26
Jun 15

El neoliberlismo que nos invade

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¡El neoliberalismo nos invade!; y si se le pudiera dedicar una canción, posiblemente sería aquella que dice: Usted es el culpable, de todas mis angustias, y todos mis quebrantos.

El neoliberalismo es responsable de que todo lo que comemos y bebemos tenga algún nivel de monóxido de dihidrógeno…y tu ya sabes lo que pasa: El 100% de las personas expuestas al monóxido de dihidrógeno se muere. El neoliberalismo es responsable de que el monóxido de dihidrógeno sea un componente importante de herbicidas y pesticidas ¡Esto es para ponerle a cualquiera los pelos de punta.

El neoliberalismo es culpable de que suban los impuestos, de que crezca el gasto público, de que los frutos del subsuelo sean propiedad del estado y no de los dueños del subsuelo, de la irresponsabilidad de los burócratas de la educación y de la salud, de que funcionarios investidos de elevados niveles de facultades arbitrarias se roben el dinero que toman por la fuerza de los tributarios, es responsable de la caspa y del ojo de pescado, principalmente en los grupos minoritarios.

El neoliberalismo es el principal obstáculo para el desarrollo (con dignidad) del perroflautismo, aquí y del otro lado del Atlántico.

Ese hombre de paja que es el neoliberalismo sirve para explicar por qué es que fracasan espantosamente el socialismo, el estatismo, el intervencionismo, el mercantilismo, el populismo y otras formas de colectivismo.

¿Ya te habías dado cuenta?


14
Oct 11

¿Y si tuviéramos qué celebrar?

Mientras que los anacrónicos celebraban el Día de la Raza, unos celebraban el de la hispanidad y otros el de la resistencia étnica.  Y, ¿cuál era el eje de los que festejaban la tercera conmemoración? La consabida caminata que estorba el tránsito en la ciudad de Guatemala y las cantaletas de siempre: No al neoliberalismo y no a la explotación minera, entre otras.

Cantaletas y todo, comparto dos de aquellas con la dirigencia indígena. Como libertario, comparto sus objeciones contra el neoliberalismo.  Un neoliberal favorece los tratados de comercio como el DR-CAFTA;  pero un libertario prefiere la eliminación unilateral de aduanas.  Un neoliberal favorece la dolarización; pero un libertario prefiere la libre elección de monedas.  Un neoliberal favorece las privatizaciones monopólicas de empresas estatales; pero un libertario prefiere la desmonopolización y la liberalización del mercado. Al neoliberal le entusiasma el flat tax; pero el libertario prefiere el poll tax.  Un neoliberal propondría eliminar las exenciones del ISR; pero un libertario eliminaría ese impuesto a los rendimientos del capital. Un neoliberal sigue las directrices del FMI; mientras que un libertario cerraría aquella organización.

Con respecto de la minería, estoy de acuerdo con la consigna; pero con un caveat: Yo diría que No a la minería estatizada.  Lo ideal, diría yo, es que en lugar de que el Estado fuera dueño del subsuelo y de sus productos, los propietarios del suelo fueran propietarios de lo que hay debajo de él.

Para desgracia de los más pobres, la legislación guatemalteca refleja la tradición colectivista y estatista de las leyes coloniales y privó de la propiedad del subsuelo y de sus productos, a los dueños del suelo.  Como consecuencia de ello hay un divorcio y un abismo profundo entre los intereses de los políticos socialistas y sus funcionarios, y los de quienes deberían enriquecerse con el oro, el petróleo, la plata y otras maravillas que hay bajo sus propiedades.

Muchos de los problemas de la pobreza, y ciertamente que los problemas de conflictividad, se resolverían si, por medio de títulos de usufructo, a la gente se le pudiera garantizar su derecho a lo que hay en el subsuelo. Así, el oro y el petróleo, por ejemplo, no serían de quienes controlan el Estado, ni de las transnacionales, sino de la gente. Y la gente decidiría si vende su derecho, o cede su control, o no.

Así, sí tendríamos qué celebrar.

Columna publicada en El Periódico.


17
Dic 08

Colom coquetea con Cuba y Venezuela

Durante una reunión cumbre, del Mercosur, el presidente socialdemócrata Alvaro San Nicolás Colom les echó flores a la dictadura cubana y al autoritarismo venezolano. El Presidente guatematleco dijo, también, que la mejor vacuna contra el neoliberalismo es la solidaridad.

Y seguramente tiene algo de razón; pero yo creo que la mejor vacuna contra el neoliberalismo es la libertad. Por ejemplo: Para qué queremos tratados de comercio regulado, si podríamos eliminar las aduanas unilateralmente y tener libertad. Para qué queremos un flat tax, si podemos optar por eliminar los impuestos directos, o establecer un poll tax y tener libertad. Para qué queremos dolarizar, si podemos el eliminar toda circulación forzosa y tener libertad. Para qué queremos someternos a las recetas neoliberales de los organismos financieros internacionales, si podemos eliminarlos y tener libertad

¿Sabe usted cuál es la mejor vacuna contra la libertad? Son la dictadura y el autoritarismo cuya supuesta solidaridad tanto conmueve al San Nicolás chapín.


20
Mar 07

Descubriendo el agua azucarada

Al Banco Interamericano de Desarrollo le preocupa la alta dependencia de Guatemala de los flujos de remesas porque “es un indicio de que el país no genera las oportunidades suficientes de empleo y desarrollo”.

¡Vaya!, hoy si que el BID descubrió el agua azucarada. Como si las razones por las cuales la gente se va de Guatemala fueran un misterio: falta de mercado y falta de estado de derecho.

Las políticas neoliberales impulsadas por burócratas internacionales, como los del BID y los del Fondo Monetario Internacional, son, en buena parte, responsables de aquella situación. ¿Por qué? Porque en vez de la apertura unilateral de fronteras, los neoliberales recomiendan tratados de “libre” comercio; porque en vez de un poll tax, los neoliberales recomiendan elevar los impuestos a los rendimientos del capital y, en el mejor de los casos, un flat tax, por ejemplo.

La gente se va de Guate porque aquí no hay oportunidades; y a aquí no las hay debido a malas políticas económicas establecidas deliberadamente por políticos oportunistas confabulados con grupos de interés que se aprovechan del mercantilismo, del socialismo y del neoliberalismo para usar la ley en su favor y obtener privilegios. Eso se sabe desde hace ratos y no hacía falta que se dejaran venir todos los burócratas del BID para que nos enteráramos.