01
Sep 08

Anuncios urbanos

Si uno vive suficiente…ve de todo: Reconstrucción de himen (virginidad) No importa si ya tuvo bebés.


19
Ago 08

Anuncios urbanos 2

El día que publiqué la primera versión de Anuncios urbanos, Espyder comentó que me faltaba el de las enfermedades venéreas; y bueno…ya lo encontré.


20
Abr 08

Anuncios urbanos

Estos son anuncios de publicidad que se encuentran en cabinas telefónicas y postes del alumbrado eléctrico.

Son anuncios de coyotes que llevan gente a los Estados Unidos de América; de prestamistas que le dan dinero a empleados públicos y privados, por contrato y a jubilados; clínicas ginecológicas para casos de embarazos no deseados; y préstamos para solucionar endeudamientos con tarjetas de crédito.

Ayer en la tarde, que caminaba por caminar, noté estos anuncios que abundan en la ciudad de Guatemala.

11
Abr 08

La publicidad sí funciona

Gracias al entusiasmo, la lealtad y la generosidad de un grupo de amigos y lectores, el anuncio de Carpe Diem estuvo hoy, de 9:00 a.m. a 3:00 p.m. en http://www.prensalibre.com.gt/

Según Histats, casi 9 de cada 10 visitantes (provenientes de otros sitios) que Carpe Diem tuvo hoy, vinieron por medio de ese anuncio.


29
Nov 07

La moralina no debe dar lugar a abusos

Cuando publiqué la entrada titulada Publicidad y desatinos de muerte, critiqué la campaña que acude a cadáveres de mujeres para vender zapatos porque consideré que era una mala idea por inoportuna. Después de comentarios que he leído en los medios de comunicación, veo que es necesario que aclare un par de cosas:

Primera: que aquella entrada no fue un llamado para que las autoridades regulen la publicidad. Cualquiera que me conozca, o que haya leído este espacio con alguna regularidad, sabe que yo nunca propondría algo parecido.

Segunda: que la empresa que hizo los anuncios no debe sentirse moralmente culpable de nada. En consecuencia, no debe sentirse moralmente obligada a “reparar” daños supuestos, ni a hacer una campaña en favor de nada que no responda a sus legítimos intereses comerciales.

Como la de los perros vestidos de indígenas, esta de los cadáveres fue una idea tonta. Pero ya. Pasó. Es una buena anécdota en la historia de la publicidad; pero nadie debe ser sometido a chantaje moral por algo así. La moralina del establishment no debe dar lugar a abusos. En mi opinión, ni siquiera procede una disculpa.


26
Nov 07

Publicidad y desatinos de muerte

Está de muerte, es el eslógan de la campaña publicitaria que promueve la zapatería MD. Una campaña que pasará a la historia de la publicidad chapina como uno de los mayores desatinos. A la dirigencia feminista y a muchas mujeres no les gusta que en la publicidad abunden la exposición de carnes femeninas, o lo estereotipos de chavas lascivas en pose de poster de pinchazo. Y si a eso se suma que se hace publicidad con mujeres asesinadas, se está armando la de Dios es Cristo.

Algo parecido ocurrió hace años cuando una empresa de concentrados decidió hacer un concurso de perros vestidos con trajes indígenas. La dirigencia indigenista puso el grito en el cielo y el certamen se vino abajo, con la consecuente vergüenza para la empresa que lo organizó.

En el mundo de la publicidad han habido muchos escándalos por falta de buen tino, y otros por mera exageración. Benetton ha estado involucrado en varios, y recuerdo uno particularemente frívolo: el de una chava que para anunciar jeans, decía “entre mis Calvin Klein y yo, no hay nada”. Hay anuncios de mal gusto como aquellos que muestran modelos esmirriadas por la anorexia, o los de los 90 que mostraban chavas como si acabaran de tripear feo. Y el que ilustra esta nota es particularmente shockeante. Tomada de Efecto Magazine, dice: No trates a otros como no quieras que te traten.
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Pero una cosa es que un anuncio sacuda conciencias, y otra es que ofenda sensibilidades. Yo creo que es una mala idea anunciarse con mujeres asesinadas.
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Actualización: Reitero que creo que esta publicidad es una idea mala, por inoportuna; pero dos cosas debo dejar bien claras. Primero, esta entrada no es un llamado a que las autoridades regulen la publicidad. Cualquiera que me conozca, o que haya leído este espacio con alguna regularidad debería saber que nunca propondría algo parecido. Y la segunda es que la empresa que hizo los anuncios no debe sentirse moralmente culpable. En consecuencia, no debe sentirse moralmente obligada a “reparar” daños supuestos, ni a hacer una campaña en favor de nada que no responda a sus intereses comerciales.