23
Ago 10

Visita a "El hombre tecnológico"

El hombre tecnológico, una de las obras más recientes del escultor Walter Peter Brenner, se halla en el Campus Tecnológico de la zona 4 de la ciudad de Guatemala.

Esta obra magnífica, de tamaño monumental, celebra la tecnología, la ciencia y la filosofía, que son imposibles sin un ambiente de libertad. Celebra la mente y el cuerpo humanos, que sólo se desarrollan a plenitud en un ambiente de libertad. Celebra la razón, cuyos rayos de luz iluminan al hombre libre y a su entorno. Hombre y entorno que hacen posible que no tengamos que trabajar 12 horas al día, arañando la tierra, para comer miserablemente. Hombre y entorno que hacen posible que podamos dedicar buena parte de nuestra vida a crecer y a enriquecernos espiritualmente.

El sábado pasado, Walter nos invitó, a un grupo de amigos y a mí, a visitar al Hombre tecnológico y celebro mucho haber ido. La vista de ese hombre triunfal de grafito, emergiendo de un muro de acero, con la luz en sus manos, me animó. Me recordó que la fuerza bruta no puede contra la razón; y me recordó lo hermosa que es la búsqueda de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es pacífico.

Walter, por cierto, es autor de Atlas Libertas y de otras obras impresionantes.


14
Dic 08

Las Luces Campero y lo que es bello

Anoche se celebraron las tradicionales Luces Campero en la ciudad de Guatemala; y, desde mi balcón, puedo ver parcialmente la exhibición que se asoma entre las ramas frondosas de un hermoso ejemplar de llama del bosque.

A lo largo de su historia de 15 años, nunca las he podido ver completas; pero más de una vez las he disfrutado por un ratito, o desde un rincón y siempre me han dejado boquiabierto. Me encantan la tecnología involucrada y la precisión del espectáculo. He leído que para el show se usan 357 cajas de luces, con un peso de 7000 kilogramos. Me encanta comparar lo impecables que son, con lo artesanales y arriesgados que son los toritos que comentaba ayer.

Con todo y que nunca las he visto completas, las Luces Campero me recuerdan que siempre es posible maravillarse por lo que es bello.