28
Oct 06

Sorbo amargo

1. Aquí van unas ideas impopulares, pero importantes, en torno al sorbo amargo que la suspensión del Bancafé les ha hecho tragar a muchas personas.

La primera, es que quienes depositamos nuestros ingresos y nuestros ahorros en organizaciones financieras, de cualquier naturaleza, debemos ser responsables por las decisiones que tomamos. ¿Sabe si el banco en el que tiene su plata es sólido? ¿Cómo lo sabe? ¿Se deja llevar por la publicidad del banco? ¿Le cree a lo que dice la Superintendencia de Bancos? ¿Qué es más seguro, un banco con activos elevados, o uno que es muy rentable? Debería haber una calificación de bancos, independiente, como la que se publicaba cuando yo dirigía una importante sección de Economía, en otro medio informativo.

La existencia de contralores como la Super, o la Junta Monetaria (integrada, esta, por políticos y por representantes de grupos de interés), no nos releva de la responsabilidad individual de analizar en dónde depositamos nuestro dinero.

La segunda, es que la existencia de mecanismos como el Fondo de Protección del Ahorro engaña a la gente, privatiza las ganancias y socializa las pérdidas.

Engaña porque se generaliza la creencia de que su dinero les es devuelto sin que eso implique un costo para terceros. De hecho, el Fopa es una de las causas por las cuales es profunda la diferencia entre los intereses que paga un banco y los que cobra. Esto es porque es un costo para los bancos sanos y al final lo pagan por medio del precio de los créditos que otorgan.

Privatiza las ganancias y socializa las pérdidas porque si un banco es exitoso los que se enriquecen,son sus accionistas; pero si un banco fracasa por las malas decisiones de aquellos mismos accionistas, estos son relevados de su responsabilidad y de la presión de los depositantes cuando “otros” (que somos los tributarios, o los depositantes y deudores de otros bancos) tenemos que “aportar” para pagar las pérdidas.

La tercera y la cuarta son: No pongas los huevos en la misma canasta; y cuando el río suena, es porque piedras lleva. En la medida de lo posible es bueno poner algo de plata aquí, y algo de plata allá. De esa forma, si colapsa una organización, lo que no está en ella se libra del desastre.

Sin dejarse llevar por chismes y con prudencia, hay evidencias que no hay que dejar pasar. Si la organización financiera en la que usted tiene su plata perdió mucho dinero en bonos rusos y tuvo que ser rescatada por el gobierno; y si luego perdió mucho dinero a causa del fracaso de otra organización financiera y tuvo que volver a ser rescatada, pues hombre, hay que ir saliendo de ahí.

La quinta, es que a mayor tasa de interés, mayor riesgo. En general, las organizaciones financieras seguras no tienen necesidad de ofrecer tasas de interés elevadas para atraer a su clientela.

La sexta, es que se comprueba, otra vez, que la intervención socialista y mercantilista del estado, en el mercado, hace que mengüe la vida ética de las personas (vea Tópicos de Actualidad No. 821). Políticamente, los entes supervisores y reguladores se sienten obligados a decir que nada malo está pasando, hasta que ya no pueden seguirlo ocultando y es demasiado tarde. Los empresarios que fracasan se alivian de la presión y de las consecuencias de sus actos, detrás de mecanismos que socializan sus pérdidas. Los clientes y los depositantes relajan su propia responsabilidad individual, o renuncian a ella y la depositan en los políticos y en los representantes de grupos de interés.

Finalmente, ojalá que los guatemaltecos aprendiéramos que no es bueno darle nuestra plata a cualquiera sólo porque es mero chispudo, o porque ¡está pagando 14%!, o porque siempre sale en los diarios. Ojalá que los chapines aprendiéramos que un banco no es bueno sólo porque regala pelotas, porque tiene un lujo de edificio, o porque así lo dice (ambiguamente) el ente contralor.

2. Mojito: Castro llama a Chávez y le pregunta: “Compañero Hugo, ¿qué estás haciendo? Y Chávez le contesta: “Aquí, compañero Fidel, bolivarizando al pueblo venezolano; y ¿qué estás haciendo tú?”. Y Castro contesta: “Yo aquí, marti-rizando al pueblo cubano”.

Publicado en el diario Prensa Libre el sábado 28 de octubre de 2006.


21
Oct 06

El Mundial y la ONU

Para los chapines que queman sus pasiones en causas de lo más dispares, la búsqueda de un lugar en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y las frustradas aspiraciones futbolísticas en el Campeonato Mundial, han desatado el mismo tipo de nacionalismo inefable.

Muchos se deprimieron cuando La Sele no nos pudo llevar al Mundial, y ¿cuántos se deprimirán si Gerth Rosenthal no nos lleva al Consejo?

A mi me da igual; pero si ganara Venezuela, se volvería a confirmar que algo está bien podrido en la ONU; ese foro en el que la URSS era tratada como si no hubiera sido el Imperio del Mal y donde el régimen de Beijing goza de respeto, como si no fuera una dictadura obscena.

Pensando en los anhelos chapines, me acordé de algo que escribió don Clemente Marroquín Rojas en una de las brillantes discusiones periodísticas que sostuvo; misma que está recopilada, junto a otras, en un libro titulado En el mundo de la polémica.

Esa obra es un cajón de perlas, y entre mis favoritas están las relacionadas con las pretensiones grandiosas del gobierno de La Revolución, encabezado por Juan José Arévalo. En la polémica que sostuvo con el canciller Enrique Muñoz Meany, don Clemente dijo: “Enrique pensaba que desde las alturas del gobierno de nuestra aldea adorable, podían realizarse algunos atrevimientos”.

En eso pienso cuando la administración de Oscar Berger manda guatemaltecos a Congo para que se mueran en operaciones oscuras de la ONU. En eso pienso cuando los soldados chapines van a Líbano. En una paráfrasis marroquiniana: esta administración no barre su casa; pero sale a barrer casas ajenas.

Guatemala y Venezuela compiten por un puesto en el órgano más poderoso del mundo, que discute y decide sobre asuntos que amenacen la seguridad y la paz mundial. Cosas como las amenazas nucleares de Corea del Norte y de Irán, el genocidio en Sudán y las guerras civiles en Africa.

Pero yo digo: Aquellas fuerzas de seguridad, ¿no son más necesarias para que aquí mismo, en la casa, no maten a cualquiera por robarle un teléfono, un reloj, o un automóvil? Y yo digo: las demencias de Kim Jong Il y los aquelarres africanos son una desgracia; pero ¿no sería mejor que nos concentremos en sacudir nuestros propios desmadres? Digo…antes de ir a barrer casas ajenas, o de deprimirnos por no poder hacerlo.

Aquí tuvo que pasar que los gringos se empecinaran en su guerra contra las drogas, para que la administración dispusiera hacer algo con las plantaciones de amapolas en San Marcos. Aquí tuvo que pasar que apareciera un Alejandro Giammatei, para que se pusiera orden en Pavón. Y entonces, ¿qué hacemos, desde esta aldea adorable, permitiéndonos atrevimientos como el de Congo, o el del Consejo?

Yo sugiero que la administración chapina se concentre en protegernos la vida, la libertad y la propiedad. Que se enfoque en garantizarnos la justicia y el cumplimiento de los contratos. Que se revierta el colapso del Estado. ¡Que sea reformado el Estado!, antes de que pretendamos imponer el orden en patios ajenos. Si esta administración no es gendarme en su propia tierra, ¿qué hace metida a gendarme del Globo?

Y antes de deprimirme, yo quisiera saber, si se puede, cuánto nos ha costado, a los tributarios, esta aventura en la ONU Y quisiera saber, si se puede, cuántos mejores policías, cuántos mejores fiscales y cuántos mejores jueces podríamos tener, si aquellos recursos hubieran sido invertidos en algo útil y menos pretencioso.

2. Fiat lumen: No conozco al excomulado Eduardo Aguirre; pero por lo que se lee en los diarios, se entiende que fue castigado así de duro por no alinearse con Quezada y con Benedicto XVI. Lo que me lleva a pensar en lo paradójico de que a Mario Orantes le sea llevada la comunión a su celda, siendo uno de los protagonistas de Quién mató al obispo (De La Grange y Rico, 2003).

3. Mojito: Se murió Celia Cruz y en el cementerio, durante el entierro, Castro lloraba y decía: “Mi Celia, mi Celia”. Un chino que estaba cerca y lo oyó, le dijo: ¡¿Mi Celia?! ¡Miselia, hamble y dictadula!

Publicado en el diario Prensa Libre el sábado 21 de octubre de 2006


14
Oct 06

¡Libertario!

1. El cuestionario político más pequeño del mundo está localizado en Advocates for Self-government.

No sólo es divertido, sino que lo ayuda a uno a poner sus ideas en perspectiva; y es un instrumento muy útil para no dejarse engañar cuando, en espacio como este y generalmente por ignorancia, se pretende hacer ver como que los libertarios podríamos estar a favor de la protección para las empresas, de la guerra contra las drogas, o de la moralina sobre el sexo. Haga usted el quiz respondiendo que está de acuerdo con ese tipo de cosas y verá en dónde se ubican quienes favorecen políticas como esas.

El quiz se divide en dos: una parte personal y otra económica. En cada uno de los planteamientos, el que hace el cuestionario debe contestar si está de acuerdo, si depende, o si está en desacuerdo.

En la parte personal, los planteamientos son: 1) El gobierno no debe censurar la libertad de expresión, la prensa, los medios de comunicación, o la Internet; 2) El servicio militar debe ser voluntario, y no debe haber leva; 3) No debe haber leyes concernientes a las relaciones sexuales voluntarias entre adultos; 4) Hay que rechazar las leyes que prohíben la posesión y el uso de drogas entre adultos; y 5) No debe haber una tarjeta de identificación única y nacional.

Cuando contesté el cuestionario, respondí que estaba de acuerdo con todas.

En la parte económica, los planteamientos son: 1) Hay que ponerle fin al estado benefactor para las corporaciones, deben finalizar los privilegios económicos para las empresas; 2) Hay que acabar con las barreras del gobierno para el comercio internacional libre; 3) Hay que dejar que las personas controlen sus propios sistemas para el retiro, hay que privatizar la seguridad social; 4) Hay que remplazar el estado benefactor para las personas por la caridad privada; y 5) Hay que cortar los gastos del gobierno y los impuestos por lo menos en un 50%.

Ya que en esta parte también estuve de acuerdo con todo, el quiz me calificó como un libertario. Pero hay otras opciones. Si yo hubiera contestado diferente hubiera sido calificado como un estatista, como un liberal de izquierda, como un conservador de derecha, o como un centrista. Si quiere saber dónde se ubica usted en el pensamiento y en la práctica, le sugiero que haga el cuestionario.

Para los avanzados, y los curiosos, hay cuestionarios más completos y detallados. Uno de ellos es el de Politopia , que es particularmente interesante porque le permite a uno comparar su pensamiento político-económico-filosófico con el de sus amigos.

Otro de los cuestionarios más completos es el Mises Quiz, enfocado en la Escuela Austriaca de Economía; y aunque se centra en la ciencia económica y pudiera parecer que uno tendría que tener conocimientos de aquella, que eso no lo espante. Las preguntas están redactadas de forma que cualquiera con una formación promedio puede entenderlas y decidir sobre ellas con base en sus principios, no en sus conocimientos particulares de la economía.

Existen diferencias abismales entre libertarios y socialistas, del mismo modo en que hay diferencias profundas entre libertarios y conservadores (aunque estos últimos tengan algunos principios en común). Pero, ¿cómo podemos distinguirlas?; y ¿cómo podemos identificarlas en nuestro propio pensamiento? Una forma práctica y entretenida es haciendo los cuestionarios que le sugiero arriba. ¡Animo!

2. Mojito: Letreros en el zoológico de La Habana. Antes de 1960: Por favor no les dé de comer a los animales. Entre 1960 y finales de 1989: Por favor no les quite la comida a los animales. Después de 1990: Por favor no se coma a los animales.


14
Oct 06

Consuetudinario, o jacobino

1. Un muerto, y 28 casas y cinco automóviles quemados, fue el saldo que dejó el enfrentamiento entre los residentes de varias poblaciones que invadieron la aldea Tzucubal con el objetivo de capturar a un grupo de personas acusadas de vender niños. Así decían las noticias el 2 de octubre.

Para el 3, las cosas se pintaban peor; ya que para entonces, con el apoyo del alcalde del lugar e impedido el ingreso de la policía, 18 mujeres y cinco hombres fueron azotados y rapados.

Entre la actitud de este jefe edil y la del munícipe de Acatán, más los 12 casos de este tipo que en lo que va del año tiene registrados el Organismo Judicial, incluido el espeluznante caso de Sumpango, uno puede concluir, ¡otra vez!, en que el estado de Guatemala ha colapsado y que se está disolviendo en la anarquía.

¿Por qué no ocurrían tantas cosas de estas hace diez, o quince años? La hipótesis de un cuate es que la presencia del Ejército impedía estos desmanes entre la población indígena. “Los que estamos desubicados somos nosotros; porque, ¿de dónde sacamos que Guatemala es Occidente?”, dice el citado.

Y talvez sea cierto. Por cierto que según un mito tzutujil los K´ulantun winaq eran hechiceros cuyas costumbres malignas no tenían límites e incluían el robo de niños para el sacrificio (Stanzione, 2000). Mitos como este dan pie para que entre los indígenas, el simple rumor de un posible robo de niños puede desencadenar linchamientos. (Si me escribe a luisfi@intelnet.net.gt le mando un articulín que publiqué al respecto). Y si no, ¿qué explica hechos como el de Tzucubal, el de Sumpango, el linchamiento de aquellos turistas japoneses en Todos Santos y el ataque espantoso que sufrió June Weinstock, en San Cristóbal Verapaz?

Sin embargo puede que haya más. Mi hipótesis es que a aquellos grupos que se oponen a las adopciones y que andan por ahí asustando a la gente sencilla con historias sobre el robo de niños, se les ha ido la mano. Esas historias han revivido los mitos primitivos más profundos y han despertado demonios que estaban dormidos. Y como consecuencia, el estado de Guatemala se disuelve en la anarquía; entre una mezcla de intereses políticos retorcidos, algo de mumbo jumbo y el activismo (y la abulia) de elites irresponsables.

En medio del caos, los desmanes de la plebe se confunden con un supuesto derecho consuetudinario; haciéndose a un lado el hecho de que este se deriva de los precedentes judiciales y de la costumbre, siempre y cuando esta última sea repetida a lo largo de muchos años y que, por lo tanto, goce de un uso repetido y generalizado, al mismo tiempo de que, en torno, a ella exista una conciencia de obligatoriedad.

La quema de personas y de propiedad, los azotes y otras penas infamantes, puede que sean un fenómeno nuevo entre las comunidades indígenas, atribuible a la ausencia del estado como gendarme y como juez.

Entonces, si el derecho consuetudinario ha de desarrollarse entre los indígenas como una alternativa para restituir la legitimidad del estado, la dirigencia política y social que apoya ese camino debe establecer una diferencia inconfundible entre aquel, y el jacobinismo de las plebes y el de los alcaldes con alcances modestos y pretensiones napoleónicas.

Si no lo hicieran, uno podría pensar que, en realidad, las dirigencias populares que vemos en foros, o en ONG y que medran en los organismos internacionales, tienen poca, o ninguna conexión con las verdaderas dirigencias locales con las que las poblaciones indígenas sí tienen conexiones informales, pero efectivas, talvez por consuetudinarias.

2. Mojito: Un turista chapín entra a una tienda de música, en La Habana, y le pregunta al empleado: “¿Tiene la canción Morir de amor, por las hermanas Fabrisa, en 45 revoluciones?” A lo que el empleado le responde: “No, ese no lo tengo; pero sí tengo Morir de hambre, por los hermanos Castro, en una sóla revolución”.


14
Oct 06

El poder de la ecohisteria

1. Mis maestros positivistas enseñaban que, en la Pirámide de Kelsen, la Constitución era la ley suprema y que debajo de ella estaban todas las demás normativas, reglamentos y circulares.

Desde otra perspectiva don Alberto Herrarte, enseñaba que el constitucionalismo era uno de los pilares del Estado de Derecho. Pero claro, para que aquello sea cierto debe haber concordancia entre las prescripciones constitucionales y la realidad social del ejercicio del poder. En esas condiciones el proceso del poder se somete a las normas de la Constitución. Una constitución semántica, según Herrarte, es aquella que si bien se aplica según sus prescripciones, estas tienen por objeto afianzarle el poder a sus detentadores.

Gottfried Dietze añade y advierte algo importante: que el constitucionalismo es una forma compleja de gobierno, difícil de perfeccionar.

Estas meditaciones vienen al caso porque en 1989 el Congreso de la República de Guatemala aprobó la Ley de Areas Protegidas sin cumplir con el requisito constitucional de contar con una mayoría de dos terceras partes del total de diputados que integran el Congreso.

El caso es que el Parlamento (organismo encargado de decretar, reformar y derogar las leyes) incumplió un requisito fundamental para que aquella ley fuera legal. Empero, existe una presunción de legalidad en cuanto a las normas emitidas por el Congreso; de modo que, aunque la Ley de Areas Protegidas haya nacido con un pecadote original, si a nadie le importa lo suficiente como para interponer una Acción de Inconstitucionalidad, aquella normativa tiene vigencia plena.

Puesto de otra forma puede decirse que mataron a un sujeto en la esquina, pero que, como nadie ha visto el cadáver, se presume que el muerto está vivo.

Pero el hecho es que alguien vio el cadáver. A principios de septiembre la Cámara de Industria de Guatemala impugnó la Ley de Areas Protegidas; ¡y los ecohistéricos pegaron el grito en el cielo!

No voy a discutir ahora si aquella ley es buena, o mala para la protección del ambiente. Voy a pasar por alto que el narcotráfico, la tala ilegal de bosques y el contrabando campean en las áreas protegidas; y voy a hacerme el loco con aquello de que lo que es de todos no es de nadie.

El punto que de verdad me llama la atención es que, como la ley citada sirve a los intereses de algunos ecologistas y de muchos ecohistéricos, el vicepresidente Stein ha intervenido y ha movido a la CIG para que retire su impugnación. De esa cuenta, la Cámara desistió de la Acción de Inconstitucionalidad. Pobrecitos los ecohistéricos; ¡pero que poder tienen!

Como veo las cosas es así: existe una violación constitucional evidente en una ley importante; pero como hay grupos de interés poderosos a quienes no les conviene que se destape esa olla, el comandante-vicepresidente ha conseguido que prevalezcan aquellos intereses sobre la Pirámide de Kelsen, el constitucionalismo, y sobre el Estado de Derecho mismo.

Estoy claro en aquello de que no hay inconstitucionalidad sin declaratoria de inconstitucionalidad; pero hay un muerto en la esquina y ya hiede. Sin embargo, el poder político y los grupos de interés han acordado que sigue vivo y que aquí no ha pasado nada.

Me atrevo a decir que no es así como se perfeccionan el constitucionalismo y el Estado de Derecho. Así como vamos, mejor sustituyamos aquella norma que dice que el ejercicio del poder está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley (artículo 152 de la Constitución); por una que diga que el poder está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley, siempre y cuando los funcionarios y los grupos de interés no dispongan lo contrario.

2. ¡Felicitaciones!, a las autoridades encargadas de Presidios y de la Seguridad Ciudadana por la limpieza que hicieron en Pavón y que debe continuar en otras áreas


14
Oct 06

Hermano lejano

En San Salvador me causó gracia, y algo de ternura, un monumento que allá llaman Al hermano lejano; y en Nuestro Salvador, en Nueva York, el presidente Oscar Berger fue a recibir palo de parte de los chapines lejanos.

“Es lamentable ver a los adolescentes arriesgando su vida porque en Guatemala no encontraron apoyo”, dijo una migrante. “Nos damos cuenta de que la mayoría de promesas que con entusiasmo nos hiciera han quedado insatisfechas”, expresó otra.

Por su parte, Berger les dijo a los migrantes que “ustedes son héroes, no sólo por los $ 3 mil millones de divisas que le dan al país al año, sino por el ejemplo de lucha”; a lo que un migrante le respondió que “los héroes, como usted nos nombra, necesitamos un pronunciamiento más fuerte”. Los migrantes no quieren que Berger respalde la propuesta de “trabajos temporales”, del presidente George Bush.

Berger es tan bueno que, como aquel personaje de Quevedo, salió de la Gran Manzana acompañado por doscientos cardenales.

La paliza, claro, no fue del todo inmerecida. En el mundo, unas 200 millones de personas, o sea el 3% de la población del Globo ha salido de sus países y envían a ellos unos $ 250 mil millones en remesas, según estimaciones del banco mundial. “Las remesas son la más grande fuente de financiamiento externo para los países en desarrollo”, dijo Dilip Ratha, del World Bank, citado por un artículo publicado en Investor´s Business Daily, publicado el 15 de septiembre pasado.

Pero aquí viene lo bueno. El artículo citado cuenta que Kofi Annan acaba de decir que “los gobiernos están empezando a ver a la migración internacional a través del prisma de la oportunidad, en vez de hacerlo a través del prisma del miedo”, en el supuesto de que la emigración beneficia a los países desarrollados.

La tesis del artículo es que si bien es cierto que algunos gobiernos se benefician de la migración, estos no son los que Annan supone. ¡Los que se benefician de la migración son los gobiernos miserables del Tercer Mundo!

En países como Guatemala, la migración sustituye a las oportunidades económicas; y los gobiernos malos disfrutan de las remesas como una recompensa para su mala administración. Las remesas engrosan las reservas internacionales y tienen efectos parecidos a los ingresos por exportaciones y por turismo: le permiten al gobierno seguir gastando dinero.

Por eso, dice el artículo, es que en México las remesas han alcanzado cifras record, algunas veces excediendo los montos de la inversión extranjera y drenando a los talentos del los países que generan migrantes.

“Tanto en México como en las Filipinas [y ahora en Guatemala] los gobiernos califican de héroes a sus trabajadores en el exterior”, dice el artículo, y anota que el presidente de Ghana le agradeció a sus trabajadores migrantes por las remesas que envían. 21% de los filipinos, que generarán cerca de $12 mil millones en remesas en 2006, consideran que su gobierno es “totalmente sin esperanzas”; ¿Qué pensarán los emigrados chapines que producen $3 mil millones?

Zimbabwe tiene 80% de desempleo, 1,200% de inflación y 90% de sus graduados universitarios viven en el exterior. Las remesas son lo único que mantiene a flote el odioso régimen marxista de Robert Mugabe. La mitad de la población depende de las remesas y algunos Zimbabweses le han dicho, a la prensa local, que sin las remesas ellos se morirían.

Según información de Reuters, la ONU parece creer que Occidente tiene el deber de procurarle un empleo a cada ciudadano de aquellos países cuyos gobiernos han colapsado y que se rehúsan a facilitar el desarrollo y la creación de riqueza para sus habitantes. “Esto es, esencialmente, una transferencia de riqueza de parte de Occidente hacia países fracasados a los que les importa poco el desarrollo económico y los derechos individuales”, dice el análisis de Investor´s.

¿Quién se beneficia netamente de la migración? Gobiernos miserables como los de México, Filipinas, Ghana, Zimbabwe, Ecuador, El Salvador y Guatemala.


14
Oct 06

Otra Guatemala

Para la perpetuación de la miseria en Guatemala, el legado de la Revolución del 44 sigue siendo la plataforma de la izquierda y de los populistas chapines.

Aquel proceso está asociado a calamidades como la reforma agraria (una cruzada contra el derecho a la propiedad), el Código de Trabajo (y a la muerte del derecho de trabajo), la educación pública (y la negación del derecho de los padres a elegir la educación para sus hijos), y la seguridad social (o sea al monopolio y el empobrecimiento de las clases pasivas).

Una tarea permanente de las izquierdas, y de los populistas, ha sido la recuperación de aquella plataforma nefasta. De ahí la guerra, con sus asesinatos, secuestros y extorsiones, llevada a cabo por las guerrillas marxistas leninistas durante 36 años. La firma de los Acuerdos de Paz pretendió detener aquella historia de terror; pero como los acuerdos eran ilegítimos y las izquierdas no alcanzan sus objetivos de poder, la paz sigue postergada.

La criminalidad, la impunidad, los abusos, el racismo y la pobreza de millones de personas siguen caracterizando la polarizada realidad nacional. El Estado, colapsado y totalmente carente de autoridad moral, ha sido engordado por redes de corrupción y de grupos de interés. Las formas de opresión clasistas y etnicistas se han convertido en relaciones de muerte.

Las elites dominantes y sus socios, los exguerrilleros, persisten en usurpar el Estado para preservar sus privilegios. No están dispuestos a perder el control del gobierno y vuelven a abusar de su poder con el continuismo de políticas que concentran la inversión pública para sus proyectos, abusan de la ingenuidad de los tributarios, saquean los recursos naturales y violan los derechos individuales y la igualdad de todos ante la ley.

La soberanía agoniza frente a procónsules europeos, norteamericanos, sudamericanos y de organizaciones internacionales que favorecen sus intereses y los de su clientela local.

Un régimen que basa su funcionalidad en la impunidad y en la ignorancia pretende sellar en piedra un modelo socialista que profundiza los mismos problemas estructurales. La juventud, la población migrante y la mayoría de familias sienten como nunca el impacto de aquel sistema que cierra los caminos para vivir en paz. Hoy se desbordan el crimen organizado y la inseguridad ciudadana. El Estado es cebado por alianzas mafiosas que ejercen control sobre áreas extensas del territorio nacional.

Guatemala necesita un cambio de dirección. Nuestra nación reclama con urgencia una reforma profunda del Estado con la participación cívica de todos los individuos que respetan la vida y la libertad. Guatemala exige acción de parte suya, lector, para detener aquel sistema perverso de poder.

Es el momento de convocar a una alianza que se base en una propuesta coherente, en la que quepan todos menos aquellos que hayan sido parte de actos terroristas y violatorios de los derechos individuales, o violatorios de la igualdad de todos ante la ley; así como de hechos de corrupción pública y privada, del crimen organizado, del narcotráfico y de la guerrilla.

Es el momento de llamar a todas las personas, sin distingo de clase, etnia, género, religión, edad, ocupación, o preferencia deportiva, para formar un frente cívico social para la reforma del Estado. Uno que no se deje engañar por los cantos de sirena de los multiplicadores de privilegios y de los generadores de enfrentamientos.

En el mes de la patria y de mi cumpleaños, esta columna está dedicada a los guatemaltecos buenos; en especial a los que, de buena fe, firmaron el campo pagado titulado Otra Guatemala es posible, suscrito el 10 de septiembre pasado. ¡Animo!


14
Oct 06

Ubicatex

“Los que estamos desubicados somos nosotros; porque, ¿de dónde sacamos que estamos en Occidente?”, me dijo un cuate cuando comentábamos el “código penal de Acatán”, las penas infamantes y los linchamientos que se aplican entre los indígenas guatemaltecos.

Después de mi dosis de Ubicatex forte pensé que de repente y sí. Que de repente y hay una parte de Guatemala que está más cerca de los talibanes, de Pol Pot y de Evo Morales, que de Occidente.

Pero, ¿qué es Occidente? Hace miles de años algunas especies de primates superaron el salvajismo y la barbarie y descubrieron la división del trabajo y la cooperación social. Unos grupos atravesaron las edades de bronce y de hierro para desarrollar culturas y organizaciones sociales complejas; y de ellos, sólo unos pocos cruzaron los umbrales de la revolución científica e industrial de los siglos XVII y XVIII.

A lo largo de ese recorrido, la experiencia humana en Occidente se enriqueció enormemente con aportaciones importantes. En Grecia fue desmitificada la naturaleza y fue democratizada la vida de los hombres en sociedad. En el Renacimiento fue rescatada, la humanidad, de aquella hibernación que había sido la Edad Media.

El espíritu de Prometeo, caracterizado por el dominio acumulativo y progresivo del entorno físico y social, por medio de la tecnología y de la ciencia se hizo manifiesto. Reconociendo, claro, que aquellas tecnología y ciencia son simples medios al servicio de fines más altos y más importantes. Fines relacionados con la búsqueda de la felicidad y con los ideales de justicia, de libertad y de solidaridad basados en el respeto a la persona humana y a su dignidad.

“Esta aventura del hombre occidental no puede dejar de suscitar admiración. Indudablemente el esfuerzo de la humanidad por escapar a la animalidad primitiva, de dominar a la naturaleza y de civilizarse, proporciona una visión inspiradora”, dice Louis Rouggier en El genio de Occidente, obra de la cual extraje el resumen de arriba y que concluye en que dondequiera que prevalezcan los derechos del hombre y los procedimientos que los garantizan, dondequiera que se respeten las reglas de la investigación científica , y dondequiera que se respeten las libertades de pensamiento y de expresión, allí está Occidente.

Y advierte, eso sí, que lo que Occidente llama progreso podría parecerles a algunos hombres un desasosiego carente de significado. Y que aunque no tenemos derecho a imponer nuestros valores y nuestros modelos de conducta; todos tenemos la obligación de mantener las condiciones necesarias para la coexistencia pacífica.

Cuando era adolescente me impresionaba una foto que vi. Era una mujer rapada que, con su niño en brazos, huía de una multitud que la acosaba. Era una foto de la barbarie durante la II Guerra Mundial. Ahora imagino mujeres rapadas y hombres azotados e hincados en maíces; y me pregunto: ¿estamos volviendo a la barbarie? ¿Estamos en Occidente?

Veo el “código penal de Acatenango” y leo que la violación por la noche está penada, pero que no se dice nada de la violación de día. Veo que el divorcio está prohibido. Veo que no está permitido jugar básquetbol, pero que no se dice nada del fútbol. Veo arbitrariedad por todas partes. Veo que Occidente está más lejos de lo que yo creía. Al paso que vamos los guatemaltecos no sólo vamos a tener que elegir entre las nimiedades de todos los días. Tarde, o temprano nos enfrentaremos al dilema de elegir entre Occidente y otra cosa. Y ¿sabe quienes van a ser los culpables? Vamos a ser usted y yo que vimos como es que ocurría el desmadre e hicimos poco, o nada, para evitarlo. El estado de Guatemala, que ha colapsado, necesita una reforma de fondo; porque no es con cambios de personas que evitaremos el descalabro de la sociedad guatemalteca. Como dice mi cuate: ¡Ubicate!, no necesitamos cambiar de piloto; lo que necesitamos es cambiar el pichirilo.


14
Oct 06

Tres remedios

Hace años dos amigos y yo tuvimos una empresa. Al poco tiempo de iniciar operaciones, llegó al negocio uno que había sido mi jefe y a quien le tengo muchísimo respeto y cariño. En la entrada puso su mano sobre mi hombro, me vio a los ojos y me dijo: “Luis, ahora su única responsabilidad es obtener utilidades”.

La frase y la mirada me golpearon duro porque tenía toda la razón del mundo. No sólo tenía que pagar la renta, cumplirle a mis proveedores, pagar los salarios de mis empleados y satisfacer y mantener contentos a mis clientes. También tenía que obtener utilidades para mis socios y para mí. ¡Muchas personas se beneficiarían del éxito de la empresa! Y muchos perdieron cuando fracasé en generar utilidades.

Les cuento esto porque la semana pasada escribí sobre la responsabilidad social empresarial, concepto que es el Caballo de Troya al que muchos empresarios de buena fe, y algunos empresaurios vergonzantes, le han abierto las puertas. Yo digo que de dicho caballo saldrán impuestos y barreras no arancelarias; pero lo peor de es que ya ha salido la creencia de que el empresario exitoso no es un beneficiario de la humanidad, sino un saqueador que debe “devolver” algo de lo que ha tomado.

Una de las primeras objeciones que leí, acerca de la idea de que la única responsabilidad del empresario es generar utilidades es que eso de las ganancias es aceptable a duras penas y que definitivamente no debe hacerse a costa de otros, o del bien común.

Olvidan, quienes sostienen aquellas objeciones, que una empresa exitosa en una economía de mercado, sólo puede serlo si opera con honestidad y si cumple sus contratos. Una empresa exitosa, en una economía de mercado, sólo puede serlo si basa sus operaciones en normas de recta conducta; y en una economía de mercado, la única forma en que el empresario puede tener éxito es satisfaciendo las necesidades de sus clientes y produciendo algo que los demás quieran y que prefieran comprárselo a él, en vez de comprárselo a alguien más.

Por eso es que todo empresario que da empleos y que tiene contentos a sus clientes, ¡y que encima tiene utilidades!, sin acudir al Legislativo, o a la casa de gobierno, debería ser un héroe, y no un penitente.

¿Y sabe usted qué? Que con sus utilidades, yo no conozco un solo empresario exitoso que no tenga por lo menos una obra de caridad favorita. Toda sociedad protectora, toda fundación y toda liga recibe generosas donaciones de personas que deciden compartir sus utilidades en lo individual y de manera voluntaria (y por eso es que también en forma virtuosa). ¿Se da cuenta? No habría nada que dar, si primero no hubiera ganancias. Y si la caridad no fuera voluntaria, ¿sería virtuosa?

Yo propongo tres remedios para aquellos empresarios que se sienten presionados para caer en la trampa de la RSE: el libro La buena empresa, que venden en el Centro de Estudios Económico-Sociales (teléfono 2338-7828); el libro Virtues in Verse: The Best of Berton Braley (que se consigue en Amazon); y el discurso de John Galt, en La rebelión de Atlas (que también se consigue en el CEES).


14
Oct 06

Carpe Diem, en un espacio nuevo

Este espacio es una continuación, en formato de Blog, de la publicación electrónica de mis columnas que antes se hacía en www.geocities.com/luisfi61. Las columnas originales son publicadas cada sábado en el diario guatemalteco Prensa Libre, www.prensalibre.com.gt