03
May 11

La mega alianza de Winaq, la ANN y la URNG

Una posible alianza con la Alternativa Nueva Nación y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca  es analizada por el partido político Winaq, de Rigoberta Menchú.  Una vez más la exguerrilla sin tapujos y la Premio Nobel de la Paz irán de la mano a una elección general.

Digo la exguerrilla sin tapujos, porque la exguerrilla vergonzante medra en la Unidad Nacional de la Esperanza, al amparo del oficialismo y de la socialdemocracia.  Así, escondida del electorado y con aspecto de progre, la exguerrilla consigue posiciones importantes de poder; pero cuando compite con sus colores la historia es otra.

En los comicios pasados, la exguerrilla (socialismo real) con el auxilio de la Premio Nobel Rigoberta Menchú/Winaq, obtuvo 5.74% de todos los votos válidos a nivel nacional y eso que iba apoyada por Nineth Montenegro, la intelectualidad de izquierda, la comunidad oenegera, amplios sectores de la comunidad internacional y los progres.  En su nativa Uspantán, ¡entre su propia gente!, Menchú consiguió sólo 2.78% de los sufragios válidos.

¿Y la a Alternativa Nueva Nación?  Ah, la ANN por un pelo y desaparece.

En las elecciones pasadas, Menchú le atribuyó el fracaso al racismo, explicación que no tiene pies ni cabeza si se toma en cuenta que En Quiché, Menchú sólo consiguió 2.83% de los votos válidos. En Uspantán, el total que ha alcanzado asciende a 2.78% de los sufragios válidos. En Alta Verapaz, Sololá y Totonicapán, que como Quiché son indígenas en su mayoría, Menchú obtuvo  3.22%, 5.05% y 7.95% de los votos válidos, respectivamente. Si el racismo fuera un factor medianamente importante, ¿son racistas los indígenas que no votaron por Menchú? Otra duda que cabe plantear es: De aquel triste 2.83%, ¿cuántos votos fueron de Menchú y cuántos fueron de Montenegro?


07
Dic 10

Winaq, URNG, ANN y el realismo mágico

A ver: Los partidos que aseguran tener la mayor representación de la izquierda en el país afinan el proceso de consolidar una plataforma común para el próximo proceso electoral, dice una nota que leí ayer.

Hagamos cuentas: En los comicios pasados, la exguerrilla (socialismo real) con el auxilio de la Premio Nobel Rigoberta Menchú/Winaq, obtuvo 5.74% de todos los votos válidos a nivel nacional y eso que iba apoyada por Nineth Montenegro, la intelectualidad de izquierda, la comunidad oenegera, amplios sectores de la comunidad internacional y los progres.  En su nativa Uspantán, ¡entre su propia gente!, Menchú consiguió sólo 2.78% de los sufragios válidos.

¿Y la a Alternativa Nueva Nación?  Ah, la ANN por un pelo y desaparece.

En las elecciones pasadas, Menchú le atribuyó el fracaso al racismo, explicación que no tiene pies ni cabeza si se toma en cuenta que En Quiché, Menchú sólo consiguió 2.83% de los votos válidos. En Uspantán, el total que ha alcanzado asciende a 2.78% de los sufragios válidos. En Alta Verapaz, Sololá y Totonicapán, que como Quiché son indígenas en su mayoría, Menchú obtuvo  3.22%, 5.05% y 7.95% de los votos válidos, respectivamente. Si el racismo fuera un factor medianamente importante, ¿son racistas los indígenas que no votaron por Menchú? Otra duda que cabe plantear es: De aquel triste 2.83%, ¿cuántos votos fueron de Menchú y cuántos fueron de Montenegro?


21
Oct 10

Muchá, desvincúlense de la exguerrilla

Durante las manifestaciones de ayer el grupo integrado por miembros de la Alternativa Nueva Nación, de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, y del Frente Nacional de Lucha se enfrentó con otro grupo integrado por sindicatos de varias entidades, incluida la embotelladora de Coca-Cola.

Lo curioso es que las arengas de la ocasión llamaban a la unidad de las izquierdas; pero usted ya sabe: donde hay dos dirigentes de izquierda, hay tres, o cuatro organizaciones en pugna.  En parte esto es porque hay demasiados intereses en juego; y en parte porque entre ellos no han cerrado las heridas que dejaron las traiciones, la corrupción y las inconsistencias que, entre ellos, dejaron los 36 años de enfrentamiento armado.

En las filas de las izquierdas hay muchas personas intelectualmente inquietas, sinceras y consistentes; personas a quienes la vinculación con la exguerrilla eclipsa, empaña y convierte en cómplices de aquellos 36 años de enfrentamiento esteril, así como del sacrificio de centenares de vidas valiosas para instaurar la dictadura del proletariado.

A esas personas inquietas, sinceras y consistentes que buscan el bien para los guatemaltecos -aunque por medios equivocados como el principio de que los intereses colectivos pueden prevalecer sobre los derechos individuales- les conviene desvincularse de la exguerrilla atávica, rabiosa, violenta y totalitaria. Les conviene distinguirse de ellos y separarse radicalmente de ellos.

Si aquello ocurriese, la calidad del diálogo cívico mejoraría sustancialmente; y si ello ocurriese las diferencias de opinión no serían más que sinceras discrepancias sobre ideas muy complejas, en vez de ser expresiones de una mítica lucha de clases que sólo puede terminar con el exterminio de una de las partes involucradas para el éxito de la revolución.

Este es un caso en el que la unión no necesariamente hace la fuerza; y a la izquierda honrada le conviene desvincularse de los recuerdos de la exguerrilla y de su propensión a la violencia y al totalitarismo.


03
Nov 08

En busca de un triunfo para las izquierdas

Confío que en algún momento la izquierda de este país sea capaz de inventariar algún nuevo triunfo para no tener que seguir sacándole brillo a una gesta de hace casi 70 años”, dijo Juan Luis Font en su columna de hoy al referirse al uso que la izquierda hace de La Revolución; y yo digo que eso va a estar difícil porque, en el horizonte, a las izquierdas se les perfilan 5 grandes eventos de protagonismo, de los cuales es difícil sentirse orgulloso:


1.  La guerra de 36 años que la URNG sostuvo para tratar de imponer la dictadura del proletariado. Este es el más nefasto y costoso de los esfuerzos.  

2. La administración socialcristiana de Vinicio Cerezo.

3. La administración de Alfonso Portillo y su alianza con Efraín Ríos Mont.

4. La administración socialdemócrata de Alvaro Colóm; que, como las dos anteriores va a hundirse en el fango apestoso de la corrupción.

5. Las administraciones progres de Alvaro Arzú y Oscar Berger.  En una se firmaron los pactos de apaciguamiento con la guerrilla (que son ilegales); y en otra se sembraron los vientos, cuyas tempestades estamos cosechando ahora.

La experiencia histórica nos muestra que quizás, the best is yet to come; pero van a tener que esforzarse mucho.  ¡Mucho!  Van a tener que ser más creativos que lo que fueron en El Salvador, la semana pasada.

La foto la tomé de no recuerdo dónde.

03
Nov 08

En busca de un triunfo para las izquierdas

Confío que en algún momento la izquierda de este país sea capaz de inventariar algún nuevo triunfo para no tener que seguir sacándole brillo a una gesta de hace casi 70 años”, dijo Juan Luis Font en su columna de hoy al referirse al uso que la izquierda hace de La Revolución; y yo digo que eso va a estar difícil porque, en el horizonte, a las izquierdas se les perfilan 5 grandes eventos de protagonismo, de los cuales es difícil sentirse orgulloso:


1.  La guerra de 36 años que la URNG sostuvo para tratar de imponer la dictadura del proletariado. Este es el más nefasto y costoso de los esfuerzos.  

2. La administración socialcristiana de Vinicio Cerezo.

3. La administración de Alfonso Portillo y su alianza con Efraín Ríos Mont.

4. La administración socialdemócrata de Alvaro Colóm; que, como las dos anteriores va a hundirse en el fango apestoso de la corrupción.

5. Las administraciones progres de Alvaro Arzú y Oscar Berger.  En una se firmaron los pactos de apaciguamiento con la guerrilla (que son ilegales); y en otra se sembraron los vientos, cuyas tempestades estamos cosechando ahora.

La experiencia histórica nos muestra que quizás, the best is yet to come; pero van a tener que esforzarse mucho.  ¡Mucho!  Van a tener que ser más creativos que lo que fueron en El Salvador, la semana pasada.

La foto la tomé de no recuerdo dónde.

25
Sep 08

El socialismo en crisis

La Izquierda y la socialdemocracia europeas enfrentan una crisis de indentidad. Lo irónico es que mientras allá están empezando a pagar las consecuencias del socialismo y están buscando cómo enderezar el camino, en lugares como Guatemala la dirigencia nacional todavía está viendo cómo le hace para hacer avanzar más aquella forma de colectivismo.

Al referirse a la Izquierda y a la socialdemocracia, este artículo de Le Monde (en francés), dice que su enfermedad consiste en una pregunta: ¿Cómo puede la Izquierda conservar al mismo tiempo su ideologia y su genio propio -la creación del estado benefactor, la justicia social, la redistribución de la riqueza-e integrar una economía de mercado sacudida por la globalización y las migraciones internacionales?

Y añade: El liberalismo ha creado riquezas como nunca antes habian sido vistas en la humanidad, mientras que todos los sistemas planigicados han llevado a la penuria y al autoritarismo.

Gracias a mi amigo, Constantino, por la pista.


24
Sep 07

¿Cuál desbalance?

Si la izquierda revolucionaria guatemalteca termina de desaparecer, como debería de haber desaparecido hace ratos, ¿habrá un desbalance en el país? Esa inquietud ha sido manifestada por varios comentaristas políticos luego de la implosión que sufrió la exguerrilla en los comicios del 9 de septiembre pasado.

Mi hipótesis es que no; y que no hay que perder de vista las habilidades para las que si son buenos los exguerrilleros. Para comenzar, ni el 6% del electorado encuentra expresión en las opciones revolucionarias; y si a esas le descontamos a Rigoberta Menchú, que según Pablo Monsanto “dejo de ser revolucionaria hace muchos años”, sus cifras se ponen mucho más tristes. Adicionalmente, al verdadero revolucionario la democracia le sopla las verijas.

El revolucionario coherente percibe a la democracia burguesa como una falsedad que se presenta como defensora de la igualdad y de los derechos de las personas; pero que sólo sirve a los intereses de la clase dominante. El revolucionario consistente intuye que la democracia burguesa es un escenario muy limitado para la lucha del proletariado. El revolucionario de verdad siente que la democracia socialista (o dictadura del proletariado) es la única expresión política que sirve a la clase trabajadora.

Eso explica la arremetida que Monsanto le pegó a la dirigencia indígena en la célebre entrevista del 2 de septiembre pasado. Al final, la dirigencia mayense le falló a la revolución porque esa dirigencia es más indigenista que proletaria y porque la gente es menos cándida de lo que creía la vanguardia de la revolución. Todo el candongueo terminó en nada.

Lo que no ha colapsado es el ideal socialista según el cual los intereses colectivos tienen prioridad sobre los derechos individuales; una idea compleja, y poderosa en su sencillez aparente.

La incomprensión de sus alcances perversos hace posible, por ejemplo, que muchos integrantes de algunas élites del país crean, ¡de verdad!, que su responsabilidad social va más allá de servir a los consumidores, respetar los derechos ajenos y obtener ganancias. Y ahí andan, proclamando que ¡yo soy más santo que tú!, porque acceden a las demandas que impone la creencia de que los intereses colectivos tienen prioridad sobre los derechos individuales.

Lo que no ha colapsado es lo políticamente correcto y la complacencia con el relativismo. Los revolucionarios han tenido mucho éxito en desprestigiar la lealtad a los principios y la confianza en los valores. Por eso es que, en muchos ambientes, la flexibilidad en los principios es más apreciada que la verticalidad. Por eso es que se admira al acomodaticio y al inconsistente. Por eso es que para La Revolución, ahora son más importantes los progres y los que buscan el balance, que los mismísimos comandantes.

Ya desde 1848, los revolucionarios sabían que para el éxito de su causa era importante desarticular la propiedad, promover impuestos progresivos, gravar el derecho de herencia, controlar el crédito, controlar el transporte, controlar la producción, hacer del trabajo una obligación social y manipular la educación. Todas estas prácticas políticas son prácticas socialistas que materializan la consigna de que el interés colectivo debe privar sobre los derechos individuales. Son prácticas que muchos dan por incuestionables, y son prácticas que deberían llenar de orgullo a cualquier revolucionario que haya leído: “Un espectro se cierne sobre Europa…”

No hay, ni habrá desbalance alguno si desaparece la izquierda revolucionaria. Sus ideales todavía sobreviven entre nosotros porque el socialismo no necesita de la exguerrilla para hacer avanzar su agenda entre muchos chapines. Cada vez que alguien se olvida de que los intereses colectivos NO deben prevalecer sobre los derechos individuales, la libertad pierde sus alas, y los ideales de La Revolución hacen crecer las suyas.

Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 22 de septiembre de 2007


08
Jun 07

Sarkozy sobre el relativismo y los progres

Del amigo y lector, Juan José, recibí estos fragmentos del discurso de Nicolas Sarkozy al asumir la presidencia en Francia el 16 de mayo de 2007. En algunas partes de la totalidad del discurso Sarkozy es demasiado conservador (como opuesto a libertario); pero ciertamente que en otras, como las que transcribo, el Presidente tiene razón.

Hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los “intelectuales progresistas”. Es el pensamiento de aquel que lo sabe todo, que condena la política, mientras la practica.

Nos habían impuesto el relativismo. La idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo. Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado.

Que no había nada sagrado, nada admirable. El eslogan desde mayo del 68 en las paredes de la Sorbona: “Vivir sin obligaciones y gozar sin trabas”. Quisieron terminar con la escuela de excelencia y del civismo.

Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos estatales y el triunfo del depredador sobre el emprendedor. Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder.

Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: “Se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud”. Los vándalos son buenos y la Policía es mala. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente, inocente.

Defienden los servicios públicos, pero jamás usan un transporte colectivo. Aman tanto la escuela pública, pero sus hijos estudian en colegios privados. Dicen adorar la periferia y jamás viven en ella. Firman peticiones cuando se expulsa a algún “ocupa”, pero que no aceptan que se instalen en su casa.

Esa izquierda que ha renunciado al mérito y al esfuerzo, que atiza el odio a la familia, a la sociedad y a la República. Esto no puede ser perpetuado en un país como Francia y por eso estoy aquí. No podemos inventar impuestos para estimular al que cobra del estado sin trabajar.


03
Jun 07

Joviel Acevedo, el Che y Hugo Chávez

Joviel Acevedo, dirigente de la Asamblea Nacional Magisterial, anunció que para 2011 integrará un grupo que siga la línea de Hugo Chávez. “Pretendemos lanzar una plataforma en las próximas elecciones que reúna a líderes de los verdaderos sectores de izquierda, para rescatar los ideales del Che Guevara”, explicó en S21 del 31 de mayo en la página 4

¡No jodan!, digo yo.

La foto la tomé de Bizarrerecords.


23
May 07

Se nos muere la izquierda

“El Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep) concluyó en un análisis que la división de los partidos de izquierda en el país en este proceso electoral podría desembocar en su desaparición, si no llegan al cinco por ciento de votos o no logran al menos un diputado”.

¡Se nos muere la izquierda!, parece ser el lamento que empaña el ánimo en los circulos políticos más jurásicos de Guatemala. Comparto con ustedes algo que escribí al respecto en 2003 y que, en su mayoría, es válido en el contexto actual.

No creo que sea posible unificar a la izquierda. En primer lugar por el proverbial hecho de que “en donde hay dos izquierdistas reunidos, hay tres organizaciones en pugna”. Esto no me lo inventé yo, me lo contaron dos izquierdistas distintos, en dos ocasiones diferentes.

El segundo motivo, relacionado con el primero, es que muchos izquierdistas no han terminado de perdonarse entre sí las traiciones que se hicieron unos a otros durante la guerra que coprotagonizó la URNG, con el Estado de Guatemala. Para esto basta leer dos, o tres de las novelas que escribieron los exguerrilleros y sus simpatizantes en todo el espectro izquierdista. Todas están llenas de reproches, denuncias y amargura por las traiciones, los soplos y las ejecuciones que ocurrieron en plena lucha. ¡El gobierno del partido de Ríos Montt está lleno de izquierdistas!

El tercer motivo es que el socialismo está de modè. Vea usted el eslogan de la ANN: Hacer la revolución. ¿? Uno con dos dedos de frente se pregunta por qué habríamos de querer hacer la revolución, si los países “revolucionarios” de los años 40, 50, 60, 70 y 80 están sacudiéndose ese polvo. A las víctimas de los regímenes socialistas les fue como la culpa traidora; y la sobrevivencia de estos fue posible sólo gracias a la ayuda de países capitalistas. En el mundo moderno, ni siquiera izquierdistas como Lula y Gutiérrez, o como González y Blair duermen como roncaban. Solo el orate de Chávez está atorado con Castro.

El cuarto motivo es que los más chispudos entre los izquierdistas saben que el socialismo no funciona. Saben que no funciona porque en ese sistema no es posible el cálculo económico. Saben que no funciona porque multiplica los privilegios y acaba con el Estado de Derecho. Saben que el único socialismo posible lo es por la fuerza de las armas, o por la fuerza de la legislación arbitraria y abusiva. Saben que el socialismo mengua la vida ética. Los más chispudos, como no se conforman con consignas, se sienten incómodos con sus compañeros más modestos. Ahí los tiene usted, ven neoliberales hasta debajo de la cama; claman contra los tratados de libre comercio, como si de verdad fueran para el libre comercio. Ahí andan, vociferando contra la privatización, pero con teléfono móvil al cinto, y por fin, con línea fija en su casa. Por ahí van, lanzando anatemas contra los Estados Unidos, pero desviviéndose porque los inviten a la celebración del President´s Day. ¿Total?

La izquierda se nos muere y sólo nos deja el populismo.Todo esto viene porque hace unos días leí un comunicado en el que un grupo de ciudadanos, preocupados por el escenario de una izquierda con escasas perspectivas, llamaba a la conformación de una opción unida de la izquierda. El comunicado exhorta a las fuerzas políticas de izquierda para que “se sienten a concretar coincidencias políticas con el propósito de conformar una gran alianza que enfrente con éxito el futuro electoral.” Aquella agonía viene de lejos.

En abril de 1990 la Tercera Encuesta Guatemala Elecciones 1990, elaborada por la Cámara de la Libre Empresa, nos mostraba lo siguiente: A la pregunta de cómo debe ser el presidente ideal, de derecha o de izquierda, 60% de los guatemaltecos pensaba que de derecha, en tanto que sólo 5% opinaba que de izquierda. A la pregunta de cuál era la tendencia compartida por más guatemaltecos, los encuestados respondieron que casi 30% eran de derecha moderada, 22% de centro y 9% de extrema derecha, en tanto que sólo 8% dijo ser de izquierda moderada y 3% de extrema izquierda.Esto no es muy diferente a los resultados de La Encuesta, Elecciones 2003, en la que la UNE anda por 7.2% en intenciones de voto; o peor aún, la URNG a duras penas anda por 1.7%, la ANN ni aparece en el mapa.

Talvez sea posible una opción unida de la izquierda, si la dirigencia logra limpiar sus telarañas; pero al paso que va el movimiento, solo será para desaparecer en el olvido, o para hacerse izquierdistas “lite”, como sus colegas de otras latitudes.

La UNE ha mejorado su posición, claro; pero distanciandose de la exguerrilla (de la que su candidato fue candidato) y perfilandose en el mainstream. Más indiferenciada y más anodina.