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Abr 08

La mujer del César debe parecer honesta

Como consecuencia de que el presidente Colom ha estado viajando en aviones prestados por empresaurios, en Guatemala se ha desatado una discusión acerca de la ética de aquellos préstamos. El vocero presidencial, Fernando Barillas, llegó hasta a decir que esos préstamos eran consecuencia de un acuerdo con el Comité Coordinador de Asociaciones Agricolas, Comerciales, Industriales y Financieras (que es la organización cúpula del sector empresarial); especie que fue desmentida rápidamente por el CACIF.

Sin embargo, como la gallina que come huevos, los come aunque le quemen el pico, ahora se ha conocido que el avión que trasladó al Presidente, a Brasil, por el cual, según el Ejecutivo, se pagaron US$30 mil, es propiedad del grupo Tomza, que vende en el país gas propano de la marca Tropigas. Tropigas es la empresa que el mes pasado le donó 10 mil estufas con su respectivo cilindro a la secretaría que dirige la esposa del presidente.

Yo estoy de acuerdo con que la mujer del César no sólo debe ser honesta, sino que también debe parecerlo; y este asunto de los aviones facilitados por empresarios ya está llevando a la administración socialdemócrata de una mentira a otra. Asunto que hay que sumar a las sospechas de clientelismo y de búsqueda de rentas parasitarias que suelen acompañar a favores entre quienes ejercen el poder, y quienes hacen negocios al amparo de él.

Estoy de acuerdo con que el Presidente de la República debe tener un avión a su servicio. Sugiero que se hagan economías en tantos gastos superfluos en los que se desperdicia el dinero de los tributarios, y que el Ejecutivo se compre un avión modesto, pero eficiente y confiable. Así se evitarán sospechas acerca del maridaje entre empresaurios y pipoldermos.