concretas y efectivas, y b) de la cantidad de recursos sanitarios y económicos disponibles en cada sitio.

Muy mala me parece la reacción de quienes buscan culpables, en China y en algunos gobernantes, o se dejan guiar por teorías de conspiraciones malignas. Con eso nada avanzaremos. Crear una especie de guerra, un enfrentamiento de cualquier tipo, en momentos de crisis, solo añadiría un problema más a los que ya padecemos.

En países con pocos recursos y pocos afectados, como Guatemala y muchos otros, relativamente pobres y con escasos recursos sanitarios, pienso que lo mejor es mantener por ahora la suspensión de los viajes y el cierre de las fronteras para las personas, no las mercaderías, pero aliviar las restricciones internas en corto tiempo. No podremos resistirlas por muchas semanas, en todo caso, y restricciones parciales, como el toque de queda, me parecen mejores que las medidas más drásticas que se han tomado en otros países. Para países en otras condiciones no me atrevo a decir nada, al menos por ahora, porque no conozco lo suficiente cada realidad en concreto. Parecería que la estrategia tipo 1, que he descrito más arriba, ha funcionado en China, pero solo después de dos o tres meses.

¿Qué pasará?

No pretendo prever el futuro, sé perfectamente que eso es imposible, pero puedo atisbar algunas de las cosas que pueden pasar. El virus, a largo plazo, se instalará entre nosotros como tantos otros agentes patógenos que soportamos. No acabará con el mundo, como tampoco llegó a hacerlo la peste bubónica o la gripe española.

El impacto sobre la economía es severo, sin duda alguna, y seguirá haciéndose sentir cada vez con más fuerza en el corto plazo. Cuando empiecen a levantarse las restricciones, y eso tendrá que pasar en algunas semanas, sin duda alguna, empezará una recuperación. Muchos quedarán en el camino y, como siempre, serán los más pobres y los más débiles los mayores perjudicados, así como las empresas que ya estaban en dificultades.

Por ahora hay que tratar de actuar con prudencia. No vender ningún activo salvo en el caso de la más estricta necesidad, porque los precios están y seguirán estando por el suelo. Prepararse para producir, para la etapa de recuperación que seguramente seguirá, como ocurrió después de los estragos de la Primera Guerra Mundial y de la gripe española, de otras pandemias anteriores y de las que hemos vivido en los últimos tiempos.

No recomiendo comprar ni vender divisas, porque el dólar puede debilitarse debido a las acciones que está tomando la Reserva Federal, el euro circula en los países ahora más afectados y comprar yuanes es algo difícil y de pronóstico totalmente incierto. Hay que gastar con prudencia, porque esto puede ir para largo.

 


14
Nov 19

“Arbenz, una biografía”; por Carlos Sabino

Jacobo Arbenz fue atrapado en una marea ideológica y política que nunca llegó a controlar; y fue usado por los comunistas cuando les servía, lo desecharon y humillaron cuando les convenía y ahora que lo necesitan lo ensalzan y lo usan. Minutos más, minutos menos esa fue una de las conclusiones expuestas por el historiador, Carlos Sabino, cuando presentó su libro más reciente: Árbenz, una biografía.  Tuve a honra comentar el libro, junto al historiador Johann Melchor, la noche de aquella presentación.

El libro está a la venta en las principales librerías y si haces clic en la foto te lleva a UFM Ediciones por si quieres comprarlo en línea.

La biografía me conmovió porque Carlos no sólo presenta datos, sino que sabe relatar historias y comparte perspectivas que nos permiten conocer mejor a aquel hombre reservado que levanta pasiones por aquí.  Poco antes de aquella presentación, leí que alguien escribió en Facebook: Yo no creo nada, ¡Que viva Árbenz! y pensé que ojalá que pudiéramos superar ese tipo de actitudes no sólo con respecto del coronel; sino con respecto de otros personajes de la historia chapina.

Sentados Johann Melchor y Carlos Sabino; Luis Figueroa en el podio, durante la presentación de “Árbenz, una Biografía”, por Carlos Sabino. La foto es por Raúl Contreras.

Árbenz, una biografía es valioso porque el conocimiento de la historia le da sentido al presente y ayuda a entender qué somos y qué está pasando. Si bien la historia no se repite, ni se pueden hacer leyes generales a partir de ella, ni tiene un sentido trascendente –como cree la gente en la calle– su conocimiento sí puede ayudarnos a no repetir errores.

Más íntimamente, su lectura me llevó a mi infancia, al momento en el que mi tía abuela, La Mamita, me contó cómo es que Árbenz había sido expuesto en paños menores en el aeropuerto; al momento en que mi padre nos contó a mi hermano, y a mí, cómo es que F.J. Arana fue asesinado en el puente La Gloria, mientras que Árbenz observaba; y al momento en el que, en al auto de mi abuela, Frances, sonaba la canción que dice: María Cristina me quiere gobernar y mi abuela me contó que esa canción se la cantaban a Árbenz.

Invitación a la presentación que fue el 6 de noviembre pasado.

Carlos Sabino explicó que no escribió un libro contra Árbenz; y es cierto; pero su pluma talentosa nos acerca bastante a aquel hombre atormentado, cosa que es más arriesgada que vitorear, o no, el naipe que los comunistas quitan y ponen sobre la mesa a su antojo.

Columna publicada en elPeriódico.


04
Nov 19

Carlos Sabino presentará biografía de Árbenz

Carlos Sabino, escritor, historiador y sociólogo, publicó su biografía de Jacobo Arbenz Guzmán, titulada Árbenz, una biografía, El libro será presentado el miércoles 6 de noviembre de 2019 a las 7:00 p.m. en la Asociación Gremial de Exportadores de Productos No Tradicionales en la 15 avenida, 14-72, zona 13. ¿Sábes quién tendrá a honra comentar el libro durante aquel acto? ¡Tu servidor!, junto al historiador Johann Melchor.

La cita es el miercoles 6 a las 7:00 p.m. en la Agexport.

Estoy leyendo el libro y me ocurre con otras obras de Carlos: ¡Como me cuesta dejar de leer y ocuparme de otras cosas!  Mario Vargas Llosa, tiene razón cuando dice que Carlos Sabino nos ofrece una magistral biografía de este hombre, una “figura trágica de la historia latinoamericana”.

No te cuento más por aquello de no destripar el libro; pero si te gustan la historia y las biografías, como a mí, y si te fascinas por la historia de Guatemala, esta nueva obra de Carlos Sabino no te va a decepcionar. El libro no sólo responde a preguntas como ¿Quién fue Jacobo Ärbenz? ¿Cómo fue como persona? y ¿Cómo fue su vida?; sino que es imprescindible para entender la historia pasada y actual de Guatemala y de América Latina.

Carlos Sabino es sociólogo y doctor en Ciencias Sociales y se ha dedicado a la docencia universitaria en varios países de América Latina y a la investigación histórica.  Es coordinador académico de la maestría en Historia, de la Universidad Francisco Marroquín.  Ha escrito numerosos libros entre los que se cuentan: Guatemala, la historia silenciada (1944-1989); El amanecer de la libertad, la Independencia de América Latina; Tiempos de Ubico en Guatemala y el mundo; Guatemala, la Historia que vivimos; y La Historia y su método, guía para estudiantes y estudiosos de la Historia.

Johann Melchor, por cierto, es coordinador de la maestría en Arte Sacro en la UFM e historiador del arte.

¿Nos vemos el miércoles?


03
Abr 14

Murió Máximo Cajal y López

Cajal-sabino-guatemala

El jueves 31 de enero de 1980, por medio del noticiario Aquí el mundo, vi las horribles escenas de la quema de la embajada de España en Guatemala y hoy falleció Máximo Cajal y López, que era el embajador español en aquellos momentos.  Siete años más tarde, cuando yo trabajaba en aquella organización noticiosa vi las tomas sin editar de aquella tragedia.  Y todavía, hasta estos días, me conmueve mucho ver los cuerpos retorcidos, carbonizados y mojados que había en aquella sede diplomática.

Para hacer la historia corta, Cajal citó a distinguidos juristas y políticos guatemaltecos a la sede diplomática e insistentemente quiso asegurarse de que todos acudieran.  Y la mayoría acudió.  De forma paralela, dirigentes estudiantiles, dirigentes campesinos y catequistas -vinculados con la guerrilla- y portando cócteles molotov organizaron el Plan de la subida (en alusión a la embajada).  La idea era ocupar la embajada, detener como rehenes a los notables que se hallaban ahí reunidos y reivindicar las exigencias agraristas y revolucionarias.  Pocos días antes, Cajal había visitado el área de Uspantán, en Quiché, de donde venían los campesinos involucrados en La subida.

Las cosas salieron muy mal.  En parte porque el gobierno tomó la decisión de jugar el juego de los delincuentes; y en buena parte porque el cuarto donde estaban encerrados y hacinados los rehenes y sus captores agarró fuego.   Sin Cajal porque él escapó.

Si te interesa el tema te recomiendo: Guatemala, la historia silenciada, tomo II; por Carlos Sabino: no te olvides hacerlo por medio de AmazonSmile.  El capítulo XIX está dedicado a esta tragedia y hay un subcapítulo específico para analizar las actuaciones de Cajal.

En este enlace encontrarás una entrevista con el historiador Jorge Luján , autor del libro La tragedia de la embajada de España en Guatemala.

La foto es de Guatemala, la historia silenciada.


28
Ago 13

Ubico y “Guatemala bajo asedio” en primeros lugares


Tiempos de Jorge Ubico, la más reciente publicación del profesor y amigo Carlos Sabino, es el libro más vendido según informó El Periódico.  El matutino obtuvo el dato de Librería Sophos, que también informa que Guatemala bajo asedio, editado por otro la columnista y amiga Karen Cancinos, se encuentra en el quinto lugar de los libros más vendidos.

Sin negar que don Jorge Ubico fue un dictador, Sabino presenta los logros que tuvo su gobierno, logros para nada desdeñables. Entre ellos se encuentran la abolición de una de las peores formas de servidumbre en la que vivían los peones y mozos de las fincas, el saneamiento de las finanzas públicas de Guatemala durante la Gran Depresión en los años 30, el notable crecimiento económico del país a nivel latinoamericano y la construcción de una infraestructura que se mantiene de pie hasta nuestros días.

Guatemala bajo asedio, publicado por la Asociación de Veteranos Militares, hace un análisis de los años del conflicto armado que vivió Guatemala en el marco de la Guerra Fría. El libro aporta actos, hechos y perspectivas que han estado ausentes en la historia popular sobre esos conflictivos años del país. El libro hace una mirada hacia el pasado, pero no para incrustarnos en él, sino para encontrar lecciones, no para buscar culpables, sino para entenderlo.


26
Jul 13

Tiempos de Ubico

130823_tiempos_de_ubico_sabino

¿Necesitamos un Ubico?, pregunta Carlos Sabino en su nueva obra: Tiempos de Jorge Ubico en Guatemala y en el mundo. Pero no te voy a dar la respuesta, porque sería como decir que el asesino fue el mayordomo.

Mientras vas y compras esta nueva aportación al entendimiento de la historia chapina, te adelanto preguntas que hace el autor: ¿Por qué se añora a figuras discutibles y discutidas de un pasado no tan cercano? Es cierto que por ahí hay muchas personas que añoran a don Jorge, y por eso Sabino se atreve a preguntar: ¿Es que no se le da suficiente valor a la democracia y se prefieren las dictaduras, de uno u otro tipo? Yo lo hubiera puesto de otra forma; y no hubiera preguntado por la democracia que solo es el Gobierno de la mayoría, y hubiera inquirido por la república que es el gobierno limitado por los derechos individuales y la igualdad de todos ante la ley.

En Tiempos de Ubico, Sabino vuelve a hacer gala de su habilidad con la pluma y de su talento para contar la Historia; no como meros relatos ni como sucesiones de anécdotas y datos, sino como una forma de “dirigir la mirada hacia el pasado,
porque el presente solo toma sentido cuando conocemos la secuencia de hechos y de circunstancias de emociones y de ideas que le han otorgado su peculiar fisonomía”.

El autor nos conduce por la personalidad compleja de don Jorge. Nos lleva por su administración eficiente, racional y proba; por sus puentes que luego de más de 60 años siguen en pie, y por sus edificios que embellecen la ciudad; así como por la paz y el orden (a costa de la libertad). También nos lleva por sus caprichos, por sus devaneos y por actos que ponen la carne de gallina, como la tortura y fusilamiento de opositores como el doctor Julio Carrillo, entre otros.

Sabino, que sabe hacer lo suyo y lo hace con gracia y agudeza, nos devela al dictador en su tiempo. Sabino es un gran conocedor de la historia universal y ahí pone a don Jorge, en el contexto de la parroquia, en el del hemisferio y en el global, durante una época de momentos de decisión monstruosos como la Gran Depresión y la II Guerra Mundial. No te quieres perder este libro.

Columna publicada en El periódico.


15
Jul 13

Sabino presenta “Tiempos de Ubico”

130814_tiempos_de_ubico_carlos_sabino

Tiempos de Ubico es la nueva investigación histórica que presentará Carlos Sabino, el jueves 18 de julio a las 6:30 p.m. en el Auditorio Luis Cardoza y Aragón, de la embajada de México.

Esta nueva publicación será comentada por el también historiador Ramiro Ordóñez Jonama.

Carlos tiene el don de la pluma y sabe escribir Historia;  de modo que sus libros no son recopilaciones de hechos y datos, sino que, con habilidad, lleva a sus lectores por relatos bien integrados, informativos y amenos.  Carlos es autor de Guatemala, la historia silenciada.


07
Jun 13

Otro intento de censura

La Administración Pérez no se dejó arrinconar en la asamblea de la OEA, y no firmará una iniciativa que dice que los Estados se comprometen a prevenir, eliminar, prohibir y sancionar todo acto o manifestación de discriminación incluyendo cualquier material que apruebe, justifique o defienda actos que constituyan o hayan constituido genocidio o crímenes de lesa humanidad, según se definen en el derecho internacional, o promueva o incite a la realización de tales actos*.

¡Por supuesto que es inmoral aprobar, justificar, promover, incitar o defender el genocidio y los crímenes de lesa humanidad! Pero en el contexto de que la exguerrilla y sus aliados acaban de intentar una ley mordaza para penalizar la discusión del genocidio, la intentona de conseguir la mordaza en la OEA no debe pasar inadvertida. A la exguerrilla no le gusta que se la contradiga. Le arde que se recuerde que ellos les llevaron la guerra a los Ixiles [ve Guatemala, la historia silenciada, tomo II, por  Carlos Sabino; y Escaping the Fire, por  Tomás Guzaro y  Terri McComb] . No les gusta que se recuerde que llenaron la Sexta Avenida de hoces y martillos, ni que se hable de la dictadura del proletariado, ni de los secuestros [y otros delitos] que cometieron durante el enfrentamiento de 36 años. No le conviene que la gente se dé cuenta de que su definición arbitraria de genocidio no se ajusta a la tipificación de ese delito. Y si pueden prohibir la libertad de expresión, para impedir aquello, van a hacerlo.

¡El genocidio y los crímenes de lesa humanidad deben ser punibles!; pero su discusión no debe ser amordazada y no debe señalarse como genocidio, lo que no lo es. En una sociedad sana, los derechos individuales (como la libertad de expresión, aun de asuntos que nos repugnan) deben prevalecer sobre los intereses de grupos particulares (como el de prohibir las expresiones que contradigan sus opiniones).

En Guatemala existe la figura de la Apología del delito [artículo 395, del  Código Penal]; norma razonable, general y transparente que penaliza el elogio, la solidaridad pública, y la glorificación de un acto que, con fuerza de cosa juzgada, haya sido declarado delictivo. No hace falta –y es inadmisible– una norma política, específica y oscura que castigue la discusión abierta y franca de si hubo delito, o no lo hubo.

Columna publicada en El Periódico.

* En la version original e impresa de esta columna no hay espacio para detalles; pero es importante anotar que este texto forma parte de una pretendida convención interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia.  Y, ¿cómo se define la intolerancia en ese contexto? Como el acto, o conjunto de actos, o manifestaciones que expresan el irrespeto, rechazo o desprecio de la dignidad, características ,convicciones u opiniones de los seres humanos por ser diferentes o contrarias. Puede manifestarse como marginación y exclusión de la participación en cualquier ámbito de la vida pública, o privada de grupos en condiciones de vulnerabilidad, o como violencia contra ellos.  La pretensión de amordazar se hace evidente cuando una normativa basada en aquellas consideraciones podría penalizarte por rechazar convicciones u opiniones de otros porque son diferentes, o contrarias a las tuyas.  Resultarías intolerante, por ejemplo, si rechazaras la continuación de la guerra perdida contra las drogas, la prohibición del matrimonio igualitario, la propaganda a favor de la idea de que en Guatemala hubo genocidio durante la guerra de la URNG, para citar tres ejemplos que ocupan los espacios públicos y privados de opinión y discusión.