24
Oct 23

Sí se pudo, marcha sin destrucción

 

La manifestación para celebrar el 20 de octubre se llevó a cabo de forma civilizada: sin pintas de símbolos de muerte, sin amenazas, sin violencia.  Sí se puede.

En otros años los grupos que desfilan ese día dejan paredes manchadas y causan destrozos; pero este año, a pesar del ambiente tenso y violento de los días anteriores, aquellos grupos demostraron que se puede manifestar de forma decente. ¡Sin violar derechos de terceros!

Vista de la Sexta avenida y Octava calle hacia el sur el 20 de octubre en la tarde.

El viernes 20, en la tarde, fui a dar un paseo a la Sexta Avenida e imaginé que iba e encontrar el ambiente negativo de otros años; pero me llevé la sorpresa agradable de que no fue así.  Ni hoces y martillos, ni pintas groseras, ni nada parecido.  La estética de rojo y negro, como la bandera sandinista, ¡Presente!; pero tranki.

El diecinueve, en X (ex Twitter) escribí que ojalá que los manifestantes no fueran a pintarrajear paredes, ni a causar daños a monumentos, ni a inmuebles, ni a lugares icónicos, porque en otros años sí lo habían hecho en esta fecha importante.

Por supuesto que hubo reacciones, pero la que más me divierte es la de una lectora que, a modo de burla, publicó: A mui vien.  Acompañada de un ícono de obediencia. Honradamente estoy convencido de que las celebraciones legítimas e históricas se ven mejor si los fanáticos pueden controlarse…o ser controlados. ¡Puntos para las dirigencias de la marcha del viernes!

Pues ya ven, sí se pudo. A pesar de la cultura destruccionista que abunda en las filas de los grupos que suelen participar en estas manifestaciones.

¿Qué opacó mi paseo por la Sexta? Que a alguien le robaron su bicicleta y lo golpearon.Ahí estaban los bomberos auxiliando a la víctima y unos policías buscando a los hechores. En la Sexta sí hay hoces y martillos, pero los autores de esas pintas ominosas las han ido poniendo a lo largo de semanas, desde septiembre, seguramente sin conexión directa con la celebración del 20 de octubre.


17
Oct 23

Los bloqueos, en “Mirada Sur”

Mirada Sur tuvo la gentileza de preguntarme sobre los bloqueos y esto es lo que les comenté:

Haz clic en la imagen para ver Mirada Sur.

Durante la campaña electoral, el diputado del Movimiento Semilla Samuel Pérez Álvarez, dijo que como iban a tener al Congreso en su contra, si no conseguían las reformas que querían, iban a sacar a la gente a la calle. Mi hipótesis es que, en el corto plazo el objetivo de los bloqueos es evitar que Semilla sea investigado por el Ministerio Público ya que hay indicios de comisión de delitos en su constitución como partido. De ahí que se exija la renuncia, o la remoción de la Jefa del Ministerio Público que es el ente investigador de procesos penales. En el mediano plazo es “ensayo con vestuario” para cuando el gobierno de Semilla quiera una asamblea nacional constituyente a la medida posible de la multitud de grupos de interés que integran ese movimiento. Llegado el momento, encontrarán poca resistencia para cambiar estructuras porque la gente recordará lo que está ocurriendo ahora y no querrá vivirlo de nuevo.

¿Cómo percibe la gente lo que está pasando?

Está dividido; pero los cierres forzados de carreteras y calles; y los cierres forzados de mercados y supermercados han hecho que se escaseen y se encarezcan muchos productos, especialmente agrícolas. Mucha gente no puede ir a trabajar. Hay pérdidas entre campesinos y otros productores. Los niveles de incertidumbre y de hostilidad son elevados. Cada día que pasa se elevan los costos económicos y emocionales. Hay que estar claro de que lo que ocurre ahora no es un movimiento popular.  Sus promotores no conseguían gente suficiente en sus manifestaciones pacíficas, así que organizaron bloqueos forzados que tienen más impacto mediático.

Mirada sur es la newsletter del Center for Latin America, de la Atlas Network.  Es un resumen de las noticias y acontecimientos principales que ocurren entre el Rio Grande y la Tierra del Fuego en menos de 10 minutos. Puedes suscribirte aquí.


13
Oct 23

Protestas en Guatemala, de las vuvuzelas a la violencia

 

Las protestas comenzaron con grupos pequeños reunidos en la Plaza de la Constitución y frente al Ministerio Público -aparentemente- contra las actuaciones de este último en el contexto de los resultados de las elecciones; y en defensa del estado de derecho y de la democracia.

En el fondo, sin embargo, el Movimiento Semilla es investigado por el Ministerio Público a causa de posibles irregularidades e incluso posibles delitos que habría cometido para su inscripción como partido político, irregularidades y delitos que ni el Registro de Ciudadanos, ni el Tribunal Supremo Electoral abordaron cuando les correspondía hacerlo. ¿Te acuerdas cuando Samuel Pérez dijo que durante el gobierno de Semilla si no conseguían en el Congreso las reformas que querían, iban a sacar a la gente a la calle? Pues eso. En el corto plazo el objetivo de los bloqueos es evitar que Semilla sea investigado por el Ministerio Público. De ahí que se exija la renuncia, o la remoción de la jefa del Ministerio Público y del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad; y recuerda que el MP es el ente investigador de procesos penales, de acuerdo con la Constitución.  En el mediano plazo los bloqueos son ensayo con vestuario para cuando el gobierno de Semilla quiera una asamblea nacional constituyente a la medida posible de la multitud de grupos de interés que integran ese movimiento. Llegado el momento, encontrarán poca resistencia para cambiar estructuras porque la gente recordará lo que está ocurriendo ahora y no querrá vivirlo de nuevo.

¡Liberen al Kraken!

Aquellas protestas primeras, sin embargo, nunca levantaron vuelo. A pesar de que su causa (la defensa de la democracia, más no la ocultación de los posibles delitos en la organización y registro de Semilla) podría ser considerada como justa por muchas personas, se hizo evidente que la gente no se iba a unir a las protestas y que los dirigentes de estas no tenían la capacidad de convocar a manifestaciones orgánicas multitudinarias.

Haz clic en la foto para leer sobre El mito del paro nacional.

Las manifestaciones en las que la gente confía son de naturaleza diferente.  ¿Recuerdas los 18 Viernes de Luto en el Obelisco en 2001, ¡Nada de violencia!  La gente que acudía -en familia-  hasta dejaba limpio el lugar.  Ese año también hubo un medio paro nacional que fue medio paro porque, como fue orgánico, la mara trabajaba a puerta cerrada; pero…¿sabes qué? ¡Nada de violencia! ¡Nadie era forzado a no trabajar! En 2009 hubo varios días de manifestaciones y varios sábados de protestas -en familia- en el contexto de la muerte de Rodrigo Rosemberg, ¡Nada de violencia a pesar de las provocaciones! La Plaza de la Constitución quedaba limpia después de aquellas jornadas. En 2015 la renuncia de Otto Pérez a la presidencia de la República fue precedida por varios sábados de manifestaciones -en familia- en las que tampoco hubo palos, fuego, ni piedras, ni bloqueos.  Contrasta aquello con las acciones y los movimientos de 2023: bloqueos, amenazas del uso de la fuerza, violencia y vandalismo.

Campesinos y agricultores están siendo sacrificados.

En 2023, pesar de la falta de apoyo, el paso siguiente de los organizadores de los bloqueos fue la convocatoria a un paro nacional que iba a fracasar porque es un hecho que la gente no confía en la dirigencia que lo convocó; de modo que tres Doritos después el supuesto paro fue sustituido por bloqueos.

En Santa María Cauqué obligan a la gente a acuerpar el bloqueo. Haz clic en al foto para ver el vídeo.

La ventaja del bloqueo, frente al paro, es que no es lo mismo tener vídeos de filas y filas y filas de camionetas, camiones, automóviles y motos varadas en carreteras; que tenerlos de cuatro gatos sonando vuvuzelas en una calle.  Además, esto último es muy desgastante y no tiene impacto mediático, a pesar del apoyo mediático.

Pero la gente no quiere paro, ni bloqueos, así que mayoritariamente no hubo apoyo y la dirigencia tuvo que acudir a la violencia.  Acudió a amenazas de usar la fuerza, y hasta al uso de la violencia para que mercados y comercios no abran sus puertas. Para que la gente no pueda movilizarse, ni ir a trabajar, ni a hacer lo suyo.  Para sacrificar a quien haya que sacrificar…por la causa.  El bloqueo, digan lo que digan sus apologistas, es un acto de coacción (violencia) porque impide que las personas consigan sus objetivos pacíficos y voluntarios (como ir a trabajar, o desplazarse de un lugar a otro).  ¿Cómo lo consiguen? Al poner obstáculos en el camino y, francamente, al amenazar a quienes osen remover esos obstáculos.

Monjas han estado muy activos en los bloqueos.

Seminaristas han tenido participación activa.

Los frailes no se quedan atrás.

Todo esto crea mucho descontento, incertidumbre, miedo y temor; pero no importa porque ese es el caldo de cultivo para lo que viene.  Además, es una guerra de resistencia…repito…es una guerra de resistencia en la que los financistas y los pezzonovanti de los bloqueos no tienen mucho que perder porque: son invisibles y no están en las primeras líneas de los bloqueos y de los actos de violencia contra quienes no están interesados en unirse; si las cosas se salen de control fue Fuenteovejuna…o los infiltrados; (que suelen ser pagados, locales, o extranjeros); si hay muertos, o heridos, los medios masivos de comunicación, los influencers y todo aquel que haga opinión pública y crea que los bloqueos son justificados convertirán en mártires a aquellos muertos, o heridos y, ¿qué puede ser mejor para la causa?; porque, si les suena la flauta los titiriteros -nacionales y extranjeros- que están detrás de los bloqueos y la violencia tendrán su venganza por la no renovación del mandato de la CICIG, por la derrota en el enfrentamiento armado de 36 años y por la Liberación en 1954; además…no me digas que esto no huele a los primeros tanes para cuando el gobierno del Movimiento Semilla considere que es oportuna la asamblea constituyente que quieren algunos de sus grupos integrantes.

¿En qué revolución no han habido muertos? Haz clic en la foto para oírlo From the horse´s mouth.

Para generar más el descontento -porque el estado de derecho y la democracia no alcanzan- se han añadido otros elementos a las protestas; y también son contra los ricos, los privilegiados y por el color de la piel. Los bloqueos son para el cambio de estructuras, y se dejan oír las voces por la asamblea constituyente.

Por aquí es por donde va la bolita. De esto se tratan los bloqueos en realidad.

Debido a que la mayoría de la gente no se ha recuperado emocional, ni económicamente de los encierros forzados del 2020 y a que la Magdalena no está para tafetanes, el descontento es creciente y la tolerancia para con los bloqueos se va reduciendo; de modo que los bloqueadores han cambiado sus estrategias en el frente.  Por ejemplo, hacen bailar a la gente para permitirles el paso y bailan en grupos. Videos de esos bailes van y vienen por Tik Tok y otras redes sociales para lavarles la cara a los bloqueos y dar la apariencia de fiestas populares.  Sin embargo, los bailes forzados humillan a las personas.  La opinión pública -local y extranjera- ve bailes y jolgorio; mientras que los organizadores de los bloqueos -¡Armados!- bloquearon el suministro de agua para la gente en la ciudad de Guatemala.

Yo no fui, fue Teté.

Cuando vivimos por permiso, y no por derecho. Lo valioso de este vídeo es que asumieron la responsabilidad de los bloqueos y distraen la atención que esta puesta en el rol presidente electo,  Bernardo Arévalo y en Semilla. Haz clic en la foto para ver el vídeo.

No son alegres los bloqueos

En ese contexto, los bloqueadores son presentados como alegres protagonistas y defensores de la democracia; en tanto quienes objetan la violencia son presentados como antagonistas en la narrativa de Semilla y de quienes los apoyan.

Los bloqueos no son gente alegre y voluntaria bailando.

Para poner perspectiva, hay vídeos de cómo es que, en lugares como Santa María Cauqué, los organizadores de los bloqueos fuerzan a la gente a bloquear a cambio de dejarlos pasar sus productos.  Hay un vídeo bien cringe para los organizadores de los bloqueos en el que el candidato de Semilla, a alcalde de La Antigua, dice: ¿En qué revolución no ha habido muertos?  (Pausa para asimilar eso).  ¿Sabes qué es una joya para entender lo que está pasando y sus raíces? El vídeo en el que Thelma Aldana se muestra como la madrina de la inamovilidad del jefe del Ministerio Público, que confirma que la causa de la causa es la causa de lo causado, como dijo Tomás de Aquino.

Haz clic en la foto para ver por qué y quién.

¡Ups! Haz clic en la foto para ver la historia del Aprendiz de hechicero.

Un colega me dijo, el jueves: No estás muy optimista, ¿verdad?  Y le contesté que, como soy optimista moderado, creo que aún no se ha cruzado el Rubicón.  Y mi pregunta es…con los precios de las verduras por los cielos, ¿habrá fiambre para los chapines este 1 de noviembre?

Columna publicada en República.

Para entender mejor los bloqueos te recomiendo: In Guatemala, Protests Have Brought Economic Life to a Halt, por Katarina Hall. 


11
Oct 23

Mañana es 12 de octubre, ¡aguas con los monumentos!

 

Hace dos años, con acompañamiento internacional y con ominosa iconografía comunista, grupos de orcos vandalizaron los monumentos de Cristobal Colon y de José María Reina Barrios, en la ciudad de Guatemala. ¿Qué plan tienen el Ministerio de Gobernación, el Ministerio de Cultura y la Municipalidad capitalina para evitar la brutalidad este año…en el contexto de los bloqueos y actos de vandalismo que han ocurrido en los últimos días?

¿Te sorprendería que los vándalos la agarren contra el monumento a Colón en la Avenida de las Américas, o contra cualquier otro monumento histórico en la ciudad?  Si algo así ocurriera, no se podrá decir que las autoridades no podían saber que eso iba a pasar.

ElChe Guevara presente en la destrucción del monumento a Reynita en 2021. La foto la tomé de Facebook.

Los políticos y burócratas encargados de la seguridad ciudadana, así como del patrimonio cultural de los guatemaltecos y del ornato de la urbe deben responderles a los tributarios.  Los agentes del orden deben recibir todo el apoyo moral, presupuestario, político y jurídico que se necesite para evitar los actos de los orcos, como los citados y como el de la destrucción del monumento a Isabel la Católica, ocurrida en julio del año pasado.

El Che Guevara presente en la manifestación del 21N, en 2020 cuando muchos jóvenes acudieron armados con palos de golf y bates. Haz clic en la foto para ver más fotos.

Es peligroso que vándalos, orcos y bandas de terroristas lleguen a la conclusión de que  las autoridades no son autoridades y están de adorno.  Es muy peligroso que esos grupos lleguen a la conclusión de que pueden cometer actos de violencia con impunidad.  Aquel tipo de actos nada tiene que ver con el derecho legítimo a manifestar; sino que tiene todo que ver con normalizar la violencia, el miedo y la anarquía. Sobre todo ahora que se acercan el 12 de octubre, Día de la Hispanidad; y el 20 de octubre, Día de la Revolución de 1944; y las hoces y martillos se han multiplicado en la Sexta avenida.


06
Oct 23

El mito del paro nacional, ¿desenmascaramos los bloqueos?

Uno de los legados más tristes de los encierros forzados del 2020 es que, en general, se exacerbaron las agresiones y el uso de la violencia.  Debido a los encierros mismos, a la incertidumbre y al ambiente generalizado de negatividad, la falta de control sobre las emociones violentas se agudizó.  No es que la agresividad no existiera antes; pero, en general, había límites bastante bien definidos que luego del 2020 se hicieron difusos.

“Algunos escuchan para responder…” La ilustración la tomé de Facebook.

Los encierros forzados revirtieron miles de años de evolución humana durante los cuales nuestros ancestros aprendieron a ver, en el otro, a un colaborador potencial y a un sujeto potencial para el intercambio.  Los encierros llevaron a demasiadas personas a ver, en el otro, a un contagiador potencial y a un enemigo potencial, de forma casi primitiva.

Los bloqueos forzados dañan a millones. La foto la tomé de Tik Tok.

En aquello pensé cuando leí que, en la cumbre de Alaska hubo -en medio de las tensiones elevadas en el contexto de los bloqueos- un muerto, cuatro heridos y disparos.  Es muy posible que ese incidente ocurriera en el contexto de los conflictos preexistentes entre pobladores del área; pero…los bloqueos son el caldo de cultivo perfecto para que se exacerben los ánimos y haya actos de violencia ya sea por situaciones preexistentes, o no.

Haz clic para ver el vídeo.  ¿Qué mandato moral tienen los violentos para impedir que las personas se abastezcan de alimentos?

Mientras más duran los bloqueos sin que las autoridades actúen en defensa de los derechos de las personas frente a los intereses de los bloqueadores, más se corre el riesgo de que alguien se salga de control y le dé rienda suelta a sus emociones más primitivas y violentas.  ¡Y eso es lo que no debe ocurrir!  Un Mario Alioto, y un Abner Abdiel pueden ocurrir si alguien hace algo estúpido; y las autoridades deberían saber que su misión es evitar que algo así ocurra.

Haz clic para ver el vídeo. Esto no es protesta pacífica y voluntaria, ¿verdad?

Dicho lo anterior, en Guatemala no hay tal cosa como un paro nacional.  Lo que hay es grupos de personas que bloquean carreteras y calles.  No está claro si todas las personas que acuden a los bloqueos lo hacen de forma voluntaria (o por lo menos sin mediar pagos), ni si entienden por qué es que están ahí.  Las dirigencias si, por supuesto, pero es normal que el promedio de personas no. Hay denuncias de que grupos organizados fuerzan a comerciantes a cerrar negocios y a personas a participar en los bloqueos.

Multas para quienes no participen. La foto la tomé de Facebook.

Las diferencias fundamentales entre un paro y un bloqueo son que en el primer fenómeno las personas que participan lo hacen voluntariamente sin violar derechos ajenos, y en consecuencia no hace uso de la violencia, ni de la amenaza de violencia.  Por ejemplo: si una persona decide voluntaria y pacíficamente que el día del paro no va a atender clientes en su negocio, pues no hay clavo.  Esa es una decisión que le corresponde y ya.  ¿Otro ejemplo? Si una persona decide no ir a su trabajo el día del paro, pues no hay clavo, esa es una decisión que le corresponde y ya.

Grupos fuerzan cierre de negocios. La foto la tomé de Twitter.

Pero, ¿qué pasa en los bloqueos?  Un grupo de personas les obstaculiza el paso a otras con el objetivo de que esas personas no puedan ir a sus negocios, ni a sus trabajos. ¿Cómo consiguen aquella obstaculización? Mediante el uso de barricadas, tablas con clavos, piedras y…sobre todo…mediante la amenaza de violencia contra cualquiera que trate de remover los obstáculos y pasar el bloqueo.  La “participación” en el mal llamado paro, que es un bloqueo, no es voluntaria, ni pacífica.  Quien no pueda ir a su negocio, o a su trabajo, porque hay un grupo que le impide ir, está siendo forzado a involucrarse en algo contra su voluntad.

Pobladores intentan arrancar un árbol para bloquear un camino. La foto la tomé de Tik Tok.

Nada tienen que ver -los bloqueos- con el derecho de reunión y con el derecho a manifestar (que siendo derechos implican que no violan derechos ajenos y se ejercen sin violencia y sin amenazas). Nada tienen que ver los bloqueos con la libertad de expresión.  Ya sea que los llamen como los llamen, el efecto de los bloqueos es el mismo: grupos de personas se imponen sobre otras mediante métodos coercitivos.  

La propaganda de las manifestaciones incluye imágenes violentas y amenazas. La foto la tomé de Tik Tok.

Lo peor que puede pasar durante un bloqueo, y lo que no debe ocurrir, es una escalada de violencia por parte de particulares.  No sólo por lo que eso implicaría en términos de vidas y propiedad; sino porque a los organizadores y financistas de los bloqueos los mártires les son muy útiles.  Las autoridades, sin embargo, deberían tener la Autoridad de remover a los bloqueadores y proceder judicialmente contra ellos porque están cometiendo delitos flagrantes.  Los bloqueos son típicos casos de cuando los intereses particulares prevalecen sobre los derechos de los demás; pero lo que es peor, es que nadie tiene autoridad alguna para proteger las vidas y los derechos de aquellos que son afectados por los delitos cometidos en pro de aquellos intereses. Eventualmente, si los ciudadanos pacíficos y los tributarios se dan cuenta de que el gobierno es incapaz de proteger sus derechos, la gente va a empezar a defenderse y a romper bloqueos.

Remover a los bloqueadores no es soplar y hacer botellas; de modo que en una guerra de desgaste como esta, no está de más evaluar si es mejor dejar que los bloqueadores se agoten, e impedir que los bloqueos sean alimentados con gente fresca, importada, o no. Pero esa evaluación y esa estrategia debe tomar en cuenta que la gente de a pie la está pasando muy mal por los bloqueos.

Hasta el arte usado para animar a las manifestaciones contiene violencia. La foto la tomé de Tik Tok.

En aquellos contextos para nada es raro y a nadie debería extrañarle que a los movimientos organizados por los grupos que planifican y dirigen los bloqueos de esta, y de otras temporadas, no se sume la generalidad de la población de forma voluntaria.

En agosto esta pinta estaba junto al Ministerio Público, ¿todavía está ahí?.

El chapín promedio seguramente entiende que no es correcto tapar calles, ni carreteras por muy buena que sea la intención.  Al chapín promedio seguramente no le agrada la idea de amenazar con violencia a otras personas para imponer sus criterios, ni dañar su propiedad porque no comparten sus perspectivas.  Al chapín promedio -que está dispuesto a ir a la plaza en paz y en familia- le repugna ver a personas armadas con bates de beisbol y palos de golf en manifestaciones que deberían ser pacíficas.  Cuando manifiesta en defensa de sus derechos, o de lo que cree que es justo, el chapín promedio no está pensando en pegarle fuego a nada.  Es que al chapín promedio no le interesa la revolución, sino la justicia.

Jóvenes armados con palo de golf y bates de beisbol durante la manifestación del 21 de noviembre del 2020, donde había muchos más.

El chapín promedio intuye que, si grupos de interés tienen que acudir a la fuerza para detener el país, porque no pueden persuadir, ahí hay algo que está moral y políticamente mal.  Independientemente de si comparte, o no, algunos de los objetivos aparentes y legítimamente conseguibles de los bloqueadores.

Haz clic en la foto para ver el video. El uso de la coerción y las amenazas  y desnaturaliza las causas, por muy buenas que sean.

Columna publicada en República.

Para entender mejor los bloqueos te recomiendo: In Guatemala, Protests Have Brought Economic Life to a Halt, por Katarina Hall. 


10
Mar 23

No a la guerra cultural

 

El miércoles pasado guerreras del feminismo radical revolucionario tomaron la Sexta avenida y cometieron desmanes y actos vandálicos similares a los que han hecho en años anteriores; y parecidos a los que sus colegas hacen en otras latitudes.  Aquí hicieron pintas y prendieron fuego frente a una panadería y ensuciaron las paredes de una iglesia, por ejemplo.

Haz clic en la foto para ver el vídeo.

Casi al mismo tiempo, en el Congreso de la República, grupos de la derecha conservadora y religiosa hicieron sonar dos shofares en el Congreso para sacar los demonios de la agenda globalista y celebrar el primer aniversario de la declaratoria de Guatemala como capital próvida de Iberoamérica.

Así se pelea, en Guatemala, la absurda guerra cultural.

Un día los tirios enarbolan la poderosa vulva, disfrazada de la Virgen de la Medalla Milagrosa, y la pasean frente a la Catedral Metropolitana; y acto seguido los troyanos llenan la ciudad capital con imágenes de vírgenes y santos, sólo para que a los pocos días varias de ellas fueran vandalizadas.

Un día los orcos salen cual esperpentos, suspirando por el che Guevara, y otro día sus compas descabezan a José María Reyna Barrios; sólo para que al rato, los cazadores farisaicos prohíban que toque un grupo de rock llamado Marduk…porque los meapilas dicen que la banda es satánica.

Así se pelea la guerra cultural en Guatemala.

Haz clic en la foto para ver el vídeo.

Hace años, un amigo y maestro me recomendó no usar lenguaje militar cuando se habla de economía y entiendo que tampoco es apropiado usarlo cuando se discuten ideas y ponen a prueba ideas.  A pesar de eso, a veces he caído en el error de hablar de la batalla de las ideas, lenguaje que lleva a equívocos, al menos en un ambiente liberal clásico.  En otros ambientes, como los mencionados arriba, tiene sentido que los protagonistas piensen en términos de guerras porque estatistas unos y estatistas otros, ¿cómo van a ser inapropiados el uso de la coerción, el uso de la legislación y el uso del poder político para imponer sus valoraciones y sus perspectivas?

En un mundo consensual, la prevalencia de valores a nivel social se consigue mediante la persuasión, la negociación y el encanto; no mediante la legislación, el vandalismo, y la imposición.  No cabe el concepto de guerra en un mundo consensual.  El concepto de guerra cultural inflama y alborota pasiones, sólo para minar las condiciones apropiadas para el diálogo y el entendimiento.

Pinta en la Sexta avenida, de la zona 1.

En un contexto liberal clásico se reconoce y protege la diversidad de perspectivas y creencias y no se busca imponer visiones particulares del mundo a los demás; y entendida esa idea, no es difícil concluir que la idea de una guerra cultural va contra los principios fundamentales del liberalismo clásico ya que aquella implica una lucha por la supremacía de una ideología sobre las demás.

La guerra cultural es cosa de los cachurecos y los chairos para quienes Miguel de Unamuno parece haber dicho Venceréis, más no convenceréis.

Columna publicada en elPeriódico.


13
Feb 23

¿Lo que hace el mico, hace el mono?

En materia de destrucción de monumentos a modo de protesta, ¿es una excusa válida, o una forma de atenuante alegar que lo que hace el mico, hace el mono?

La pregunta es oportuna porque en el caso de la destrucción del monumento a José María Reyna Barrios, perpetrada en octubre de 2021, la defensa del principal acusado presentó un testimonio antropológico en el que se presentaron los casos de indígenas que derribaron el monumento a Cristóbal Colón, en Chiapas, México, en 1992, y el caso de la estatua de Saddam Hussein derribada en 2003 con ayuda de marines del ejército de los Estados Unidos de América.  Puedes ver la noticia en Prensa Libre del 9 de febrero de 2023, página 3 porque no encontré el enlace.

La foto la tomé de Facebook.

El caso es que la práctica violenta de destruir monumentos para reescribir el relato histórico al gusto de los destructores -o para borrar y cancelar personajes históricos- pasa de ser controversial a puro vandalismo.

La historiografía es ciencia y arte, tiene métodos y escuelas, combina hechos e interpretaciones que en una sociedad abierta sirven para comparar y contrastar e invitan a conversaciones que pueden ser intensas, o no.  El rol de los personajes históricos debería ser explorado, expuesto, debatido, platicado, pero en una sociedad abierta, la violencia debería estar excluida de aquellos procesos.  El papel de algún personaje puede ser nefasto; pero si tuvo un papel fundamental e importante en la historia de un país y si dejó su impronta, ¿es necesario destruir sus recuerdos?  ¿Hay una mejor opción que salir a las calles en mara, portando una camiseta del che Guevara y con acompañamiento internacional a buscar qué estatua decapitar?

Frente a la historia, estoy seguro de que es mejor usar los monumentos como objetos de paideia o formación.  Pueden ser instrumentos para crear oportunidades pedagógicas, para cuestionar narrativas, exponer nuevas perspectivas, ampliar el conocimiento y fomentar la cultura de diálogo.

Frente a la violencia de los orcos, estoy seguro de que es mejor la curiosidad intelectual de mentes activas dispuestas a sostener conversaciones pacíficas y civilizadas en busca de la verdad.  ¡Y allá aquellos que, en otros tipos de sociedades, prefieren actuar como simios!

Yo diría que la inconoclasia sólo se explica, aunque no necesariamente se justifica, durante los siempre peligrosos momentos de violencia que pueden ocurrir cuando se trata de derrocar tiranías colectivistas y totalitarias; en las que toda posibilidad de diálogo y solución pacífica ha sido eliminada.  Como cuando se derrumbaron el socialismo soviético, o el nacionalsocialismo, por ejemplo.  Ciertamente, no basta que un personaje evoque desigualdad para que los vándalos puedan proceder impunes a la destrucción y a la barbarie.


10
Oct 22

¡Aguas con los monumentos el miércoles 12!

 

El 12 de octubre del 2021, con acompañamiento internacional y con la infaltable iconografía comunista, dos pequeños grupos de orcos vandalizaron los monumentos de Cristobal Colon y de José María Reina Barrios, en la ciudad de Guatemala. ¿Qué plan tienen el Ministerio de Gobernación, el Ministerio de Cultura y la Municipalidad capitalina para evitar el vandalismo este año?

Vándalos que decapitaron la estatua de José María Reina Barrios en 2021. La foto la tomé de Facebook.

No me sorprendería que los cafres la agarren contra el monumento a Colón en la Avenida de las Américas, o contra cualquier otro monumento histórico en la ciudad y no se podrá decir que las autoridades no podían saber que eso ocurriría.

Los políticos y burócratas encargados de la seguridad ciudadana, así como del patrimonio cultural de los guatemaltecos y del ornato de la urbe deben responderle a los tributarios.  Los agentes del orden deben recibir todo el apoyo político, jurídico y presupuestario que se necesite para evitar los actos vandálicos como los citados y como el de la destrucción del monumento a Isabel la Católica, ocurrida en julio pasado.

Un amigo que sabe de esas cosas me contó que los agentes de la Policía Nacional Civil que trataron de defender el Congreso hace un par de años, para que un grupo de vándalos no lo quemara, todavía están presos, sin salario y suspendidos…mientras que los responsables del fuego están libres.  Si aquello es cierto, las autoridades no son autoridades y están de adorno.  ¿Quién responde a los tributarios?

Es muy peligroso que bandas de terroristas lleguen a la conclusión de que pueden cometer actos de violencia con impunidad.  Aquel tipo de actos nada tiene que ver con el derecho legítimo a manifestar; sino que tiene todo que ver con normalizar la violencia, el miedo y la anarquía.


22
Ago 22

Para proteger a las víctimas

 

Durante 18 viernes, en 2001, fui parte de un grupo de guatemaltecos que nos reuníamos en el Obelisco a las seis de la tarde para tratar de evitar que a los chapines se nos cargara con más impuestos.  Nos vestíamos de negro, llevábamos velas, cantábamos el Himno Nacional, a veces alguien decía unas palabras, y le dábamos la vuelta a la rotonda de aquel monumento.  Al concluir los encuentros dejábamos el lugar limpio y nos íbamos a casa.

Al principio recibíamos alguna atención de la prensa; pero luego, sospecho que los medios se aburrieron de nosotros; y, por supuesto que no conseguimos detener el alza en los tributos.

Ante la frustración, algunos participantes sugirieron: ¡Paremos el tráfico y vas a ver cómo sí salimos en los medios! ¡Bajemos la bandera del lugar y vas a ver cómo llamamos la atención!  Nunca se permitió que algo como aquello ocurriera y eso desanimó a los exaltados que acudían a aquellos Viernes de Luto.  Era criterio del grupo organizador la idea de que si violábamos los derechos de las personas al bloquear el Obelisco, o si tomábamos una bandera que no nos pertenecía, íbamos deslegitimar un movimiento sano y civilizado.  Para los organizadores estaba claro que si dañábamos a terceros, no íbamos a ser diferentes de los agresores que querían elevar los impuestos, ni del tipo de manifestantes que bloquea carreteras, o del que se comporta como simios.

No te cuento aquello para presumir…pero sí.  Hay diferencia ética entre quienes ejercen el derecho a manifestar de forma pacífica (sin amenazar, ni perjudicar a nadie); y los que usan el derecho a manifestar como un pretexto para incitar a la violencia, y crear terror y desorden.  ¡No existe tal cosa como el derecho a bloquear! Y si un puñado de personas bloquea (es decir, que amenaza con usar la fuerza contra quienes intenten pasar el bloqueo), la obligación moral de las autoridades, en defensa de los derechos de las víctimas del bloqueo, es remover el bloqueo.

Las autoridades, pues, deben contar con el apoyo legislativo, judicial y político necesario para proteger a las víctimas de los bloqueos, contra las imposiciones de los bloqueadores.

¿Qué opinas?


02
May 22

¿Acompañantes, o directores en los bloqueos?

 

No sé si son suecos como dice la publicación que ilustra esta entrada; pero lo cierto es que extranjeros, los canchitos, no son raros de ver mezclados en bloqueos y otras manifestaciones violentas organizadas por la dirigencia popular chapina. El de la foto fue captado durante los bloqueos de la semana pasada.

La Ilustración la tomé de Twitter.

La presencia de esos personajes ni es nueva, ni es un fenómeno exclusivamente chapin; pero no por ello debe ser pasada por alto; y ayuda a entender la dimensión política, ideologizada e internacional de las acciones de grupos como CODECA.

Reclutadas por organizaciones en el exterior, me pregunto si cuando viajan esas personas tienen la ilusión de visitar La Antigua y Atitlán, así como la de marchar por la ciudad de Guatemala, o en algún bloqueo junto a grupos indígenas y populares.  Por cierto que, en respeto a la libertad de expresión, no comparto el criterio de que los extranjeros no deben opinar sobre la sociedad, la economía, la política y otros asuntos guatemaltecos; pero hay que tener en cuenta que opinar es diferente a involucrarse en actividades que abiertamente dañan y perjudican a terceros, violan derechos ajenos y crean caos. Con contadas excepciones, la mayoría sólo está aquí teniendo la experiencia más maravillosa de su vida, y mañana se une a una secta que espera que los extraterrestres las recojan.

Esto es de 2016.

Hace años, cuando yo era editor de Economía, en Siglo Veintiuno,  visité un par de veces la sede de la Unidad de Acción Sindical y Popular; que era una de las organizaciones más vociferantes de aquel entonces. Y me llamaba la atención que en las dos visitas había un extranjero joven sentado en una silla justo en la entrada de aquella oficina.

En esos días, en La Antigua, en el bar donde me hallaba tomando un aperitivo extranjeros pasaron repartiendo volantes en los que se invitaba a jóvenes foráneos a acompañar a las organizaciones populares en sus actividades. El documento estaba escrito en inglés, pero iba dirigido a los visitantes de todas las nacionalidades. Entonces, y preguntando, entendí cuál era el papel de los chicos que había visto en la UASP. Lamentablemente, perdí el volante.

Por cierto, durante el enfrentamiento armado interno, en algunas partes de Guatemala, a los guerrilleros se les llamaba canchitos, seguramente por la presencia notable de este tipo de personajes.