08
Abr 13

Adiós a Lady Margaret Thatcher

091012_tatcher

Con el fallecimiento de Margaret Thatcher, ex primera ministra del Reino Unido, se fue una de las grandes figuras del Siglo XX, una gigante de la política y de la filosofía liberal clásica.  Durante su período no sólo detuvo el deterioro del Reino Unido, sino que contribuyó grandemente a detener el de Occidente a manos del socialismo.

Para conocerla mejor puedes ver las siguientes conferencias de John Blundell:

Margaret Thatcher: A Portrait of The Iron Lady

Margaret Thatcher: A Conversation About The Iron Lady.

…y este vídeo:

Thatcher Stands Against Socialism.

Así como estas entradas:

A Thatcher-Rand conection.

I would be delighted.

La foto que ilustra esta entrada es la tarjeta que recibí, de su oficina, cuando le escribí para pedirle su autógrafo a principios de los años 80.


04
Feb 10

Thatcher, Orwell, mi hermana y los huevos

Recién nos enteramos de que Lady Margaret Thatcher, La dama de Hierro, tenía una dieta que incluía 28 huevos a la semana, y que no consumía alcohol a me nos que hubiera comido mucha carne antes.
El asunto me recordó que George Orwell tenía una ¿obsesión? con los huevos. En su diario, el autor de 1984 y Rebelión en la granja anotaba: 30 de noviembre de 1938: dos huevos; 29 de noviembre de 1938: un huevo; 28 de noviembre de 1938: dos huevos; y así sucesivamente. El 25 de enero de 1940 dice 11 huevos (3 gallinas definitivamente están poniendo).
Mi anécdota favorita de huevos es la siguiente:
Una mañana llegó a la mesa Marina, la cocinera en casa de mis padres, y me preguntó: ¿Qué va a desayunar?; y le respondí que quería una docena de huevos fritos.
Mi hermana, que entonces tenía unos 15 años y que como buena quinceañera no perdía oportunidad para echarme una bronca, reaccionó: ¡Que coche!, ¡¿cómo se va a comer doce huevos?!

A rato, volvió Marina con los doce huevos en un plato. Lo que no sabía mi hermana -y esa era la broma de la cocinera y mía- era que los huevos eran de codorniz, no de gallina.
La foto es del autógrafo de Lady Tatcher que tengo en mi colección de autógrafos de jefes de Estado y de gobierno.

13
Oct 09

Una lección valiosa sobre el "consenso"

Para mí, el pragmatismo no es suficiente, ni lo es esa palabra de moda “consenso”. Para mí el consenso es el proceso de abandonar las creencias, principios, valores y políticas en busca de algo en lo que nadie cree, pero que nadie objeta -el proceso de evitar los asuntos que tienen que ser resueltos, solamente porque uno no puede conseguir un acuerdo en cuando a por dónde resolverlos. ¿Que gran causa hubiera sido peleada y ganada bajo la bandera de “Yo defiendo el consenso”? Esto lo dijo Margaret Tatcher en un discurso de 1981.
Gracias a mi amigo, Giancarlo, por la pista.

22
Ago 08

Agresión y secuestro contra J.R. Zamora

Ayer, mientras participaba en el programa de radio Hablando Claro, su director Mario David García entro a la cabina con la noticia de que José Rubén Zamora, presidente de El Periódico, estaba desaparecido. Y al rato, entro con la novedad de que ya había aparecido, pero lastimado.

¡Me alegro de que Jose esté bien!; pero, carajo, ya sea que su agresión y secuestro haya sido un acto de criminalidad común…u otra cosa; es una desgracia que ocurran este tipo de cosas.

Los chapines eligieron a Alfonso Portillo porque creían que su maridaje con Efraín Ríos Mont era una fórmula ganadora contra la criminaliad; y se equivocaron de cabo a rabo. La administración de Oscar Berger fue un chiste para la delincuencia. Y la chapinada eligió a Alvaro Colóm porque se tragó lo de que la violencia se combate con inteligencia, frase que no pasó de ser una consigna electorera.

Pensando en cuál es la raíz del problema de la delincuenica, me topo con un artículo de Paul Johnson (Modern Times), que fue publicado en Forbes.com (09.01.08) “What should government do? I am tempted to write: As little as possible. But this is not true. There are times when government should do a lot in certain areas–but these areas are few. I used to say to Prime Minister Margaret Thatcher: There are three things a government must handle, for no one else can: external defense, internal order and maintaining an honest currency. She was impressed by this dictum, to the point that she opened her capacious handbag, took out her pen–along with the notebook she kept for such purposes–and wrote it down. I added: Of course, a government can–and occasionally ought to–do all kinds of things. But the more additional things it takes on, the more likely it is that it will neglect the three musts