23
May 17

Ayer fue en Manchester, ¿dónde será el siguiente?

Mientras que Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos de América, bailaba en Arabia Saudita, un terrorista suicida causó la muerte de 22 personas, entre ellas niños, al hacer explotar un artefacto de fabricación casera junto al estadio Manchester Arena.  El presunto responsable es Salman Ramadan Abedi, un jóven de 22 años de edad.

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Los padres de Salman, de origen libio, tenían una familia grande. Salman era el segundo hijo. Según algunos vecinos, la familia era muy religiosa. “Sólo vi a la madre una o dos veces en diez años. Ella siempre se quedaba encerrada en la casa y cuando la veía estaba cubierta con el velo”, dijo un vecino.  Abedi había realizado un viaje de tres semanas a Libia antes del ataque y que comenzó a mostrar un “rostro de odio”.

Esta es una buena ocasión para leer Winning the Unwinnable War, de Elan Journo.  La guerra contra el islamismo no va a ser ganada si los Estados Unidos de América y los países de Occidente pierden de vista el interés propio racional; y el hecho de que su primer compromiso es con la protección de la vida y de las libertades de sus nacionales. Una definición objetiva del interés racional de Occidente -como civilización- se hace más ineludible con cada atentado.

El islamismo es incompatible con la civilización y con la libertad; y hay que combatirlo con la seguridad de que Occidente tiene derecho a defenderse.  Eso sí, desde una perspectiva digna de Occidente.  Es decir, sin generalizaciones e identificando plena y objetivamente a los responsables en cada caso, de acuerdo con los distintos niveles de responsabilidad.  Desde el derecho, y no desde la legalidad; es decir, alejados de cualquier tipo de leyes de Núremberg.

Además del que cité arriba, y si te interesan estos temas, te recomiendo -también- Nothing Less Than Victory, por John David Lewis.

Ayer el terrorismo islamista cobró 22 vidas en Manchester, ¿dónde cobrará las próximas si Occidente no detiene la barbarie?


11
Sep 15

El 11 de septiembre y la migración

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Hoy, que recordamos a las víctimas de los atentados en el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001 pensé en la relación que hay entre aquellos actos horribles y la migración de miles y miles de personas que huyen del Estado islámico.  Pensé en el cuerpo de Alan arrojado a la playa. Pensé que el problema de fondo no es la hipocresía de los europeos (y del mundo con respecto a esta migración y a las migraciones en general).  El problema es que nadie se atreve a erradicar al Estado islámico. El problema es que pocos entienden que lo que ocurrió en Nueva York hace 14 años y lo que hace el Estado islámico frente a nuestras narices son ataques a la civilización; es decir al producto de una mentalidad que se libera de tabúes, interdictos y costumbres ancestrales carentes de utilidad social; y que se obliga a sí misma a comprender el mundo circundante para dominarlo mediante la acción de sus propias leyes y se esfuerza incesantemente por mejorar las condiciones de vida para que la existencia valga la pena para el mayor número de personas; pero que siempre insiste en que e progreso sólo puede darse mediante procesos que respeten la dignidad del individuo.

Aquellas son palabras de Louis Rougier en El genio de occidente (libro estupendo que tiene un subtítulo desafortunado).

¿Cómo se puede defender la paz y la civilización cuando se trata de un enemigo que no tiene en cuenta en absoluto la vida humana?  ¿Cómo se puede luchar contra la bestia sin llegar a ser uno una bestia?  Pues reconociendo la natureleza del enemigo y  acabando rápida y totalmente con él.  Destruyendo absolutamente su capacidad y su  voluntad de continuar atacando.  No mediante la pacificación, la condecendencia y la hipocresía. ¿Cuántos migrantes llevarán la semilla del Estado islámico a sus países anfitriones?

Si te interesan estos temas te recomiendo Winning the Unwinnable War: America’s Self-Crippled Response to Islamic Totalitarianism, por Elan Journo; y “No Substitute for Victory”: The Defeat of Islamic Totalitarianismpor mi cuate John David Lewis (QEPD).

La foto la tomé de Facebook.


13
Jul 07

Tengo un nuevo héroe

Ahora tengo un nuevo héroe: Thomas Edison. Un día de estos voy a escribir un poco más acerca de los héroes. Edison no es sobrenatural, es uno de nosotros y encarna lo mejor que hay en nosotros. El fue un ejemplo de perseverancia, de capacidad creativa, de dedicación a sus metas, de confianza en su propio juicio racional.

En nuestra cultura, decir que alguien es “sólo” humano, sirve para explicar sus debilidades, o sus fracasos; pero claro, al conocer la vida de alguien como Edison, uno debería meditar un poco más. Quizás en el sentido de que ser humano significa un potencial enorme e inigualable, siempre que actuemos racionalmente.

Hoy empecé un curso que se llama Inspiring Heroes: Great Pioneers, con Elan Journo; y, por casualidad mi columna de mañana tiene algo que ver con este tema, también. No te la pierdas.

Y por cierto, ¿quiénes son tus héroes?