25
Ene 10

Pavlik Mórozov y el caso FedEx

Pavel Pavlik Mórozov era el prototipo de héroe soviético: A la edad de 13 años Pavlik era dirigente de Los jóvenes pioneros y denunció a su padre, por alta traición, ante las la policía secreta. Aparentemente el padre de Pavlik colaboraba con los enemigos del estado. Por la denuncia fue sentenciado a 10 años de trabajos forzados y no se sabe si sobrevivió al castigo. En respuesta a su denuncia, Pavlik fue asesinado por su propia familia y los soviéticos lo convirtieron en mártir y héroe.


El mensaje era claro: Oponerse al los designios de los políticos que controlaban el estado es malo; y el estado está antes que cualquiera otra cosa, incluida tu familia.

En esa historia pensé cuando leí que un empleado de la empresa FedEx, de Palm Beach County, en Florida, llamó a la Policía para que capturara a un grupo de guatemaltecos cuando llegaron a recoger su pasaporte. Y claro que existen leyes migratorias, y claro que hay que cumplirlas; pero hay que tomar en cuenta que el delito migratorio no es un delito intrínsecamente inmoral o delicta mala in se, como se dice en la doctrina del Derecho. Es un delito sólo porque pasar fronteras sin documentos válidos está prohibido por la ley positiva o delicta mala quia prohibita. El asesinato y el robo son delitos intrínsecamente inmorales porque violan derechos ajenos como el derecho a la vida y el derecho de propiedad; pero eso no ocurre con el delito migratorio.

Denunciar emigrantes, entonces, no tiene las mismas implicaciones morales que las que tiene denunciar ladrones, o denunciar asesinos. Empero, parece que el empleado abrió el fardo con pasaportes sin contar con la orden de un juez y no siguió los procedimientos. A mí me recordó la historia de Pavlik porque este es el caso de una persona que no duda en estropear vidas humanas, con tal de colaborar con los designios del estado.

El caso también me pone a pensar en la hipocresía de las autoridades chapinas y de la opinión pública. El Ministerio de Relaciones Exteriores prescindió de FedEx para el traslado de correspondencia oficial; y a mí, eso me parece una decisión atinada. La doble moral, sin embargo, está en el hecho de que en Guatemala, la administración también persigue a los emigrantes ilegales. Aquí se persigue, se encierra, se maltrata, se humilla y se deporta a centroamericanos, sudamericanos y asiáticos que salen de sus países y pasan por el nuestro en busca de una vida mejor. Eso sí…cuando es a un guatemalteco al que le hacen lo que aquí se les hace a otros, entonces sí se arma un alboroto.

31
Mar 08

Pavlik, y los soplones

Pavlik Morózov, c. 1932, fue un joven soviético glorificado por la propaganda de la Unión Soviética por haber denunciado a su padre.

A los 13 años de edad, Pavlik acusó a su padre de alta traición ante las autoridades soviéticas; y luego fue asesinado por su familia. Las suya era una historia que ilustraba la moralidad soviética: oponerse al Estado es egoísta y el estado es más importante que la familia.

Su historia fue objeto de lecturas obligatorias para los niños, canciones, obras de teatro, poemas sinfónicos, ópera y biografías. Hubo escuelas y grupos juveniles bautizados con su nombre La historia, como parábola de la moralidad colectivista y totalitaria pudo ser una fabricación, pero aparentemente Pavlik si existió.

La historia de Pavlik viene a cuento porque el domingo, en un diario chapín, leí la queja de un sujeto que acusa a los propietarios de restaurantes de una playa guatemalteca de evadir impuestos y de no extender factura.

Como los tributos son dinero ajeno tomado por la fuerza por el Estado, para financiar actividades que los propietarios del dinero no financiarían voluntariamente, ¿tienen, los tributarios, derecho resistirse a la expoliación? Y quienes denuncian esa resistencia, ¿actúan como Pavlik rendidos ante el colectivismo y el estatismo? Un padre de familia, ¿debería renunciar a darles ciertas comodidades a sus hijos, en favor de entregar sus recursos a quienes usan la fuerza de la ley para financiar sus intereses?
¿Quién es el pura lata, el que protege el fruto de su trabajo; o el soplón que lo denuncia por eso?

La foto la tomé de The Moscow Times.