23
Mar 16

¡Pan para Judas!

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¡Ya vino el pan para Judas!  En la Costa Sur es tradición que durante el miércoles de esta temporada la gente recorra las poblaciones y pida pan para Judas.  Van con un Judas de trapo y música, recaudan dinero, pan, miel de garbanzos, café y chocolate que luego usarán para compartir durante las conmemoraciones del jueves.

En casa, nuestro pan para Judas lo hace la querida Shalvi en Coatepeque.  Es un pan artesanal, hecho con cariño, con huevos y leche domésticos.  Un pan que integra sabores, aromas, colores y textura de una forma espectacular.  Un pan que es primordial. En las poblaciones se ven canastos de pan que van y vienen por los barrios y los caminos.  La gente madruga para agarrar turno en el horno.

Da mucha alegría cuando abrimos la caja en que viene el pan y damos las primera mordidas.  El aroma que sale de la caja invade la sala y anuncia que es fiesta.  El pan de esta temporada es para compartir y para disfrutar.  Es tradición que cada familia haga su propio pan y como suele suceder, las familias son muy orgullosas del que hacen y las recetas se remontan a los tiempos de los bisabuelos.

Por supuesto que, como tiene que ver con comida, esta es una de mis tradiciones favoritas de la temporada.


01
May 13

¡Hoy fue día de “Chow mein”!

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Desde hacía días andaba con la gana de que hiciéramos Chow mein en casa; ¡y salió delicioso!  Durante mi niñez este fue uno de mis platos favoritos y recuerdo que cuando cumplí 9, o 10 años pedí que ese fuera el almuerzo de mi cumpleaños.  En casa de mis padres uno podía elegir el menú del almuerzo en el día de su cumpleaños…y podía no ir al colegio en la tarde.

A mi padre no le gustaba el Chow mein porque es comida china falsa, para turistas y gringos, decía; pero a los niños en la casa ese detalle no nos importaba mucho y mi mamá lo hacía riquísimo.  Mi padre prefería las delicias que le preparaban especialmente en El encanto y en Cantón, que eran dos resturantes chinos muy conocidos en los años 60 y 70.

En Guatemala se le dice Chomín al Chow mein.  En algunos lugares de la Costa Sur la gente suele ir a comer Chomín después de ver el desfile del 15 de septiembre (el Día de la Independencia); y el Chomín suele servirse en ocasiones como graduaciones.  En Guatemala no hay poblado grande, que se respete, que no tenga por lo menos un restaurante chino en el que pueden comer dos, o tres personas de un sólo plato de Chomín.

En Coatepeque la gente come algo llamado Panchos.  Estos son tortillas de maíz fritas a las que se les añade crema y Chomín; y esto se cubre con otra tortilla.  Los Panchos son difíciles de comer con glamour, pero son bien sabrosos.

Hoy nos disfrutamos mucho el Chow mein en la casa…y durante la semana seguramente comeremos Panchos.


21
Mar 07

Sarabanda*


Es una lástima que no haya llevado buena cámara a la Feria de Verano, en Coatepeque. Se hubiera apreciado mejor el ambiente de la sarabanda. Los que bailan están “hasta atrás” y casi no pueden mantenerse en pie. Los curiosos estamos alrededor de la galera. La música no cambió durante el buen rato que estuve ahi; pero de cuando en cuando, uno de la orquesta cantaba. No me quedé a ver cuando “pasan el lazo” y les cobran a los danzantes. Lo más divertido fue cuando uno de los bailarines se acercó a una chica que estaba en el público y le pidió que bailara con él. “La nena no baila”, le contestó su mamá que la acompañaba.

*En realidad se escribe zarabanda; cosa que yo no sabía hasta que un lector anónimo me lo hizo ver.


21
Mar 07

El últmo adiós

¿Dónde, si no a la entrada de un cementerio iba a haber una tienda que se llamara El último adiós. Efectivamente, esta está a la entrada del cementerio de Coatepeque.


20
Mar 07

Los bolitos

Aquí van dos que disfrutaron, como bien podían, la Feria de Verano de Coatepeque.


19
Mar 07

Ya vine de donde andaba

Hace un rato regresé de dar un paseo por el área de Coatepeque. Fue un fin de semana extraordinario en el que conocía gente buenísima y comí cosas deliciosas como miel de garbanzos, pan de leche y pan de huevo, los mejores aguacates del universo, caldo de gallina de patio, atol de maíz negro y jengibre, crema de elote, tacos de cerdo, hígado fresco, tortillas del comal, horchata y otras maravillas.

Lo mejor, sin embargo, fueron las historias que escuché durante estos dos días y que, seguramente, iré relatando algunas poco a poco en este espacio.

El pelo en la sopa, sin embargo, fue la atorazón de tráfico que encontré justo antes del peaje de Marnhos en la autopista al Pacífico. Lo peor de todo es que uno va a caer a esa trampa luego de que ya ha pasado por el desvío a la carretera vieja y por el desvío hacia La Antigua, de modo que uno queda atrapado ahí, sin posibilidades de escape inmediatas.

Afortunadamente justo antes de llegar al peaje pude regresar y volver por Alotenango, Ciudad Vieja y La Antigua, sólo para caer en una nueva trampa justo después de San Lucas Sacatepéquez.

Pregunto: ¿No será posible que a los responsables de estas tonteras no les de por arreglar todos los ingresos a la ciudad capital al mismo tiempo? ¿No será que a los responsables de las carreteras y a los propietarios de la autopista no se les ocurre avisar que habrá atorazón antes de que uno pase por los desvíos que podrían aliviar la situación?

Afortunadamente yo venía en la mejor compañía y por fortuna el fin de semana había sido tan bueno, que las colas de más de tres horas no lograron estropearlo.