14
Dic 15

Majestuosos 25 años de Luces Campero

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Si digo que el final de las Luces Campero fue espectacular, me quedo corto.  Fue sorprendente, dramático y en casa nos quedamos boquiabiertos.  Los que estaban en el tejado vieron los fuegos artificiales en el Campo de Marte y en otros puntos de la ciudad; pero los que nos quedamos en el balcón nos concentramos en el espectáculo principal. ¿Viste las dos últimas explosiones -plateada y dorada-?  ¡Fueron espléndidas!

El niño que hay en mí se maravilla con las Luces Campero y los fuegos artificiales.  Me gusta verlos en compañía de familia y amigos.  Ayer, en casa, cuatro generaciones observaron los juegos pirotécnicos y ojalá podamos disfrutarlos muchas, muchas, muchas veces más.

Abajo el vídeo que hizo Así es la vida:

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15
Dic 14

¡Que maravilla las Luces Campero!

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Lo que más me gusta de las Luces Campero es que hacen que me maraville como cuando era niño.  ¿Sabes? Esa sensación de que estás en la presencia de algo admirable y extraordinario.  No es sólo la pirotecnia con sus luces y sus formas; sino las reacciones de la gente alrededor de uno.  Es lo grande de los fuegos artificiales.  Y cuando el niño da paso al adulto, son el arte, la tecnología y la ciencia que hay detrás del espectáculo, lo que me deja boquiabierto frente a las luces.

Las luces se dejan ver durante 30 minutos, son más de 75 mil y suben hasta 250 metros.  Este año estoy seguro de que vi muchas innovaciones.  Estoy seguro de que las luces eran más complejas.  Hubo muchas sorpresas.

Me gustan los retumbos de los estallidos y la sorpresa detrás de cada uno.  ¿Qué forma tendrá? ¿De qué colores será? ¿De qué tamaño?  Así una tras otra y cada tanto, una de ellas hace que uno exclame un ¡Ah!, un Wow!, o un ¡Oooh!  No importa si eres un niño de brazos, o si a los 80 todavía puedes ver el mundo con ojos de crío, las Luces Campero son capaces de sacar lo mejor de ti del mismo modo en el que lo sacan lo que es bueno, lo que es bello y lo que es pacífico.


11
Dic 11

Luces Campero en la noche


Anoche fue la fiesta de las Luces Campero en la ciudad de Guatemala; y durante 30 minutos el cielo se iluminó con fuegos artificiales.   En casa las vimos con ponche de frutas en mano, y comiendo deliciosas dobladas que hizo Elsa.

Yo me las gozo mucho porque me gusta maravillarme de lo que es bello.  Además siemrpe es una buena ocasión para reunir amigos y familias.


08
Dic 11

Los “volcancitos” de toda la vida

Los volcancitos, son unos de mis juegos pirotécnicos favoritos; y la marca Tigre Brand, ha sido la de toda la vida.  Recuerdo esa marca desde que era niño no sólo en los volcancitos, sino en las estrellitas.

Cuando yo era niño no habían fuegos complejos como los que hay ahora. Había ametralladoras que uno despenicaba y cuyos cohetillos quemaba de uno en uno. Y también los silbadores, que como no eran de plástico, no ocasionaban mayores daños mayores. Había saltapericos que eran divertidos; pero que, como la mara no le atina, había gente que se los comía creyendo que eran confites.  A mí me gustaban las estrellitas, los volcancitos y unos pequeños que uno somataba contra el piso y tronaban.  Y cuando la cosas se ponía seria se lanzaban unas varas y unas luces muy rudimentaria que es imposible comparar con las de ahora.

Anoche, durante la Quema del Diablo hubo unos platillos voladores muy bonitos. Y me hicieron falta los misiles, que también me alegran mucho.


13
Sep 09

Fuegos artificiales en mi ventana


El fin de semana pasado hubo juegos pirotécnicos frente a mi ventana; espectáculo que disfruto mucho. Me gustan los colores y las formas que el ingenio humano consigue con los fuegos artificiales.

A mí no me emocionan mucho los cohetes y ahora me molesta su ruido; pero este tipo de luces de verdad me causan emoción y me dan alegría. Cuando era niño me gozaba las estrellitas, los silvadores, y hasta los extintos saltapericos; pero entonces todo era muy rudimentario. No como ahora que las luces son verdaderamente elaboradas y asombrosas.

En algún momento de mi adolescencia, tenía un tubo de cañería que en un extremo estaba tapado con un palo de escoba. Usaba ese tubo para poner dos cohetillos; uno viendo para adelante y otro para atrás. Luego encendía la mecha del que veía para adelante y al estallar ese expulsaba a su compañero y le encendía la mecha para que -al instante- saliera volando y estallara en el aire.

01
Ene 07

¡Feliz año nuevo!

Una de las cosas que más me gozo de las fiestas de fin de año chapinas son los fuegos artificiales. ¡Qué derroche de luces y que maravilla de colores! Los juegos pirotécnicos hacen de la ciudad un gran escenario de alegría y de ingenio.

¡Feliz año nuevo! Que 2007 venga cargado de prosperidad y de amor para todos!

En esta ocasión tuve la oportunidad de pasar la Navidad y la nochevieja con tres personas extranjeras distintas, y me llamó mucho la atención lo impresionadas que estaban con la cohetería y las luces. También me llamó la atención que se dieron cuenta de que en sus lugares de orígen (Hawaii y Toulouse) espectáculos como este sólo se dan bajo estrictos control y regulación estatales; en tanto que aquí, en la Tierra de la Eterna Primavera, la fiesta es un estupendo orden espontáneo.