07
Abr 17

Mi temporada favorita

Escucha el podcast aquí.

Esta es mi temporada favorita en Guatemala; la de los cenzontles, los matilisguates, las jacarandas y los paloblancos.  La del corozo y la de los jocotes marañones.

Hubo un tiempo en mi vida en el que era impensable no salir “de temporada” en estos días; y con mis padres eso significaba ir a la playa.  Más tarde era irme a Panajachel.  Desde hace unos años, es tiempo para quedarme en casa y disfrutar de las tradiciones culinarias chapinas en compañía de amigos.

Los platillos chapines de estos días están íntimamente relacionados con el ayuno y la abstinencia conventuales; pero “¡a la chapina!”.  Es decir, guardando las apariencias…sin descuidar lo que es importante.  Por ejemplo: el bacalao que sustituye a la carne, no es un pescado humilde y nunca lo fue.  El pescado seco, envuelto en huevo y con verduras, tampoco es lo sencillo que aparenta. Los moyetes, con crema, almendras y un toque de buen ron, nunca fueron un postre que evoque privaciones y renuncias.  Los garbanzos en dulce son una delicadeza digna del más epicúreo de los comensales.  El encurtido bien hecho es riquísimo y quiere talento.  La variedad de empanadas –especialmente las de salmón, que ahora son hechas con atún– son un placer cada una.  Los panes dulces de la costa, con huevos de las gallinas de la casa, leche de la vaca del vecino y queso de doña Fulana, son fiestas en hornos de leña.

En casa de mis padres, era tradición comer fiambre en esta temporada.  Mi madre lo congelaba en noviembre; y en esta temporada, el primer día que llegábamos al mar, día de desempacar y para no cocinar, almorzábamos aquel plato frío.  En mi casa conservamos esa tradición y almorzaremos fiambre mañana sábado, o el próximo lunes. En casa hay un desayuno tradicional el jueves y un almuerzo tradicional el sábado (cuando no vamos donde mi tío Rony).  El viernes gozamos el bacalao de doña Yoli, luego de hacerle su alfombra.

¿Viste? El equinoccio de primavera –esa fiesta de fertilidad que se celebra con conejos y huevos– es una de las más chapinas entre las fiestas.  Mis deseos son que la pases con personas que valoras, alegre, en paz, y con prudencia.

Actualización: Hice una consulta en @luisficarpediem para explorar cuál es el plato favorito de esta temporada entre los lectores y resulta que para 11 personas de las 22 que contestaron, el bacalao es su predilecto.

Columna publicada en elPeriódico.


23
Mar 16

¡Pan para Judas!

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¡Ya vino el pan para Judas!  En la Costa Sur es tradición que durante el miércoles de esta temporada la gente recorra las poblaciones y pida pan para Judas.  Van con un Judas de trapo y música, recaudan dinero, pan, miel de garbanzos, café y chocolate que luego usarán para compartir durante las conmemoraciones del jueves.

En casa, nuestro pan para Judas lo hace la querida Shalvi en Coatepeque.  Es un pan artesanal, hecho con cariño, con huevos y leche domésticos.  Un pan que integra sabores, aromas, colores y textura de una forma espectacular.  Un pan que es primordial. En las poblaciones se ven canastos de pan que van y vienen por los barrios y los caminos.  La gente madruga para agarrar turno en el horno.

Da mucha alegría cuando abrimos la caja en que viene el pan y damos las primera mordidas.  El aroma que sale de la caja invade la sala y anuncia que es fiesta.  El pan de esta temporada es para compartir y para disfrutar.  Es tradición que cada familia haga su propio pan y como suele suceder, las familias son muy orgullosas del que hacen y las recetas se remontan a los tiempos de los bisabuelos.

Por supuesto que, como tiene que ver con comida, esta es una de mis tradiciones favoritas de la temporada.


08
Dic 15

El diablo se fue feo anoche

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Ayer cumplimos con la tradición chapina de reunirnos  para encender un fogarón en el cual se supone que arde el diablo.  Es un rito tribal y supuestamente purificador en el cual se entregan a las llamas nuestros diablos personales, simbólicamente.  ¿Cúal es tu diablo que quemas el 7? Los míos son dos que vuelven y vuelven cada año: la impaciencia y la maña de procrastinar.

Hay, sin embargo, una perspectiva sobre el diablo, que es fascinante y que mi cuate, Warren, explica muy bien: el diablo es un héroe porque su dios era un tirano absoluto.  Luzbel se rebeló contra la tiranía, ¿por qué no habría de ser heróico?  Luego, ¿no fue el diablo quien animó a Eva a comer el fruto del árbol de la sabiduría? El diablo, en ese contexto, es Prometeo.  ¿Por qué iba a ser símbolo del mal un héroe que abre las puertas al conocimiento?  Tal vez hay que repensar la celebración de ayer y…¿te diste cuenta de que el fuego al diablo es como el agua a un pez?

Con los fogarones se queman cohetes y a su alrededor acuden los amigos y la familia. Ayer el fogaron tradicional en casa de los Peter estuvo acompañado por tamales y ponche deliciosos.

La novedad de este año fue que el cuate, Juanca, mandó a hacer un diablo que llevaba en sus manos La crítica de la razón pura, por Emanuel Kant; el hombre que, según explica Ayn Rand, le cerró la puerta de la filosofía a la razón y expresamente se propuso salvar la moralidad del auto sacrificio.  Esas son las malas ideas que se quemaron anoche. Por supuesto, Kant es muy popular entre los místicos.

Muchas culturas tienen tradiciones similares y las que recuerdo ahora son las hogueras de los celtas y las fallas valencianas.  De distinta naturaleza entre sí, y muy diferentes a nuestra Quema del Diablo, todas están relacionadas con el uso del buen fuego que ilumina y purifica.

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14
Sep 15

Septiembre, mi cumpleaños y pasteles de Luna

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¡Ya es mediados de septiembre, tiempo de celebraciones: mi cumpleaños  (que es el día 17) y el momento para pasteles de Luna!

En otoño los chinos celebran el Festival Zongquiu y es una costumbre la elaboración de aquellas delicias. Los pasteles de Luna son densos comparados con los pasteles occidentales tradicionales; y suelen estar decorados con caracteres que aluden a la felicidad, la longevidad y otros buenos deseos, acompañados por imágenes de flores y conejos entre otros.

Los rellenos varían; pero usualmente son pastas de flor de loto, de frijoles dulces, o de alguna combinación de nueces y semillas. Me me gustan los que tienen incluida una yema de huevo salada; pero los prefiero sin huevo. Me gustan mucho más con sólo rellenos dulces no sólo por su sabor delicado, sino por su textura y su aroma.

A mí, los pasteles de Luna me gustaron desde la primera vez que los probé, seguramente a finales de los años 90, gracias a mis amigos de Taiwán. Desde entonces, siempre estoy pendiente de que salgan a la venta, cuando se acerca el otoño a mediados de septiembre.


31
Dic 14

Para meditar en la Noche Vieja

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Desde hace varios años me gusta repasar los consejos para el Año Nuevo, por Benjamin Franklin, en este que es el último día del año. Por supuesto que no estoy seguro de si yo podría practicarlas todas; porque si bien es cierto que ya hace añales que no bebo hasta la ebriedad, muchas veces como más de lo necesario.

Y lo de la castidad, vamos, no entiendo por qué es que la primera parte está incluida; sin embargo, la segunda parte tiene mucho sentido.

Y en cuanto a la humildad, ¿qué tal si cambiamos esta por Orgullo? Digo…por ser uno su valor más elevado.

Si tuviera que elegir tres que necesito practicar, sigo con: resolución, frugalidad y serenidad…y así es cada año. … 🙁

Las 13 virtudes de Franklin, son:

Templanza: No comas hasta sentirte harto. No bebas hasta la ebriedad.

Silencio. No hables más que aquello que pudiera beneficiar a otros o a ti mismo. Evita las conversaciones triviales.

Orden: Ten un lugar para cada una de tus cosas. Ten un momento para cada parte de tu trabajo.

Resolución: Comprométete a llevar a cabo lo que debes hacer. Haz sin falta lo que te comprometes a llevar a cabo.

Frugalidad: No gastes más que en lo que pueda hacer el bien a otros o a ti mismo. No desperdicies nada.

Trabajo: No pierdas el tiempo. Ocúpate siempre en algo útil. Elimina todo acto innecesario.

Sinceridad: No lastimes a nadie con engaños. Piensa con inocencia y con justicia. Si hablas, hazlo de acuerdo con esto.

Justicia: No perjudiques a nadie, ni haciéndole daño ni omitiendo lo que es tu deber.

Moderación: Evita los extremos. No guardes resentimientos tanto tiempo como puedas creer que lo merecen.

Limpieza: No toleres la falta de limpieza, ni en el cuerpo ni en la ropa ni en la vivienda.

Serenidad: No te dejes alterar por nimiedades, ni por accidentes comunes o inevitables.

Castidad: Recurre al acto sexual rara vez, y esto por motivos de salud o descendencia, pero nunca hasta sentirte harto o débil, y sin que llegues a afectar tu propia paz o reputación o la de otra persona. Ya lo dije arriba, pero lo repito: La primera parte es un disparate; pero la segunda sí tiene sentido.

Humildad: …y, en todo caso…sugiero cambiar esta por Orgullo: ese que es consecuencia de la autoestima y de ser uno mismo su valor más elevado.

A los lectores de Carpe Diem: ¡Que 2015 les traiga, a ustedes y a sus familias, felicidad y prosperidad! 🙂


05
Oct 14

“Tesoros, recetas con historia”, presentó la chef Euda Morales

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Tesoros, recetas con historia, se llama el libro de Euda Morales, en el que la chef extraordinaire comparte una selección de comidas chapinas no sólo como recetas -o hechos alimentarios- sino como historias, como expresiones culturales y de tradición.

Ya estaba bien que Euda nos compartiera sus investigaciones culinarias en forma de un recetario amistoso; pero en Tesoros hizo algo más.  Nos lleva de la mano hacia la intimidad de la cocina y de la mesa.   Hacia la intimidad del fuego, de las ollas de barro y las paletas de madera.  A la intimidad que se comparte no sólo con la familia y los amigos, sino con cientos de años de sabiduría adquirida a fuerza de picar, tostar, moler y colar.  Todo tan lleno de significados, de búsqueda de la excelencia y de orgullo.  La cocina…pero más aún, la cocina con amor, no puede ser menos.  Y Euda pudo capturar aquello en su recetario de tesoros.

La presentación del libro estuvo acompañada por las palabras de Euda, que nos llevaron a las quesadillas de Zacapa; las de Anibal Chajón, que nos recordaron que en la tradición chapina hay alimentos fríos y alimentos calientes, independientemente si se sirven fríos, o calientes.  También estuvo acompañada por las palabras de Olga de Chajón, intérprete fiel y orgullosa de la comida tradicional en San Juan Sacatepéquez; así como de la editora Ligia García y dos alumnos de Euda.

Y…no podría ser algo menos…la presentación de Tesoros fue coronada por una degustación de platillos a cargo de las manos expertas, generosas y casi mágicas que interpretan siglos de sabores, aromas y texturas. De Olga de Chajón probamos sus magníficos pinol, rellenitos de plátano y chiles rellenos.  Señoras de Quiché y Totonicapan prepararon pollo al quichón, panes con pollo, tamalitos de siete camisas y un caldo de res con una hierba que no identifiqué.  Todos ellos preparados como debe ser…con las raíces profundas.  Con gracia y orgullo.   Como un homenaje a la vida y a todo lo que es bueno.

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17
Ago 14

¿Por qué voy a la feria?

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¡Hay mucha comida…y hay de todo!, dijo un niñito en una banca que compartimos-con sus ojos bien abiertos y con esa expresión que  tienen los niños cuando están maravillados-.  El se estaba comiendo su tostada con guacamol, y yo estaba comiendo mis tacos con salsa y mi atol de elote.

Voy a la feria porque me trae recuerdos, porque me gusta comer tacos, atol, churros y otras delicias. Voy porque…¿a dónde va Vicente? A donde va la gente.  Voy porque -a pesar del sol y de que corro el riesgo de engentarme– me encantan los colores y los sabores de la feria.  Pero cuando oigo comentarios como el del niño de la tostada descubro la mejor parte de ir a la feria.  La mejor parte de ir a la feria es ver cómo se la gozan los niños y los que tienen corazón de niño.  ¡Ha de ser alegre no sólo ir a la feria, sino ir con disfraz del Hombre araña, o de quién se yo!

Yo voy con amigos queridos, nunca dejan de maravillarme los colores y los sabores, me gusta ganarme cosas divertidas en el tiro al blanco y llevo mi disfraz de Batman imaginario.   Y me alegro de que el niño de la tostada con Guacamol haya regresado a su casa con ganas de volver a la feria.  Maravillado con todo lo que vio.


15
Ago 14

Cada quién habla de la feria…

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Hay un montón de cosas que se me vienen a la mente cuando es temporada de la feria de Jocotenango, en la ciudad de Guatemala.  Se me vienen los dichos que dicen Cada quién habla de la feria, según le fue en ella; y Llevaste a la feria el pollino, y se te murió en el camino.  Cuando era niño, este último me daba tristeza.  Me daba tristeza por el burro y me daba tristeza por el dueño.

Cuando voy a la feria, voy a comer.  Voy a por churros y por atol de elote; a por tacos, también.  Voy a por canillitas y por bolitas de leche, cocadas y conserva de coco, mazapanes, encanelados, colochos de guayaba, nuégados y bolitas de tamarindo.  Voy por tartaritas de leche y de almendras.  No soy fan de las garnachas; pero si la mara insiste me las como con mediano entusiasmo.

Hace añales que no me subo a un juego mecánico de feria y es que la última vez, en la de Sumpango, me subí a la rueda de Chicago y me maree demasiado. ¡Puña!, creo que nunca había estado tan mareado en mi vida…o tal vez si, luego de una célebre Margarita´s nite en mi casa.

¿Sábes? Cuando digo rueda de Chicago no puedo sino recordar un anuncio de radio en el que se le preguntaba a la gente: “¿Está, usted de acuerdo con que para la Feria de Agosto haya una rueda de Chicago, o cree que Guatemala debería tener su propia rueda?” Y la gente, encendida en patrio ardimiento, respondía que Guatemala debería tener su propia rueda.  En esa misma serie de anuncios, se le preguntaba a la gente si estaba de acuerdo, o no, con la tala inmoderada del árbol genealógico, y la gente condenaba dicha práctica.

Cuando voy a la feria me gusta comprar rosarios de tuzas, aunque ya casi ni traigan azúcar adentro; me encanta comprar ronrones porque me divierte su sonido y porque me gustan sus colores variados y brillantes.  Un día de estos me gustaría comprar una de esas guitarritas que venden en la feria y un tambor. Me gustan el tiro al blanco y la lotería; y que un pajarito saque un papelito con mi suerte….y claro, la experiencia mejora si uno se gana un premio.

Este año no he podido ir a la feria; pero en un descuido me escapo.

Columna publicada en El periódico.


18
May 14

Las reflexiones que haces en Facebook…

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Acabo de leer, en Facebook, un consejo que dice: Las reflexiones que haces en Facebook, aplícalas a tu puta vida.  Y casi inmediatamente me encontré con el meme que ilustra esta entrada: Zen Things.  Entonces se me abrieron dos caminos: a) A pesar de que el meme tiene buenas   ideas, me inhibo de compartirlo con los lectores de Carpe Diem para que no se diga que las reflexiones que hago en Carpe Diem no las aplico en mi vida; y b) no me inhibo porque me encantaron los consejos, son buenos independientemente si los aplico en mi vida, o no.

Igual, para las festividades del Año Nuevo me gusta compartir los consejos de Benjamín Franklin para el inicio del año, que en mucho coinciden con los del meme en cuestión; de modo que opto por el segundo camino.

Con el 5, 9 y 10 tengo poca dificultad; en tanto que los otros presentan retos más complejos.   Se los dejo porque me gustaron…y si no son zen, ¿qué importa? Igual son buenos consejos.


14
Abr 14

La voz de “La Chepona”

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La Chepona es el nombre que la gente le dio a la campana principal de la Catedral de la ciudad de Guatemala, que es la campana más grande del país.   Las campanas tienen nombres y Chepa es el femenino de Chepe, y Chepe es la contracción de José.  Mi tía abuela La Mamita y mi abuelita Juanita me contaron eso.

La Chepona suena grave y  llama la atención particularmente cuando dobla con solemnidad.  En el audio, La Chepona se escucha entre el bullicio de la gente en la Plaza de la Constitución y al fondo suena la banda de una procesión.

Leí que  fue fundida en 1861,  por Julio Vassaux a pedido del cabildo metropolitano, y  pesa cinco mil libras de bronce. Se dice que se escuchó su tañido cuando se puso en vigencia la Constitución de Cádiz, de 1812 conocida popularmente como  La Pepa.  Pepe, como Chepe es contracción  José.   Esto me parece raro porque La Pepa no estaba vigente en 1861.  Lo estuvo durante 2 años en tiempos de Fernando VII, fue derogada por la invasión napoleónica y durante el reinado de José Bonaparte o Pepe botella (otro Pepe involucrado)  y volvió a estar vigente durante el Trienio liberal que concluyó en 1837.  Por cierto que, durante aquella invasión, los españoles gritaban ¡Viva La Pepa! para vitorear la Constitución de 1812 y repudiar a los franceses.

La foto es de una alfombra de aserrín,  tradicional guatemalteca,  para las procesiones propias de esta temporada.