02
Ene 23

Adiós a Pelé

 

Pelé fue el héroe futbolero de cuando yo era niño.  En México 1970, Pelé era la estrella del fútbol entre mis compañeros de colegio y amigos.

Edson Arantes do Nascimento (Pelé). Foto por John Mathew Smith, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons.

Hasta a mí, que nunca me ha importado el fútbol, me impresionaba el rey Pelé. De aquel año, recuerdo que en el cole se decía que el equipo soviético de balompié llevaba las siglas CCCP en su camisola porque eso quería decir Camaradas cuidado con Pelé.

Pelé era un rol model de verdad y era mil veces mejor ser humano que Diego Maradona; de modo que para mí el referente del fútbol siempre fue el brasileño.

Mi cuate, Kike, por cierto, me recordó que Pelé y el equipo Santos vinieron a Guatemala, jugaron un partido con el equipo chapín Comunicaciones y este le iba ganando a la oncena brasileña.  Los del Santos se pusieron shukos, Pelé fingió haber sido lastimado y la afición chapina naranjeó a los brasileños.  Para los que no lo saben, narajnear es (¿O era?) la práctica chapina de lanzar naranjas en el estadio.  Naranjas chupadas, o no, porque eran las que vendían (¿O venden?) con sal y pepitoria.

Adiós, Pelé.


12
May 22

“King Richard”, una peli para conversar en familia

 

Entre la basura victimista y woke que suele uno encontrar en la tele de cuando en cuando aparece algo que merece la atención como una peli motivadora e inspiradora, tal es el caso de King Richard, que lleva el nombre del padre y entrenador de las estrellas del tenis Serena y Venus Williams.

Aparte de que es una buena historia bien contada y de que algún experto podría estar de acuerdo, o no con los métodos particulares de Richard Williams, esta peli ilustra la importancia de tener un propósito en tu vida, la importancia de establecer una pirámide de valores que sea tuya y la de que la racionalidad, la honestidad y le independencia, así como el orgullo sean las virtudes mediante las cuales obtengas y conserves tus valores.

De acuerdo con la ética objetivista, que es una ética prudencial:

El propósito es el valor fundamental que sirve como guía, o faro para integrar la jerarquía de tus otros valores; y el orgullo es el resultado de alcanzar el propósito.

La honestidad es la virtud de no falsear la realidad y nunca buscar, ni conceder lo inmerecido.

La independencia es aceptar la responsabilidad personal de realizar uno sus propios juicios y vivir de acuerdo con ellos.

La lista podría seguir y encontrarás esas y otras virtudes en la vida de la familia Williams; de la cual Oracene Williams es una persona clave y que es brillantemente interpretada por Aunjanue Ellis.

A mí me encantó la peli y sospecho que no tiene mejores calificaciones en parte por los prejuicios contra Will Smith después de lo que ocurrió durante los premios Oscar; y porque la película no responde a los cánones, ni a los estereotipos que están de moda en Hollywood, en Netflix, en Disney y en otros ambientes que rechazan los valores y las virtudes que muestra la peli.

Entre mis citas favoritas se cuentan:

The most strongest, the most powerful, the most dangerous creature on this whole earth is a woman who knows how to think. Ain’t nothing she can’t do, de Richard Williams porque tiene que ver con la virtud de la independencia y claro, se aplica tanto para hombres, como para mujeres.

Unlike you, I don’t need the world to tell me I’m great, de Oreacene Williams porque tiene que ver con la virtud del orgullo.  El orgullo, claro, no debe ser confundido con la soberbia.

También la cita que ilustra esta entrada: Nothing is free, somebody pays for it, de Richad Williamos.  La clásica There is no such thing as a free lunch, que ilustra la virtud de la honestidad.

Si buscas una peli para conversar en familia, o para compartir en clase, no dejes de ver esta.


21
Sep 16

¡No son sacrificios!

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Admiro a atletas y personalidades como Jorge Vega y otros similares.  Celebro sus triunfos como atletas, como científicos, como emprendedores y como personas. Entiendo que para alcanzar los niveles de excelencia y competitividad que alcanzan necesitan ejercer virtudes como la racionalidad, la integridad, la laboriosidad, la ambición, la determinación, el orgullo, la perseverancia, la responsabilidad, la confiabilidad, el fortalecimiento, la prudencia, la limpieza y ciertamente el egoísmo.

A veces resiento que persigan sus objetivos personales mediante el uso de dinero ajeno tomado por la fuerza y luego repartido políticamente por quienes usufructuan el poder.  Pero aún así me maravillo con lo que logran como consecuencia de ejercer aquellas virtudes.  Perseguir valores como superarse uno mismo y vencer los límites propios requiere de un código específico que no admite trampa, ni inconsistencias.  Si entendemos que lo que las necesidades del organism vivo son las que determinan qué es lo que aquel organismo necesita para fomentar su vida, entendemos por qué es que los atletas de aquella talla (y otros atletas similares) necesitan vivir vidas buenas; y son ejemplos de vidas buenas.

Por eso me incomoda mucho, tanto como para compartir estas líneas, la forma en la que se venden los éxitos de Jorge Vega y de otras personas extraordinarias y dignas de elogios.  En el contexto de los logros de Vega, Pepsi invita a las personas a descubrir los sacrificios que tuvo que hacer para llevar a nuestro país a lo alto del deporte.

Sacrificio, sin embargo, es la entrega de un bien de mayor valor a cambio de un bien de menor valor, o de un no-valor. Digamos que un atleta valora muchísimo llevar a nuestro país a lo alto del deporte; si ese es el caso, todo lo que deja de hacer para alcanzar ese valor tiene menos valor que llevar a Guatemala a lo alto del deporte. Dejar de ir al mar para entrenar significa que se valora menos la ida a la playa, que las horas de entrenamiento.  Dejar de echarse los tragos para no exponer el cuerpo a toxinas significa que se valora más la salud que el placer de unas copas.  No es sacrificio dejar de ir al mar, o decirle no a unos cutos, si se tiene claro que hay valores superiores.  De ahí la necesidad de ejercer virtudes como la racionalidad, la prudencia y la determinación, para citar unas.

¡Sacrificaos!, es un mal consejo; y lo que la gente de buena voluntad quiere decir -realmente- cuando les aconseja a otros que se sacrifiquen (en este conexto), es perseveren, sean determinados, sean responsables.  ¡Esas sí son virtudes!

El principio racional de la conducta es exactamente el de actuar siempre de acuerdo con la jerarquía de los valores propios y racionalmente elegidos, y nunca sacrificar un valor mayor a uno menor.  Sin una jerarquía tal son imposibles los juicios de valor y de conducta racional, como son imposibles las elecciones morales. 

En todo caso, cuando un atleta le dice no a una parranda, porque ese fin de semana quiere dedicarlo a entrenar, lo que hace es descartar un bien que valora menos y pagar el costo de oportunidad porque no puede tener el pastel y comértelo también.

En ese sentido, Vega y otros atletas similares convierten sus sueños en oro -sus sueños- y ponen en alto el nombre de Guatemala, no porque sacrifiquen valores, sino porque persiguen aquellos valores (sus sueños y poner en alto el nombre de Guatemala) y ejercen las virtudes necesarias para alcanzarlos. ¡Por eso son ejemplares!

Respeto y celebro los éxitos y lo que representan atletas y personalidades como Jorge Vega y otros similares; y por eso me entristece que sus sueños y sus logros sean confundidos con algo tan deplorable como el sacrificio.

Seguramente seríamos mejores personas y viviríamos en una mejor sociedad, si en vez de promover el sacrificio, promoviéramos el hábito de adquirir y crear los valores de carácter necesarios para hacernos merecedores de florecer y sentirnos dignos de vivir y de gran estima, sin culpas inmerecidas y sin dejar de corregir errores cometidos. Sin aceptar el papel de animal de sacrificio, de esclavo, o de objeto.

Si te llamaron la atención estas ideas, seguramente quieras leer Objetivismo: la filosofía benevolente; por Warren Orbaugh.


28
Abr 16

Sigue la legislación demagógica: exoneraciones y privilegios

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Puede que sea cierto eso de que mente sana en cuerpo sano; lo que sí es cierto, cierto es que el fortalecimiento -que es el hábito de ejercitar el cuerpo para hacerlo fuerte, vigoroso y saludable- es una virtud derivada del orgullo. También es cierto, cierto que para triunfar en la aptitud física y de salud se necesita de racionalidad, honestidad, laboriosidad, determinación, perseverancia y responsabilidad.

El enfoque principal del fortalecimiento, como el del orgullo es hacia el interior de los individuos, son virtudes introvertidas dirigidas a construirse uno mismo a la imagen de sus valores.  De ahí que el objetivo del deportista o el atleta racional no sea vencer y menos humillar al otro, sino probarse a sí mismo que puede ser mejor.  (Y cuando escribo esto veo mi panza y me perturbo).

Si quieres saber más de este tema, te recomiendo Objetivismo: la filosofía benevolente, por Warren Orbaugh.

El asunto viene al caso porque hoy nos enteramos de que en el Congreso de la República (en otra expresión de demagogia y populismo) hay una iniciativa de legislación para exonerar del impuesto sobre los rendimientos del capital (conocido como Impuesto Sobre la Renta) y del Impuesto al Valor Agregado a empresas que patrocinen deportistas de alto rendimiento.

Está claro que siendo virtudes el fortalecimiento y el orgullo, las actividades deportivas son algo objetivamente bueno. Y admiro y respeto a los deportistas que ganan medallas y competencias. Lo que no está claro, sin embargo, es por qué -a título de qué- es que los tributarios tenemos que pagarles sus actividades de fortalecimiento a terceros.  Puesto de otra forma, el dinero de los tributarios que se usa para financiar las aficiones deportivas de unos individuos son transferencias forzadas de propiedad ajena que sirven a intereses particulares y específicos en perjuicio de otros.  Una exoneración de impuestos a unos individuos, para financiar a otros, eleva arbitrariamente la carga tributaria sobre los individuos que no son exonerados y privilegia a los que no tienen que pagar el impuesto…además de privilegiar a los que reciben los recursos.

Es un error acudir al argumento colectivista de que los éxitos deportivos de los aficionados beneficiados con las transferencias de riqueza le traen gloria al país. Porque tal línea de argumentación no resuelve el hecho de que cuando no se toma dinero ajeno por la fuerza para dárselo a los aficionados a los deportes; a unos tributarios se les quita el peso de los impuestos para elevar el peso sobre otros. Además no es cierto que los guatemaltecos ganamos medallas, ni campeonatos; las ganan aquellos que han competido y han tenido la racionalidad, honestidad, laboriosidad, determinación, perseverancia y responsabilidad necesarias para competir y ganar. Es una victoria pírrica moral conseguir que otros paguen por las aficiones de unos pocos; y la situación no mejora si tal victoria si se logra al grito de ¡pan y circo!

Es cierto que la autoestima de muchos necesita ser alimentada (falsamente) con los éxitos de otros; pero, ¿de verdad deberíamos alentar esa miseria?  Además que no te engañen, esta legislación se trata de privilegios para los que reciben los recursos, y privilegios para los que no tendrán que pagar el impuesto.  En perjuicio de los que no tienen otra opción que pagar porque el ISR se lo quitan antes de que le entreguen el cheque de su sueldo.  ¿Por qué es que un comerciante en Huehuetenango, o en Izabal tiene que cargar con más ISR e IVA como consecuencia de que un empresaurio en la ciudad de Guatemala fue exonerado de ese tributo?

Actualización: La Fundación Amigos del deporte olímpico publicó una perspectiva sobre este tema; misma que, en el fondo, no invalida el principio de que las aficiones personales de unas personas no deberían ser financiadas con dinero ajeno tomado por la fuerza, ni con privilegios y exenciones concedidas a terceros.

La foto es por Philippe Magnier (Francia, 1647-1715) (Jastrow, 2007) CC BY 2.5 , via Wikimedia Commons.


05
Dic 15

¿Y por qué no en el fútbol?

Football_Pallo_valmiina-croppedTres guatemaltecos forman parte del grupo de 16 dirigentes o exdirigentes del fútbol latinoamericano acusados en los Estados Unidos de América por corrupción en aquel deporte.  Los encartados son Héctor Trujillo, secretario de la Federación Nacional de Fútbol y magistrado suplente de la Corte de Constitucionalidad; y los otros dos son Brayan Jiménez y Rafael Salguero.  Sin embargo, para este último, aunque fue mencionado por la fiscal Loretta Lynch, no hay solicitud de extradición.  Trujillo ya fue capturado y Jiménez está prófugo.

Hay mucha candidez alrededor del deporte estatal (en todo el mundo), como la hay alrededor del arte estatal y de cualquier otra actividad en la que estén involucradas la coerción, la arbitrariedad y el dinero ajeno abundante.  Así es en salud, en educación, en seguridad social, en ambientalismo, en aduanas, en transporte, en agricultura, en comunicaciones, en seguridad, y en docenas y docenas de actividades que están en manos de políticos y burócratas.  ¿Por qué iba a ser diferente el deporte?

¿Cómo funciona el bisne en el fútbol?

Los encartados usaban su influencia y su capacidad de decisión -a cambio de sobornos- para favorecer a una empresa que se dedica a la transmisión y mercadeo de juegos de fútbol. Los sobornos variaban entre los US$20,000 y US$300,000 porque según era el sapo, así era la pedrada.  Para lavar el dinero de los sobornos, los dirigentes acusados usaron bancos de los Estados Unidos y esa fue su perdición.  Si todo se hubiera quedado en casa, ¿habría perseguidos y capturados?

¿Por qué ocurren este tipo de cosas?  Porque se puede.  Porque las federaciones de fútbol (y de otros deportes) operan con dinero ajeno tomado por la fuerza por medio del poder de políticos y burócratas; dinero que, como es de todos, no es de nadie.  Dinero que está allí, en abundancia, para ser usado de forma antojadiza por quienes tienen el suficiente poder e influencia como para tener acceso a él.  No es dinero privado, sino público.  La teoría del análisis económico de las decisiones públicas arroja luz para aquellos que no pueden pensar que en el deporte (Mens sana in corpore sano), haya lugar para la misma podredumbre que abunda en otras actividades de tipo políticas.  No porque la política sea intrínsecamente sucia, sino porque tiene que ver con el uso de la fuerza, y porque para quienes la idealizan es muy difícil ver que los políticos y burócratas responden a sus propios intereses…como el resto de personas.

¿Cómo se resolvería, de fondo, el asunto?

Como se resuelven este tipo de cosas:  sacando al deporte de la esfera pública, que es la esfera coercitiva de las actividades humanas; y devolviéndolo a la esfera privada, que es la esfera voluntaria, pacífica y contractual de las actividades humanas.

Foto por Christopher Bruno (CC BY-SA 2.5-2.0-1.0 ), via Wikimedia Commons


15
Jul 15

¡Alegría por el éxito de Jorge Vega!

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Es imposible no contagiarse con la alegría por el éxito de Jorge Vega que obtuvo una medalla de oro, en gimnasia, durante los Juegos Panamericanos que se celebran en Toronto, Canadá.

Me alegro porque ese tipo de competencias se ganan como consecuencia del compromiso de los atletas con la excelencia; se ganan luego de años de dedicación, de entrenamiento, de disciplina y de determinación.  El éxito de Jorge Vega no fue un milagro, como dijo el comentarista Donald Faitelson: Yo soy, yo pienso, yo actúo, son las premisas detrás de los triunfos de atletas como Vega.

¡Por supuesto que el triunfo es suyo y quizás de sus colaboradores y patrocinadores más cercanos!; y se me hace cuesta arriba la perspectiva colectivista que dispone que el triunfo es de Guatemala, o de los guatemaltecos; o que el oro de Vega es nuestro.  A no ser, claro, que estiremos la pita en el sentido de que nuestro dinero de  tributarios es usado para que estos atletas cumplan sus objetivos específicos y personales.

Ojalá que el jóven Vega sepa mantenerse bien alejado de los politicastros que intentarán aprovechar su triunfo.  Ojalá que no se crea la finta de que los tributarios le debemos algo. Ojalá que se sienta felizmente orgulloso de la consecuencia de sus actos y de sus decisiones  yque no caiga en la trampa de creer que su éxito es consecuencia del sacrificio; porque sacrificarse es la entrega de algo de mucho valor, a cambio de algo de menor valor, o sin valor alguno y él ha hecho todo lo contrario.  ¡Ha alcanzado uno de sus más caros valores!

Mis respetos para Jorge Vega…y para los otros atletas que obtengan medallas.

La foto la tomé de elPeriódico.


02
Sep 14

Para celebrar a guatemaltecos que triunfan

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Mario Chang, tenor extraordinaire, conquistó el primer lugar en la Operalia 2014, de Plácido Domingo;  la jinete Stephanie Brand se ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nanjing 2014; en el Campeonato Panamericano Senior, que se celebra en Canadá, Ana Sofía Gómez obtuvo una medalla de oro en la viga de equilibrio, en tanto que Jorge Vega se ganó una de plata en salto al potro.

¡Da gusto ver que estos chapines triunfan en tana competitivas actividades!  ¡Mis respetos y felicitaciones a estos magníficos atletas y artista!

Lo que siempre me incomoda un poco es que la gente diga cosas como Guatemala ganó, Guatemala obtuvo, Guatemala conquistó…porque, si bien es cierto que muchos de aquellos logros se consiguen mediante transferencias de riqueza por medio de impuestos, lo cierto es que aquellos triunfos son consecuencia de la disciplina, el sentido de propósito, el compromiso, el deseo de superación, la pasión, el talento, la excelencia y las habilidades de individuos extraordinarios como Chang, Brand, Gómez y Vega.


29
Abr 14

¿Te extraña la violencia a causa del fútbol?

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Kevin Díaz, de 17 años, fue asesinado el domingo a causa de  de los golpes con palos y piedras que le propinaron, así como del cuchillo que le metieron supuestos aficionados del Club Municipal. La razón del ataque, según la novia de Díaz, es que Díaz portaba la camisola de Comunicaciones o Cremas, el club rival.

¿Te extraña semejante violencia a causa del fútbol? Pues no debería.  El fútbol y la violencia de los hooligans tienen una historia íntima. Ahora bien, en una sociedad como la chapina -en la que la criminalidad es mayoritariamente impune, con una larga y triste historia de violencia política y cultural, algo rencorosa y brincona- lo raro es que no haya actos de esta naturaleza cuando se enfrentan grupos rivales, en el marco de actividades intensamente colectivas que apasionan y al amparo de la multitud y de la posibilidad de anonimato. Los encuentros entre equipos y sus hinchas resultan no siendo sólo competencias, sino riñas, batallas, o refriegas.

Las cosas se pueden poner muy peligrosas en este contexto.  El político y comentarista Quique Godoy perdió un ojo en el estadio hace unos años; y ahora le tocó a Kevin Díaz perder la vida.  Así de serio es este asunto de la pasión por el fútbol.

El vandalismo no es siempre físico.  Ahora se expresa con vehemencia en las redes sociales.  Por ejemplo, Kevin Díaz se había expresado así  del equipo Municipal o Rojos: Rojos hijos de puta con custodia, ja ja ja. E hinchas de aquellos publicaron expresiones como: ¿A qué horas van a venir, ratas cobardes; Ando con unas ganas de estrenarte fierro querido con los colores del campeón: y ¡Sólo trompa son putasssss!  Este nivel no debería extrañarnos, tampoco, porque es muy parecido al que usan muchos comentaristas de columnas de opinión.

Un detalle que me parece que hay que ponerle atención es que circulan fotos en las que fans rojos caminan por las calles con palos. Esto, y los tuits mencionados arriba me llevan a pensar en que la incivilidad y la barbarie no son consecuencias del apasionamiento en un momento de calor futbolero. A mi me parece evidente que los hooligans chapines llegan preparados para el salvajismo.  Ya sea para iniciarlo, o para unirse a él.  Sospecho que el gamberrismo ya es parte de la cultura.

Violencia y gamberrismo, eso sí, no son lo mismo.  Culturalmente hay violencias aceptables y aquí van dos ejemplos:  En Chivarreto, Totonicapán, se celebra un festival de puñetazos durante el Viernes Santo; y en San Andrés Semetabaj, Sololá, hay gente que se agarra a chicotazos con varas de membrillo durante el Sábado de Gloria.  De esta práctica puedes ver un vídeo aquí.

¿Sábes qué? Creo que los hinchas futboleros que van en busca de violencia a los encuentros deportivos son  sociópatas.  Sospecho que esas personas han perdido la noción de la importancia que tienen los derechos individuales, las leyes y las normas sociales más elementales.

La culpa, claro, no es del fútbol…es de las personas que actúan con violencia.


27
Dic 13

Vidas ejemplares

Este año comenzó fatal.  Tan mal que lo empecé con mi familia sentado en la acera del Hospital Roosevelt.  Pero luego se arregló y fue estupendo.  Me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra. Y por eso quiero cerrarlo con algo bueno en este espacio.

La oportunidad me la dio el primer convivio al que asistí en diciembre: el de los corredores élite de Guatemala, grupo de atletas extraordinarios que entrena el corredor Carlos Trejo.

Carlos y un grupo de empresarios visionarios apoyan a unos 30 atletas de recursos escasos; pero excelentes.  El Trejo Training Team está integrado por tres grupos de corredores: Los élite, que reciben dinero de sus patrocinadores; los que reciben hospedaje, comida, ropa y accesorios; y los que llegan a solicitar un espacio en la vivienda que sostiene el programa; pero son desconocidos. Muchos no entran en el presupuesto de los patrocinadores; pero son promesas, entonces con la casa pueden ayudarse a seguir adelante. Lo hago porque me hubiera gustado desarrollarme en este deporte con las mínimas condiciones, dijo Carlos en un reportaje publicado a principios de este año. Siento mucha satisfacción cuando veo a atletas que ganan competencias y han pasado por la casa. Me gustaría que sigan creciendo los demás, señaló.

Durante el convivio tuve la suerte de sentarme frente a Raúl y Brian, atletas paralímpicos que me dieron una lección de vida sin proponérselo.  Durante la hora que compartimos me enseñaron mucho sobre la búsqueda de la excelencia, la perseverancia, la dignidad y la amistad.  Raúl perdió sus brazos a causa de una descarga eléctrica y Brian perdió la vista a causa de una bala perdida.  Y ambos son exitosos corredores que han obtenido medallas en competencias internacionales.

Cuando yo era niño, una editorial mexicana publicaba unas revistas (chistes, les decíamos) que se llamaban Vidas ejemplares.  Costaban Q0.25; pero valían mucho más.  Aquellas historias eran sobre héroes y personas que hacían cosas extraordinarias.  Carlos, Raúl, Brian y los corredores élite son extraordinarios y tienen mucho que enseñarnos; y las suyas son vidas ejemplares.

Columna publicada en El periódico.


21
May 13

Pa´variar, una buena noticia: ¡Exito de J.C. Sagastume!

Juan Carlos Sagastume, atleta guatematleco, ganó los 220 kilómetros de la ultramaratón en Walden, Colorado.  Sagastume compitió en The Divide, ultramaratón extrema que se disputó por una ruta de asfalto entre las montañas rocosas.   La prueba empezó a dos mil 500 metros sobre el nivel del mar y alcanzó los cuatro mil. Los participantes encontraron otra adversidad en los últimos cien kilómetros, porque ese terreno fue en constante ascenso, lo cual requirió de perseverancia y resistencia de los atletas.  ¡Felicitaciones a Juan Carlos!

Para que te inspires, te dejo una conferencia de él.