17
Oct 25

Eutanasia y dignidad

 

Te voy a recomendar dos películas: It’s My Party y Blackbird. Ambas son exploraciones crudas y catárticas de la eutanasia como acto de agencia personal, donde el protagonista terminal organiza una reunión de despedida para reconciliarse con seres queridos antes de morir. Ambas abordan temas específicos como la eutanasia digna, los celos familiares, secretos generacionales, aceptación, perdón e hipocresía. Las dos son profundamente emotivas e invitan a la reflexión; pero no descuidan el sentido del humor (entre satírico e irónico) como salvavidas en medio de la pérdida y la despedida. Las separan treinta años de evolución con respecto a los derechos terminales y la última está a cinco años de distancia con respecto a la actualidad.

La eutanasia no es rendirse, es elegir con dignidad. Se puede honrar la vida al permitir un final en control. La ilustración es de Grok.

¿Por qué te lo cuento? Porque el Parlamento uruguayo aprobó la Ley de Muerte Digna y se convirtió en el primer país de Hispanoamérica en legalizar la eutanasia de forma legislativa. Colombia y Ecuador han despenalizado la eutanasia a partir de decisiones judiciales; pero no cuentan con una ley. Argentina cuenta con una ley que autoriza a pacientes terminales, o con enfermedades irreversibles, a rechazar tratamientos, incluida la alimentación, o hidratación, pero no habilita la eutanasia activa.

La ley uruguaya detalla en qué casos puede solicitarse la eutanasia. Toda persona mayor de edad, psíquicamente apta, que curse la etapa terminal de una patología incurable e irreversible, o que como consecuencia de patologías o condiciones de salud incurables e irreversibles padezca sufrimientos que le resulten insoportables, en todos los casos con grave y progresivo deterioro de su calidad de vida, tiene derecho a que a su pedido y por el procedimiento establecido en la presente ley, se le practique la eutanasia para que su muerte se produzca de manera indolora, apacible y respetuosa de su dignidad.

Desde un punto de vista ético, la principal razón para estar a favor de la eutanasia es el principio de que no debemos tratar a las personas como medios. Toda persona madura tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo y vida, sin interferencia estatal, o familiar. La eutanasia respeta la soberanía individual y evita que otros impongan sufrimiento prolongado. Si eso no fuera suficiente, un buen código moral te facilita minimizar el dolor. La eutanasia termina el tormento de forma humana y le da prioridad a la calidad de vida sobre la cantidad. Finalmente, desde la ética de la dignidad, morir en pañales, inmóvil, o dependiente total degrada la identidad. La eutanasia permite un adiós sereno, rodeado de seres queridos, y preserva el respeto propio. Negar la eutanasia es crueldad porque obliga a ver sufrir a un ser querido sin salida. La eutanasia facilita honrar el amor y permite despedidas compartidas y cierre emocional.

Tres objeciones a la eutanasia, que suelen ser planteadas frente, son: Que personas vulnerables podrían ser presionadas por familiares codiciosos, médicos o la sociedad para elegir la eutanasia, de modo que se disfraza la negligencia como compasión. Que legalizar la eutanasia para enfermos terminales abre la puerta a la depresión, la ansiedad o la pobreza como motivos válidos, lo que banaliza la vida y expande la posibilidad a enfermos no terminales. Que se subestiman las opciones paliativas como la morfina, que en muchos casos alivia el 95% del dolor terminal; la eutanasia ignora estas opciones y prioriza la muerte sobre el cuidado integral.

Es bueno saber que países con leyes sobre la eutanasia (Países Bajos, España, Colombia) no reportan abusos sistemáticos; y las tasas de depresión post-eutanasia son más bajas, siempre que se cuente con los instrumentos éticos correctos y con apoyo terapéutico apropiado para los deudos. Porque claro, no es cosa fácil. Eso sí, el argumento del slippery slope es una falacia, un argumento especulativo e irracional. Prohibir todo por miedo hipotético es paranoia utilitaria.

En resumen: la eutanasia no es rendirse, es elegir con dignidad. Se puede honrar la vida al permitir un final en control.

@luisficarpediem

No debemos tratar a otras personas como medios #eutanasia #eutanasialegal #dignidad #vida #luisfi61

♬ Keyboard_typing sound(894890) – keiichiro Akamine

Columna publicada en República y en el CEES; y te invito a leer sobre Alain Delon y la eutanasia. Warren Orbaugh ha escrito dos columnas sobre este tema. como consecuencia de conversaciones en el CEES y de verdad están muy buenas:


12
Sep 25

¿Ves el elefante en la sala?

He aquí una buena parte del elefante en la sala y me pregunto quiénes de ustedes lo están viendo.

La irracionalidad es el elefante en la sala. La ilustración es de Grok.

El 10 de septiembre pasado, Charlie Kirk, fundador de Turning Point USA y comentarista conservador, fue prácticamente ejecutado por un francotirador. Calificado como asesinato político, este acto dejó banderas a media asta y mucha consternación, aún entre quienes no somos conservadores.

Este crimen -que algunos celebran desde el espectro político socialista- es un ataque bárbaro a la razón y a la libertad de expresión, pilares de una sociedad libre. Mediante el debate pacífico, Kirk encaraba al colectivismo progresista que infecta la cultura moderna. Asesinarlo refleja el irracionalismo de quienes, incapaces de argumentar, recurren a la violencia. Este asesinato evidencia cómo el tribalismo emocional y el rechazo a la razón erosionan la civilización. Una sociedad sana resolvería conflictos ideológicos mediante debates racionales, no balas, y este crimen hace urgente reforzar la protección de derechos individuales frente al caos colectivista.

El 22 de agosto de 2025, Iryna Zarutska, refugiada ucraniana de 23 años que escapó de la guerra, fue apuñalada mortalmente en un tren en Charlotte, Carolina del Norte, por DeCarlos Brown Jr., un criminal reincidente con esquizofrenia. Brown, con antecedentes violentos, actuó en un ataque captado en video. Los medios tradicionales ignoraron el caso, y no nos hubiéramos enterado de no ser por X.

Este crimen es un fallo estatal en proteger el derecho a la vida. Zarutska, víctima inocente que huyó de los efectos de la invasión rusa a Ucrania, murió por políticas suaves con los delincuentes, que priorizan el altruismo sobre la justicia racional. El gobierno, cuya única función moral es usar fuerza contra iniciadores de violencia, falló al liberar repetidamente a Brown, sacrificando a Zarutska a manos de un parásito. Un sistema judicial justo debe deducir responsabilidades proporcionalmente, sin ceder a sentimentalismos colectivistas, como el color de la piel. Este caso, que ha avivado debates sobre políticas en ciudades demócratas, exige reformas para priorizar derechos individuales sobre ideologías racistas e irracionales.

En relación con este caso, la jueza Teresa Stokes liberó al asesino de Zarutska en enero de 2025 con solo una promesa de comparecer para rehabilitación, contribuyendo al posterior asesinato. Aunque Stokes asistió a una escuela de derecho de bajo prestigio, no es abogada licenciada ni ha pasado el examen de la barra, habiendo cumplido solo requisitos mínimos estatales para ser jueza.

Esto es un caso claro de colapso meritocrático: la judicatura debe basarse en competencia racional, no en estándares laxos, criterios étnicos o conexiones políticas. Stokes, con conflictos de interés en negocios de salud mental, encarna el irracionalismo estatal que prioriza el altruismo sobre la objetividad. En un sistema judicial justo, los jueces deben ser seleccionados por logros racionales, no por cuotas colectivistas. Este caso, que ha generado llamados republicanos a su remoción, expone la necesidad de restaurar la razón en el sistema judicial estadounidense.

En otro orden de noticias, el 9 de septiembre de 2025, protestas juveniles por corrupción y represión derrocaron al gobierno comunista de Nepal, y dejaron el Parlamento y otros edificios estatales y privados incendiados y 19 muertes.

El comunismo —un sistema colectivista que viola los derechos individuales y la razón— siempre lleva a la tiranía y la miseria. Esta caída es una victoria, pues refleja el rechazo racional al totalitarismo. Los jóvenes, exigiendo libertad económica y de expresión, muestran la supremacía de la mente sobre el misticismo marxista; pero, sin un compromiso con el capitalismo y los derechos individuales, Nepal podría caer en otro ciclo colectivista. Preocupan los niveles de violencia en Katmandú e inquieta quiénes pescarán en aquel río revuelto.

Estos casos ilustran cómo la irracionalidad, el altruismo y el estatismo engendran violencia e injusticia. Solo un sistema basado en razón, egoísmo racional y derechos individuales puede proteger la vida y la libertad.

Columna publicada en República.


29
Ago 25

“Pifia” en El Estor

 

Técnicamente, pifiarse es golpear en falso la bola de billar, pero uno se pifia cuando mete la pata de forma monumental. De esa palabra me acordé cuando leí que, en El Estor, Izabal, la fuerza pública se apersonó para ejecutar el desalojo de usurpadores que, desde 2017, tenían invadida una propiedad.

No se ejecutó el desalojo de invasores en El Estor. La foto la tomé de ACDEPRO.

Después de ocho años, las autoridades llegaron, vieron y se pifiaron, porque los usurpadores usaron niños como escudos para evitar que se cumplieran la ley y la resolución judicial que ordenaba su desalojo. Esa pifia fue faraónica: quedó claro que la autoridad no tiene autoridad, que las autoridades (sin autoridad) no sirven a la justicia, que el cumplimiento de la ley es opcional, que las resoluciones judiciales son solo para quienes no tienen las agallas de retarlas y que, en Guatemala, la propiedad (como la vida y la libertad) no tiene quien la proteja y está a merced de la violencia.

Yo quisiera ser una mosca en la pared durante la sesión de junta directiva en una corporación grande que esté evaluando invertir en Guatemala. Sin puertos, sin carreteras, sin aeropuertos, sin un sistema de justicia funcional y sin seguridad ciudadana. Por eso, la pifia en El Estor es colosal. ¿Quién va a invertir en un país en el que los tribunales tardan ocho años en restituir su propiedad (si es invadida) y la policía no actúa en su defensa cuando debe hacerlo?

Lo de El Estor fue una pifia porque la propiedad es un derecho individual, y los derechos individuales son principios morales objetivos derivados de la naturaleza racional del ser humano y su necesidad de libertad para vivir y prosperar. Se basan en la realidad, no en acuerdos subjetivos. De ahí que los derechos individuales deban prevalecer sobre los intereses colectivos. Uno de mis maestros decía que es de interés colectivo que se respeten los derechos individuales, pero ese motivo colectivista no es suficiente.

Al margen de los intereses colectivos, los derechos individuales delimitan la esfera de acción en la que, como individuo, puedes actuar libremente sin interferencia de otros (individuos o grupos). Son un reconocimiento moral de que la coerción (fuerza o fraude) es incompatible con tu naturaleza racional de ser humano.

Dicho lo anterior, ¿la propiedad es un derecho? Veamos: Tu propiedad es el fruto de tu vida y de tu libertad. Es esa parte de la naturaleza que conviertes en valor mediante tu talento, tu trabajo, tu energía, tu tiempo, y también es la propiedad de otros que adquieres mediante el intercambio. Valor, por cierto, es todo aquello que quieres conseguir o conservar. Los valores morales son los que consigues de forma virtuosa.

De ahí que los usurpadores no tengan la calidad moral necesaria para reclamar como propiedad los bienes que invaden. De ahí que la usurpación, basada en el uso de la fuerza o el fraude, no sea distinta al robo. ¡Y no hay forma racional de que el robo sea un derecho que deba ser protegido! Ni siquiera si el robo es “en mara”, como ocurre con las invasiones. ¿Ves lo descomunal de la pifia en El Estor?

La propiedad no se repiensa, como dijo un sinvergüenza relator de la ONU al sugerir que se debe imponer una moratoria a los desalojos en los casos de usurpaciones. Las autoridades (sin autoridad) y quienes normalizan las invasiones se pifian, del mismo modo en que nos pifiamos los chapines cuando minamos los principios morales que hacen posible la cooperación social y la prosperidad. No se puede vivir en sociedad, es decir, en paz y con base en acuerdos y contratos, si no se protegen los principios sobre los que se sostiene la sociedad: la vida, la libertad y la propiedad.

No debemos seguir pifiándonos. Si queremos prosperidad y justicia en Guatemala, debemos defender los derechos individuales con firmeza. La lección de El Estor no es solo una advertencia, es un llamado a actuar: sin respeto por la propiedad, no hay libertad ni futuro.

Columna publicada en República.


07
Mar 25

Desarmados y presas fáciles

 

La afirmación de que una alta disponibilidad de armas y municiones causa más asesinatos es una simplificación que ignora hechos clave.

Primero: no hay causalidad directa entre una cosa y la otra, ya que Canadá, Finlandia y Suiza tienen tasas altas de posesión de armas y bajas de asesinatos; en tanto que Honduras, con menos armas legales per cápita y un mercado negro muy activo, ha tenido tasas de asesinatos elevadas. Segundo: en las sociedades con instituciones sólidas, la tenencia de armas no se traduce en delincuencia violenta; pero en aquellas en las que hay corrupción e impunidad —incluso si hay pocas armas— suele haber una letalidad alta. Tercero: en Hispanoamérica, gran parte de la violencia armada tiene su origen en pandilleros y mafiosos que tienen armas ilegales en sus manos; armas que no están en tus manos, ni en las de don Chano de la esquina. Cuarto: la demanda de municiones no implica asesinatos, ya que muchas personas usan las que compran para la caza, el deporte o la defensa.

Las personas desarmadas son presas fáciles de delincuentes, de fuerzas paramilitares y de gobiernos autoritarios. La ilustración la hizo Grok.

Las meditaciones anteriores vienen a que circula por aquí la idea de que si tenemos más homicidios es porque hay una gran cantidad de armas en el país, por lo tanto hay una demanda de munición. Por ello, la administración semillera te quiere hacer creer que es el momento para regular la supuesta venta desmedida de municiones.

Hace unos años, en Guatemala había bumper stickers que decían: Los delincuentes prefieren víctimas desarmadas y eso es ciertísimo; pero también los gobiernos autoritarios y totalitarios prefieren ciudadanos desarmados. ¿Te cuento?

En 2012, Hugo Chávez, en Venezuela, el socialismo del siglo XXI, prohibió la venta de armas y municiones a civiles y centralizó su control en manos del Estado y las fuerzas armadas leales a su régimen; lo que coincidió con un aumento en la represión y la incapacidad de los ciudadanos para defenderse de la delincuencia y del gobierno. Tras la revolución de 1979, los sandinistas en Nicaragua restringieron la posesión de armas a los civiles, reservándola para sus milicias y fuerzas estatales; y en la era de Ortega y Murillo, esa política le facilita a aquella pareja el control sobre la población disidente. Luego de la revolución de 1959, en Cuba, Fidel Castro restringió el acceso a armas de fuego para los civiles y esto consolidó el poder del régimen, al eliminar la posibilidad de resistencia armada contra la dictadura. Ya ni te digo qué pasó con los nazis y los soviéticos.
Dicho lo anterior, la autodefensa es un derecho humano; y desarmar a la población la deja vulnerable ante delincuentes y agresores que no respetan la ley.

Y… tú ya sabes, ¿verdad? El gobierno no siempre puede garantizar protección inmediata. Ni puede instalar unas gradas eléctricas en un tiempo razonable. En un país con institucionalidad precaria, la ciudadanía armada actúa como un contrapeso contra un gobierno tentado a volverse autoritario. La posesión de armas disuade la concentración del poder y protege la soberanía popular frente a posibles abusos.

Si las personas pueden defenderse, se reduce la necesidad de una policía omnipresente, se fomenta la autonomía individual y se evita la creación de un estado policial que limite el ejercicio de la libertad; y hablando de libertad, la posesión de armas implica un ejercicio de la responsabilidad personal. La prohibición infantiliza a la sociedad porque supone que las personas no son capaces de manejar su libertad de forma ética y segura.

La relación entre armas, municiones y asesinatos no es lineal ni universal. Factores como la estabilidad social, el estado de derecho y el control de la delincuencia organizada son mucho más determinantes que la simple posesión de armas por parte de la población.

Columna publicada en República.


01
Oct 24

El lujo de imponer el pasado

 

Es muy común la creencia de que el Centro Histórico de la ciudad de Guatemala ha perdido vitalidad porque la gente mala incumple el reglamento para la conservación del patrimonio; pero hay otras causas más de fondo.

Persona en situación de calle  y perro en el adefesio que pusieron en el Parque Centenario.

La conservación del llamado patrimonio histórico —al gusto de los que tienen la autoridad para imponer su gusto— carga a los propietarios con costos que a veces no pueden, o no quieren enfrentar, por cualquiera que sean los motivos.

  1. Esos costos no son sólo monetarios, no te creas. Muchas veces los costos incluyen lidiar con una burocracia arbitraria y caprichosa que aplica, o no aplica, los reglamentos a su antojo. Y no digamos que no falta el burócrata que pretende mordidas para que avancen los expedientes.
  2. La inseguridad en el llamado Centro Histórico es tan precaria como en otras áreas de la ciudad, con la desventaja, adicional, de que mucha gente mea donde le da la gana; grupos sociales creen que pueden empapelar paredes y pintarrajear en ellas; cualquiera acampa casi que donde le da la gana y escasea el agua.
  3. En general, la economía chapina no da para lujos como un Centro Histórico tipo europeo. Muchos bancos tuvieron sedes en la zona 1 y se retiraron. Muchos restaurantes intentaron asentarse ahí y fracasaron por falta de clientela sostenida. Si te pasas a vivir a un edificio, vaya uno a saber qué te toca de vecino.

Un medigo orina junto a la Empresa Eléctrica, en la Sexta Avenida.

Hago estas meditaciones porque me encantan la zona 1 y su carácter. Soy fan de la vida cultural y barrial de aquel espacio. Tengo amigos que viven ahí. Me encanta la historia. Valoro el catálogo arquitectónico que hay en el Centro Histórico. Suelo llevar visitantes que quedan enamorados del área. Como ahí con frecuencia. En casa, muchas veces hemos acariciado la idea de irnos a vivir a la zona 1, pero el olor a meados y los homeless nos quitan las ganas.

No es sólo que la gente mala no cumpla con el reglamento. Es que hay demasiadas regulaciones; muchas de ellas arbitrarias. Es que no se respeta el derecho de propiedad. Es que en el Centro y en todas partes del país las autoridades no cumplen con sus funciones más elementales. Es que la productividad tiene una cadena con bola en los tribunales de justicia, en la Superintendencia de Administración Tributaria, en el Ministerio de Ambiente y en casi toda la administración estatal.

Un sujeto orina junto al Parque Enrique Gómez Carrillo. Notese el letrero que prohibe mear ahí y la dama.

En materia de conservación, hay ideas que no deben ser ignoradas:

  1. Un Centro Histórico de revista, al gusto de los que tienen el poder de imponer su criterio, es un lujo.
  2. Hay que responder objetivamente a la pregunta: ¿A quién le pertenece el pasado?
  3. Esta tamibén: ¿Deben los intereses colectivos prevalecer sobre los derechos individuales? 
  4. ¿Es moral cargar a todos los tributarios con los costos de que el Centro se vea como un grupo de personas quiere que se vea?

Haz clic si te gusta la arquitectura histórica de Guatemala.


20
Sep 24

El mito del desarme y realidad

 

Un plan de despistolización y un control de armas más efectivo fueron anunciados por el Ministro de Gobernación, luego de que el lunes pasado un estudiante de 15 años fuera atacado a balazos mientras recibía clases en el gimnasio municipal de Colomba, Costa Cuca.

La ilustración la tomé de aquí https://bit.ly/3MUAZV2

La imagen del chico con una herida de bala y su cuerpo ensangrentado circuló profusamente en redes sociales, y la verdad es que impresiona mucho, del mismo modo en que conmueven las expresiones de asombro de los estudiantes que rodean el cadáver.

En medio de una larga retahíla de actos delictivos similares, aquella foto es el elemento perfecto y necesario para lanzar una campaña populista de despistolización porque, ¿quién, que tenga corazón, no se indigna por el asesinato crudo de un muchacho en la escuela?

La cuestión, sin embargo, es: ¿a quién sirve el desarme de la población? Porque… no te creas que la despistolización afecta principalmente a los delincuentes. Los desarmes afectan principalmente a las personas decentes que tienen armas para defenderse de los delincuentes o para recreación. Además, ya sabes, los delincuentes prefieren víctimas desarmadas. Tal vez te sorprenda que los delincuentes ni respetan, ni atienden las leyes y las campañas. ¡Menos los delincuentes organizados!

Espero que no te tome por sorpresa, pero regímenes como el de Venezuela, Cuba, la China comunista, Corea del Norte y la Unión Soviética tienen y tuvieron prohibiciones severas contra la tenencia y portación de armas por parte de los ciudadanos. Los tiranos también prefieren víctimas desarmadas. En contraste, pensadores como John Locke y Thomas Jefferson se manifestaron a favor de las armas en manos de los mandantes. En el Reino Unido, donde están prohibidas las armas de fuego (ni los bobbies las llevan), los asesinatos son cometidos con armas blancas. ¿Qué diría mi abuela, Frances? Where there’s a will, there’s a way.

No hay relación directamente proporcional entre la tenencia de armas y la tasa de asesinatos. ¿Has visto el meme que compara Honduras con Suiza? Con números de habitantes similares, en el primero los ciudadanos tienen prohibido tener armas, y en el segundo es requerido que los ciudadanos estén armados. Honduras tiene una de las tasas más altas de homicidios en el mundo, mientras que Suiza tiene una de las más bajas.

Poray circula otra idea que es útil para meditar sobre este tema: Decir que no necesitas un arma para defenderte (de los delincuentes o de los tiranos) porque está la policía para cuidarte, es como decir que no necesitas un extintor de incendios porque están los bomberos para apagarlos.

Acciones populistas como las campañas de despistolización y la legislación que prohíbe las armas en manos de la gente decente existen no sólo para endulzar a grupos de interés y clientelas políticas, sino para controlar a la población en caso de que quienes ejercen el poder tengan necesidad de imponerse descaradamente.

Un estudio publicado por el Cato Journal, escrito por John C. Moorhouse y Brent Wanner, confirmó hace rato que, aunque el control de armas parece ser políticamente atractivo porque lidia directamente con el problema, lo cierto es que es un instrumento burdo contra la delincuencia, y sugiere que, tal vez, sería mejor concentrarse en averiguar por qué es que no se respetan las leyes existentes.

Columna publicada en República.


28
Ago 24

El mundo no está tan lejos

 

Hay cosas muy feas y peligrosas pasando; y aunque ocurren lejos deberíamos prestarles atención: la captura de Pavel Durov, en Francia; la ofensiva contra la libertad de expresión, en el Reino Unido; y la prohibición de que se escuchen las voces femeninas en Afganistán.

Es cierto que aquí en la aldea ha empezado el proceso de argentinización de Guatemala a manos de la mala simiente;pero aquellos tres hechos hay que dejarlos pasar.

Aunque Pavel Durov, el CEO de Telagram ha sido acusado de 12 cargos el presidente Emanuel Macron asegura que su captura no es de orden político, lo cierto es que da la impresión de que la Unión Europea quiere acabar con Telagram y de que quire tener acceso ala información confidencial de los usuarios de aquella red.  A diferencia de lo que Mark Zuckerberg hizo -al entregar toda la información que le exigieron los gobiernos- Durov ha protegido a los usuarios de Telegram. 

Mientras aquello ocurre en Francia, en el Reino Unido -la tierra de John Locke, David Hume, Adam Smith y otros de esa talla- es posible decir que ese ya no es un país libre. Esto es porque la libertad de expresión está bajo ataque directo, recientemente por medio de la Online Safety Act que penaliza y perimite el uso de la fuerza pública para perseguir y capturar a personas que informan de forma diferetne a las versiones oficiales de los hechos.  ¿Cómo? mediante el uso del concepto de fake news.que es un concepto ambiguo y que puede prestarse a arbitrariedades con facilidad. En el Reino Unido puedes ir preso por compartir el meme incorrecto según las autoridades.

Finalmente el Talibán promulgó una ley que prohibe que las mujeres muestren sus caras y prohibe que se escuchen voces femeninas en público.  ¿Te acuerdas de cuándo había quienes decían que ahora iban a ser moderados? Las burkas ominosas ahora deben cubrir completamente las caras de las mujeres en lo que puede calificarse, sin temor a aquivocarse, como la deshumanización y la erradicación de la existencia de las mujeres.  ¿Así, o más indignante? Sin caras y sin voces, las mujeres resultan menos que cosas.

La deshumanización de las mujeres. La foto la tomé de X.

¿Te acuerdas de cuando Susanita, la de Mafalda, leía las noticias y exclamaba, que por suerte el mundo queda tan lejos? Pues, no, el mundo no queda lejos y los ataques contra la libertad de expresión y la barbarie islamista como mínimo, deberían tocar nuestras conciencias. 

Lo siento, Susanita; pero No.


20
Ago 24

¿Otra psyop como en 2020?

La Administración Arévalo emitió una alerta epidemiológica por la viruela del mono. ¡Ten cuidado! porque pareciera que estamos en enero del 2020 y a las puertas de otra psyop espantosa como la de aquel año. 

Una psyop es una operación militar destinada a influr en el estado mental del enemigo, o de una población -por medios no combativos, como un fenómeno- y de esa forma manipular tus opiniones y actitudes. La palabra viene de psychological operation.

La ilustración la tomé de X.

¿Te acuerdas del 2020 y puedes comparar con lo de ahora? Empiezan con el bombardeo de imágenes desagradables que infunden temor entre los más irracionales y vulnerables.  El tema ocupa medios de comunicación masivos, redes sociales y conversaciones.  Está en todas partes, todo el tiempo.

El temor y la irracionalidad se extienden hasta el punto de que desactivan la capadidad de la mayor parte de personas para pensar y para reaccionar de forma prudente y con dos dedos de frente.

La psyop del 2020 dejó muchos daños emocionales entre ancianos y niños especlalmente, pero no exculsivamente. ¿Te imaginas ser niño y crecer en un hogar atemorizado por las noticias y los rumores? Se de ancianos que fueron encerrados a piedra y lodo por familiares temerosos.  El 2020 y el 2021 fueron desperdicios educativos.  Seguro que conoces a alguien que perdió su trabajo, o tuvo que cerrar su negocio a casusa de lo que las autoridades hicieron en el 2020…con la aprobación de muchísimas personas.  Los encierros forzados convirtieron en Pavlik Morozov a todo el que estaba dispuesto; y ¿te acuedas del linchamiento en redes sociales que recibió una chica que tuvo el atrevimiento de salir a leer en Cayalá. ¿Te acuerdas del odio que generaron los encierros? ¿Olvidaste de cuando las autoridades divulgaban las listas de los encuerantenados por el virus chino? 

Horadamente creo que los causante y los operadores de la psyop del 2020 deberían, por lo menos, pedir perdón, cuando no enfrentar juicios como los de Núremberg. 

Cuando se trata de ficción entiendes. Sin embrgo te reusas a ver cuando se trata de la realidad que vives.

¿Recuerdas lo absurdo de todo? La cuarentena a partir de las 16:00, o de las 18:00 horas, de forma arbitraria.  Los encierros totales de unos domingos sí, y otros no. Los pediluvios secos, o inmundos con los que se combatía un virus respiratorio. La gente que usaba mal la mascarilla, pero lo importante es que usara el bozal, aunque lo usara mal. Los termómetros mal calibrados que indicaban que tu temperatura era la de una rana. Los geles viscosos y asquerosos que dañaban la piel de muchas personas.  Todo para influir en tu estado mental y manipular tus opiniones y actitudes. 

No olvides que muchos semilleros y su fandom eran partidarios de los encierros más radicales.

La foto de abajo es una vista desde mi balcón.  La luz roja es de un hotel que queda junto a la Avenida de las Amèricas y siempre está encendida y cambia de colores. Pero durante los encierros del 2020 la luz fue apagada (debido a la falta de viajeros) y su ausencia se sumaba a la oscuridad y al silencio ominoso de aquellas noches. En casa nos encanta ver que está encendida.

Un símbolo de resistencia.

Frente a la nueva amenaza, tengo la esperanza de que los chapines hayamos escarmentado y de que no se repetirán las tragedias del 2020 y 2021 a causa del temor, de los encierros, de la arbitrariedad y de la irracionalidad. 


12
Abr 24

Basura y poder, juego peligroso

Llegó la hora límite para escribir este artículo y no encontré la cita que necesito.  Hace ratos leí algo así como que si le das al gobierno poderes extraordinarios durante una emergencia, los políticos inventarán emergencias para conseguir poderes extraordinarios.  La idea viene como anillo al dedo como consecuencia del incendio del basurero de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán.  Nombre imposiblemente más irónico para tremendo foco de contaminación y su relación supuesta con la protección del ambiente.

Para hacer la historia corta, el tema es que agarró fuego aquel vertedero y, como consecuencia, la calidad del aire en buena parte de la ciudad de Guatemala está fatal.  Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, el incendio fue intencional y ya fue puesta una denuncia en el Ministerio Público.

Lo que interesa para estas meditaciones es que la Conred le solicitó al presidente Arévalo que declarara un estado de calamidad pública debido al incendio y a la contaminación; que el Ministerio de Educación suspendió clases en Escuintla, Guatemala y Sacatepéquez; y que los pipoldermos solicitaron Q. 110 millones para manejar a su antojo con el pretexto de combatir el incendio del basurero y otros que hay en el país que, afortunadamente no obtuvieron.  Entonces fue que me acordé de la frase del primer párrafo de estas meditaciones y que, en 2020, los semilleros y sus aliados se contaban entre los más entusiastas de los encierros forzados y del uso de mascarillas (aunque fueran mal usadas).

El estado de calamidad es un régimen de excepción mediante el cual la administración, o los pipoldermos (como quieras llamarle) se atribuye la facultad de violar garantías constitucionales de forma legal (más no legítima; por eso es que los estados de excepción son anticonstitucionales).  ¿Por ejemplo?  Cuando está en vigencia un estado de calamidad, la administración puede limitar tu derecho de libre locomoción. Puede cambiar o mantener tu lugar de residencia, puede establecer cordones sanitarios, limitar la circulación de vehículos e impedir la salida o entrada de personas en la zona afectada. La administración puede impedir concentraciones de personas y prohibir o suspender espectáculos públicos y cualquier clase de reuniones.  En corto, puede prohibirte hacer lo que la ley (Nomos) no prohíbe, mediante legislación (Thesis) y arbitrariedad.  ¿Te acuerdas en el 2020 cuando algunos alcaldes (sin tener facultades legales para hacerlo) prohibían el ingreso de personas a sus municipios? Podían hacerlo -con impunidad- porque la administración había decretado estado de excepción y tenían la fuerza para hacerlo, al margen del derecho.

Lo de la suspensión de clases en Guatemala, Escuintla y Sacatepéquez es otra arbitrariedad enorme como de aquí a Pinula.  Es cierto que en centros escolares aledaños al basurero de AMSA el hedor y la contaminación han sido espantosos; pero en una sociedad de personas libres a quienes les hubiera correspondido decidir enviar o no a los niños a la escuela o al colegio es a los padres o encargados.  Si algunos padres, o encargados hubieran querido una acción colectiva, la decisión de tomarla correspondería a un acuerdo entre padres y la dirección de las escuelas o colegios involucrados. Eso hubiera sido en una sociedad libre, pero en una estatista, colectivista y autoritaria como la chapina, la orden vino de orden superior. 

Este tipo de ordenes autoritarias tiene muchas desventajas porque son arbitrarias. Tengo dos hipótesis sobre su origen: la primera es que se originó entre los maestros sindicalizados que, no queriendo ir a dar clases en condiciones desagradables y adversas (con razón, consiguieron una disposición generalizada para no tener que hacerse responsables). La segunda es que la gente siempre espera que la administración haga alg” y pues, hizo algo.  Prohibir es algo que toda administración puede hacer para satisfacer a su clientela y para cumplir con el principio precautorio (que es enemigo de la libertad y de la responsabilidad individual).  Por otro lado, ¿en serio los niños respiran aire menos contaminado en casa que en la escuela? 

Como mencioné arriba, a la administración semillera le gustan los encierros forzados. La diferencia de los encierros del 2020 con los de ahora es que durante aquel abuso los padres estaban en casa para atender a los niños que se quedaban sin ir a la escuela o al colegio. ¿Alguien pensó en el brete en el que metían a muchos padres o encargados si sus niños no salían a estudiar? No todos los padres, o encargados pueden quedarse una semana con sus hijos y no todos tienen personal para cumplir esas funciones. 

¡Hasta los semilleros saben que hay que decirles que no a los estados de calamidad, porque se prestan para que los pipoldermos roben!  Durante el estado de excepción, ministerios y otros centros de costos para los tributarios (que sos tú, no te confundas) pueden comprar bienes, suministros y servicios, así como hacer contrataciones sin cumplir con los requisitos de la legislación de contrataciones.  Y, por arte de magia, en medio de la calamidad, los pipolermos que se distinguen por actuar sin coordinación, sin conocimientos, mediante la coacción y muchas veces de forma venal van a ser transparentes, probos y van a actuar solo con el bien común como faro para guiarlos.

Dicho todo lo anterior, ¿sabes qué si hace falta? Determinar si los incendios han sido causados a propósito y por quiénes.  ¿Sabes qué más? Reconocer que crisis como la del vertedero de AMSA las cría la Administración desde el estatismo y luego las quiere resolver con más estatismo, porque así va a haber más presupuesto y porque los tributarios no terminan de entender que -en última instancia- ellos son los que pagan con los impuestos que les quitan los pipoldermos.

Urge, para ya, la desestatización de la basura; y urge, para ya devolverles a los padres y encargados la libertad de decidir sobre la educación de los niños; y urge, para ya, desactivar esa arca abierta y ese nacedero de arbitrariedad que puede ser un estado de calamidad.

Columna publicada en República.


16
Feb 24

Semillas de conflicto, se está perdiendo el derecho de propiedad en Guate

 

La posición de Guatemala en cuanto al respeto del derecho de propiedad se ha deteriorado. ¿Cuánto? Te cuento.  De una posición global de 81, en 2018, en el Índice Internacional de Derechos de Propiedad el país pasó a 85 en 2019, a 89 en el año de los encierros forzados, a 95 en 2021 y la última información fue la del desplome a 103 en 2022.  Estas cifras no sorprenden si comparas con que, en materia de estado de derecho, Guatemala cayó de la posición 117 en 2018 a 120 en 2022.

Cabe abordar el tema porque la administración semillera acaba de anunciar la creación de un acuerdo agrario con organizaciones como el Comité de Unidad Campesina, creado en 1975 con estrechos vínculos con el guerrillero Ejército Guerrillero de los Pobres. Organizaciones que fomentan invasiones.  ¿Sabes quiénes son los grandes ausentes en el acuerdo? Las víctimas de aquellas usurpaciones que se encuentran indefensos no sólo frente a los delincuentes; sino de cara a los tribunales de justicia, a las autoridades de policía y a otras autoridades locales. 

El derecho de propiedad no es meramente el de poseer bienes y recursos; principalmente es el de utilizar esos recursos libremente (sin causarles daños a terceros, ¡Por supuesto!) y el de transferir pacífica y voluntariamente esos recursos y sus derechos.  El derecho de propiedad no es sólo el mero derecho a recursos (u objetos), sino que -exactamente como el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho a la búsqueda de la felicidad- es un derecho a la acción. 

Si el derecho de propiedad está a merced de piratas, ladrones, extorsionistas y otros criminales; y si la Administración es incapaz de proteger los derechos a la acción de los propietarios legítimos, no sólo se hace nula la justificación para tener gobierno y no sólo resulta inexistente cualquier pretensión de estado de derecho, sino que se anulan la existencia de los derechos a la libertad y a la vida.

¿Por qué? John Locke explicó que ya que somos dueños de nosotros mismos y de nuestras vidas negar eso significa que otras personas son propietarias de nosotros y de nuestras vidas.  Los productos de nuestras vidas y de nuestra libertad son la propiedad como producto de nuestro trabajo productivo físico y mental, de nuestro tiempo, de nuestra energía y de nuestros talentos. La propiedad es la parte de la naturaleza que transformamos para darle usos valiosos, y la que intercambiamos.

Todo aquello, sin embargo, se queda en palabras cuando hace falta el acuerdo moral social que reconoce el valor de la propiedad como consecuencia de la vida y la libertad de las personas.  Sin ese acuerdo moral, no hay discurso que valga. No hay tal cosa como derechos naturales; lo que hay son acuerdos morales para respetar las condiciones mínimas para la cooperación social. 

¿Ves la importancia de que el acuerdo agrario no excluya a las víctimas de las invasiones, usurpaciones y otras formas de robos de propiedad ajena? No puede haber acuerdos morales sobre la propiedad cuando los protagonistas de esos acuerdos son sólo políticos demasiado enfocados en satisfacer las exigencias de su clientela y en conservar el poder, y dirigentes de grupos con antecedentes delictivos que tradicionalmente han actuado convencidos de que los problemas estructurales del país se resuelven mediante la violencia, o mediante la intervención política en la distribución de los medios de producción.

Es, y siempre ha sido indispensable que todo gobierno (semillero, o no) cumpla con la razón principal y legítima de su existencia que es la protección de los derechos individuales de todas las personas por igual, sin distinción de etnia y sexo por mencionar dos características que están de moda.  La cooperación social -y en consecuencia el bienestar generalizado- sólo son posibles si tribunales independientes, imparciales, objetivos, eficientes y capaces de actuar con celeridad pueden resolver conflictos de intereses en cuanto a la propiedad; y si las autoridades policíacas tienen la autoridad moral para actuar en casos de delitos flagrantes. La cooperación social sólo es posible si se garantiza el cumplimiento de los contratos. 

Lo demás son papas y panes pintados y en la medida en que la administración semillera pretenda satisfacer exigencias y demandas particulares, a expensas de los derechos individuales, en esa medida se va a multiplicar la conflictividad y se va a deteriorar el estado de derecho.  ¿A conveniencia política en el corto plazo? Puede que sí.  Pero en perjuicio de todos, sobre todo de los más pobres que son los que tienen que agarrar sus tujas y caminar hacia el norte porque la institucionalidad ha colapsado.  Pregúntale a cualquier familia de venezolanos de esos que se ven tan tristemente en las calles de la ciudad de Guatemala.

¡Pero, los chapines migran!, me vas a comentar.  Sí. Los chapines migran desde hace años porque aquí no se respetan los derechos individuales, no hay garantía del cumplimiento de los contratos, los tribunales de justicia no son tales, no se puede confiar en las autoridades, y las instituciones (no las organizaciones, sino los sistemas de normas) se desploman en los índices.

Todo acuerdo que involucre intereses específicos de grupos particulares en la sociedad -si ha de tener éxito en facilitar la cooperación social y la convivencia pacífica- debe incluir a todas partes involucradas; y de ninguna manera, de ninguna manera debe violar los derechos individuales, ni la igualdad de todos, todos ante la ley.

Columna publicada en República.