03
Sep 24

Anacates, un deleite chapín

 

En casa, una temporada de anacates no está completa si no los comemos con espaguetis, con frijoles colorados, con macarrones y horneados, solos como tentempiés con salsa de perejil y jerez, y en pizza. A estas alturas —porque la temporada empezó tarde— solo llevamos los dos primeros.

Frijoles colorados con anacates, arroz y crema.

Los anacates son uno de mis platos chapines favoritos; pero los chanterelles (ese es su otro nombre) son universales y apreciados en muchas culturas. Desde niño, en la casa de mis padres y de mi abuela Frances, los gozaba mucho. En aquel tiempo no eran tan abundantes como ahora, y siempre fueron bocatto di cardinale.

La época de oro de los anacates en casa de mis padres y de mi abuela fue en los años 90, cuando una señora de San Juan Sacatepéquez los traía en pequeñas y encantadoras cestas de hojas. Fresquísimos a más no poder. Estos hongos no solo destacan por su sabor particular y delicado, sino por su consistencia, que ofrece algo de resistencia a la mordida. Su color anaranjado es muy atractivo y sus formas son variadas.

En casa, los anacates con frijoles colorados los comemos con crema de la mejor y buen chile. Los preparamos con dos recetas: 1) La mía es que cueces los frijoles con ajo y cebolla abundantes, y sal, en la olla de cocimiento lento con bastante agua. Preparas un sofrito con aceite de oliva, cebolla y tomates picados finos, sal y pimienta, y le añades los anacates cortados transversalmente; se cuecen, pero ojo, que no se recuezan. Cuando están cocidos los frijoles, se les añade aquel sofrito y así se sirven. 2) La receta de Raúl incluye semillas tostadas y, más que un sofrito, lo que le añade a los frijoles es casi un mole. El sabor también es delicioso y tiene un nivel extra de complejidad.

 


28
Jul 24

Festín en Mixco

 

¡Hoy fue día de caldo colorado en Mixco!… y descubrimos una tienda encantadora donde venden huevos chimbos. ¿Qué más se puede tener de bueno? Pues los convites y la alegre compañía.

El fogón y una de las ollas con caldo colorado.

El caldo colorado es una delicia que se prepara con carne y hueso, variedad de chiles y pimientas, canela, tomates, cebollas, ajos y culantro. También se le añaden güisquil, güicoy sazón y repollo. En el salón de la cofradía de Santo Domingo de Guzmán, lo comimos acompañado por delicadas tortillas negras y tortillas de maíz nuevo.

¡Gracias a Majito, por supuesto! y a la gentileza de su mamá, su abuelita y su familia que nos reciben con cariño. Este año fuimos Raúl y yo, acompañados por Oscar. Caldo colorado en buena compañía es lo puro utz.

Huevos chimbos elaborados por doña Carmen en la tienda María Valdéz.

Luego del almuerzo, bajo una llovizna pertinaz, caminamos a la casa de Majito, donde comimos delicioso pan dulce con café y nos preparamos para ir a ver los convites. Íbamos en el camino cuando nos cruzamos con la tienda Doña María Valdéz, y ¿qué crees? Doña Carmen, su propietaria actual, tiene huevos chimbos y turrón elaborados por ella con una receta de la mamá de su abuela, y esa tienda tiene más de cien años.

Tres Anubis y dos Horus en el convite.

No pudimos probar el turrón porque todavía no estaba preparado; pero los huevos chimbos, ¡Aaaaah, qué huevos chimbos! Estos son un postre antiguo preparado con yemas de huevo, azúcar y canela, y doña Carmen le añade un piquete. Esa tienda y su propietaria son joyas de Mixco. Doña Carmen tiene mucha gracia para atender y para contar la historia de su negocio, el cual tiene muchísimo carácter.

Convite de Santa Cruz del Quiché, en Mixco.

Mi abuelita Juanita me enseñó a hacer huevos chimbos en 1976, que fue el año del último gran terremoto en Guatemala, y desde entonces los amo. No los he preparado más que un par de veces, pero siempre que los como, me alegran mucho. No son fáciles de encontrar y a los jóvenes no les emocionan. ¡Fue una maravilla encontrar a doña Carmen!

¿Sabes lo difícil que es conseguir buen atol de elote? Esto es porque muchas personas lo espesan con maicena.  Sin embargo, encontramos uno buenísimo, delicioso en la Panadería Santa Ana.  Puro atol de elote del bueno.

En el parque de Mixco vimos un convite de Santa Cruz del Quiché con sus trajes modernos, complejos y verdaderamente impresionantes. Luego caminamos en busca de otro convite más tradicional, de esos en los que van Batman, Flash, Anubis el chacal, Horus el halcón, y personajes de caricaturas de lo más variado. Por cierto, que las marimbas orquestas que acompañan a los convites y hacen que uno quiera bailar no escatiman en calidad ni en watts.

@luisficarpediem

Caldo colorado, huevos chimbos, convite y alegre compañía en Mixco #mixco #caldocolorado #fiesta #huevoschimbos #celebracion #convite

♬ Chechamix para Damas # 6: La Cita / Ven Devorame Otra Vez – En Vivo – Checha y su India Maya

A mí me encantan los convites. El primero que vi fue en Panajachel cuando yo tenía unos 6 años. Recuerdo que no me lo esperaba y que me impresionó mucho lo grandes y cabezones que se veían los personajes. Recuerdo que seguí al cortejo hasta la cocina del Hotel Casa Contenta, donde nos dieron gaseosas y pastel; y que varios de los trabajadores de ese establecimiento histórico bailaban disfrazados.

Yours Truly con dos platos galanes de caldo colorado.

Este año, porque así lo acordamos desde el 2023, pedimos dos porciones de caldo cada uno y llevamos aguacates. Y la sorpresa fue que, de la cocina, nos enviaron carne con hueso, lo que es un lujo y una atención que valoramos muchísimo. ¡Seguro que estamos apuntados para el año entrante!


03
Jul 24

Alegre temporada de lorocos

 

En Guatemala estamos en plena temporada de lorocos y el fin de semana pasado tuve la dicha de cosechar algunos en San Antonio Aguas Calientes.

Enredadera de lorocos en San Antonio Aguas Calientes.

En casa los apreciamos mucho por su sabor delicado y porque siempre nos traen recuerdos.  Por ejemplo, el desayuno de don Tavanito -que incluye bistec, huevos, frijoles, café y pan- nos lleva a la mesa del abuelo de Raúl, don Octaviano Barrios, en Coatepeque.

Yours Truly, Lissa y Raúl cosechando lorocos.

A mí me llevan a la casa de mi abuela, Frances y a la de mis padres.  Me recuerda deliciosos almuerzos de pollo con lorocos en salsa de crema y acompañado de arroz.

Desayuno de don Tavanito, con lorocos.

En Guate los lorocos son tradicionales del oriente del país y se comen también en empanadas y con arroz.  En casa también hacemos pizza con lorocos.

La temporada de lorocos precede a la de anacates y ambas son muy esperadas.

Luego te cuento por qué andaba en San Antonio.


22
Mar 24

¡A celebrar la vida y las tradiciones!

 

Los equinoccios son los momentos del año en los que el Sol está más cerca del ecuador.  Los rayos del Sol nos pegan más directo y de ahí el calor tan tropical que estamos viviendo.  Yo soy team frío; y el calor me fastidia; pero… ¿ya viste que ahora el Sol sale más temprano? En latitudes más al norte el hecho de que la luz vuelve, luego de las noches largas de invierno, es lo que ese celebra en estos días. Es el inicio de la primavera, que es tiempo de fecundidad y de vida.

¿Viste que ya están en flor las jacarandas, los matilisguates, los nazarenos y los paloblancos? Guatemala es una explosión de colores en esta temporada.  En la casa de mis padres, esos colores anunciaban que se acercaba el tiempo de ir a la playa; y para mí, en la adolescencia, era el tiempo de ir a Panajachel, gracias a la generosidad de mi tía Adelita.

Atardecer de marzo, con rayos crepusculares.

En mi casa, la temporada del equinoccio de primavera comienza con los aromas del corozo y de los jocotes marañones que me encantan en refresco. Sigue con los mangos en miel, que a en casa nos gusta preparar con canela, y toques gentiles de clavo de olor, pimienta gorda y pimienta negra.

Es el tiempo para preparar y comer dulce de garbanzos (como los preparaban mi tía abuela, La Mamita, y mi tío Rony); y es el tiempo de disfrutar de la miel de garbanzos (con frutas, o sin ellas) al estilo de la costa sur.

A medida en que avanzan las conmemoraciones propias de la temporada, la música y las tradiciones son explosiones de la riqueza cultural chapina.  Con rasgos en común, no es lo mismo pasar la semana entrante en la ciudad de Guatemala, que en el altiplano, en oriente, o en la costa. 

Una de mis tradiciones favoritas, que me era desconocida hasta hace poco más de 20 años era la de hacer pan en estos días.  En casa no lo hacemos, pero lo encargamos con mucho cuidado, sobre todo para comerlo con los garbanzos, o sólo para remojado en leche.

En estos días las mesas chapinas más tradicionales se engalanan con salporas, moyetes, torrejas, encurtido y empanadas. ¡Amo las empanadas! Ahora las más comunes son las de leche; pero de cuando yo era niño recuerdo muy bien las de hierbas y las de salmón que a hora no se encuentran.  En el mejor de los casos consigues de atún.

De hoy en ocho muchas familias almorzarán pescado seco envuelto en huevo con verduras, un plato que no siempre preparamos en casa; pero que nos gusta mucho.  El rey de los platos, sin embargo, es el bacalao a la vizcaína; y es mi costumbre compartir la receta que hacemos en casa, luego de contar dos que tres anécdotas familiares.

Mi abuela, Frances, y mi tía abuela, Janet solían discutir acerca de si la receta de su madre, mi bisabuela, llevaba los tomates asados, o no.  Mi abuela decía que sí, y La Baby, decía que no.  En casa los asamos.

En casa hacemos la receta de mi abuela, Frances, pero le añadimos un toque de chiles guaque y chiles pasa asados porque nos gusta mucho el toque que le dan a la salsa.  Cuando le dijimos a mi abuela que hacíamos eso, nos echó una mirada de desaprobación porque ella era muy puntillosa cuando se trataba de preparar las recetas familiares.

Mi abuelita Juanita hacía el bacalao con cebollitas de cóctel y aunque sale muy chulo y rico así, yo prefiero rodajar finamente las cebollas y me gusta usar cebollas moradas.

Dicho lo anterior aquí a la receta del bacalao, sin cantidades porque, en casa, siempre lo hacemos a ojo de buen cubero.

El día anterior a la preparación lavas bien el bacalao de la mejor calidad posible, lo cortas en cubos y los dejas remojando en agua.  A mí me gusta cambiarles el agua por lo menos cuatro veces a lo largo del día y dejarlos en la noche en agua fresca.  El objetivo es remover toda, toda la sal posible.  Un bacalao salado no es agradable y es un desastre.

Al día siguiente asamos los tomates, chiles guaque y pasa.  Licuamos esos ingredientes y ya tenemos la salsa.  En una olla freímos ligeramente los cubos de bacalao, removemos el agua excesiva, añadimos la cebolla rodajada y el ajo picado. Agregamos aceite de oliva de forma generosa y sumamos la salsa.  Este es el momento de añadir aceitunas rellenas de chiles pimientos, tiritas de chiles morrones, o del piquillo, y alcaparras (mejor si son de las pequeñas y bien lavadas para quitarles la sal) Dejamos hervir todo aquello, checamos la sazón (sal, pimienta y un toque de azúcar moreno) y añadimos más aceite de oliva.  Nos gusta la salsa ligeramente aceitosa para remojar el pan en ella. Y es importante que la salsa obtenga un color rojo profundo e intenso.  Que no se vea una salsa pálida*. 

El bacalao lo almorzamos de hoy en ocho, siempre en la mejor compañía de amigos y familia.  Antes lo disfrutaba con vino tinto, pero ahora me gusta con cerveza y siempre con el mejor pan posible.

¡Hoy empieza la temporada más chapina de todas! 

@luisficarpediem

Comidas y ventas callejeras tradicionales durante las procesiones de esta temporada en Guatemala #comidacallejera #tradiciones #procesiones #semanasanta #guatemala #semanasanta2024 #luisfi61

♬ Maricumbia – Cover – Banda del Maestro Luis Adolfo Pirir Ávila

En casa, por cierto, ayer celebramos el cumpleaños 84 de mi madre, Nora, a quien le deseo una vida feliz como se merece y le agradezco su amor, su apoyo, sus consejos y su paciencia.  Y el 1 de abril, mi padre cumpliría 83 años.  Siempre lo extrañamos y aunque celebramos su recuerdo, es una lástima que no podamos hacerlo en vivo. 

Deseo que disfrutes la temporada con las personas que valoras, deseo que tu y tus seres queridos vuelvan a casa, en abril, llenos de energía y de paz.  Deseo que disfrutes, como mejor te guste, toda la riqueza cultural que ofrece esta conmemoración.

Columna publicada en República.

*Actualización: Como se trata de intepretar las recetas y no de hacerlas literalmente; este año no le pusimos chiles guaque y pasa para volver a la receta original de mi abuela.  Para darle el toque ligeramente dulce que nos gusta usamos cebollas moradas y funcionó muy bien. Te cuento salió delicioso, como se esperaba. 


11
Mar 24

¡Empezó la temporada de mangos!

Con mangos en dulce es que, en casa, empieza la temporada de esas frutas deliciosas.  Los mangos los preparamos en un almíbar con canela, pimienta gorda, clavos y pimienta negra.  No es la receta tradicional, pero es la que nos gusta.

Su color es espectacular, y además me encanta comerlos despacio y disfrutar su pulpa, su sabor y su aroma inconfundible, y cuando ya queda solo la semilla siempre, siempre recuerdo que mi tía abuela, La Mamita, hacía peces con las pepas secas de los mangos que comíamos.  Las aletas dorsales salían de los pelos de las semillas; y con cartones de colores hacía las aletas pectorales, las colas, los ojos y las bocas de los peces.  A los niños nos gustaban mucho esos peces.

El aroma y el sabor de los mangos en dulce, así como los de los jocotes marañones y el dulce encanto de los corozos son anuncios inequívocos de que hay que sacar los shorts y las sandalias, porque llegó llegó la época de calor a Guatemala.

En Guatemala hay variedad de mangos y seguramente no me voy a acordar de todos y seguro que no conozco todos, pero se me vienen a la mente: mango de pita, mango de mico, mango pico de loro, mango Tommy y mango Ataulfo.

¿Sábes qué tengo añales de no comer? Pay de mango. Mi abuela, Frances, lo hacía delicioso y aunque no encuentro la receta si recuerdo que lo hacía con los mangos a punto de estar maduros, ni verdes, ni maduros.  Seguramente se puede hacer con la misma receta del pay de ruibarbo, ¿por qué no? A lo mejor me animo en esta temporada.

Esta temporada, también tiene que ser de mango chutney, porque el que hicimos hace años ya se está terminando. 


25
Dic 23

Nochebuena chapina, sabores, colores y pólvora

Para nosotros -en casa y siempre- la nochebuena y otras fiestas no se tratan sólo de cocinar, sino de cocinar con raíces y buenos recuerdos y anécdotas.  Se trata de cocinar con carácter y con amor rodeados de familia y amigos.

Anoche no fue la excepción y disfrutamos mucho del cariño; pero también de los aromas y de los sabores, de las texturas y de los colores, y de la pólvora.  Cenamos pavo relleno con la receta que lleva cuatro generaciones en mi familia porque era la de mi bisabuela, Adela y pasará a la quinta; acompañado por la ensalada Waldorf que hacía mi abuela, Frances. También hubo ponche y caponata hechos por Raúl. Para nosotros, y a pesar de lo delicioso que nos sale, el pavo principalmente es un vehículo para que haya relleno y para hacer caldo de huevos.

En casa, la nochebuena es la celebración del solsticio de invierno esos días en los que -aunque aquí no lo notemos- en el norte las noches empiezan a hacerse más cortas y empieza a volver la luz. En ese contexto los recuerdos y las tradiciones son muy importantes; por eso en casa no faltan mi tortuga y chinchines de cuando celebrábamos en casa de mi abuelita Juanita y de mi tía abuela, la Mamita. Por eso siempre contamos anécdotas de las fiestas en casa de mis padres. 

Dicho lo anterior, algo que gozo mucho en esta fiesta es la pirotécnia. Anoche empezó a intensificarse a las 11:45 y  concluyó pasadas las 00:30.  Lo diferente fue que pasadas las 11:15 un neblina espesa, que viajaba rápidamente, se dejó venir desde la costa sur y cubrió la ciudad.  Desde casa no se veían los edificios de enfrente ni se vió el coheterío tradicional de la nochebuena chapina.

@luisficarpediem

Para nosotros no se trata solo de cocinar, sino de cocinar con raices y buenos recuerdos y anécdotas. Se trata de cocinar con carácter…y amor #nochebuena #cena #tradicion #navidad #luisfi61 #fiesta

♬ La Marimorena – Raya Real

Con todo y todo se vieron los fuegos artificiales más cercanos y en un momento sólo la Luna y Júpiter aparecieron tímidamente en el cielo oscuro.

Como en otros años, en casa hubo open house y nos visitaron familia y amigos.  Siempre es grato compartir y reírnos, recordar y reírnos, celebrar y reírnos. Y comer, claro.

Hoy en la mañana desayunamos nuestros tradicionales tamal colorado y tamal negro.  Esta vez acompañados por un stollen y un pescado de canillita de leche que estaba riquísimo; y yo, por supuesto, con buen café y algo de ponche frío, que a mí me gusta frío.

@luisficarpediem

La coheteria tradicional de la navidad chapina fue opacada por una neblina espesa que se dejó venir desde la costa sur. Al final Júpiter fue testigo #navidad #guatemala #fuegosartificiales #tradicion #nochebuena

♬ sonido original – Luis Figueroa

Los tamales, algo serio

¡Quienes me conocen se han de imaginar lo que gozo cuando abro las hojas de maxán  y me encuentro con los colores brillantes de los tamales, que son delicias de la cocina guatemalteca!  Al mismo tiempo, los aromas intensos de los tamales colorados y negros  invaden mi cuerpo y mi mente y me llevan por un laberinto de recuerdos y alegrías.  El momento culminante  es cuando la masa gentil y el recado glorioso llegan a mi paladar.

Quienes visitan este espacio, desde hace tiempo, saben que valor mucho las tradiciones como formas de mantener puentes con los recuerdos, el pasado y con quienes nos precedieron; así como con el futuro y quienes nos sucederán.

En ese laberinto de recuerdos, tengo la dicha de acordarme muy bien de los tamales de mi bisabuela, Mami; y de los de mi tía Baby.  Y los pequeños, de 2 x 2 pulgadas y perfectamente doblados que  mi tía abuela, La mamita, nos hacía a los niños. Desde hace tres años nos hace los tamales Madame Tso, la señora que nos cuida en casa y realmente son estupendos.

Los tamales de Nochebuena, en Guatemala, son colorados y negros.  Cada región y cada familia tienen su propia receta de tamales; pero básicamente son de masa maíz y/o de arroz y el recado se prepara con tomates, chiles y aceitunas (aveces con semillas tostadas, como pepitoria y ajonjolí) y, en el caso de los negros, con chocolate y anís. Estos últimos son los más delicados de hacer para que sean bien balanceados. También pueden ser de cerdo, pavo, pato, gallina y pollo e incluso de res.   Eso sí a mí me gustan más los de cerdo, y los de pato.  En ciertas regiones -especialmente en la Costa Sur- no se usa el recado del altiplano, sino una especie de mole.

Los tamales tienen raíces precolombinas, y fueron elevados a la décima potencia cuando se le añadieron ingrediente de Occidente. Del Nuevo Mundo son el maíz, los tomates, los chiles, y las hojas de maxán en las que son envueltos.  Los tamales negros, además, llevan chocolate. Del Viejo Mundo son las almendras, las pasas y las ciruelas.

@luisficarpediem

¡Quienes me conocen se han de imaginar lo que gozo cuando abro las hojas de maxán y me encuentro con los colores brillantes de los tamales, que son delicias de la cocina guatemalteca! Al mismo tiempo, los aromas intensos de los tamales colorados y negros invaden mi cuerpo y mi mente y me llevan por un laberinto de recuerdos y alegrías. El momento culminante. El 25 desayunamos tamales, stollen, pescado de canillita de leche, ponche y café #navidad #tradicion #tamales #ponche #luisfi61 #desayuno #breakfast

♬ In Praise of Christmas – Loreena McKennitt

La gracia de los tamales no está sólo en la masa y en el recado, sino en la forma de envolverlos y amarrarlos.   Son una experiencia para todos los sentido.  Un tamal que no ha sido envuelto y amarrado elegante y apropiadamente pierde algo de su encanto.  A mí, por cierto, me gustan más grandes que pequeños, y me gusta que la masa no sea muy espesa.

Hacer tamales es algo muy elaborado. Hay que lavar y asar las hojas. La masa tiene su propia ciencia y es cocida tres veces de tres formas distintas.  El recado lleva varios ingredientes que hay que asar y sazonar con mucho talento. Como siempre, el éxito de un tamal se halla en el balance de ingredientes, en la calidad de los mismos y en la pasión que se pone en ellos.


01
Nov 23

¡El fiambre y la alegría de la vida!

 

Sostengo que el plato estelar de la cocina guatemalteca es el fiambre; y ¿cuál es el mejor de todos los fiambres? El que comes en familia -y con los amigos-, el que te conecta con tu niñez y el que tiene tu carácter. En Guatemala, el día de Todos los santos y el de Los muertos se fusionan el día 1 de noviembre y es una ocasión para celebrar la vida. 

El fiambre es el más chapín de todos los platos chapines!

La fiesta en la que los guatemaltecos comemos fiambre es la versión chapina del Día de Gracias. Es una festividad que celebra la vida, los frutos del trabajo productivo y la dicha de tener con quienes compartirlos.

No es posible un buen fiambre sin trabajo y sin productividad, sin ahorros, sin abundancia y sin familia, ni amigos para compartirlo. Un buen fiambre es imposible sin amor, como dijo mi cuata, Carmen. La tradición del fiambre es de las cosas más bonitas de Guatemala, dijo mi cuata, Adriana.

El mejor fiambre es el que te conecta de tus raíces y te acerca de tus ramas…para usar una metáfora como cualquiera otra.  El fiambre que hacemos en casa tiene su origen en por lo menos cuatro generaciones.  Está basado en la receta de mi madre, Nora; que recibió la de mi abuela paterna, Frances; basada en la receta de mi bisabuela, Adela que, a su vez, la recibió de su cuñada, Elisa.

En casa tomamos en serio la fiesta del fiambre, que es el Día de Gracias, guatemalteco.

La fiesta en la que los guatemaltecos comemos fiambre es la forma chapina del Día de Gracias. Es una festividad que celebra la vida, los frutos del trabajo productivo y la dicha de tener con quienes compartirlos.

No es posible un buen fiambre sin trabajo y sin productividad, sin ahorros, sin abundancia y sin familia, ni amigos para compartirlo. Un buen fiambre es imposible sin amor, como dijo mi cuata, Carmen. La tradición del fiambre es de las cosas más bonitas de Guatemala, dijo mi cuata, Adriana.

Cada familia guatemalteca tiene su propia receta de fiambre, y ¿sabes cuál es el mejor fiambre? El que sabe como el de la casa de tus padres, o como en la de tus abuelos; pero también es el que tiene tu toque personal.  Es el que te recuerda tu niñez, tu adolescencia y tu proceso de maduración, y el que tiene tu carácter.  El mejor fiambre es el que es acerca de tus raíces y acerca de tus ramas…para usar una metáfora como cualquiera otra.  El fiambre que hacemos en casa tiene su origen en por lo menos cuatro generaciones.  Está basado en la receta de mi madre, Nora; que recibió la de mi abuela paterna, Frances; basada en la receta de mi bisabuela, Adela que, a su vez, la recibió de su cuñada, Elisa.

Hay fiambres rojos, blancos y verdes (y el el año pasado oí que hay amarillos); y en casa el caldillo de nuestro fiambre es rosado.  El fiambre es un plato tradicional y muy complejo de la cocina guatemalteca por lo que requiere de todo el buen juicio, el entusiasmo y la sazón que puedan tener quienes lo preparan.  Las claves de un buen fiambre son la armonía de los sabores, de sus formas, sus texturas y sus colores, así como la calidad de los ingredientes y tener con quién compartirlo. Hace unos años leí, en Twitter, que la verdadera soledad es no tener quién te regale un buen plato de fiambre.

La preparación del fiambre lleva semanas de planificación y de ejecución.  La fiesta del fiambre no es sólo acerca de comerlo (que ya es bastante bueno); sino acerca de la expectativa de seleccionar las carnes, los embutidos y los adornos; es sobre la compra de las verduras y sobre el proceso de hacerlo en familia, con amigos y en buena compañía. Es sobre lo que se goza haciéndolo y sobre recordar y recordar las anécdotas relacionadas con su elaboración. Por ejemplo, este año, como el año pasado y el anterior, fuimos a seleccionar y a comprar una gallina gorda al Mercado Colón y eso es toda una experiencia. Nosotros siempre usamos los embutidos de La puerta del Sol, preparados por Virgilio y su equipo, basados en la receta del legendario Abel.

En casa, este año, lo hicimos Raúl, Nora yo…y mi hermana, Guisela vino simbólicamente a ayudar

A mí me gusta el fiambre desde niño, y recuerdo muy bien la emoción que sentía cuando llegaba este día y nos dirigíamos a casa de mi abuela, para almorzar.  Recuerdo muy bien lo feliz que estaba el primer día que mi madre preparó el fiambre en casa y la ilusión con la que preparamos nuestro primer fiambre, en mi casa.

Este año -en igual que en 2020, 2021 y 2022- decidimos conceptualizar mejor las fiestas en medio de otro año difícil, después de un año difícil, después de un año difícil; y para no olvidar que, a pesar de que la vida es frágil, el universo es benevolente.  Este año, como en el pasado y el antepasado, hubo otro plato estelar: el pan de muerto de Tradición culinaria.  Un pan de muerto, relleno que ha elevado la barra y es aplaudido por todos los que tenemos la dicha de probarlo. También hubo helado de camote, que preparó Raúl. ¿Sabes qué no hubo? Cebollitas de Cambray que usamos para el encurtido de remolachas.  En el mercado nos contaron que es porque viene de Sololá y allá hubo bloqueos severos cuanto tocaba comprarlas. ¿Cuántas personas perderían sus cosechas por aquellos días? Los pepinillos dulces los tuvimos porque nuestra amiga, Rachel, nos envió unos para la Nochebuena del año pasado.

@luisficarpediem

Con el fiambre los chapines celebramos la vida. Es nuestro “Día de Gracias”. Lo celebramos en familia y con amigos. Celebramos el trabajo producivo, el ahorro y la prosperidad que lo hacen posible #fiambre #tradicion #tradition #life #luisfi61 #pandemuerto #memories

♬ Panajachel – Marimba Internacional Voz Paduana

Ahora que con el Halloween y el Día de los muertos empezaron las fiestas del fin de año, en Guatemala, les deseo a todos lo mejor.  Larga vida y prosperidad…y paz al lado de quienes aman.


26
Oct 23

Maximón, una pacaya y una experiencia

¡Maximón me trajo una pacaya! Bueno…no exactamente, la pacaya me la regalaron cortada de un jardín y se la puse a San Simón en las manos porque me pareció chistoso.  

San Simón y la payaya.

Las pacayas o Chamaedorea tepejilote están muy presentes en la cocina tradicional de los guatemaltecos. Es uno de los ingredientes tradicionales del fiambre y se las come de otras formas y a mi me encantan envueltas en huervo, con chirmol y sobre una tortilla. ¿Sabes dónde las hacen deliciosas? Donde Doña Mela, en el Mercado Central de la ciudad de Guatemala.

Pacaya cocida lista para comerla.

Yo nunca había cocido pacayas porque las que usamos para nuestro fiambre las compramos envasadas. Esto es no sólo por lo fácil, sino porque a travez del vidrio se puede ver si están tiernas, o no.  Para mí tienen que ser bien tiernas para que no sean amargas.  

Momento en el que abrí la pacaya.

La que me regalaron estaba justo en el borde porque empezaba a ponerse amarga, por sazona; y estaba en el borde.  Así son ricas, también, porque su amargura no es ofensiva, sino que le añade carácter.  Pues bien, la cocimos en casa y la comimos con un chorrito de aceite de oliva para disfrutar plenamente su sabor particular.

¿A tí te gustan las pacayas?


19
Oct 23

Ichintal, un tesoro culinario de Guatemala

 

El ichintal es una de mis verduras favoritas desde que era niño. Claro que no es verdura, sino tubérculo; pero en las casas de mis abuelas, y en la de mis padres se lo servía en modo de verdura. Es tan delicioso que mi padre decía que es bocatto di cardinale

Ichintal acompañado por tostadas con guacamol y salpicón.

El de la foto es guisado con mantequilla, y cebolla dorada, además de tomate, sazonado con sal y pimienta negra.  Es una forma muy tradicional de comerlo, con un twist genial, porque normalmente se usa aceite de oliva y no se dora la cebolla.  Al ichintal lo acompañan dos tostadas con guacamol y salpicón…este último con naranja agria, y hierbabuena del mi balcón. En casa, para el salpicón nos gusta usar camote, en vez de bolovique porque la primera carne tiene gelatina y eso le añade mucho carácter al picado.

El ichintal también me gusta, mucho, mucho, envuelto en huevo y bañado con un un buen chirmol de hierbabuena.

El ichintal, por cierto es la raíz del güisquil.


04
Sep 23

Elogio del “sopón”

 

En casa, el sopón es un caldo de frijoles elevado a la décima potencia.

El sopón de frijoles y sus ingredientes coloridos.

Su preparación comienza con la elaboración del caldo propiamente dicho, con frijoles de la mejor calidad y suficientes ajo y cebolla; en la olla de cocimiento lento a falta de olla de barro y fuego de carbón como se hacía el caldo en casa de mis abuelas y en la de mis padres cuando yo era niño.

Los colores no pueden faltar en la mesa.

El sopón de frijoles se sirve con papas en cubos y fritas, huevos duros, tomates y cebollas picadas, aguacates en cubos, tiras de tortillas tostadas (o con crutones), culantro picado, y crema de Acul, Quiché.  

Si el sopón es acompañado con amigos y cervezas, ¡Mejor!