21
Sep 09

Lo que nunca verá usted en ProReforma

ProReforma es una propuesta de reforma constitucional que es descarada, pelada y abiertamente anti privilegios. Con desparpajo y sin vergüenza el artículo 157 de ProReforma dice que en ningún caso el Senado o la Cámara de Diputados emitirán Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo.

Por eso es que en el texto usted no verá leyes distintas para grupos sociales específicos. Lo que verá es leyes iguales para todas las personas sin distinción de sexo, etnia, condición social ni nada por el estilo.
 
Irmalicia Velásquez y Samuel Pérez han estado quejándose de que ProReforma no discrimina entre ciudadanos; y alguno hasta ha tratado de aplicar, en este caso, la idea aristotélica de que debe haber trato desigual para los desiguales. Idea que para nada se refiere a la igualdad de todos ante la ley, sino a lo evidente que resulta pensar que si uno va a regalar violines, para poner un ejemplo, pues obviamente los va a regalar a aquellos que puedan aprovecharlos, en vez de regalarlos a todos por igual.
 
La igualdad de todos ante la ley o isonomía, es otra cosa completamente distinta, que los críticos de ProReforma no deberían confundir en su afán de ningunear la propuesta. Una discusión académica seria, de este asunto, demanda que se hagan distinciones sutiles como esta.

17
Ago 09

Desinformación sobre ProReforma

En lo personal comparto la idea de que la economía de mercado es la más idónea para generar prosperidad, dice hoy Luis Linares; pero el columnista advierte que no con el modelo social y económico que hay detrás de ProReforma: un estado reducido a velar por el derecho de propiedad. Lo que plantea Linares es de importancia vital porque lamenta la preeminencia absoluta de los derechos individuales; y ahí está que el mercado es lo que ocurre cuando se respetan absolutamente la vida, la libertad y la propiedad, así como los contratos. De modo que es imposible tener esa economía de mercado en la que confía el columnista, sin antes y como condicio sine qua non, tener un gobierno que vele absolutamente por la propiedad y los otros derechos individuales.

Linares asegura que ProReforma propone retroceder un siglo…;pero lo que ocurrirá si el proyecto no es sometido a consulta popular, es que este siglo, ¿tan exitoso?, será perpetuado.
Hoy también se ocupa de ProReforma, ¡por sexta vez!, Irmalicia Velásquez; y la columnista asegura que el proyecto asegura que los indigenas no existen. Este es un ejemplo más de cómo es que la inquina contra ProReforma hace que sus opositores critiquen el proyecto por lo que dicen que dice, y no por lo que dice.
ProReforma deja intacta, totalmente intacta, la Sección Tercera de la Constitución de la República que, con el título Comunidades indígenas y sus cinco artículos se ocupa del tema que inquieta a Irmalicia. ProReforma no modifica, ni elimina, uno sólo de esos artículos. Y resulta obvio que si respetó esos textos es porque el proyecto los valora y respeta como textos válidos y dignos de ser conservados.
Entonces, ¿de dónde saca la columnista que ProReforma asegura que los indígenas no existen? Si ProReforma asegurara que los indígenas no existen (lo cual no es cuestión de asegurar, o no en un texto legal), ¿hubiera eliminado la citada Sección Tercera, o la hubiera respetado?

10
Ago 09

Irmalicia trae un buen punto para aclarar sobre ProReforma

En su quinta entrega sobre ProReforma, hoy Irmalicia Velásquez escribe que respecto al mecanismo de elección de los senadores, este “es ambiguo”. Se elegirán 3 por cada diferente edad de entre 50 a 65 años, que suman 45. Cada año se elegirán 3 nuevos senadores entre quienes cumplan 50 años, que reemplazarán a los 3 que ese año cumplen 66 y dejan el Senado. Además, para la primera elección se necesitarían 15 padrones electorales y 15 urnas, una para cada edad. ¿Realmente se combate la pobreza y la violencia realizando elecciones para nuevos senadores cada año?


La columnista se refiere a la supuesta ambiguedad del mecanismo de elección de los senadores; pero como ProReforma es una propuesta de reforma del texto constitucional, sería inapropiado que entrara a explicar con detalles cómo podría ser la eleccion de senadores; del mismo modo en el que no explica cómo son, actualmente, las elecciones de diputados, de alcaldes, y de Presidente. Esa es materia de la Ley Electoral y competencia del Tribunal Supremo Electoral. No es que haya ambiguedad, lo que pasa es que es impropio de una Constitución ocuparse de asuntos tan procedimentales como una forma de elección.

¡Por supuesto que el tema ha sido discutido en ProReforma! Ycomo la columnista lo menciona en su espacio, el tamaño relativamente reducido del universo de electores, para las elecciones de senadores, permite formas más creativas, baratas, fáciles y eficientes de hacer la elección. Hasta ahora, la más favorecida -y con la que estoy más de acuerdo- es la de que se haga por correo y en papel de seguridad. Si la columnista y sus lectores quisieran informarse sobre esto, seguramente no les preocuparía la supuesta ambiguedad.

Ahora bien, la pregunta que hace al final de aquel párrafo sólo se puede entender si la autora la hace de forma irónica; porque si es en serio, ¡de verdad que no les hace un favor a sus lectores con tanta superficialidad! Es obvio que la pobreza y la violencia no se combaten haciendo elecciones cada año. Ahí no hay relación de causalidad alguna; pero igual de obvio es que en los paises donde hay más presencia del estado de derecho, la gente tiene mejor calidad de vida. Y de igual manera, en los países en los que hay poca presencia del estado de derecho, la gente tiene una calidad de vida inferior.

Si usted lee ProReforma con detenimento y atención, rápidamente se dará cuenta de que su intención es contribuir a la fundación de un estado de derecho sólido y entonces verá que es evidente la causalidad: la pobreza y la violencia se combaten mejor en un estado en el que priva el estado de derecho sobre la arbitrariedad y el estado de pura legalidad.

27
Jul 09

Irmalicia y Acisclo sobre ProReforma

Hoy, los columnistas Irmalicia Velásquez y Acisclo Valladares se aproximan a ProReforma desde dos ángulos que vale la pena comentar porque su discusión arroja luces sobre la naturaleza de aquella propuesta de reforma constitucional.

Irmalicia dice que aunque ProReforma sostiene que los grandes problemas de Guatemala son la violencia y la pobreza, el proyecto no explica las causas que la provocan (sic). Luego habla de problemas estructurales, de la supuestamente necesaria redistribución de la tierra cultivable y del conflicto armado que protagonizó la guerrilla durante 36 años.
La aportación de Irmalicia se halla en que explicar las causas de la pobreza no tiene sentido porque la pobreza no tiene causas. La pobreza es…y ya. Todos nacemos desnuditos y en realidad la condición natural y primigenia de todo individuo, así como la de la humanidad es la de pobreza, escasez y precariedad. En cambio, lo que sí tiene causas es la riqueza. Esa, la riqueza, sí hay que explicarla y entenderla porque para acabar con la pobreza, es necesario saber cómo se crea la riqueza, y en qué condiciones es posible su creación.
La riqueza se crea cuando hay un ambiente en el que todas as personas pueden vivir, producir, e intercambiar pacífica y libremente sin coerción, ni privilegios, independientemente de sus relaciones políticas, raciales, sociales y sexuales. La paz (no violencia) es una condición necesaria para la creación de riqueza. La riqueza es una condición necesaria para acabar con la pobreza; y la paz se consigue si se protegen la vida, la libertad y la propiedad de todos y si aquellos que violan la vida, la libertad y la propiedad de otros enfrentan las consecuencias jurídicas de sus actos delictivos.
Irmalicia tiene razón al decir que el estado de derecho se construye y que este sólo es posible cuando los derechos de todos (sin privilegios para nadie y sin exclusiones para nadie), se resepeten para todos, no sólo para la mayoría, y menos para alguna minoría, sino para todos. ¡Y por eso es necesario ProReforma! Por eso es necesario separar la ley y la legislación. Por eso es necesario que de la ley no se ocupen representantes sectoriales, sin. Por eso es que los senadores no deben representar departamentos, étnias, sexos, clases sociales, estamentos, ni nada parecido. Por eso es que la edad es un buen parámetro neutro;porque lo importante es que el senador tenga 50 años. Sin que importe de qué departamento venga, de qué étnia se; ni si es hombre, o mujer; ni si es rico, o pobre.
ProReforma es una propuesta de reforma constitucional y por ello se concentra en el marco abstracto y general constitucional necesario para vivir en paz y para salir de la pobreza. Quienes busquen en ella políticas y normativas específicas y particulares para seguridad y para crear riqueza, están buscando en el lugar equivocado.
Acisclo, por su parte llama la atención sobre la naturaleza unitaria y coherente que tiene ProReforma. Este no es una serie de artículos que, a modo de parches, se hayan añadido unos a otros para satisfacer exigencias sectoriales. No es un una colección de normativas diseñadas para quedar bien con empresarios y trabajadores, ecologistas y feministas, indigenistas y exguerrilleros, o militares y civiles. Es un corpus coherente cuyas partes están en armonía entre ellas y con el todo para empezar la fundación del estado de derecho que desea Irmalicia.
Como ProReforma es una unidad de naturaleza indivisible, sometida al Congreso por más de 70 mil ciudadanos, lo que corresponde discutir es si esa unidad o ese corpus debe ser sometido a Consulta Popular, o no.
Eso no desvirtua la normativa constitucional al respecto porque si alguien quisiera presentar una reforma distinta a ProReforma, está libre de hacerlo. Y si alguien quisiera añadirle, o quitarle algo a ProReforma estaría en la libertad de hacerlo; pero, entonces, tendría que llevar otro nombre y no podría ampararse en las 70 mil firmas de apoyo porque sería otra cosa. Supongo que estamos claros en que ProReforma es lo que es y no lo que no es; y en que algo que es distinto a ProReforma, sería otra cosa, y no ProReforma.
El comentario de Acisclo también ayuda a explicar que ProReforma no acude al jacobinismo en el sentido de que sea el propio pueblo el que la apruebe; y como la ley es la ley, aunque cueste entenderlo, se respeta el procedimiento constitucional. Cualquiera que lea ProReforma -sin prejuicios- verá que su proceso de aprobación pasa por tres grandes fases: La recoleccion de firmas, que ya ocurrió y hay por lo menos 70 mil; la discusión en el Congreso, que ya está ocurriendo; y la Consulta Popular, como consecuencia de aquella discusión.
Yo creo que Acisclo cree que ProReforma debe ser discutido por partes y no como un todo; pero lo malo de eso es que si se discute por partes ProReforma dejaría de ser ProReforma y sería otra cosa. Y ahí está la clave. De acuerdo con la Constitución, más de 70 mil ciudadanos han sometido un proyecto de reforma constitucional al Congreso y este ha iniciado el proceso de de discusión. Cuando este concluya, y si los diputados aprueban el proyecto (que es uno), de acuerdo con la Constitución este debe ser sometido a consulta y aprobado, o rechazado. ¿Qué puedes ser más democrático que eso? ¿Qué puede ser más democrático que reconocer que el soberano es quien tiene derecho a aprobar, o no ProReforma?