28
Dic 09

El refrescante ponche navideño

En casa hicieron el tradicional ponche navideño chapín. Se prepara con frutas, dependiendo de la región del país en que se elabore y de la receta familiar. La que hicieron en casa viene de la Costa Sur y por eso lleva coco; se sazona con pimienta gorda y clavos y se usan las frutas frescas incluyendo plátanos, papaya, manzanas, manzanillas, pasas, ciruelas y piña.
En casa de mi madre, el ponche se hacía con piña, que es común a todos los ponches chapines; pero se sazonaba con canela, se hacía con frutos secos del hemisferio Norte, como manzanas, melocotones y peras, además de las ciruelas y pasas que son de ley.
A mí, el ponche me gusta bien helado y que sea refrescante; pero si lo he de tomar caliente me gusta con un toque de ron.

27
Dic 09

Adivinanza para los Guatemaltecos

A ver, chapines, ¿a quién le dedicamos esta canción? La misma es de Roberto Calero y se llama El mandarina. Gracias a mi amigo, Rómulo, por la pista.


27
Dic 09

Soy el monstruo come galletas

En Plaza Sésamo había un monstruo come galletas; y ahora, que hicimos galletas en casa, estoy convertido en ese personaje. Hicimos galletas de mosh y de Cornflakes de acuerdo con la receta tradicional de mi madre y de mi abuela.
En casa de mis padres, para estas fiestas hacíamos varias galletas: las de ley eran estas de mosh y Cornflakes;unas en forma de arbolito, con sabor a almendras; las de chocolate; los gusanitos de almendras, de verdad; y mis favoritas que son de mantequilla de maní con un chocolate chip. Y de ahí, aveces se hacían unas de nueces; otras barras de nueces y dátiles; unas de molasses y unas de cardamomo.
Aunque me gustaba que estuvieran en la mesa de Nochebuena, yo me las gozaba más en los días posteriores cuando veía televisión acompañado por un plato de galletas y un vaso de leche bien, bien, bien fría.
Las galletas navideñas eran guardadas en latas de galletas de soda vacías; pero recuerdo un año en que mi padre llevó unas latas grandes de manteca que un amigo le había regalado.
Recuerdo, también, que a mi madre y a los niños nos llevaba un par de tardes hornear todas las galletas y que las más difíciles eran las de chocolate porque este se derretía en las manos cuando uno hacía las bolitas. Las más delicadas, sin embargo, eran las de mantequilla de maní y chocolate chip porque había que sacarlas a medio hornear y ponerles rápidamente el chip antes de devolverlas para que se terminaran de cocer. Como yo no tengo mucha paciencia, para mí eran difíciles las de arbolito porque me costaba mucho que agarraran forma.

26
Dic 09

Engaños de fin de año

Los engaños de fin de año no son diferentes a los engaños de todos los días; pero aún así, mucha gente sigue cayendo en ellos. Veamos tres:

1. La administración no tiene dinero y por eso hay que subir impuestos: ¡Falso!, la administración aparentemente no tiene fondos para seguridad, para justicia, para educación, ni para salud; pero los burócratas y políticos si tienen presupuestos para fiestas y regalos. El engaño está en que dinero sí hay, lo que pasa es que lo malgastan y los desperdician en frivolidades.
2. Alvaro San Nicolás Colom elevará el salario mínimo: ¡Falso!, lo que hará el presidente es elevar el salario nominal que reciben aquellos que puedan conservar sus empleos; pero lo reducirá a cero para aquellos que los pierdan. Elevará el salario nominal, o sea la cifra que reciben los que tengan sueldo; pero su salario real -o sea, el poder adquisitivo de aquella cifra- no se verá incrementado. Esta engañifa es particularmente cruel y cínica.
3. La proliferación de armas incrementa los homicidios: ¡Falso! Las armas no matan a nadie, quienes matan son las personas que las usan. El incremento de homicidios se debe a que está clarísimo que no hay seguridad para las víctimas potenciales, que no hay justicia para las víctimas y que no hay consecuencias penales para los victimarios. Está clarísimo que el crimen paga. Y la abundancia de armas es una consecuencia de la demanda de las mismas. Hay muchas armas porque los homicidas las necesitan para hacer lo suyo; y hay muchas armas porque las víctimas potenciales necesitan protegerse. Si no se distingue la causa del efecto, este engaño sólo distrae de lo que es importante.

25
Dic 09

¡Feliz Navidad, con tamales y café!

Aaaaaaaaaaaah, como me disfruto el desayuno del 25 de diciembre. A mí me gusta empezar el día con un tamal negro y uno colorado, una tasa de café chapín y algo dulce que haya quedado de la cena de Nochebuena. En esta ocasión fue una rodaja de pastel de frutas y galletas que hicimos en casa.

Los tamales que comemos en casa, durante estas fiestas, son elaborados por doña Estela de Alburez (2474 0260). La suya es una receta antigua enraizada en San Martín Jilotepeque y una de sus características es que usa hojas de subanik y de maxán El subanik, por cierto es un plato típico de la región mencionada, que se prepara con un tipo de hojas que a doña Estela le llevan desde Petén. Normalmente los tamales se hacen con hojas de maxán y de sal. Las de subanik le dan un gusto especial y delicado a estos tamales.
Los tamales se elaboran con masa de maíz (aunque a muchas personas les gustan de arroz y de salpor), manteca de cerdo y carnes de cerdo, pollo, o chompipe. También con tomates, chiles y semillas tostadas. Los colorados, que son salados llevan aceitunas y chile morrón; los negros, que son dulces, llevan chocolate, pasas, almendras y ciruelas.
Este año el café es una mezcla de 50% Antigua y 50% Cobán. El primero aporta la acidez y el segundo confiere frutosidad.

24
Dic 09

Indispensables para la Navidad chapina

La Navidad chapina es impensable sin:

Manzanillas, pinabetes, musgo, paxte, chichitas, camarones, aserrín de colores, hojas de pacayas, patas de gallo, pascuas, portales, gallitos, piñas de pino, pino suelto y chorizo de pino, arena y piedrín, pastores y ovejas y otras figuras para el Nacimiento, bricho brillante y otros adornos, ranchitos, tortugas y chinchines, cohetes y fuegos artificiales, ponche de frutas o caliente y, tamales.


24
Dic 09

Posada de barrio en Guatemala

El viernes pasado me encontré con esta posada frente a la casa de mi amiga, Carla. Es una pequeña Posada, típica de los barrios tradicionales chapines.
Como vivo en uno de esos barrios, hoy pasó una de estas posadas por mi calle. Era una Posada grande, con bailadores que la precedían y una banda que la acompañaba. Lo que me llamó la atención es que las cargadoras iban bailando cuando tocaba la banda.
Cuando era niño, mis padres me llevaban a una Posada que organizaba mi tía abuela Pimpa; y más tarde, en la preadolecencia, asistía a las que organizaba nuestra vecina, doña Martita. Las posadas, por supuesto, siempre implican comida: tamales, chuchitos, ponche, y cosas parecidas.

24
Dic 09

Los logros de Alvaro "San Nicolás" Colom

Me contaron que ayer, en su programa de propaganda radial, Empacho presidencial, Alvaro San Nicolás Colom hizo un recuento de los logros de su administración. No los oí; pero me los imagino:


1.Empobrecí a los guatemaltecos
2.Fomenté enfrentamientos entre los chapines
3. Mi familia progresó…y mis amigos también
4. Mis patrocinadores también progresaron

5.Miné las instituciones del país
6.Intimidé, como pude, a la prensa independiente
7.He logrado que ni se mencione el asesinato de Los Musa
8.He puesto en peligro las inversiones en generación eléctrica
9.Hice el ridículo en Cuba y con lo de Honduras
10.Sandra Evita ya no me pega seguido

Por cierto que, aprovechando las fiestas de fin de año vale la pena recordar por qué me refiero a él como San Nicolás. Esto es porque ha hecho su carrera política regalando cosas, generalmente con dinero ajeno tomado por la fuerza. Regalaba en Fonapaz; y ahora regala desde la Presidencia, en compañía de su mujer, Sandra Torres, a quien le he puesto el mote de Evita en recuerdo de la señora Perón que causó la ruina de la Argentina.

Vale la pena recordar que me refiero a su administración como administración y no como gobierno porque incumple con los objetivos fundamentales de un gobierno que son velar por la seguridad y la justicia, por el respeto a los derechos individuales de todos y por la igualdad ante la ley, de todos. En cambio, lo que si hace es administrar el presupuesto del estado, seguramente sobre aquella máxima que dice que gobernar es gravar para gastar.

23
Dic 09

Mi pastel de frutas predilecto

Mi madre vino ayer, a casa, a ayudarme a hacer el pastel de frutas para la cena de Navidad. Esta delicia que lleva jerez, miel de abejas, especias, nueces y frutas es de una receta que descubrimos en los años 70. A mí me gusta mucho porque su sabor es bien balanceado y por el aroma del sherry. Y la otra ventaja es que se puede hacer en el último momento.
En casa, este pastel de frutas forma parte del repertorio de postres navideño; mismo que incluye el Mincemeat Pie, que era el favorito de mi padre y una de las especialidades de mi abuela Frances; y una variedad de galletas. A mí me gusta alternar año con año y algo que no he hecho, pero que me gustaría hacer, es un puding de ciruelas. Recuerdo, por cierto, que una vez mi abuela preparó un puding con persimones que estaba delicioso. Ojalá y encuentre la receta.
También me gustan mucho el stollen, el pandoro, y el panettone; pero esos no los preparamos en casa.
Mientras tanto…entre ayer y hoy nos bajamos uno de los pasteles que hicimos y espero que el que está programado para la Nochebuena sobreviva.

23
Dic 09

¡Ya vinieron los tamales!

Ya están en mi casa los deliciosos tamales que disfrutaré entre la Navidad y el Año Nuevo. Magníficos tamales negros y colorados de doña Estela de Alburez (2474 0260).

Doña Estelita heredó, de su señora madre, el arte de los tamales; y calculo que tengo unos 25 años de disfrutar de estas delicias cuyas raíces se hallan en las montañas de San Martín Jilotepeque.
Yo tuve la dicha de todavía ver a mi bisabuela, Adela, haciendo tamales; y durante muchos años, quien nos proveyó de tamales navideños -en casa de mis padres- fue mi tía abuela Baby. Durante un par de años los conseguí con una señora que los hacía, magníficos, allá por el barrio de Gerona; y desde mediados de los años noventa, no cambio por nada los de doña Estelita.
Me gusta que mis tamales tengan sabores, colores y aromas intensos; que la masa sea más suave que dura; que sean más grandes que pequeños; y que sonrían. A mí, los tamales de doña Estelita me sonríen.