31
Jul 20

¿Un futuro sin emprendedores?

En la película Ironman 2, cuando en una audiencia el senador Stern trató de apropiarse -para el bien común- de la armadura que T. Stark había diseñado y construido, ¿qué le contestó el empresario al político? Le dijo: ¿Quieren mi propiedad? No, no pueden tenerla.  Es una escena intensa y muestra al creador y emprendedor en toda su grandeza material y ética.

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En la novela El manantial, cuando H. Roark es procesado por destruir una obra suya que había sido alterada sin su consentimiento y en violación del contrato que la había hecho posible, el arquitecto explico que nada nos es dado en la Tierra. Todo lo que necesitamos debe ser producido. Y aquí el ser humano afronta su alternativa básica, la de que puede sobrevivir en sólo una de dos formas: por el trabajo autónomo de su propia mente, o como un parásito alimentado por las mentes de los demás. El creador es original. El parásito es dependiente. El creador enfrenta la naturaleza a solas. El parásito enfrenta la naturaleza a través de un intermediario. El interés del creador es conquistar la naturaleza. El interés del parásito es conquistar a los hombres.

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De aquellas dos escenas me acordé cuando vi la audiencia, en el Congreso de los EE.UU., en la que se citó a J. Bezos, de Amazon; T. Cook, de Apple; S. Pichai, de Google y M. Zuckerberg de Facebook.  Salvando las distancias -porque hasta cierto punto ninguno de ellos es Stark, ni Roark- eran escenas como sacadas de la peli y de la novela. Ciertamente del lado político, la mesa estaba llena de senadores Stern.

¿Qué tiene que ver esto con los chapines en estado de calamidad? Pues que muchas veces, algunos, se confunden al creer que los políticos (y especialmente los políticos colectivistas) representan al bien común; y muchas veces se ataca a los emprendedores, creadores e innovadores.  Es cierto que hay empresarios mercantilistas y sinvergüenzas, pero también es cierto que hay políticos decentes.  Pero piensa, ¿cómo pasarías el estado de calamidad y el encierro sin emprendedores, creadores e innovadores? ¿Cómo sería un futuro sin ellos? Uno a merced de parásitos.

Columna publicada en elPeriódico.


30
Jul 20

Tus impuestos para la piñata

Que no te digan que los impuestos que te quitan no van a parar a la piñata.

Piñatas a inmediaciones del parque Colón,  en la zona 1.

En las últimas semanas el Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala y los ministerios de Educación y Salud se han convertido en clientes principales de una empresa ligada a un diputado del Parlacen; y la empresa ha participado en más de 60 eventos para la dotación de alimentos preparados y empacados en la actual emergencia. También son sus clientes las carteras de Gobernación, Ambiente, Relaciones Exteriores así como varias municipalidades. En total se ha adjudicado un monto de Q3.9 millones y tiene pendiente un proceso que está en evaluación por Q1.01 millones con Conamigua.

El Fondo de Desarrollo Social, del Ministerio de Desarrollo Social, que ha sido señalado de sobrevalorar productos y falta de claridad en sus programas, recientemente compró alimentos de los cuales se carece de suficiente evidencia respecto de su efectividad y se desconoce cuándo y a quiénes serán distribuidos. La compra se realizó por excepción, y desde el inicio fue opaca.  Cuando se le preguntó al director del Fondo que dónde se entregará el producto comprado, indicó que deben esperar para saber cuáles serán los lugares que no cubrirá el programa de alimentos ejecutado por el Mides y el Ministerio de Agricultura, para los afectados por el COVID-19.

…y estos son dos casos publicados sólo hoy. Trabajas para que la piñata sea gorda.


29
Jul 20

¿Y si hubiera vacuna contra el covid-19?

La búsqueda de una vacuna contra el covid-19 avanza a una velocidad sin precedentes en el marco de una competencia planetaria; y hay 25 candidatos a vacuna evaluados en pruebas clínicas en humanos (sólo eran 11 a mediados de junio). ¿Me pondría la vacuna, si la hubiere?

La vaccine Dominique Vivant Denon, dominio público, via Wikimedia commmons.

La mayoría de estas pruebas se encuentra en la fase 1 que es la de evaluar su seguridad, y otras en fase 2, en la que que ya se explora su eficacia. Sólo cuatro candidatos a vacuna están en la la fase 3, en la cual la eficacia se mide a gran escala. La empresa estadounidense Moderna comenzó el lunes 27 de julio del 2020 esta fase, durante la cual se testearán a 30,000 voluntarios, dice el reportaje que leí y la historia de las posibles vacunas contra el covid-19 es como para una novela de John Le Carré, Frederik Forsyth, o Ian Fleming.

¿Me pondría la vacuna si la hubiere?

Así de entrada, ciertamente que no me pondría la vacuna china por la misma razón que no compraría maquinaria china, ni un automóvil chino. Tampoco me inocularía con el producto ruso, entre otras razones porque el régimen de Putin es una amenaza grave para la democracia y los valores occidentales y no pondría en manos de ese régimen mi salud. Es que no confío en la data de los rusos. También leí que los cubanos ofrecen una posible vacuna; pero ¿quién confiaría en una vacuna cubana?

¿Me la pondría, o no me la pondría?

Quedan las vacunas del mundo libre; y no estoy seguro de que me sentiría cómodo con una en la que estuviera involucrado Anthony Fauci, director del NIAD, en los Estados Unidos.  Quizás, quizás consideraría una vacuna británica y más una alemana, tal vez porque cuando uno piensa en una plancha Rowenta, o en un beamer, supone que va a ser algo bueno.  Posiblemente preferiría una vacuna desarrollada por una farmacéutica privada, y no por un laboratorio estatal. No me sentiría incómodo con la de Pfizer, ni con la de Jonhson & Johnson.

Todo aquello, claro, en el contexto de escuchar la opinión confiable de mi médico.

En este caso, sin embargo, lo que no me genera confianza es la prisa.  En todo caso preferiría desarrollar antígenos de forma natural y no vacunarme.  Pero, ¿y si por algún requerimiento me tuviera que vacunar? Digamos…para viajar…pues ahí está el detalle y ahí es dónde escucharía el consejo de mi médico en busca de una vacuna que no modificara mi ADN y que ofreciera ciertas garantías (ni china, ni rusa, ni cubana). A lo mejor me arriesgaría y esperaría unos meses antes de considerar la inyección…a ver cómo resulta en quienes se atrevan a usarla.

Sé que la medicina genética y la modificación del ADN son el futuro para acabar con ciertas enfermedades terribles; pero…en medio de una pandemia, en medio de una carrera de poder, no estoy seguro de querer meterme en eso.

Dicho lo anterior, más por paz mental que por otra cosa celebro que haya la posibilidad de una vacuna.  Normalmente me da una gripe de esas que lo mandan a uno a la cama, por lo menos una vez al año; y de cuando en cuando me pongo la vacuna correspondiente.  Igual creo que no me hace efecto, o sólo un poquito.  Eso sí, no sólo no soy antivacunas, sino que suelo confiar en ellas y me he puesto las que he necesitado: las de cajón cuando uno es niño, contra el tétanos, contra la tifoidea, contra las hepatitis, y así.  Coincido, también, con la idea de que vacunarse no es sólo un acto de protección individual, sino uno de responsabilidad, así que ya veremos.  Igual, celebro que haya posibilidad de vacuna, o más bien, vacunas.

Lo que seguramente no debe ocurrir es que la vacunación sea forzada, y mucho menos si es una vacuna específica elegida por políticos y burócratas.


27
Jul 20

Es el tiempo para la responsabilidad

Luego de cuatro meses de asfixiar las posibilidades de ganarse la vida, de los guatemaltecos; y luego de cuatro meses encierros, prohibiciones y otros experimentos la vida empieza a retornar y es el tiempo para la responsabilidad y la prudencia.

La hora dorada en la ciudad de Guatemala.

Durante los cuatro meses pasados mucha riqueza fue destruida y aunque nunca va a ser repuesta, estoy seguro de que muchos chapines van a hacer todo lo posible por volver a empezar como empezaron luego del terremoto devastador de 1976 y como han empezado luego de otras desgracias.  Todo es que no los estorben.

Eso sí, dado que hay mucho que desconocemos sobre el SARS-coV-2 y el covid-19 y dada la desinformación abundante con respecto al virus y a la enfermedad que ocasiona, la vuelta a la vida normal debe ser con responsabilidad y prudencia.

Está claro que las autoridades en el poder no nos han devuelto la libertad, sino que han ampliado los permisos y de forma discriminatoria; y no vaya a ser que nos acostumbremos a vivir por permiso, en vez de vivir por derecho.  Aún así, aplica la idea hayekiana de que la libertad no sólo significa que el individuo tiene la oportunidad y responsabilidad de la elección, sino también tiene que soportar las consecuencias de sus acciones y recibir alabanzas, o censuras por ellas. La libertad y la responsabilidad son inseparables. Y aplica también el concepto objetivista de prudencia o sensatez, que tiene sus raíces en Aristóteles para quien es la virtud de delibera y juzgar correctamente sobre lo que es bueno y ventajoso para uno mismo, en lo que conduce a la buena vida.

No es el momento para desmanes como el de ir a quemar la municipalidad, organizar fiestas, o irse a zampar a apretazones y multitudes.  Pero tampoco es el momento para descuidar los detalles pequeños, de cortesía, o de sentido común como lavarse las manos con frecuencia y usar mascarilla en público.  Es el momento para actuar con responsabilidad y prudencia.

Porque estamos viviendo un fenómeno sin precedentes en la memoria de muchísima gente, seguramente va a haber actos irresponsables e imprudentes; y porque la naturaleza en realidad no es nuestra amiga (que no es lo mismo que decir que el universo no es benevolente) lo más seguro es que luego de este periodo de permisos laxos haya un repunte de contagios y de muertos.  Y eso va a despertar la ansiedad de los que tienen miedo y la  codicia de quienes medran en la quiebra, la pobreza y la falta de libertad. Y entonces será el momento para actuar con racionalidad y evitar el cortoplacismo.

Va ha haber muchas frustraciones porque las medidas supuestamente sanitarias que son condiciones y requisitos para empezar de nuevo ciertas actividades no sólo no son financieramente propicias, sino que son prácticamente imposibles.  Tomando en cuenta que no hay tal cosa como one size fits all, ¿cuál es el aforo mínimo necesario para que valga la pena operar un comedor, o una camioneta? Si antes del covid-19 había colas largas para abordar buses urbanos y extraurbanos, ¿de cuánto van a ser ahora las colas en metros y en tiempo? ¿Cuál es el máximo para que valga la pena?

Es tiempo para ser flexibles, creativos y emprendedores.

Hay que rechazar, sin embargo, el concepto de nueva normalidad porque tiene una carga colectivista, ingenieril, racionalista y constructivista demasiado pesada y tóxica.  No falta quienes quieren diseñar y legislar una nueva realidad de acuerdo con sus fiebres, sin tomar en cuenta las valoraciones personales de los individuos, las configuraciones particulares de los mercados y de los grupos humanos, ni el debido respeto a los proyectos de vida de las personas.  Condiciones para las cuales es preciso que los derechos individuales prevalezcan sobre los intereses colectivos, y no al revés, como ocurre en la actualidad, especialmente en el contexto del estado de calamidad, del toque de queda y de las restricciones.

Volveremos a la normalidad cada quien a su ritmo y cada quien en la medida de sus posibilidades y la normalidad será lo que sea normal, siempre y cuando no haya quienes quieran forzarla a su gusto y conveniencia.  Pero para ello hay que hacer a un lado la ansiedad anticipatoria, la estigmatización y el miedo irracional que nada tienen que ver con la responsabilidad y la prudencia.

En fin, l´haim.


26
Jul 20

Luna sobre la ciudad

La Luna, en cuarto creciente, se vió hermosa hace dos noches y daban ganas de salir a aullarle.

¿Así, o más linda?

Clarísima, brilló sobre las luces de la ciudad de Guatemala, en la negrura de la noche.


25
Jul 20

Pacaya y Fuego, vapor y arena

Esta mañana el viento del levante se lleva el vapor y las cenizas emitidas por el volcán Pacaya rumbo al oeste y casi llegan al volcán de Agua.

Desde la ciudad de Guatemala se ve el volcán Pacaya.

Lo de casi llegan, claro, es por la perspectiva; pero se se ve chulísima la nube larga y constante.

En esta foto se pueden apreciar el vapor y las cenizas saliendo del cono MacKenney del volcán Pacaya.

El volcán Pacaya se ve hacia el sur.

Y el volcán de Fuego no dejó de hacer lo suyo aunque en él el vapor, las cenizas y el viento se comportan de manera distinta.

El volcán de Fuego se ve hacia el oeste.

En Guatemala hay 37 volcanes y tres están activos; el otro es Santiaguito, localizado en el occidente del país, cerca de la ciudad de Quetzaltenango.


24
Jul 20

Billetes nuevos e inflación

Frescos y recién salidos de la tristemente célebre maquinita son esos billetes nuevos de Q100 que te están dando los cajeros automáticos.  Son el anuncio de la inflación que se viene; y con la inflación se viene el empobrecimiento.

La inflación castigará más duro a los más pobres. Esto se pondrá peor.

Todos esos millones de dólares que los políticos y burócratas en el poder pidieron prestados con el pretexto de la pandemia se traducen en quetzales; y tu ya sabes: la abundancia de quetzales deprecia el valor de esa moneda y por eso se requerirán más billetes para comprar las mismas cosas.  El encarecimiento de los precios es una consecuencia de inflar la cantidad de moneda que hay en circulación, por encima de la producción.  Que no te engañen, en Guatemala la única organización social con poder para inflar es el gobierno, por medio de su banco central.

La inflación es inmoral y criminal no sólo porque presiona al alza los precios de forma políticamente artificiosa; sino porque…agárrate…no afecta a todos por igual.  Políticos, burócratas y empleados estatales reciben el dinero nuevo antes que otros; igualmente lo reciben primero los proveedores de obras públicas y la clientela del gobierno.  Al recibir el dinero nuevo antes que otros, aquellas personas aprovechan los precios bajos en el mercado; y para cuando los efectos inflacionarios del dinero nuevo nos llegan a los demás…ya todo está más caro.

¿No fue suficiente esa razón? ¿Qué tal esta? Esos ahorros que tienes en el banco y que  te han costado trabajo y privaciones, cada día tiene menos poder adquisitivo porque cada día vale menos.

En el corto plazo -y para los beneficiados de primero- la inflación genera una prosperidad aparente; pero en el mediano plazo contribuye al desempleo, a la baja en el nivel de vida y a profundizar la pobreza y la miseria.

Las autoridades políticas y monetarias del país -a sabiendas y de una forma inmoral y criminal- están socavando tu futuro, to save their asses; y están jugando con fuego.

Columna publicada en elPeriódico.


23
Jul 20

¡Comenzó la temporada de anacates!

Es tradicional que, en mi casa, el segundo semestre del año no empieza hasta que los anacates llegan frescos a la cocina…y  la mesa.  Este año la temporada comenzó hoy con aquellos deliciosos hongos sobre spaghetti. ¡En casa es fiesta cuando disfrutamos de los anacates!

Sobre spaghetti los hacemos con la receta original de mi abuela, Frances.

Los anacates se cuentan entre mis hongos favoritos desde que era niño.  Y me gustan mucho por su sabor característico, por su textura que ofrece resistencia a la mordida y su forma, así como por su color anaranjado vivaz. Ahora son muy abundantes y se los encuentra en las calles; pero antes eran escasos y siempre eran considerados como bocatto di cardinale.

La forma tradicional de comerlos en casa de mi abuela, Frances, era como bocas calientes; pero luego aprendimos a comerlos con frijoles colorados (gracias a Rodolfo, un amigo de mis padres) y luego en cacerola de tallarines con crema de pollo… y más tarde sobre pizza y sobre spaghetti.  En casa de un cuate los probé en pulíque, una vez, y esa es la forma chapina tradicional de disfrutar estos hongos.

Sobre spaghetti los hacemos con la receta original de mi abuela: mantequilla, cebolla, sal, pimienta, perejil, maicena y jerez; o con crema, sal y pimienta.  Siempre con queso parmesano esparcido generosamente.


22
Jul 20

Se multiplican los sátrapas

Sátrapa es un término peyorativo que se usa para referirse a personas que gobiernan despóticamente; y al amparo del ejemplo Presidencial, en Guatemala, muchos alcaldes y autoridades municipales están actuando como sátrapas; se subieron a un ladrillo, se marearon y ahora creen que pueden regular y prohibir al margen de lo que les permite la ley.

En Sibilia, Quetzaltenango -por ejemplo- la corporación municipal dispuso el cierre total de comercios y prohibir el ingreso de vendedores de otros municipios.

Sibilia, Quetzaltenango.

El ayuntamiento de San José, Escuintla, retiene el DPI de los visitantes, abiertamente contra la ley; e impide que ingresen niños y personas mayores al municipio.

San José, Escuintla.

La Conred local, con el aval del alcalde de San Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz, ha girado órdenes para que negocios específicos cierren operaciones.

No es extraño que autoridades locales actúen así, si el Presidente de la República comete abusos contra las libertades de las personas. Monkey see, monkey do, diría mi abuela, Frances.

Por otro la excusa de la pandemia y el miedo son el ambiente perfecto para el intervencionismo estatal a todo nivel; y para la microadministración de los privado, desde la política. Uno puede decir que, las primeras víctimas en casos como el que vivimos, son los derechos individuales. Entonces empezaos a vivir por permiso, y no por derecho.  Y, entonces, se enraíza la cultura de la tiranía, aceptada por súbditos temerosos y ejercida por políticos colectivistas y aviesos, corruptos y adictos al poder.

Estas prácticas reguladoras y prohibidoras por parte de alcaledes y autoridades municipales no es nueva, claro; pero se han agravado y multiplicado porque se puede. Son célebres los casos de municipios en donde son prohibidas las bebidas alcohólicas, y hasta hay lugares donde se han prohibido los divorcios y el juego de basquetbol a partir de ciertas horas.

¿En qué otros municipios ocurren abusos similares.


21
Jul 20

En el Día del Perro

Ve pues, hoy es el Día del Perro y quiero celebrar a los canes que ha habido en mi vida.

El más notable, genial y fabuloso de todos fue Simón, cuyo nombre completo era Monsieur Simón. Era un french poodle que llegó a casa cuando era un cachorro pequeño y sobre un cojín.  Fue obsequio de Guiselita, la madrina de mi hermano, Gustavo; y para mí es el estándar de perro en cuanto a inteligencia y nobleza y era el perro de la familia.

Manix, Simón y yo.

Uno de los hijos de Simón fue Manix y era digno hijo de su padre.  Técnicamente era perro de mi hermano, Juan Carlos.

Simón y Manix murieron envenenados por un vecino criminal (¡Que un mal rayo lo parta!); pero vivieron muchos años con nosotros y nos hicieron muy felices.

Una perra importante en mi vida fue la Chiqui, que tenía algo de chihuahua.  Era perra de mi abuela, Frances; pero durante la última temporada que viví en su casa me agarró mucho cariño y me seguía a todas partes.  La Chiqui murió de un parto mal atendido.

La Chiqui.

Luego llegó a casa la Panchita; la señorita doña Maria Panchita que murió virgen y mártir.  Fue contemporánea de Manix y lo sobrevivió.  Murió atropellada en una de sus escapadas. La Panchita también tenía algo de chihuahua y era muy pegada a mí.

La señorita doña María Panchita que murió virgen y martir.

Luego de aquellos perros tuvimos una ensarta de canes que no dieron la altura.  También hubo perros de paso fugaz que dejaron buenos recuerdos: Helga, la pastor alemán de Gustavo; y Azúcar, un perro callejero que yo alimentaba en Panajachel. ¿Cuáles han sido los más misteriosos y sorprendentes? Uno callejero que, una noche en la que yo caminaba para mi casa, me acompañó durante todo el recorrido. ¿Qué fue lo misterioso y sorprendente? Que no me seguía, sino que iba adelante de mí y me esperaba; y sabía dónde habría de doblar la esquina.  ¿Vas a creer?  Eso mismo me ocurrió con otro perro en Ciudad Vieja, Sacatepéquez, una noche del 7 de diciembre. No se veían como el Cadejo legendario, pero me gusta pensar que me estaban cuidando.

La primera perra que tuvimos en casa, cuando vivíamos en Costa Rica, se llamaba Mandy; y era una pastor alemán hermosa que mis padres tuvieron que dejar allá cuando volvimos a Guatemala ca. 1966.

En el Día del perro, celebro a los perros que han alegrado mi vida.