10
Ene 25

Costos del caos vial

 

Nueva York es la primera ciudad gringa en establecer un sistema de cobro para conductores que quieran hacer uso de las calles con sus vehículos; se aplica a ciertas partes de Manhattan y la tasa es de US$9, que equivale a unos Q70.

Pero no es la única ciudad del mundo que cobra por circular. Singapur lo hace ¡desde hace 40 años! Oslo y Estocolmo tienen cobros desde 1990. Milán y Ámsterdam les cobran a los vehículos de acuerdo con la contaminación que generan. Londres ha ido ampliando el cobro desde 2003.

La ciudad de Nueva York cobrará un arbitrio por usar calles de Manhattan. La foto la tomé de X.

En la mayoría de ciudades, el cobro es por motivos ambientales; pero también puede ayudar a resolver el más básico problema de congestionamiento, como ocurre en la ciudad de Guatemala. Por un lado, el precio sirve para invitar a los conductores a hacer un uso más racional del recurso de las calles y evitar el desperdicio. Por otro lado, la tasa o arbitrio puede ser una fuente de ingresos para mejorar la calidad de las calles e incluso la del transporte colectivo si es que se insiste en seguir con la necedad de que dicho transporte sea estatizado. Sin embargo, lo ideal sería que fuera liberada la provisión de aquel tipo de transporte para que la creatividad empresarial buscara soluciones, en vez de encargársela a la burocrácia y la política anquilosadas.

Es cierto que el cobro puede enfrentar oposición, especialmente entre grupos que suelen estar a la búsqueda de cualquier oportunidad para la violencia. Pero en Guatemala esos grupos ahora están orbitando el poder, así que están bastante menos intensos. Además, ¿es posible confiar en que los beneficios para la calidad del aire y para el tráfico pudieran disuadir a la oposición irracional?

El 12 de diciembre pasado tardé 80 minutos en avanzar desde mi casa al Obelisco, que son solo 16 cuadras; ¡eso es cinco minutos por cuadra! El martes y miércoles pasados, los atascos en la 20 calle de la zona 10 fueron apocalípticos en la tarde/noche. ¿Viste la foto que circuló hace poco del mar de motocicletas en Ciudad Quetzal? Si yo estuve a punto de perder la paciencia en diciembre, ¿cómo será pasar por experiencias así casi todos los días?

Esos niveles de atascos tienen costos que la gente paga, pero no está consciente de que los paga. El tiempo de uso de los vehículos se multiplica y, con esa multiplicación, se elevan los costos. Las entregas se hacen más difíciles y caras. La calidad del aire se deteriora. Costos, costos, costos; pero sospecho que eso no es nada comparado con los costos emocionales del tráfico. ¿Cómo será pasar una hora, o dos en un tráfico que no avanza después de una jornada laboral? ¿Cómo será pasar ese tiempo de pie en una camioneta atiborrada? ¿Cuánto tiempo falta para que la crispación que genera el tráfico produzca incidentes violentos horribles? ¿Cuánto vale la hora extra que pasas en el tráfico en vez de pasarla con tus hijos? Costos, costos, costos.

Tráfico cualquiera en la ciudad de Guatemala.

Si las autoridades dejaran de jugar al hechicero -como Mickey Mouse en Fantasía– en aquellas condiciones los precios para el uso de las calles, acompañados por una liberalización del transporte colectivo, pueden ofrecer soluciones relativamente rápidas y eficientes para el sufrimiento costoso que viven miles y miles de personas todos los días.

Columna publicada en República.


03
Ene 25

Virgen de la Pólvora y fiesta

 

Este día no volverá jamás, y quien no lo saboree, lo beba y lo olfatee, jamás volverá a encontrarlo en toda la eternidad. El sol no brillará nunca como lo hace hoy… haz tu parte: canta una canción, la mejor que hayas cantado, escribió Hermann Hesse; y la frase viene como anillo al dedo para mi primera columna del 2025, porque te voy a contar sobre el rezado de la Virgen de la Pólvora.

Lo niños conservarán las tradiciones de los toritos y los fuegos artificiales.

¡A que no sabías que hay una Virgen de la Pólvora!… y a que no te extraña que en Guatemala, la tierra del incienso y de la pólvora, salga en procesión.

Durante 63 años viví convencido de que el 1 de enero era un día de silencio y sin tráfico, uno de levantarse tarde y con hueva; y uno de goma —cuando ese era el precio de divertirse como mico—. Jamás me imaginé que en un mundo completamente distinto, ¿o fue en una dimensión distinta?, se celebra una de las fiestas populares y callejeras más espectaculares que he visto.

El landa llevaba al dragón de siete cabezas.

El miércoles en la noche la vivimos en el barrio de San Gaspar (a un costado del Teatro Nacional) y luego hacia la 1ª avenida y 23/24 calle… por ay. A la procesión la acompañan sendas tropas de diablos y arcángeles que, cruzando machetes, escenifican la lucha del bien contra el mal. Pero lo más espectacular —como no puedes imaginarte— es la cantidad de pólvora que precede al cortejo.

Entre la pirotécnia espectacular, diablos y arcáneles libraron la batalla del bien contra el mal.

A lo largo del recorrido hay metros y metros de ametralladoras, muchas de ellas trenzadas y aderezadas con bombas. Hay miles de cajas de fuegos artificiales que iluminan con colores la noche. En la cuadra donde nos apostamos para ver el paso del anda, esta se detuvo cerca de una hora porque fueron quemados cinco toritos y una cortina. Una cortina es un despliegue de fuegos artificiales que tiene palabras que se iluminan. ¡Ni en Joyabaj, para la fiesta de la Asunción, vi tanta, tanta, tanta pólvora!

También impresiona la música de la banda, que no solo es alegre como la que suele acompañar a las procesiones festivas. Son canciones dedicadas a la mujer amada y admirada, e incluso de despecho. La mayor parte de ellas podrían parecer inapropiadas para algún meapilas; pero desde la perspectiva popular, son canciones bien enraizadas en el folclore, como Perfume de gardenias, o El Superman.

A lo largo del recorrido, personas lanzan obsequios a las multitudes.

Como son barrios donde vive gente, las personas salen de sus casas y le dan la bienvenida al cortejo con todo. ¡Por supuesto que queman pólvora! Pero también sacan bocinonas con musicón. En algunas casas regalan cosas a la multitud. Por ejemplo, en una vimos cómo tiraban ponchitos y en otra vimos que obsequiaban tamales. Eso ocurre a todo lo largo del cortejo, y no faltaban quienes bailaban en las calles.

¿Qué te digo del anda? Sobre ella iban la Virgen de la Pólvora, un arcángel y un dragón con siete cabezas de acuerdo con la iconografía tradicional. ¡Pero en los dientes filudos del dragón se veía la saliva! ¡La espuma y el color del mar casi que olían a sal!

@luisficarpediem

Espectacular forma de empezar el año #procesion #virgendelapolvora #tradicion #tradicional #ciudaddeguatemala #donbosco #primerodeenero #procesionesgt #procesionesdeguatemala #rezado #luisfi61 #fiesta #celebracion #alegria

♬ sonido original – Luis Figueroa

Yo hubiera seguido hasta quién sabe qué hora, pero el frío empezó a calar y volví a casa. En esta dimensión —en la que estamos tú y yo ahora— y desde mi balcón la noche estaba serena, oscura, tranquila, dulce y gentil; pero en lontananza y en la profundidad de la ciudad, en la otra dimensión, se escuchaban los fuegos artificiales (que no se veían por la distancia y los edificios). Por unos segundos me pregunté si lo que había vivido hacía solo 20 minutos no había sido un sueño. Pero afortunadamente no lo fue. Fueron Guatemala y los chapines. Tierra de contrastes y de gente que sabe saborear, beber y olfatear la vida, y sabe que un día como hoy no le será vuelto a ofrecer jamás. Guate es una tierra de fiestas constantes y estoy seguro de que no hay tiempo suficiente para vivirlas todas.

Gracias a mis amigos Sergio y William por cambiar para siempre mi primero de enero; y gracias a los jóvenes —del Don Bosco— que hacen posible esta fiesta en calles y barrios antiguos.

Columna publicada en República.


28
Dic 24

Bromas, chebos e inocentadas

 

Inocente no es exactamente sinónimo de chebo; pero es una persona fácil de engañar, especialmente si es porque es confiada. En Guatemala, hoy se celebra el Día de los inocentes.

El día suele ser festejado con bromas y engaños en los que uno cae, precisamente por confiado, aunque a veces por baboso. Cuando yo era niño y adolescente recuerdo que los periódicos publicaban titulares engañosos y, si uno no estaba consciente de la fecha, bien podía ser engañado por lo que leía.

La masacre de los inocentes. Cornelis van Haarlem, Dominio público, via Wikimedia Commons.

Mi padre, cuyo cumpleaños era el 1 de abril (que es el April Fool’s Day en los Estados Unidos, el equivalente del Día de los inocentes), gozaba esta fecha. Recuerdo que un año llamó para avisarnos, a mis hermanos y a mí, que alguien nos había enviado regalos navideños a su oficina y que el mensajero llegaría con ellos en cualquier momento. Así que nos tuvo a los cuatro —toda la mañana— esperando ansiosamente, exactamente como espera uno cuando es niño. Por supuesto que los regalos no llegaron y él se divirtió mucho cuando llegó a almorzar y nos encontró más inquietos que de costumbre.

Hay bromas clásicas como la de llamar a alguien que uno sabe que no está disponible y dejar el mensaje de que lo había llamado el señor León. ¿Cuál era la gracia? Dejar el número de teléfono del zoológico para que la víctima de la broma le respondiera la supuesta llamada al señor león.

Mi favorita de todos los tiempos fue la de publicar un anuncio en el periódico que decía: Se compran árbolesde Navidad usados. Se pagan Q X por pie. Lleve el suyo a la dirección XX. El truco era poner un precio tan atractivo por pie que incentivara a las víctimas potenciales a desarmar su árbol y llevarlo. Dos víctimas había: el que llevaba el árbol y el de la casa a la que iban a depositar arbolitos secos.

A las bromas del Día de los inocentes se les llama inocentadas, y las hay complejas, como la de los arbolitos, o sencillas, como la de cambiar el azúcar por la sal a la hora del desayuno, y la de cambiar las horas de los relojes. Esta última era especialmente buena al momento de ver a la víctima correr como desesperada porque iba tarde al trabajo, o a lo que fuera.

¿Cuál es la frase tradicional para cuando las víctimas han caído en el engaño? ¡Por inocente!

La otra masacre de jóvenes inocentes.

Hay, sin embargo, inocentadas muy crueles.

El salario mínimo es una de ellas. Como lo que se ve es un alza en el salario nominal, para quienes tienen la suerte de tener trabajo, los inocentes, chebos y confiados creen que es una buena medida. Sin embargo, la inocentada está en lo que no se ve. El salario mínimo encarece los puestos de trabajo para quienes no tienen empleo; para los jóvenes sin experiencia, que buscan un primer trabajo; y para los mayores que ya no son suficientemente productivos. El salario mínimo encarece los puestos de trabajo y, en los sectores más vulnerables —que son las empresas pequeñas y medianas, así como las que pasan por malos momentos—, genera recortes de personal. Como el alza de salarios no es consecuencia de mayor productividad, sino que es una imposición política, los nuevos salarios nominales empujan hacia arriba los precios y ¡por inocentes! el valor de salarios reales cae.

Columna publicada en República.


20
Dic 24

Camino de diciembre

 

El último viaje de mi abuelo, Luis, fue en compañía de mi abuela, Frances, porque acompañaron a sus amigos Güicho y Tenchita a comprar un auto en Houston y volvieron con el vehículo a lo largo de México. Vi imágenes de ese último viaje porque he estado viendo películas que filmaba mi abuelo. Y pensé que demasiadas veces, durante un viaje, nos enfocamos mucho en el destino y nos arriesgamos a perder de vista lo maravilloso del camino.

Además lo pensé en el contexto de las fiestas de fin de año. ¿Por qué? Porque he oído frases como: ¡Tanto preparativo para una noche y todo se acaba rápido! Cuando yo era niño esa era mi perspectiva: todo se centraba en las expectativas para la Nochebuena y la Navidad, principalmente en los regalos y… ¿cómo iba a ser de otro modo? ¡En la comida deliciosa! Era la época en la que mis padres nos mandaban a dormir temprano a los niños para luego, a la medianoche, ir a despertarnos en medio de la cohetería. Mi padre nos cargaba y nos bajaba medio dormidos a la sala donde nos esperaban la familia y los ansiados obsequios.

En la medida en que fui creciendo… y tal vez madurando alguito, y en la medida en que la familia se fue dispersando naturalmente, empecé a valorar más y más el alboroto de los tíos adolescentes, de los invitados, y el de mis hermanos. La familia, como fuente de calor humano y manantial de tradiciones y anécdotas, fue cobrando más protagonismo en mis expectativas del solsticio de invierno. Pero todavía estaba enfocado en el destino, en la noche del 24 y la mañana del 25 de diciembre.

Aquella perspectiva fue cambiando en la medida en que descubrí que las fiestas de fin de año son mucho más que una noche y una mañana. Comienzan cuando se sienten los primeros aires fríos de diciembre, y en casa arrancamos con la quema del diablo, fiesta que este año disfrutamos junto al Cerro del Carmen con una familia y un vecindario que nos acogió, solo porque los chapines son así de generosos y hospitalarios. En casa, el camino de diciembre sigue con las fiestas de Concepción y Guadalupe, y por lo tanto huele a tanta pólvora e incienso que a veces ataranta. En casa la fiesta sigue cuando salen los adornos propios de la temporada y cuando los aromas a pinabete y manzanilla nos dan los buenos días; y avanza hacia la cena de fin de año en casa de uno de mis hermanos y hacia la tamalada de las M&M. ¿Ves? ¡No es una fiesta de 24 horas porque sigue hacia la Nochebuena y la Navidad, que celebramos en casa, solo para detenerse frente a la rosca de reyes el 6 de enero!

Voy a decir que el viaje de fin de año es uno 30 días de celebraciones. Unas veces con la familia y otras veces con amigos. Siempre juntos, siempre compartiendo. Pero lo más valioso es la oportunidad de transmitir de generación en generación las anécdotas, los recuerdos, las añoranzas y las esperanzas. La oportunidad de revisar las flores y las piedras que hemos encontrado en el camino de la vida y nos hacen ser como somos. Y aquel es un camino que, si tuviera que volver a hacer, lo haría igual porque, ¿qué somos hoy, sino la consecuencia de nuestras decisiones y acciones de ayer? Y lo único que lamento, eso sí, es haber lastimado a más de alguno por negligencia, imprudencia o impericia.

@luisficarpediem

Llegó la fiesta a casa #solsticio #solsticiodeinvierno #celebracion #findeaño #fiestas #navidad #luisfi61 #luces #colores

♬ Solstice – Mark Fabian & Alexander Smith

En casa, pues, las fiestas de fin de año son un viaje y no un destino. Y como no sabemos si va a ser nuestro último viaje, ¿por qué capricho podríamos estar desperdiciando oportunidades para maravillarnos como niños con cada abrazo, cada paquete envuelto, cada torito y cada bocado (sobre todo si nos traen recuerdos viejos, o nos construyen recuerdos nuevos)? Desde aquí —desde este espacio y desde mi casa— te deseo larga vida y prosperidad. Que en estas fiestas y en el año que viene tengas salud, y amor. Que no te falten abrazos, y que no te falten quienes te hagan reír. Ni te falten mazapanes.

Columna publicada en República.


13
Dic 24

Maldición del viernes 13

El 13 de octubre de 1307, un viernes, los caballeros templarios fueron arrestados para luego ser torturados y condenados a la hoguera en una matanza espeluznante, por orden de Felipe IV en complicidad con el papa Clemente V. Desde entonces es que el viernes 13 es día de mala suerte.

Templarios en la hoguera. Anónimo, Dominio público, vía Wikimedia Commons.

 Siete años más tarde, Jacques de Molay, el último gran maestre de de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón u  Orden del Temple, fue quemado vivo en la hoguera frente a la catedral de la Notre Dame, en París. Por qué? Porque el rey Felipe IV de Francia le debía mucho dinero a la Orden y no podía pagar, ni aún después de haber causado inflación en su reino.  ¿Qué hizo, entonces? Echó a andar la bola de que los templarios tenían comportamientos inmorales y, con la complicidad del papa Clemente V urdió un plan para quedarse con las riquezas de los templarios. Los conspirardores pagaron con sus vidas la canallada que hicieron porque murieron pronto…supuestamente por una maldición que les lanzó de Molay.

¿En qué supersticiones crees?

Cuando yo era niño y en el bus del colegio, se creía que si levantabas la mano cuando pasabas bajo los puentes del tren a la altura del Centro Cívico –en el momento en el que pasaba el ferrocarril– entonces tendrías buena fortuna. Una de las supersticiones más populares, entre mis coetáneos era la de que, si te tocaba un número de boleto de camioneta, que sumara 21, eso era de buena suerte.

Claro que pasar debajo de una escalera no traería nada bueno; y el que se te atravesara un gato negro era mal augurio. Tampoco era favorable que rompieras un espejo, o que derramaras sal. ¿Has visto ajos forrados de papel celofán rojo, colgados sobre una puerta? Eso es para que te vaya bien en tus negocios. Y en casa tenemos una herradura colgada porque es divertido.

Una superstición popular es la de creer que los políticos y burócratas actúan inspirados por motivaciones distintas a las de los demás seres humanos.  En consecuencia, hay gente que cree que los pipoldermos generalmente van a poner los intereses colectivos, antes que los suyos propios.

Hay gente que cree que los impuestos los pagan los ricos; y que los pobres no pagan tributos.  Ignoran que los impuestos -como costos- pueden ser trasladados del mismo modo en que se trasladan otras formas de extorsión; otras veces el pago –para los pobres- se materializa en falta de oportunidades de empleo ya que los impuestos desvían recursos del sector productivo, al sector improductivo de la economía.

Otra superstición popular es la de que hay que privilegiar las exportaciones; creencia que hace caso omiso de que las exportaciones pagan las importaciones y al revés.  A mayores exportaciones, también mayores importaciones y que si se reducen las importaciones (sobre todo de bienes de capital) no se puede exportar.

¿Por qué nos gustan los cuentos? ¿En qué supersticiones crees?

Columna publicada en República.


06
Dic 24

Balas, pesadillas y tragedias

 

Los jóvenes chapines deberían saber más sobre el enfrentamiento armado interno. Pero para que eso ocurra, nosotros -los de mi edad, por ejemplo- deberíamos conocer más sobre aquel conflicto cuyo peso cargamos, consciente o inconscientemente. Yo, por cierto, nací un año después del inicio de lo que en algunas poblaciones se conoce como la violencia.

En aquella dirección, el libro titulado Anatomía del enfrentamiento armado interno, por Rodrigo Fernández Ordóñez, no podría tener un mejor subtítulo que Orígenes de la Guatemala contemporánea. Es un librazo que, no sólo por la cantidad de información que contiene, sino por su monumentalidad intelectual, toda persona interesada en tratar de entender Guatemala debería leer.

Haz clic en la foto para comprar el libro.

Es cierto que las condiciones del ejército eran muy precarias en 1960 y que la pobreza era indignante; pero no cabe romantizar a los guerrilleros guatemaltecos como inocentes luchadores por la libertad y la prosperidad. En 2024, a la luz de las evidencias, es imposible ignorar que la dictadura del proletariado y el régimen colectivista y totalitario que pretendieron imponer -de la mano de Cuba, principalmente- costó 100 millones de muertos en el mundo y dejó en la miseria económica y moral a todos los seres humanos que sometió.

La lucha ominosa de 36 años está documentada de una forma admirable en la Anatomía. Me llevó tiempo leerlo porque soy lector lento, sino porque, a ratos, el nivel de detalles documentados tiene que ser abordado con mucha atención. A ratos me iba como en patines por las páginas que describen eventos que recuerdo muy bien, como los tiroteos en la zona 1 a mediados de los años 60, o que viví muy de cerca, como el célebre bombardeo del reducto de la zona 15.

¿Quieres saber por qué es que muchos miembros de la Iglesia católica se involucraron hasta el cuello con las guerrillas marxistas-leninistas-maoístas? ¿Sabías que el partido indígena se alió con el Movimiento de Liberación Nacional? ¿Sabes por qué se dice que donde hay tres izquierdistas reunidos, hay cinco organizaciones en pugna? ¿Quiénes fueron responsables de los fracasos sostenidos de la lucha guerrillera? ¿Por qué es que los guerrilleros involucraron a los indígenas en una lucha que a estos les era ajena? ¿A qué costo? ¿Sabes por qué nunca hubo consenso ni verdadera participación popular en las guerrillas según el comunista José Manuel Fortuny?

¡Hay tantas preguntas fascinantes que ayuda a responder el libro! En 1966, como lo dice el mensaje de la Tricontinental celebrada en Cuba, los guerrilleros ya sabían que el enfrentamiento que protagonizaban en Guatemala, para imponer el comunismo, iba a ser una lucha larga y cruenta, y que el odio iba a ser un factor de la lucha. Sabían que la guerra iba a llegar a las casas y a los lugares de diversión, y que iba a ser total. Y así fue durante los 36 años que perseveraron en sus objetivos. ¿Valía la pena?

En 1968, un cable del Departamento de Estado advirtió que la violencia que se vivía en el país podía tener, a la larga, un efecto contraproducente; y el embajador Mein -que ese año sería asesinado por la guerrilla- llegó a la conclusión de que la violencia era indiscriminada. Y, aun así, las dirigencias guerrilleras siguieron sacrificando vidas para conseguir sus propósitos políticos. ¿Valió la pena?

La Anatomía tiene muchas virtudes que el investigador, el curioso, el académico, el maestro, el periodista y el padre de familia podemos apreciar -ya sea que hayamos vivido o no el enfrentamiento-. Por ejemplo, tres: lo acuciosamente documentado que está el libro; la capacidad del autor para hilar fino y entretejer numerosos dramas paralelos para que el lector no se pierda y pueda entenderlos; y un legado, from the horse’s mouth, para que los chapines exploremos por qué es que -en nuestras narices- se les pide perdón a unos participantes directos en el conflicto, y a otros se los persigue, se les castiga o se los abandona en el olvido ingrato.

Columna publicada en República.


29
Nov 24

Pensar y expresarse sin mordazas

 

Como si fuera una KGB, una Gestapo, o una Stasi, a la Comisión Presidencial contra la Discriminación y Racismo contra los Pueblos Indígenas de Guatemala, el Acuerdo Gubernativo 189-2024 le dio la facultad de monitorear publicaciones de medios de comunicación y denunciarlos con el argumento de encontrar posibles casos de discriminación y racismo contra los pueblos indígenas.

Las ilustraciones que genera ChatGpt siempre me resultan algo burdas; pero el mensaje se entiende.

¡Pero nadie, ni medios de comunicación, ni individuo alguno deberían ser monitoreados por el gobierno para censurar su libertad de expresión!

En ese espíritu, la Asociación de Periodistas de Guatemala presentó una acción de inconstitucionalidad contra aquella pretensión autoritaria; y la Cámara Guatemalteca de Periodismo, así como el Círculo Nacional de Prensa se manifestaron contra la mordaza. ¡Pero ojo!… la libertad de expresión es un derecho individual, de los individuos (valga la redundancia), antes que uno colectivo de los medios (de hecho, no hay tal cosa como derechos colectivos). En ese contexto, también, es importante hacer notar que el acuerdo en cuestión contradice la Declaración de Chapultepec que firmó recién el presidente Arévalo.

En consecuencia, la administración semillera anunció que inició un proceso de revisión de aquel acuerdo nefasto, y esa decisión es correcta. No vaya a ser que se repita el caso de abuso, humillación y bullying cometido contra María Chula, hace unos años. En aquel proceso seguramente habrá defensores de la normativa despótica; sin embargo, el faro que debe guiar a quienes participen de buena fe es el principio de que los derechos individuales deben prevalecer siempre sobre los intereses colectivos, porque es de interés colectivo que así sea. No hay que olvidar que la libertad de expresión no es sólo la facultad de transmitir ideas, que ya es bastante; la libertad de expresión, principalmente, es la facultad de formar y validar ideas; es esencial para pensar. ¿Cómo no va a ser de interés colectivo proteger, con todo, la facultad de pensar? La verdad sea dicha, mucha de nuestra capacidad de pensar, de la que depende la prosperidad humana, es posible sólo por medio del intercambio de ideas, las conversaciones, el discurso crítico y el debate franco y abierto.

Como se vio en el caso de María Chula, la discriminación y el racismo son conceptos caprichosos y arbitrarios, fácilmente manipulables desde la irracionalidad, y ponen en peligro los valores citados arriba.

Por supuesto que todo aquello no quiere decir que al expresarse libremente uno no deba tomar en cuenta la prudencia, los buenos modales, el buen gusto y otras virtudes y valores relacionados. Pero no le corresponde al poder político decidir qué se puede decir y qué no.

Esta ilustracion me gustó más porque dice Prohibido pensar, que es la consecuencia más ominosa de las leyes mordaza.

Otra forma de ver el valor de la libertad de expresión es que es fundamental no sólo para respetar la dignidad humana, sino para limitar el poder (que en este caso es el poder de censurar) y, sobre todo, para buscar la verdad. Quien censura, quien impide y prohíbe la discusión de ciertos temas, es enemigo de la búsqueda de la verdad y es promotor del pensamiento único. En otras ocasiones he dicho —y sostengo— que en una sociedad abierta, libre y sana lo que corresponde es desafiar el pensamiento único. Incluso en temas incómodos, como la discriminación y el racismo, que hay que abordar con objetividad y honestidad, sin banalizarlos, para no servir a los intereses de los grupos que viven del conflicto y del enfrentamiento.

No es mediante la censura y la mordaza que se combaten las malas ideas; sino mediante la educación y la persuasión. Ojalá entendieran esto los encargados de modificar el reglamento de la Codisra.

@luisficarpediem

Como si fuera una KGB, una Gestapo, o una Stasi, a la Comisión Presidencial contra la Discriminación y Racismo contra los Pueblos Indígenas de Guatemala, el Acuerdo Gubernativo 189-2024 le dio la facultad de monitorear publicaciones de medios de comunicación y denunciarlos con el argumento de encontrar posibles casos de discriminación y racismo contra los pueblos indígenas #censura #mordaza #libertaddeexpresion #ideas #pensar #luisfi61

♬ sonido original – Luis Figueroa

Columna publicada en República.


22
Nov 24

De joya a caos: el IALA hoy

 

Durante la primera mitad de los años 60 usé el viejo aeropuerto La Aurora. Construido en el estilo neocolonial ubiquista, tenía una arquitectura característica con arcos, tejas y hermosos trabajos de herrería y ebanistería. Recuerdo que tenía una gran lámpara; y que tenía murales con los heroes centroamericanos: Tecún Uman, Atlacatl, Lempira, Nicarao, y ¿Urracá?. Las maquinitas traganíqueles estaban a mano derecha cuando uno entraba desde la Avenida Hincapié. Era costumbre despedir a los viajeros desde el balcón del segundo piso, en donde estaba la cafetería.

El aeropuerto viejo en la niebla.

Mi padre me llevó una vez a la torre de control porque un amigo suyo trabajaba ahí. Esos eran los tiempos en los que los aviones olían rico y los tiempos en los que uno se entacuchaba para viajar. Por ahí anda una foto mía, listo para volar con chaqueta y sombrero.

Luego fue inaugurado el aeropuerto nuevo. Un edificio magnífico diseñado por Efraín Recinos; y fue una joya de su tiempo. ¡Tenía puertas que se abrían solas! Y, para un niño de 8 años, eso era magia pura. En mi primer trabajo —para una empresa impermeabilizadora— me tocó medir el techo. Eso fue una hazaña, no solo porque me encaramé, sino porque tuve que aprender a sacar las áreas de triángulos obtusos y escalenos.

Con los años, y la abulia de varias administraciones, aquella joya envejeció mal y se hizo obsoleta. Casi colapsó y fue remodelada, con una intervención tan chambona que los techos altos quedaron bajos; casi que fue sellado el edificio y el aire acondicionado no funcionó. El lugar daba grima y debe haber sido un infierno trabajar ahí. ¿Ya funciona el aire acondicionado?

Y entonces… Guatemala, que está en el corazón del mundo maya, donde están Tikal (que es la ciudad maya excavada más grande) y El Mirador (donde se halla la pirámide más masiva del mundo); Guatemala, que es un territorio relativamente pequeño con una riqueza cultural y natural inmensa, en donde a no más de cuatro horas de camino deberías poder cambiar completamente no solo de ecosistema, sino de una complejidad cultural a otra bien distinta y no menos fascinante; Guatemala, donde contrastan las maravillas contemporáneas con las que te podría ofrecer un viaje por el túnel del tiempo… pues Guate tiene un aeropuerto de porquería.

Llegamos al punto en el que la IATA advirtió que el problema de conectividad más grande que tiene Guatemala es el estado deplorable de La Aurora. Toda su infraestructura es deficiente. Peter Cerdá, funcionario de aquella asociación, lo dijo muy educadito, porque esas cosas se dicen con prudencia; pero la infraestructura del IALA es insuficiente para atender el crecimiento potencial de visitantes por esa vía. La Aurora ya no es competitiva. Yo digo que si va a ser hub de algo, es de las moscas.

Para aprovechar aquel potencial, hay que recuperar 18 años de abandono… ¿y me vas a decir que la administración actual, que no puede con un hoyo en la carretera al puerto principal del Pacífico, va a estar a la altura del reto?

Como con el hoyo de Palín, lo que corresponde ante la emergencia y para evitar más y más daños y perjuicios, es que la Administración no estorbe y privatice, o por lo menos dé en concesión el IALA. ¡De forma transparente, por supuesto! Y sin prejuicios ideológicos. Que no pese sobre los tributarios el costo de recuperar La Aurora. Que alguien con experiencia y talento explote todo su potencial. Y que las posibilidades de turismo y otros negocios que ofrece Guatemala no queden en manos de líneas aéreas ratas, que serán las únicas dispuestas a usar un aeropuerto de tercera.

Columna publicada en República.


15
Nov 24

Ausentes, pero con sueldos

 

Cuatro de cada diez maestros del sistema estatal de indoctrinación… perdón… de educación no asisten a las escuelas, descubrió la Auditoría de Desempeño de la Contraloría General de Cuentas. ¿Cuántos de esos cuatro reciben completos sus sueldos? ¡Apuesto a que todos! ¿De dónde sale el dinero para pagar aquellos sueldos? ¡De tu bolsillo! Tú trabajaste para pagar esos sueldos. A aquellas cifras del sistema político de programación… perdón… de educación, se les suman estas: ocho de cada diez estudiantes de secundaria del sector estatal no tienen las habilidades esperadas en matemáticas y escritura; y en lectura, siete de cada diez de aquellos estudiantes carecen de las habilidades esperadas.

Las ilustraciones que hace ChatGpt son muy rudimentarias; pero ¿cachas la idea? ¿Verdad?

La educación estatal para los más pobres, pagada con dinero tomado de los tributarios mediante extorsión, es un fraude. En primaria, las cifras no son mucho mejores: seis de cada diez estudiantes de primaria del sector público no tienen las habilidades esperadas en matemáticas, lectura y escritura.

Hace décadas que la instrucción estatal es un engaño, un embeleco, un timo. Pero no vayas a creer que si diez de cada diez maestros no se capearan de ir a clases, la situación mejoraría. Vaya uno a saber qué clase de maestros son aquellos burócratas. Nuestros sistemas de creencias tienen cuatro fuentes de origen: la casa, los amigos, las experiencias personales y la escuela. ¿Qué crees que ocurre en las escuelas estatales con respecto a los sistemas de creencias a los que están sometidos los niños y jóvenes que no tienen opción? ¿Qué tipo de ideas reciben en la mayoría de aquellos planteles y de maestros que, más que docentes, son burócratas? ¿Qué crees que ocurre con aquellos jóvenes cuando llegan a las universidades? ¿Qué crees que ocurre cuando llegan a sus primeros trabajos?

Se hace mucho alboroto con que el sistema estatal debe asistir a sus burócratas, en que se entregan alimentos y útiles escolares, así como valijas didácticas y se remozan escuelas; pero… los egresados no saben qué es una regla de tres, ni saben hacer oraciones de sujeto, verbo y predicado, para luego querer empleos buenos, u obtener licenciaturas. El sistema es cruel porque crea expectativas inalcanzables en estudiantes que, mal que bien, han ido a clases durante once, o doce años.

Aquella frustración genera resentimiento y envidia; y con esos sentimientos horribles se fabrican clientelas y votantes que son peldaños para las oligarquías que viven del estatismo. El sistema es cruel porque despersonaliza y deshumaniza a las personas. Las víctimas del sistema dejan de ser fines en sí mismos para ser meros instrumentos de quienes diseñan los pensa, permiten que los maestros se capeen y les alcahuetean pactos colectivos a espaldas de los tributarios. El sistema es cruel porque las inteligencias artificiales van a descremar a los miles y miles de jóvenes engañados por aquel tipo de maestros, bajo la mirada del Ministerio de Educación, del sindicato de maestros y del establishment.

Las ilustraciones que hace ChatGpt son muy rudimentarias; pero ¿cachas la idea? ¿Verdad?

Toda educación de niños y jóvenes, pero especialmente la de los más pobres y vulnerables, debería ser despolitizada, desideologizada y alejada de la esfera estatal. Si honestamente queremos dotar a los niños y jóvenes con educación de valor para que sean productivos, independientes y racionales, ¿de verdad quieres que sigan a merced de los maestros que se capean y de los que, si llegan, producen resultados como los indicados en el segundo y tercer párrafo? ¿Alguna vez has checado qué les enseñan a tus hijos en materias de ética, historia, arte y literatura, por mencionar cuatro áreas? ¿Cuándo, pero cuándo, comenzamos a rescatar a los niños y jóvenes de aquel suampo?

Columna publicada en República.


18
Oct 24

Revolución y verdades incómodas

 

Cuando uno entra al sitio web que la administración Arévalo le dedica a celebrar la Revolución de 1944, el primer personaje que ve en una fila es Jacobo Árbenz, de quien el mismísimo Juan José Arévalo, en su Carta política al pueblo de Guatemala con motivo de haber aceptado la candidatura y otros escritos, dijo que, en su gobierno, la policía fue obligada a practicar torturas repugnantes y a cometer crímenes contra la vida de los adversarios políticos.

(Pausa para dimensionar esta afirmación.)

En el cementerio de La Antigua hay un monumento con la lista de estudiantes y obreros que fueron sacados de sus casas, torturados, mutilados y ejecutados de forma extrajudicial por la policía de La Primavera. Al empresario de turismo, Jerry Cattousse, lo desnudaron, torturaron y le metieron un tiro en la pierna en el tristemente célebre Primer Cuerpo de la Policía Nacional, y Flavio Cristóbal Castellanos se lanzó de una ventana antes de seguir soportando las torturas a las que fue sometido.

(No sigo con ejemplos porque supongo que ya captaste.)

¿Cuál es el logro insignia de la Primavera y la Revolución? ¡El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social! Mismo que nació al mismo tiempo que organizaciones similares en Centroamérica y en otras partes de Hispanoamérica. ¿Por qué? Porque el IGSS, como las otras organizaciones parecidas, fue creado por orden superior desde Washington D. C., por la administración Roosevelt.

(No fue una conquista revolucionaria, sino una directriz para el subcontinente.)

¡Ojo! No estoy diciendo que no había que cambiar el ancien régime, ni que no fuera necesaria una modernización institucional de Guatemala. Lo que trato de hacer es ponerle un poco de perspectiva y un brochazo de realidad a la historia rosa y a la propaganda semillera alrededor de lo que ocurrió entre 1944 y 1954.

(Para que no te den atol con el dedo.)

Si haces un arbolito de relaciones, como un árbol genealógico, vas a ver que muchos de los personajes exaltados por la propaganda de 2024 están relacionados con las organizaciones que integraron la URNG y con grupos afines anteriores, o posteriores a ella. Eso no es raro, porque en el documento que cité, de Juan José Arévalo, el expresidente dice que el arbencismo desvió la Revolución cuando intervino el sindicalismo, cuando inició la represión de los partidos de oposición, cuando los líderes comunistas fueron invitados a compartir el despacho presidencial y a tutelar los otros partidos oficiales, y cuando el Presidente se encerró durante meses para entretenerse con amigos palaciegos.

(Nada como oír estas cosas from the horse’s mouth, como diría mi abuela.)

La Primavera se atribuye méritos que no le corresponden, mediante la práctica de gaslighting. Esto es engañar o controlar a alguien para hacerle creer que sus recuerdos o creencias acerca de algo están mal. No es por defender a Federico Ponce, pero, ¿a que no sabías que durante su presidencia efímera se les permitió a los estudiantes de la universidad estatal elegir a los decanos de sus facultades? ¿A que nadie te contó que Ponce estableció institutos nacionales para varones en Jalapa y Cobán? En su tiempo fue relanzada la Asociación de Mujeres Intelectuales de Guatemala.

(Ponce es indefendible, pero los chapines no vivían en las cavernas antes de la Revolución.)

Lo que quiero decir es que, si la virtud de la honestidad es la de no falsear la realidad, quien quiera conocer bien y de verdad la Revolución y su Primavera debe hacer un esfuerzo intelectual que vaya más allá de ver vallas y cantar música de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.

Esta columna fue posible gracias a Un sueño de primavera, de Ramiro Ordóñez Jonama, y a Genocidio sobre Guatemala. Libros que seguramente querrás leer ahora.

Columna publicada en República