Con el nivel de cuarentena más estricto del mundo, Argentina ya tiene más muertos por millón de habitantes que el promedio mundial. Destrozaron la economía y su militancia política de cuarentena fue un fracaso, escribió el economista Roberto Cachanosky; y pensé que salvando las distancias, en Guatemala también destrozaron la economía los médicos militantes en connivencia con los políticos irresponsables, oportunistas y asustadizos que los contrataron, y que escuchan sus consejos.
La ilustración la tomé de Facebook.
Cada vez que salgo y veo locales comerciales cerrados y en alquiler, que antes estaban ocupados y eran productivos, pienso en aquella destrucción que nunca será recuperada. Nunca. Cada vez que un amigo, o alguien conocido se queda sin trabajo, o cierra su negocio, pienso en aquella destrucción y en aquella militancia. Cada vez que pienso en las contradicciones y los golpes de timón que dieron los políticos y los expertos, para justificar el encierro y la consecuente destrucción, pienso que debería hacérseles responsables.
El otro día leí que debería procesárseles por genocidio; pero eso no es posible porque el genocidio implica el ánimo de exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de religión o de política; y es evidente que el encierro forzado y sus consecuencias no iban dirigidas a exterminar o eliminar sistemáticamente a un grupo social por los motivos citados. Sin embargo, son crímenes de lesa humanidad aquellos actos atroces y de carácter inhumano, que forman parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, cometidos para aplicar las políticas de un Estado, o de una organización.
¿Como qué actos inhumanos? Actos inhumanos tales como impedir -arbitrariamente- que determinadas personas puedan trabajar, ganarse la vida, operar sus negocios y proveer a sus familias, sobre todo cuando -de forma paralela- se creaban los privilegios para que -también arbitrariamente- otras personas si pudieran trabajar, ganarse la vida, operar sus negocios y proveer a sus familias. Actos inhumanos tales como cerrar los tribunales de justicia. Actos inhumanos tales como crear condiciones de pánico y de incertidumbre. No sé cómo es en Guatemala, pero en Argentina, ocho de cada 10 jóvenes tienen síntomas de depresión; califica como acto inhumano crear y mantener -políticamente- las condiciones para que aquello ocurra. En condiciones de encierro forzado -en Africa, Asia, y América Latina- se incrementaron los casos de tuberculosis, H.I.V. y malaria; ¿cómo sería en Guatemala, alguien lleva las cuentas? ¿Alguien tiene idea de qué está ocurriendo en el interior del país con respecto a esas y otras enfermedades que han sido eclipsadas por el pornomiedo en torno al virus chino? La desidia al respecto, ¿califica como acto inhumano?
Escuché el caso de una señora -en la costa sur- que tiene síntomas de influenza y que se niega a hacerse un examen porque duele mucho; pero sospecho que las razones son otras. Mucha gente tiene miedo a que la confinen; porque le temen a las condiciones de los hospitales estatales y le teme a la estigmatización. También de la costa sur, supe de unas señoras que han sido aisladas por la población donde viven ya que tienen síntomas de influenza. Pasan penas para conseguir alimentos, porque sus vecinos y familias les han dado la espalda. ¿Qué rol tuvieron la desinformación, la incertidumbre, los golpes de timón y el pánico creado desde la política para generar un ambiente hostil entre la gente? ¿Fueron, o son inhumanas esas políticas? ¿Cómo es en el resto del país? Desde a política -y sospecho que de forma ideológica en sólo cinco meses- fue creada una estructura social en la que unos vieron, o ven a otros como vehículos de contagio mortal.
En Guatemala, y entre enero y mayo de este año, se identificaron 1,962 embarazos en menores entre 10 y 14 años, y 60% de ese período fue bajo encierro forzado políticamente. Entre marzo y julio de 2020, el Inacif reporta 1,319 delitos sexuales en niñas y adolescentes, ¿cuántos de esos delitos fueron posibles gracias al encierro? ¿A alguien le importa?
En Ontario, Canadá (que es el primer mundo) el médico Matt Strauss reportó haber admitido en el hospital a muchos ancianos diagnosticados con desnutrición. aparentemente como resultado del aislamiento. Les hemos fallado, la inhumanidad es incalculable, dijo el médico. En Guatemala, ¿cuántos viejitos impedidos de ganarse la vida y de procurarse alimentos sufren de desnutrición, o fallecieron en condiciones inhumanas impuestas desde la política? Algunos recibieron ayuda y ¡Que bueno!; pero ¿no tienes la impresión de que fue sólo la punta del iceberg?
¿Qué otros actos atroces y de carácter inhumano, generalizados y sistemáticos cometidos para aplicar las políticas del gobierno y de la OMS, en el contexto del covid-19, conoces en Guatemala?