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Jun 09

Una mañana diferente en la carpintería

Después de semanas y semanas de no ir, hoy que tenía parte de la mañana libre aproveché para ir al Hogar Rafael Ayau donde siempre paso momentos muy agradables en compañía de los chicos y chicas de allá.

Me encontré con la sorpresa de que Alan Russell está enseñándoles carpintería a los chicos y chicas el Hogar.  Ahora tienen una carpintería con equipo nuevo y de primera con el que están haciendo joyeros, rompecabezas y unos ingeniosos atriles para leer, o para usar la compu en el auto cuando uno está esperando a alguien.  Con el equipo viejo que había en la carpitería del Hogar yo ya había visto unos bancos muy hermosos; pero con el equipo nuevo -que además es más seguro- lo que pueden hacer no tiene límites.
Con las nuevas sierras de precisión, hasta yo y mi motricidad fina casi inexistente podríamos hacer algo medianamente bonito.
Los chicos y chicas del Hogar no sólo cuentan con el cariño y los cuidados de las Madres Inés, Ivonne y María; así como con los del personal que opera el lugar.  También cuentan con instalaciones cómodas y apropiadas, y con equipo para su desarrollo personal.  Mi favorita siempre había sido la panadería, pero la nueva carpintería es extraordinaria.
A principios del año fui invitado a dar una charla sobre los ismos políticos a los chicos y chicas mayores; y me agradó mucho la calidad de preguntas que los asistentes hicieron al concluir mi paticipación.  Los chicos y chicas del Hogar se mantienen al día en las noticias y su conversación suele ser fuera de lo común.  Aunque la mayoría no se anima a hablar el idioma inglés, todos los que participan en el curso de carpintería del doctor Russell pueden seguir perfectamente sus instrucciones en el idioma de Shakespeare; y más de uno puede sostener con él una conversación.  
Cuando voy al Hogar siempre me pasa algo…;yo creo que voy a dar…,pero siempre soy el que recibe.