30
Sep 08

José Eduardo, de vuelta en la pantalla

José Eduardo Valdizán, periodista y abogado, está de vuelta en la tele. ¡Que bien, porque hacía falta!
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Ahora se le encuentra en el noticiario Hechos Guatemala, que se transmite en TV Azteca Guatemala, en el canal 42, a las 9:00 p.m. (Central Time). A José Eduardo se le escucha, también, en la Radio Fabulosa, en 88.9 F.M., a las 7:00 a.m.
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José Eduardo ha hecho radio, televisión y prensa escrita. Fue la voz y la imágen fundadora de Radio Punto, Radio 10 y Zona 0; dirigió Siglo Veintiuno, donde fui su asistente; y me sucedió en Tele Prensa. También compartimos estudios en el legendario Aquí el Mundo.
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Inquisitivo, incisivo e implacable, ¿quién no recuerda aquella noche en la que arrinconó al entonces presidente Vinicio Cerezo? Creo recordar que la revista Crónica lo incluyó entre las personas a las que temía Jorge Serrano, el fracasado dictador chapin que ahora se halla prófugo en Panamá. Hoy, en la primera emisión de Hechos, lo vimos debatir -con el mejor estilo del verdadero periodismo- con un candidato a la presidencia del Congreso de la República.
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En la academia, José Eduardo es profesor de Retórica Forense (que no es enseñarles a hablar a los muertos, sino enseñarles a los estudiantes de Derecho a hablar en la corte). Quienes lo hemos escuchado, hemos disfrutado, también, de sus conferencias sobre casos como el de Dreyfuss; o los fusilamientos de Felice y Blanco; y la historia del asesino en serie Miculax.
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¡Los televidentes y el periodismo guatemalteco celebramos el retorno de José Eduardo Valdizán!

24
Mar 07

¡Felicitaciones para José Eduardo!

Gente 21, un suplemento del diario Siglo Veintiuno, publica hoy una entrevista con mi estimado y admirado amigo, el periodista José Eduardo Valdizán. Usted lo conoce porque seguramente lo ha visto en el noticiario Zona 0, del Canal Latitud. Lo vio en Teleprensa y en Aquí el Mundo. Y claro que lo habrá oído en Radio Punto y en Radio 10.

José Eduardo es un periodista ejemplar y un caballero.


23
Dic 06

Sonrisas de Navidad

¿Qué es lo mejor de la Navidad? Yo digo que son las sonrisas; y las mejores de todas esas son las de los niños.

Yo estaba por decir que los mejor son los tamales y el relleno del pavo, o los regalos, los turrones y los stollens; pero no, estoy convencido de que lo mejor de la Navidad son las sonrisas de los niños.

A mí, por ejemplo, me emociona y me conmueve la carita de asombro y la sonrisa inocente de mi sobrina cuando toma en sus brazos el Niño Dios de mi madre y explora su textura. Y le pide a uno que se calle porque el Niño está dormido.

A pesar de que he visto la escena igual, durante años, yo no cambio por nada el momento en que mis sobrinos abren sus regalos en la Nochebuena. Es emocionante ver sus caras de sorpresa y sus sonrisas de alivio al ver que el Niño, o Santa les ha traído lo que tanto esperaban; o algo que ni siquiera imaginaban en sus sueños más salvajes.

Pero mejor aún, ¿qué hay de la carita sonriente de un niño a la espera de ver cómo reacciona usted frente al regalo que él le ha hecho? O la sonrisa de un niño que no esperaba recibir regalo alguno, por quién sabe que soledad, que pobreza, o que enfermedad.

Usted dirá que soy un cursi; pero aquí, y haciendo cálculos, los mejores recuerdos de mis navidades siempre han involucrado sonrisas. Desde sonrisas inocentes, hasta sonrisas pícaras, pasando por sonrisas de complicidad y sonrisas de sí, yo también siento algo de nostalgia, pero me aguanto como los machos.

Desde que yo era niño mis instantes favoritos de la Navidad son: el momento en el que el árbol y el nacimiento están concluidos y se encienden las luces, el proceso de selección de obsequios, cuando veo la mesa puesta, cuando pruebo el relleno del pavo, mi desayuno navideño con (por lo menos) un tamal negro y uno colorado, y aunque esto ya no ocurre, ni podría volver a pasar, el momento en que mis padres subían al cuarto y nos levantaban a mis hermanos y a mí para avisarnos que Santa ya había venido. Todo ello iluminado con sonrisas estupendas.

Hay sensaciones navideñas que uno sólo puede experimentar cuando es niño, y por eso es triste cuando quiérase, o no, se pierde la alegría navideña vinculada a la niñez. Alguien a quien yo quiero mucho está ahora en ese proceso. Ha dejado de ser niño y está por convertirse en hombre. Ojalá que, si lee estas líneas, pueda entender que la Navidad, a final de cuentas, no está afuera de uno ni en las cosas, sino que está en la capacidad de uno de sentir alegría por la felicidad ajena, que está en ver sonrisas y en hacerlas propias, que está en sentirse infinitamente bendecido por la gente que le es leal, que le tiene cariño y que lo ama, a pesar de los defectos, de las manías y hasta de los agravios que uno ha cometido.

¡Que Dios los bendiga a todos y que cientos de sonrisas de amor llenen sus navidades!

2. ¡Felicitaciones a Zona 0!: El martes vi, en el noticiario Zona 0 de Canal Latitud, un reportaje extraordinario sobre la toma de la embajada de España ocurrida en 1980. El reportaje no sólo cuenta con vídeos escalofriantes de aquella desgracia; sino que muestra evidencias y testimonios reveladores.

En el reportaje uno ve personajes siniestros en una obra de espanto protagonizada por el Ejercito Guerrillero de los Pobres, por miembros del Frente Estudiantil Robin García y por dirigentes de organizaciones campesinas afines a la guerrilla. Todo ello con la sospechosa participación del embajador Cajal y a costa de muchas vidas inocentes. Eso sí, con la ayuda de autoridades que procedieron sin medir consecuencias y sin intención alguna de negociar.

Muchos jóvenes no conocen esa historia y es una lástima que los vídeos originales del noticiario Aquí el Mundo ya no existan; por eso sería bueno que Zona O volviera a transmitir ese reportaje que tiene mucho que enseñarles a los guatemaltecos que no vivieron el horror.

3. Más felicitaciones: A quienes fueron responsables de la decoración de la Plaza España. ¡Puchis, muchá, está hermosísima!

Publicada en Prensa Libre el 23 de diciembre de 2006