29
Abr 22

La lápida de mi bisabuela

 

¡Se robaron la lápida de mi bisabuela, Gilberta! ¡Se la robaron en el Cementerio general que está a cargo del Ministerio de Salud!  A quienes se la robaron, y a quienes tienen y han tenido en abandono esa necrópolis les deseo el mal.

Doña Gilberta murió en 1920, en plena Semana trágica, durante los eventos que rodearon a la caída del don Manuel Estrada Cabrera.  Con la lápida de mi bisabuela también se robaron otras lápidas de familiares cuyos restos se hallan en el mausoleo.  El caso -en mi familia- no es único, el bronce y las barandas de hierro del mausoleo de mi bisabuela Adela también fueron robados.

Décima, de izquierda a derecha, mi bisabuela Gilberta Cabrera sentada.

En realidad, todo el Cementerio general de la ciudad de Guatemala ha sido saqueado y destruido por el mismo tipo de chatarreros que han vandalizado la Avenida de la Reforma y la Avenida de las Américas.  El monumental mausoleo de Justo Rufino Barrios está desmantenlado casi en su totalidad, y en la cripta habitan rufianes.  Algo ha rescatado el Ejército, pero la belleza del lugar se ha perdido.

En el camposanto merodean asaltantes y traficantes de drogas. La última vez que visitamos la tumba de Gilberta, con mi mamá, tuvimos que abandonar la idea de limpiar el lugar porque por el área rondaban sujetos de muy mal aspecto, en moto.

¿Me vas a decir que de esos pillos no saben nada la administración y el Ministerio? ¿Has ido a un entierro ahí últimamente? La última vez que fui me devoraron los zancudos y he oído que a veces hay que llegar con bombas de iglesia para detonarlas y espantar a los zopilotes durante los sepelios.  ¡Es una indignidad y una afrenta!

La podredumbre, la descomposición y la inmundicia que hay en el Cementerio general no sólo es un reflejo de todo lo que está mal en Guatemala y en la administración pública.  Es una falta de respeto y un desprecio para la memoria de las personas que fueron enterradas ahí y para sus familias.

Por eso no tengo empacho alguno en desearles el mal a los burócratas y políticos que han convertido el Cementerio en una imagen de su abulia, de su corrupción y de su indecencia, por décadas.

Columna publicada en elPeriódico.


28
Abr 22

¿Los derechos se excluyen unos a otros?

 

La respuesta corta a la pregunta de si los derechos se excluyen unos a otros es ¡No! Si dos pretensiones se excluyen una a la otra, por lo menos una de ellas no es un derecho.  ¿Me explico?

El derecho de manifestación o de protesta es una forma de materializar el derecho a la libre expresión y la libre circulación es una forma de concretizar la libertad en términos de poder uno desplazarse sin tener que enfrentar coacción arbitraria, o sea de acuerdo con su mejor juicio.  Si alguien pretende manifestar mediante el bloqueo de las vías de circulación, esa persona viola el principio de no agresión porque da inicio al uso de la amenaza de la coacción arbitraria sobre quienes no podrán circular libremente.  La pretensión de impedir la libre locomoción no es un derecho porque viola derechos ajenos.

Una de las características de los derechos es que su ejercicio no viola derechos ajenos.  Si una pretensión viola derechos ajenos, es imposible que pueda ser clasificada como derecho porque los derechos son acuerdos morales que nos permiten actuar sin la interferencia, coerción, o compulsión arbitrarias por parte de otros al perseguir nuestros valores, de acuerdo con nuestro mejor juicio.  Un derecho es una facultad que es buena para hacer lo que es correcto para conseguir valores (Valores éticos, se entiende).  En inglés es más fácil ver la coincidencia conceptual: It is a right, that which is right. Es un derecho aquello que es correcto; e iniciar la violencia, o las amenazas de uso de la violencia, ¿es correcto? No.

El bloqueo es, sin lugar a dudas, una forma de impedir que las personas persigan sus valores de acuerdo con su mejor juicio.  Te impide llegar a tu trabajo, te impide llevar tus mercancías, y te impide llegar a clases, por ejemplo. El bloqueo es amenaza del uso de la fuerza, cuando no es el mismísimo uso de la fuerza.

De ahí que aunque la facultad de manifestar o a protestar es un derecho (porque es una forma de materializar la libertad de expresión), la facultad de bloquear no es un derecho, ni puede serlo y es inmoral fingir que lo es.

Por eso es que suele decirse que mis derechos terminan donde comienzan los tuyos. Mi derecho a manifestar o protestar, de ninguna manera puede interferir con tu derecho a ir a trabajar, llevar tu mercadería, o ir a clases sin tener que enfrentar coerción, o amenazas de coerción.

Los derechos son, precisamente, acuerdos morales cuya adopción generalmente aceptada nos permite la cooperación social pacífica; es decir, nos permite tener relaciones sociales en las que la violencia y la fuerza están excluidas.

La libertad, por cierto, no es un concepto vacío, ni etéreo.  Siempre, siempre se refiere a relaciones entre personas; y siempre, siempre, se refiere a acciones.  Eres libre cuando puedes actuar de acuerdo con tu mejor juicio racional, sin estar a merced de la voluntad arbitraria de otra persona, u otras personas.  Los bloqueos, por cierto, son la materialización de la voluntad arbitraria de impedir la libertad de locomoción para conseguir objetivos específicos y particulares de los individuos que bloquean.

¿Ves? No hay forma posible de que la posibilidad de bloquear esté incluida en la libertad de manifestación o de protesta; y, definitivamente, el bloqueo es amenaza de violencia contra quienes solo quieren ejercer su libertad de circulación en paz. Los derechos no se imponen unos sobre otros.  Si una pretensión se impone…no es un derecho.


26
Abr 22

¿Los mendigos se trasladan al sur?

 

Grupos de personas -normalmente centroamericanos, sudamericanos- suelen mendigar y vivir en condiciones precarias, en el parque Centenario y en las afueras del viejo edificio del Banco Metropolitano en la zona 1. ¿Se están trasladando a la 6a. avenida de la zona 10 y a la Avenida de las Américas?

Pregunto porque la semana pasada me topé con un grupo de estos personajes en la 6a. avenida y han sido vistos en la Avenida de las Américas.  En la Sexta mendigan y en Las Américas se les ha visto durmiendo.  Siempre van en grupos y reclaman el status de migrantes. Uno de ellos, por ejemplo, llevaba una bandera de Venezuela.  Es horrible que el socialismo y el estatismo hacen que la gente tenga que huir de sus países, dejar a sus familias y buscarse la vida en otras tierras.

¿Se suman estos grupos a los de pordioseros que ahora habitan en el Portal del Comercio? Durante la semana santa, por cierto, los migrantes/mendicantes estuvieron muy activos en el Portal importunando a la gente.

Desde hace ratos se multiplican los nidos de mendigos y hasta de delincuentes sin que las autoridades tengan la autoridad moral necesaria para removerlos, y sin que hacerlo implique sólo trasladar el problema a otro lado.   ¿Se están movilizando hacia el sur de la ciudad?


25
Abr 22

Alegre, emotivo y memorable Bravissimo 2022

 

Alegre, emotivo y memorable fue el recital con el que fue inaugurado el Festival Internacional Bravissimo 2022, después de que el de 2020 fuera interrumpido por los encierros forzados.

Cantamos…bueno….cantamos…ya sabes, como canta uno y es el público en una gran presentacion.  Pues cantamos Granada, Bésame mucho y María.  Fue un recital celebratorio en el que la cordialidad, el sentido del humor y el encanto de Haley Sicking, Dante Alcalá y el maestro Héctor Guzmán se sumaron a sus talentos artísticos y se ganaron al público desde el primer momento.  El programa incluyó una cuidadosa selección de ópera, Broadway y canciones populares que se complementaron para que, desde el público, nos sintiéramos parte de un reencuentro.

Yo, por supuesto, amé E luceván le stelle, de Tosca; y Autumn Leaves.  Esta última es una de las canciones más antiguas que recuerdo, desde mi infancia.  Creo que me gustaba su melancolía y su dulzura…como me gustan ahora.

El nombre del recital fue El canto y la ópera, la voz del alma; muy atinado.  Pero más atinado aún es que, el Festival de este año, está dedicado a la libertad, la paz y el amor.   Todos los escenarios estarán decorados con flores amarillas y azul claro…¿es necesario que te explique por qué?  Ese detalle del Departamento de Artes Escénicas de la Universidad Francisco Marroquín me pareció hermoso.

Me dio muchísimo gusto encontrar a amigos queridos y a bastantes personas conocidas en recital.  Me encantó ver muchos jóvenes.

Gracias a Geraldina Baca-Spross y a la directiva del Departamento por organizar Bravissimo 2022.  Gracias al equipo administrativo y técnico del Departamento y del auditorio Juan Bautista Gutiérrez por la excelencia con la que materializan el Festival.

Si eres nuevo visitando Carpe diem, quizá no sepas que he participado directamente en tres espectáculos de otros Bravissimo.


23
Abr 22

La cultura “woke” pasa factura

 

En 2017, la editora en jefe de la National Geographic Magazine anunció que una carátula woke de la revista le costó a la misma la pérdida de unos 10,000 suscriptores.  La noticia me llamó la atención porque ya desde los años 90 yo ya había perdido el interés por aquella publicación.  Yo, que en los años 70 esperaba con ansia febril su llegada por correo, yo que -según cuenta mi amigo, José Eduardo- no salía al recreo, en el colegio, por quedarme leyendo la revista.

La ilustración a tomé de https://xarxatic.com/pegagogia-woke/

Esta semana leí que Netflix perdió más de un tercio de su valor en la bolsa, digamos que unos US$ 54 millones, debido al rechazo de los suscriptores y accionistas que “están hasta el gorro” de la programación woke de ese canal que, en algún momento de su historia, era visto como un fenómeno imparable.

Debido a la orientación woke de la empresa, las acciones de Disney+ han perdido unos US$ 14 millardos como parte de reacciones de advertencia por parte de los suscriptores.  La magia de Disney -otrora una de las empresas más admiradas del mundo- está desapareciendo. También hay menos viajes a los parques.

La cultura woke ha infectado muchísimas instituciones e incluso empresas en muchas partes del mundo -incluida Guatemala-. Ha infectado las artes y la educación, el periodismo, las redes sociales virtuales y los deportes.  En ese ambiente el único antídoto para una filosofía corrupta e irracional como la del movimiento “woke” es una filosofía racional, apoyada en la razón, la lógica, la objetividad y el libre albedrío.

¿Estamos viviendo una reacción de esa naturaleza por parte de accionistas, suscriptores y clientes?

Seguro que es tiempo de que el liberalismo rescate causas legítimas como la igualdad de todos ante la ley y el antiracismo, aunque se incomoden sus socios desde el conservadurismo.  Quizá es tiempo de que los activistas colectivistas y constructivistas reconozcan que al despreciar el poder de la evolución social y forzar políticas en favor de sus intereses sólo han logrado alienar a posibles aliados y han dañado las causas que dicen defender.

Columna publicada en elPeriódico.


21
Abr 22

¡En carro por la Sexta!

 

La Sexta avenida originalmente era La Calle Real.  Cuando yo era niño, con mis padres y mis abuelas ahí se hacían las compras.  El carro era estacionado en algún parqueo -normalmente en el que está entre la novena y décima calles y de ahí bajábamos y subíamos hasta donde hubiera que ir.  Normalmente la jornada terminaba en la cafetería París, o en el Hotel Panamerican, dependiendo de con quién iba y a qué hora.

Haz clic en la foto para ver el recorrido.

Desde 2010 la Sexta es peatonal y está lejísimos de ser él un lugar fashionable para las compras. Su deterioro comercial comenzó a finales de los años 70; pero todavía es un lugar fascinante que me gusta muchísimo frecuentar.  El lunes, o martes de la semana pasada, debido a la procesión de ese día, la PMT nos desvió por esa vía y tuvimos la rara oportunidad de circular como se hacía antes.  Fue sólo una cuadra, pero sentí como un viaje en el tiempo.

El vídeo de abajo, por cierto, lo tomé en octubre de 2010 en el último día en el que se pudo circular en automóvil por la Sexta.  Los vendedores fueron reubicados.

¿Quién visita la Sexta con alguna frecuencia?


19
Abr 22

Meones en la zona 1

 

Aquí van dos meones cachados en la zona 1 durante la Semana Santa.  El primero está orinando junto al Palacio Nacional; y el segundo lo hace en la Sexta avenida.

De cuando en cuando, en casa jugamos con la idea de irnos a vivir a la zona 1; pero es el olor a meados y la suciedad es lo que siempre nos detiene.

Hace unos 15 años, cuando empecé a bloguear, una de las primeras secciones que incluí fue la de los meones; y la hice porque me llamaba la atención la cantidad de gente que hacía sus micciones en las calles.

¿Cuál es el origen aquella sección?  A finales de los años 80 el columnista José Eduardo Chepe Zarco organizó una campaña exitosa contra aquellos que tiraban basura en las calles; y el lema de la campaña era No sea coche; y más tarde, no se en donde, leí que en algún lugar de México a la gente que orinaba en la calle le gritaban: ¡Meón, meón!  

Sé que en Guatemala no abundan las facilidades sanitarias para quienes andamos en la calle; pero eso no quita que sea feo, sucio y una falta de consideración para los demás echarse una araña en la vía pública.


18
Abr 22

Los mendigos de vuelta en el Portal

 

Los pordioseros que en tiempos de El señor Presidente se arrastraban perdidos en las sombras a lo ancho de calles tan anchas como mares en la ciudad que se iba quedando atrás íngrima y sola y se juntaban a dormir en el Portal del Señor, ¿han vuelto para dormir en el Portal del comercio?

Pregunto porque la semana pasada pasé tres veces por el Portal, junto a la Plaza de la Constitución, y me pareció escuchar ¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre, sobre la podredumbre! 

Esto es porque, luego de añales de que no había mendigos durmiendo en el Portal y añales de que ese lugar se mantenía bien limpio e iluminado, ahora es el dormitorio del Pelele y de Patahueca. Otra vez.

Desde hace rato el Parque Centenario y el viejo edificio del Banco Metropolitano son nidos de mendigos y hasta de delincuentes sin que las autoridades tengan la autoridad moral necesaria para removerlos, y sin que hacerlo implique sólo trasladar el problema a otro lado. En consecuencia, los que podrían ser espacios encantadores de la ciudad sólo son espacios desagradables, peligrosos y hediondos.

¡Hasta el adefesio tenía habitantes la semana pasada!


17
Abr 22

Celebramos “Easter” o Pascua

 

La de Easter o Pascua es una fiesta de vida, de luz y de fertilidad; y en casa celebramos esta fiesta antigua con chocolates, mazapanes y el emblemático conejo.

Desde hace milenios es motivo de fiesta el inicio de la temporada en la que las noches son más cortas, en la que hay más horas de luz y cuando la primavera trae la fertilidad y la vida.

Los colores de esta fiesta antiquísima son los del amanecer y los de la vida  suave, agradable y tibia propia de la primavera, cuando hay vida y hay luz.  Mi abuela, Frances, solía estrenar ropa en esta fiesta y los colores que usaba eran los propios de la celebración.  También solía preparar almuerzos muy ricos, que normalmente incluían pays.

El lenguaje de los colores  es importante porque los de Easter contrastan notablemente con los de la semana santa, que son el negro y el morado.  El negro es el color de la muerte, de lo oscuro, de la soledad, del vacío de la noche, de la tristeza y del mal; y el morado (violeta, o púrpura) es el color del poder, de la magia y de la fe (vis a vis la racionalidad); es el color del confesionario y por consiguiente de la culpa, en contraste con la responsabilidad y es el de algunos ritos funerarios.

Cuando yo era chico, el conejo (animal que es imposible no relacionar con la fertilidad) llegaba a la playa, a Panajachel, a la casa porque mis padres acarreaban huevos de chocolate, o de almendras.  Sin que los niños nos diéramos cuenta, mis padres y tíos escondían los huevos en el jardín y en el momento oportuno nos decían que el conejo había llegado y que saliéramos a buscar los huevos. Cuando  crecimos, a los mayores se nos enviaba a alguna habitación lejos del jardín y -aunque ya sabíamos quienes escondían los huevos, y que no había tal conejo- igual disfrutábamos de salir a buscar y encontrar sus dulces y preciados obsequios.

Aquella tradición es de origen germánico y precede al cristianismo; pero también las culturas de Mesoamérica tienen conejos benefactores involucrados en sus leyendas.   En la Luna llena, donde en occidente vemos la cara de un hombre (o la de Jakie Gleason), los pueblos de mesoamérica ven un conejo igual que los chinos. Hoy en la noche sal a ver la Luna y verás al conejo.

¿Y cómo fue a parar ese animalito allá?

Según una leyeda de Chiconamel, en Veracruz, México, un dios ocasionó un diluvio universal; y un hombre y su familia se salvaron de ahogarse porque se escondieron en un cajón, siguiendo el consejo que les dio un conejo.  El dios en cuestión se enteró de los sobrevivientes cuando estos encendieron fuego para asar pescados; y entonces castigó al conejo que,  por haber salvado a los hombres, fue condenado a alumbrarlos y fue transformado en la Luna.  Esto lo leí en Imágenes de la mitología maya, por Oswaldo Chincihlla.

Desde tiempos muy antiguos, el conejo era un símbolo de la fertilidad asociado con la diosa fenicia Astarté, a quien además estaba dedicado el mes de abril.  En recuerdo de aquella diosa, a la festividad de pascua se la denomina Easter, en algunos paísesEsto es porque también era la festividad de la primavera para honrar a la diosa teutónica de la luz, a quien se conocía en el mundo anglosajón como Easter.  Para el siglo VIII los anglosajones ya habían tomado dicho nombre para la fiesta que celebramos en este día.

¡Por supuesto que no celebro dioses, ni diosas, pero sí lo que representan aquellos mitos: la fertilidad, la vida, y la luz.


17
Abr 22

Los placeres de bacalao

 

El bacalao a la vizcaína es el plato tradicional que muchos chapines comemos el viernes anterior a la fiesta de easter o pascua que algunos celebramos en el contexto del equinoccio de primavera.  Y uno de los mayores placeres del bacalao es compartirlo.  Compartirlo con familiares y amigos.

Claro que ese es el caso de todos los platillos que llamo ceremoniales: el fiambre en el contexto del día de los muertos; el pavo en la Navidad y el solsticio de invierno, así como en el Día de acción de gracias.  También con el mole en mi casa, y con otros.  Son platillos que saben mejor si hay con quien compartirlos.

En mi columna de ayer conté poco más, o menos la receta. Porque no es que haya receta, todo es al tanteo.

Desde que yo era niño recuerdo que amaba el bacalao a la vizcaína, tanto en las casas de mis abuelas como en la de mis padres.  Ahora nos lo gozamos mucho en casa.  Desde el día que lo vamos a comprar, pasando por los procesos de quitarle la sal, hasta el momento en el que lo preparamos y, ¡Por supuesto! hasta el instante en el que lo probamos con buen pan francés!…y cerveza. Ahora me gusta mucho con cerveza.

El viernes lo disfrutamos acompañado por arroz, encurtido y cervezas en compañía de nuestros amigos Sergio y Willy.  El postre fueron garbanzos en dulce y miel de garbanzos.  Luego salimos a vivir las tradiciones propias de la temporada.

Las tradiciones chapinas son para todos los sentidos: para el gusto, el olfato, la vista, el oído y el tacto.  Platillos, flores y frutas, imágenes y recuerdos, música y texturas; y en casa nos siempre las aprovechamos para pasar buenos ratos, construir nuevos recuerdos y revivir los viejos. Las tradiciones no son buenas, ni malas por ser tradiciones; su bondad, o perversidad dependen de sus contenidos particulares y de los significados que les damos.  En esta temporada, por ejemplo, algunos centran su atención en la muerte y en el sacrificio; mientras que otros nos orientamos a la vida y al propósito.  Hay tradiciones aborrecibles como la ablación y tradiciones hermosas como la de recorrer las calles en la noche durante las conmemoraciones de esta temporada.

El viernes, por cierto fue una oportunidad estupenda para que mucha gente recuperara la dignidad y perdiera los miedos sembrados hace dos años.  El espíritu festivo y cordial de la gente en las calles -e incluso en las multitudes- contrastaba muchísimo con las malas vibras de hace dos años.