28
Abr 15

Por no pensar en términos de principios

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Hechor y consentidor pecan igual, decía una pancarta durante la manifestación del sábado pasado.  Es una creencia muy generalizada esa de que en los casos de corrupción como los de las aduanas, tan criminal es el que pide mordidas, como el que las da; y que tan criminal es el que se hace el loco con el cobro de impuestos, como el que se aprovecha de aquella locura.  Hasta gente que uno cree que es más viva se deja llevar por ideas así y pide que se investigue, persiga y castigue a todos los que no pagan los impuestos de importación.

Detengamonos, sin embargo, para ver más allá de lo concreto y explorar los principios que hay detrás de los impuestos: Los impuestos son dinero ajeno tomado por la fuerza, para ser repartido políticamente entre intereses específicos con los que los legítimos propietarios de los recursos expoliados podrían no estar de acuerdo.  Dicho lo anterior, ¿por qué no habría de ser legítimo que los legítimos propietarios del dinero (o de los bienes tributarios), trataran de evitar la expoliación?

Y, ¿qué son los impuestos de importación, o aranceles?  Pues los aranceles existen porque un grupo de políticos (y de personas que pueden usar la política y la ley en su propio beneficio) deciden que otras personas no pueden vender bienes más allá de una línea imaginaria llamada frontera, sin pagar por la fuerza un impuesto.  Los publicanos que cobran aquel impuesto tienen la llave para dejar entrar, o no, mercaderías pagando, o no el impuesto.  Es tan arbitrario el sistema que si tu compras una computadora en el extranjero pagas, o no pagas un impuesto en el Aeropuerto, dependiendo sólo de tu suerte, o de la buena, o mala voluntad de un vista.  Lo mismo ocurre si traes un furgón con mercadería, o dos.

En el papel el pago de impuestos de importación es obligatorio para todos los que quieran pasar mercaderías por la frontera; pero en la realidad, el publicano que tiene la llave tiene la facultad arbitraria de dejar pasar, o no los bienes.  El y su equipo tienen la facultad arbitraria de dejar que sigas con tus negocios en paz, o arruinarte.  Y como esa facultad no se aplica igual para todos, viola no sólo el derecho a intercambiar libremente, sin coerción; sino que viola el principio de igualdad de todos ante la ley.  ¿Por qué no habría de ser legítimo defenderse de aquellas violaciones?

Algunos hacen una diferencia entre evitar el pago de aranceles para actividades en los que estos se aplican luego del inicio de la actividad; y evitar el pago de aranceles para actividades posteriores a la existencia del arancel.  Para ellos el arancel debería ser parte de la estructura de costos y el tributario debería resignarse y pagar sin chistar. Esto es como aceptar que la extorsión es legítima sólo porque ya existía antes de que la víctima fueran extorsionada.

Algunos dicen que quien conoce de actos de corrupción -como las extorsiones en Aduanas- están obligados a denunciarlas, o son cómplices.  Y asegún, puede ser que eso tenga algo de cierto; pero hay veces que eso es como pedirle al asaltado en el callejón que no entregue su billetera y que denuncie al asaltante:

Manos arriba, deme su billetera.

No. No quiero ser su complice y debo denunciarlo.

Con el recientemente descubierto caso de La línea, hay quienes dicen que los usuarios de servicios de courier con los que no se pagaban impuestos de importación son tan culpables como los funcionarios e involucrados en aquella mafia.  Y que si ahora protestan contra la corrupción son culpables de doble moral.  Sin embargo, los couriers que cobran tarifa única (sin los aranceles) son empresas que ofrecen ese servicio de forma abierta y pública.  No es posible que los publicanos en la Superintendencia de Administración Tributaria y en las aduanas no supieran de su modus operandi.  No es aventurado especular que hay un acuerdo entre los publicanos y los propietarios de aquellos couriers. Los furgones pasan por las aduanas de la misma forma en que pasa la computadora que mencioné arriba: de forma arbitraria.  Caprichosa.  Voluble.  Y a la luz del día.  Los usuarios de aquellos servicios no van a un callejón oscuro, ni a un bar cutre para hacer negocios.

¿Qué hacen los usuarios? Comparan costos a la luz de día y públicamente; y eligen al proveedor que les permite traer su libro, su par de zapatos, o su repuesto de la forma más barata posible. En realidad al usuario no cabe responsabilizarlo por los arreglos que hayan entre los publicanos que tienen las llaves y cobran (o no) los tributos, y sus socios, sus clientes, o sus víctimas más directas.

La lucha contra las aduanas y los publicanos es una lucha por la libertad de intercambiar sin coerción, ni privilegios.  Y quienes con malevolencia pretenden igualar a las víctimas de los publicanos, lo que hacen -en realidad- es distraer hacia lo circunstancial yconcreto el problema moral de fondo: ¿Es legítimo impedir que las personas puedan intercambiar libremente? ¿Es legítimo defenderse de los impedimentos para intercambiar sin coerción, ni privilegios? ¿Hay diferencia entre la extorsión y la actividad de los que cobran impuestos arbitrariamente?

La crisis desatada por el destape de La línea debe conducirnos, no a una cacería de brujas que esconda la raíz del problema.  Debe llevarnos a una reforma total.  ¿Cuál es mi propuesta? La eliminación total de las aduanas y los aranceles.  ¿Te espanta arrancar el mal de raíz? ¿No puedes ni imaginar una sociedad pacífica y voluntaria y crees que es necesario tomar dinero ajeno por la fuerza para conseguir objetivos que tu crees que son buenos? Bueno…aquí va otra: un arancel único de 5%. Unico para eliminar algo de la arbitrariedad; y así de bajito para desincentivar la elusión.

La foto es por José García S. de como quedó la Aduana luego de los terremotos de 1917 y 18.


30
Mar 14

¡Ahí está!, por hacer mal las cosas

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Suspender temporalmente a un contribuyente, que supone desactivar su NIT, equivale a una muerte civil, porque la persona deja de ser sujeto de derechos y obligaciones, sin que haya infringido ley alguna, lo cual no es razonable, no tiene justificación lógica, por lo que resulta en una arbitrariedad, argumentó la Corte de Constitucionalidad declarar inconstitucional el párrafo 11 del artículo 49 del decreto 4-2012.  En  consecuencia  la Superintendencia de Administración Tributaria no podrá inhabilitar temporalmente el número de identificación tributaria  cuando los tributarios no presenten declaraciones o las entreguen sin valor.

Todo, ¿por qué? Porque a los pipoldermos y los publicanos les ha dado por imponer leyes y aplicar normas administrativas que son violatorias de la Constitución y del estado de derecho.  Porque su único interés es recaudar en el corto plazo -a cualquier costo-.  Por eso se vanaglorian de cerrar negocios, aunque eso cueste empleos.  Por eso son capaces de asesinar civilmente a personas y por eso es que la Corte les tiene que enmendar la plana.  Lamentablemente estas correcciones son costosas  no sólo en tiempo, sino en dinero; y no ocurren hasta que ya ha sido causado mucho daño.

Y…aún así…vale la pena celebrar que la Corte de Constitucionalidad no ha cedido ante las presiones que sin duda tiene que aguantar en estos casos y ha hecho que prevalezcan la Constitución y principios básicos como el de que nadie puede ser condenado sin haber sido oído y vencido en un proceso judicial.

La puñalada tributaria y otras normativas abusadoras deben ser denunciadas y derogadas. Gracias a las Cámaras del Agro y de Comercio por haber interpuesto la acción que motivó esta resolución.

La ilustración es de Prensa Libre.


05
Mar 14

Las propinas no deben pagar IVA

Los publicanos están tratando de meter las manos en los bolsillos de los meseros y de otros trabajadores que reciben propinas; y eso no debe ser.  Tu sabes que los impuestos son una forma de robo; y tu ya sabes que es legítimo que las personas se defiendan contra el robo.

Una propina es una cantidad de dinero que -voluntariamente-  el cliente le deja a quien lo sirvió, o lo atendió, en agradecimiento por su buen servicio.  Ni dar propina es una obligación, ni dar un monto específico es una obligación. A menos que alguien use la fuerza de la ley para convertir en obligación, algo que es de naturaleza voluntaria.

La Superintendencia de Administración Tributaria pretende imponer las propinsa como obligatorias y cargarlas con tributos.  La rapiña no tiene límites.

Suele darse propina en los restaurantes. Existe una convención tácita de que un porcentaje de entre 10% y 15% del consumo es lo apropiado si el servicio fue entre aceptable y bueno.   Y la decisión de cuánto dar es del cliente.  Debe ser del cliente.  Hay lugares que la imponen; pero mi hipótesis es que si uno se entera antes y quisiera discutir si va a aceptar el servicio, o no, con esa condición, uno como cliente tiene la facultad de discutirlo.  Y el propietario, o administrador del lugar, también.  Nadie debe estar obligado a servir, o a ser servido de forma coercitiva.

Cuando estaba en la universidad solía ir con mis compañeros a cierto hotel donde el café era buenísimo, y el servicio a veces era muy malo.  A veces en lugar de no dejar propina dejábamos un sólo centavo.  Y dejamos de hacer esa payasada porque eramos clientes frecuentes y porque escuché la siguiente historia:

Erase una vez un hombre viejo y rico que tenía un cocinero chino al que maltrataba mucho.  Le gritaba, le devolvía la comida con malos modos, y más de una vez le había arrojado los alimentos.  Cuando el viejo estaba a punto de morir se arrepintió de lo mal que había tratado a su cocinero y le ofreció disculpas.  Perdóname, por favor.  Te prometo que nunca más te vuelvo a maltratar, le dijo.  Conmovido, el cocinero le contestó: No te pleocupes.  Yo te plometo que nunca más me vuelvo a olinal en tu sopa.

El caso es que, si eres cliente frecuente de un lugar, puedes pedir buen servicio, pero no te conviene enojar a los que te lo dan.

En los restaurantes lo cargar con impuestos a las propinas es un abuso relativamente fácil de cometer; pero, ¿y en las gasolineras?  Suelo dejarles unos pesos a quienes me revisan las llantas, el aceite y el enfriador luego de poner gasolina en mi auto.  Y esas propinas, ¿deberían pagar impuestos?  ¿Qué hay del muchacho que me lleva las verduras y frutas del mercado a mi casa? ¿Debería pagar impuestos por los quetzales que le doy de agradecimiento?

Si así van las cosas, los extorsionistas que te cobran por cuidarte el carro en algunas calles también deberían pagar impuestos.


18
Feb 14

“La piñata” va a ser “piñatona”

A la propuesta de reforma de la Ley del Presupuesto presentada por los diputados del Partido Patriota, para abrir los candados que prohíben contratar, o adquirir sin tener un respaldo financiero, se sumó la solicitud de dar vía libre a todos los ministerios para poder ejecutar sus recursos por medio de Organizaciones No Gubernamentales. El objetivo es que los pipoldermos tengan la facultad de comprar y adquirir financiamiento inmediato, sin contar con Constancias de Disponibilidad Presupuestaria  y Constancias de Disponibilidad Financiera  que manda la ley en protección de los tributarios.

Las ONG, ¡ya te imaginarás!, serán propiedad de padres, hermanos, hijos, cuñados, nueras, amantes y otros testaferros de los que aprueben las compras con dinero que te sacaron del bolsillo.

A aquel estado de cosas añádele el fracaso de la puñalada tributaria. Tanta ilegalidad, tanto abuso y tanto desgaste político para que aquella legislación no rindiera los resultados que esperaban sus promotores.  Lejos de las promesas de que el ingreso fiscal con la implementación de la Ley de Actualización Tributaria generaría hasta Q9 mil millones en el primer año de vigencia, a dos años de su aprobación los publicanos no alcanzaron la meta, y en 2013 solo sumaron Q1 mil 618.5 millones.

Por un lado eso está bien porque quiere decir que los pipoldermos no lograron desviar hacia el sector púlbico (que es el sector coactivo de la economía) todos los recursos que les hubiera gustado consumir.  Quiere decir que, el sector privado (que es el sector voluntario de la economía) no perdió aquellos recursos valiosos que sirven para emprender actividades productivas.

Lo que debería preocuparnos es no que los pipoldermos no consigan elevar los niveles de expoliación; sino que no lográndolo, no sólo se nieguen a reducir sus niveles de gasto, sino que se rehusen a reducir sus niveles de desperdicio, de mala administración y de corrupción;y que se nieguen a eliminar del presupuesto todos aquellos gastos destinados a satisfacer las necesidades de grupos de poder y su clilentela.  Y no sólo eso, ahora quieren comprar y contratar financiamiento sin respaldo y a quién sabe qué organizaciones salidas de quién sabe de dónde.

Artículo publicado por el Centro de Estudios Económico-Sociales.


07
Feb 14

Gobernar es gravar para gastar

Los pipoldermos, para quienes gobernar es gravar para gastar –como dice mi cuate, Osvaldo Schenone– están desesperados y su movida más reciente fue la de imponer un tributo de US$15 para los viajeros. Todavía no está vigente, pero si nos dejamos lo estará en unos meses.

¿Cuál fue el mejor argumento de los grupos que se manifestaron primero contra aquel abuso? El de que el impuesto le restará competitividad al país como destino turístico. La palabra técnica para argumentos tan malos y primitivos como ese es bullshit. ¿Quién va a dejar de venir a ver Tikal, La Antigua, Atitlán y la cultura maya viviente por unos dólares de más? Además, otros países también cometen expoliaciones y abusos de esa naturaleza.

Cuando los grupos de interés argumentan desde aquellas perspectivas, no solo hacen el ridículo, sino que no le hacen favor alguno a la causa de la libertad, no atacan las raíces del mal y solo fungen como negociadores de posiciones en vez de servir como defensores de principios.

El hecho es que todo impuesto es un robo. Los impuestos son dinero ajeno tomado por la fuerza, por los pícaros políticos que por el momento detentan el poder, para redistribuirlo luego entre su clientela –muchas veces contra los intereses y derechos de los legítimos propietarios del dinero expoliado–. Generalmente, parte de aquella redistribución se queda en los bolsillos de los que parten el bacalao.

El problema no es el de a cuánto va a ser la tasa que los publicanos le van a imponer a los viajeros; a las personas que viven del comercio y la industria en el Sistema D, o economía informal; o a los barriletes y a los colochos de guayaba. El problema de fondo es que somos una sociedad que no ve mal que haya expoliación y que no ve mal que los políticos financien intereses particulares con dinero ajeno, siempre y cuando no seamos nosotros los expoliados, o siempre y cuando los beneficiados de la redistribución seamos nosotros. Lo que debería ser inadmisible es el robo, no el porcentaje.

¿Qué dijo Henry David Thoreau para casos como este? Por cada mil personas atacando las ramas de un problema, hay una sola atacando sus raíces.

Columna publicada en El periódico.


07
Nov 13

¡Otra vez baja la meta de impuestos!

La Superintendencia de Administración Tributaria  revisó a la baja la meta de recaudación de Q49.1 millardos que proyectó alcanzar en mayo pasado a Q47 millardos, debido a que los ingresos no crecen.  Esta sería la tercera ocasión en la que las autoridades estiman techos menores a los esperados.

¡Ve pues!  Arrinconar y asfixiar a los tributarios no sierve para mejorar los ingresos fiscales.  Elevar las tasas y multiplicar los impuestos tampoco.  El terrorismo fiscal no ayuda a elevar la tributación.  ¡Ve pues!  Cerrar empresas por no entregar facturas no ayuda a que mejore la captación de impuestsos.  La multiplicación de leyes complejas, incumplibles e inconstitucionales no es una buena idea si se quieren alcanzar las metas de recaucadión.  ¡Ve pues! Elevar las cargas tributarias no es una buena forma de elevar los ingresos.  El hecho de que la corrupción, la mala administración y la multiplicación de privilegios sean cánceres generalizados en el gobierno no anima a los tributarios a cumplir con las demandas de los pipoldermos en materia tributaria.

¡Ve pues! ¿Qué habrán aprendido los publicanos de estas experiencias?


21
Jul 10

¿Como está eso de que el "rock" no es cultura?

Los cultunazis salieron de cacería y la agarraron contra un bar de roqueros. El rock no es my scene y no conozco el lugar en cuestión; pero hoy leí que Lucía Escobar habla sobre algo que también ya ha mencionado la bitácora Fe de rata: la persecución contra un bar de la zona 1 llamado Bad Attitude.


Escobar dice que hace unos meses comenzó un acoso de parte de la Multisectorial, la SAT y, -algo increíble- el Ministerio de Cultura y Deportes para obligarlo a cerrar el local. Le achacan anomalías, pero los policías que llegan semanalmente a “visitarlo” nunca le han encontrado nada irregular. Como el propietario tiene todos sus papeles en orden, ahora le han dicho que: ¡El rock no es cultura! No me debería extrañar en una sociedad en la que cualquier signo de diferencia, de autonomía y rebeldía es visto como un delito.

Y en Fe de rata se explica que los argumentos que tiene abierto el bar son tres: 1. El rock no es cultura. 2. Por ser rock no ha aportado nada al Centro Histórico. 3. Se pide una investigación de los ingresos porque se cree que el propietario pueda vivir del bar.

Los roqueros que favorecen la planificación urbana y la zonificación deberían echar pan en su matate. Esto es lo que pasa cuando los ciudadanos le dan a las autoridades la facultad de decidir qué aporta, y que no aporta a una zona urbana. Los roqueros que favorecen el control político de la cultura y la asignación política de fondos tomados de los tributarios, para la cultura, deberían echar pan en su matatate. Esto es lo que pasa cuando los ciudadanos les dan a los políticos la facultad de decidir qué es cultura, y qué no. El precio de la libertad es su eterna vigilancia.

Yo creo que es una estupidez decir que el rock no es cultura; y por eso no me extraña que los publicanos y la Multisectorial y el Ministerio de Cultura (hágame usted el favor) dispongan perseguir a los roqueros. Al final de cuentas -aquí y en la China, y hoy y en los años 70- cuando hay un grupo de personas que tienen el poder para imponer sus valores sobre otros, van a intentar hacerlo. ¡Por eso es que nunca, nunca, nunca, debemos darles a otros el poder que necesitan para hacerlo!

No se trata de elegir buenas personas para que ejerzan el poder. La clave está en no darles el poder, ni siquiera a las buenas personas.

09
Oct 07

Meme: la prostitución en Guatemala

De Billy Quijada y su Blog Cachacero recibí la invitación para participar en un meme sobre la prostitución en Guatemala. Así que aquí va: Las prostitutas prestan servicios. Siempre que el contrato de prestación de aquellos servicios sea entre adultos y voluntario, el negocio debería ser respetado como debe ser respetado cualquier otro acuerdo de esa naturaleza.

El blog de Billy me recordó algo que escribí hace ratos sobre los publicanos; a los que la Biblia pone en la misma canasta que a las meretrices, con perdón de estas últimas.