15
Sep 15

La fiesta del Obelisco y las antorchas

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Sólo cuando has llegado al Monumento a los Próceres de la Independencia un 14 de septiembre a celebrar con la gente puedes entender el significado de esa fiesta y de las antorchas que recorren la ciudad de Guatemala y el país durante ese día.

En el Obelisco todo el mundo es bienvenido y todo es fiesta.  Ahí están las familias, los del barrio y la colonia, los de la oficina y los del equipo, los del colegio, los de la iglesia, los de la clase y todo el que quiere y puede.

No es una fiesta planeada, de hecho, este año nadie estuvo encendiendo las antorchas y lo que hacía la gente era pasarse el fuego unos a otros; y no faltó quien pusiera una cubeta y ahí encendiera el fuego para los demás.  No es una fiesta ordenada como supongo que quisieran algunos.  Ahí llegan los festejantes con su tacuche de la oficina, o con su uniforme; con un disfraz de peluche, con sombreros, sin camisas, en pañales o como bien puedan.  La cosa es divertirse y celebrar.  Me alegró que este año las autoridades volvieran a hacer funcionar la fuente porque a muchos chicos les gusta llegar y mojarse en ella.  En la fiesta del Obelisco y de las antorchas no hacen falta orquestas, ni tamales porque la fiesta es la gente y su alegría.

La excusa es celebrar a la patria; y es muy conmovedor ese patriotismo cándido que se pasa de generación en generación porque la patria es donde está enterrado tu mux.  Sospecho, sin embargo, que en el fondo, en el fondo, lo que se celebra en esa fiesta es la vida, o la simple posibilidad de celebrar.  El hecho de que se puede estar ahí, en compañía de quien uno elige estar ahí y el hecho de que uno se puede divertir y pasarla bien.  Se vive plenamente cuando se disfruta la vida.

Al Obelisco y a por antorchas llegan niños y ancianos, hombres y mujeres, ladinos e indígenas, cristianos, paganos y ateos, tirios y troyanos y cuando estas ahí te conectas a la fiesta. Es como en la Navidad, o como en un concierto.  Si la has pasado increíble en el concierto de tu cantante favorito, pues algo así ocurre en la fiesta de las antorchas.  Ojalá que el año entrante te animes a darte una vuela por ahí…o por la Sexta Avenida que también se pone alegrísima al atardecer.  Cuando estás ahí te das cuenta de por qué es que la exguerrilla odia tanto esta celebración y los desfiles propios de esta fiesta.

Es snob criticar la fiesta del Obelisco y las antorchas.  La mejor observación que leí sobre los que se quejan de esta fiesta fue en Twitter.  Alguien dijo: Si te quejas de las antorchas; pero corriste en la 21K, hasta aquí puedo ver tu maldita doble moral; y yo añadiría que si participas en procesiones y te quejas de las antorchas, hasta aquí puedo ver tu maldita doble moral.


16
Sep 14

¿Por qué es que me gusta tanto la fiesta de el Obelisco?

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Por poco y me pierdo la fiesta en el monumento a Los próceres.  El caso es que con mis amigos dispusimos hacer un potluck chino de Independencia y al final de la tarde creí que estaba muy cansado como para ir a El obelisco.  Sin embargo, cuando los grupos de antocheros pasaban bajo mi ventana con sus pitos, sus trompetas, sus cantos y sus gritos yo escuchaba ¡Veeeen, veeeeen, veeeeen! desde aquel sitio histórico.  Para hacer la historia corta me puse un sudadero y una gorra y agarré para El obelisco.

¡Me encanta esa fiesta! No sólo me conmueve el patriotismo cándido de la gente, sino que me emocionan la alegría, las energías y el entusiasmo que la gente pone en esta celebración.  La del Obelisco se distingue de la de la Plaza de la Constitución en que es una verdadera fiesta popular.  No llegan los políticos, ni los funcionarios.  No hay grupos musicales de moda.  Es sólo la gente siendo gente.  Familias, escuelas, barrios, grupos de amigos, equipos deportivos y hasta grupos de iglesias en busca de celebrar.  La gente no llega ahí a pedir cosas, y no espera que se le de algo.  Este año, la llama eterna de la Libertad -en el monumento- estaba apagada.  Y ni hacía falta que estuviera encendida. Las antorchas eran encendidas por la gente, para la gente.  Un policía buena onda -en full gear– acompañado por un miembro de la Escuela de Educación Física estaban ayudando a unos grupos a encender sus antorchas.  Y del otro lado del monumento la gente encendía las antorchas de otros, sin necesidad de autoridades pomposas y vanidosas.  Es la antorcha de la Libertad a por la que va la gente.

¿Qué gente? Todo el que quiera y pueda.  A nadie se le hace el feo en El obelisco.  Ahí van unos con los cabellos pintados de azul y blanco, otros con sus uniformes del equipo de fútbol, otros sin camisas.  Ahí va un grupo familiar con todo y abuelito y nieto de brazos. Ahí va un patojo vestido de Tecún Umán seguido por dos cuates disfrazados de…de…de quién sabe qué.  Nunca faltan los muchachos que llegan en bicicletas, las reinas vestidas con sus mejores galas y canelones, las chicas y chicos que sólo van a cuzquear…los que vamos a donde va Vicente…y anoche todos bajo la lluvia.  ¿¡A quién le importa la lluvia!?

Un año, los que ejercía  el poder mandaron  tamales, y nadie extraña los tamales.  Otro año los que ejercían el poder mandaron luces y equipo de sonido, y nadie extraña las luces y el equipo de sonido.  La fiesta de El obelisco no es una fiesta para comprar a la gente, es una fiesta de la gente.  Los que nos congregamos en ese espacio vamos en busca de la antorcha de la libertad…cada quien a su modo y como puede…por eso es que es una fiesta popular de verdad.  Sin discursos, sin servilismo y sin pretensiones.

Regresé a casa como zope mojado y con frío.  Pero como en otros años me la pasé muy bien con los antorcheros de El obelisco.  Y me gocé el potluck chino de Independencia.  Un potluck, por cierto, es lo que en buen chapín llamamos fiesta de traje.  Y el de Independencia es chino porque, en muchos lugares de la Costa Sur, es costumbre que luego del desfile del 15 de septiembre, las familias y los amigos se reúnan en los restaurantes chinos del lugar para almorzar.  ¿Por qué en restaurantes chinos? Mi hipótesis es porque las porciones suelen ser generosas y entonces se come bastante, por poco.

En fin…¿qué deseo para los guatemaltecos en esta efemérides? Que meditemos más sobre lo que significa la antorcha de la Libertad Y que nunca, nunca, nunca cambiemos esa por otra.


15
Abr 14

¡Raza de cafres! La estatua de Tasso destruida, otra vez

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La estatua de Tasso Hadjidodou, en la Sexta avenida del Centro Histórico, llama mucho la atención. Es como si él estuviera ahí sentado.  Docenas de veces he visto que los niños la ven con curiosidad inmensa y estoy seguro de que algunos de ellos no saben si se trata de una estatua de verdad, o de una de las estatuas vivientes que también ocupan aquel espacio.

La estatua, sin embargo, a cada rato es vandalizada por cafres y patanes.  La rompen, la pintan, le quitan sus anteojos y la rayan.

A mucha gente le gusta tomarse fotografías con ella y a pesar de que ha sido lastimada en mont[on de ocasiones, ahí está siempre que puede.  La gente le tiene cariño a esa estatua; pero a los cafres no les importa eso.


07
Sep 12

La llama de la libertad extinguida, y la Constitución desaparecida

Leí una nota de hoy sobre el Monumento a los Próceres conocido como El Obelisco; pero lo cierto es que el mismo se enuentra en el abandono desde hace años. El pebetero de la llama que debería ser venerada y resptedada; y que nunca se debería extinguir, siempre está apagado. Nunca hay llama ahí. ¿Y qué pasa con la Constitución? Allá por 2007 la Constitución estaba tostada por el sol; y ahora no hay nada en la caja de concreto en la que la tenían puesta. El Monumento a los Próceres nos pinta como sociedad; y muestra el irrespeto que los políticos y sus funcionarios tienen por la libertad y por la Constitución.

Esta nota fue publicada por Siglo 21; y esto es lo que publiqué al respecto en 2001.

Esto lo publiqué en 2010.

Esto es lo que escribí en 2009.

Esta también es de 2009.

Esta otra también es de 2009.

Y esta es de 2006, una da las primeras  entradas de Carpe Diem, por cierto.

 


27
Jun 12

Monumentos que dan que pensar

Esta combinación de monumento y anuncio es de antología, ¿o no?; y atrás la necesaria advertencia: No orinar, coches.


10
Jun 12

Los jóvenes y la estatua de Tasso

Ayer, que andaba por La Sexta, me dio gusto ver a este grupo de jóvenes tomándose una fotografía con la estatua de Tasso Hadjidodou. Su actitud contrasta con la de los delincuentes que dañaron ese monumento durante su manifestacion del 1 de mayo.

La gente le tiene mucho cariño a esa estatua y es muy común que individuos, familias y grupos se tomen una foto con Tasso.  Y es una lástima que haya por ahí, sueltos, cretinos que la dañen de cuando en cuando.  Por cierto que las estatuas de jaguares, también ubicadas en la Sexta están como abandondadas.  Sin pintura, con plasticos pegados.  Triste su caso.

Y Tasso, por cierto, andaba ayer caminando por la Sexta, acompañado por dos damas que lo llevaban dándole apoyo en sus brazos.


03
Abr 12

¡Tasso regresó a La Sexta!

¡Albricias!, la estatua sedente de Tasso Hadjidodou regresó a la Sexta Avenida.

La estatua había sido removida -junto con las estatuas de jaguares, que no han regresado- y su remoción dio lugar a mi célebre historia de La tanguita. Y, bueno, me alegro de que esté de vuelta porque es una buena idea y a la gente le cae en gracia…aunque haya cretinos que la dañen.


03
Oct 11

¿Se llevaron a Tasso? y la historia de la tanguita

En la Sexta Avenida y Décima Calle de la zona 1, la de la foto es la locación en la que estaba la estatua sedente de Tasso Hadjidodou.   Desde que fue instalado, ese monumento le llamó mucho la atención a la gente y siempre había mara retratándose junto a él.  Y desde el principio la estatua fue víctima de actos de vandalismo porque a cada rato le rompían los anteojos.

Ayer, que anduve por aquel paseo me encontré con que la estatua ya no está en su lugar y me pregunto si se la llevaron para repararla, si la reubicaron, o si se la robaron.  ¿Por qué no si hay mara que se ha robado piezas del munumento al ferrocarril, que está al principio de la Avenida de la Reforma, en el Norte?  ¿Por qué no si hay mara que le robó las hojas de papel a Miguel Angel Asturias y le robaron los cuernos al ciervo que también está en La Reforma?

Pero eso no es nada.  Pasó algo chistoso mientras tomaba la foto de la banca que ocupaba Tasso.   Mira bien la foto y verás que hay tres chicas y un muchacho; y que a la segunda chica, de izquierda a derecha, se le nota la tanguita fuera del pantalón.

Cuando tomé la foto no me di cuenta de ese detalle; pero sí oí a dos señora pasar.  Una le dijo a la otra: Que morbosa es la gente tomando ese tipo de fotos.  Y la otra le respondió: Tan shuca que es la gente.  Ja, ja ja.   En el momento no caché de qué se trataban los comentarios; pero luego, al ver la foto, es evidente que las señoras pensaron que lo que yo hacía era tomarle la foto al derriere de la chica de la tanguita.

Y bueno…me gané reputación de pervertido y sin saber, todavía, ¿qué pasó con la estatua de Tasso?


28
Ago 11

La Llama de la libertad…apagada

Ahora que viene septiembre, mes en el que se celebra la Independencia de Guatemala, no está de más recordar que, desde hace ratos, la Llama de la libertad -en el monumento a los Próceres de aquella gesta- es inexistente.

Irónicamente, la placa que explica la razón de ser de aquel monumento dice: Guatemalteco, esta llama simboliza nuestra suprema aspiración de libertad y de justicia. Venérala, respétala no permitas que se extinga nunca.

¿Irónico, o no?


05
Mar 11

Casa Larrazabal y Palacio Nacional en deterioro

Ahora que leí que la Casa Larrazabal  fue declarada inhabitable, pensé en que, de verdad, esta gente todo lo estropea.  Como el país entero -y la institucionalidad- esta célebre residencia del siglo XIX (ocupada por oficinas del Congreso de la República) se está viniendo abajo.  Como se está viniendo abajo el Palacio Nacional, convertido en supuesto museo por la Administración de Alvaro Arzú y dejado casi en el abandono por la de Alvaro Santa Clos Colom.

La foto, que tomé en octubre pasado es del palco presidencial, en el Palacio Nacional.