04
Mar 24

Volvió el pájaro que nos visita cada año

 

Pasan por aquí dos veces al año: una en esta temporada y otra a eso de noviembre. Son tangaras aliamarillas y se posan en nuestro balcón, o vienen a picar la ventana de uno de los dormitorios.

Foto del 3 de marzo de 2024.

Vienen siempre a eso de las ocho de la mañana; a veces es uno sólo y a veces son dos.

Vienen por lo menos desde 2019 y a en casa nos gusta pensar que siempre son los mismos. Sería muy raro que pájaros distintos hicieran lo mismo cada año.  

@luisficarpediem

Las tángaras aliamarillas nos visitan dos veces al año y pasan por el balcón durante unos días a eso de las 8 de la mañana. A veces tocan con sus picos la ventana de un dormitorio. Eso ocurre por lo menos desde 2019, que yo me acuerde #bird #tangara #tanager #thurpidae #thraupis #pajaro #ave #alegria #luisfi61

♬ Romanesca Cycle 6: IV. – V. – Mark Rimple

Cuesta fotografiarlos porque sólo se están ahí unos segundos; sin embargo, hoy se dejaron ver por buen rato. Cuando pican en la ventana es divertido porque si uno no está alerta puede dejar pasar la señal.

Foto del 4 de marzo de 2024.

No soy pajarero; pero hay tanta variedad de aves en el bosque vecino y son tan difíciles de fotografiar que llaman la atención.  Además, ciertamente que son muy chulas. Las hay nativas y las hay migrantes. Hay de colores y las hay discretas.  Las pericas, por cierto, no son de las más discretas. Hay por lo menos dos variedades de pájaros carpinteros, xaras y hay un pájaro, al que le decimos El Misterioso, que es color ladrillo y tiene un vuelo muy sereno. Serenos también son los gavilanes que, desde niño, me encantaba ver cómo se quedaban estáticos en el aire, seguramente cuando otean a una presa, dispuse yo.

Fotos de marzo de 2020, pocos días después de los encierros forzados.

En casa de mi abuela, Frances, cuando yo era niño, había dos canarios: Hans y Fritz; hubo dos loros: Lorenzo y Arturo; y por lo menos una períca australiana: Musetta y su pareja cuyo nombre olvidé.  En casa de mis padres tuvimos pericas australianas y canarios; pero no recuerdo sus nombres y es posible que no los tuvieran. 


17
Dic 23

De Balam a Baco, un paseo alegre por el zoológico

 

Con lo que a mi me gusta ir a ver a los animales y al zoológico, ¿vas a creer que no iba a La Aurora desde 2014? 

El jaguar se paseaba y daba la impresión de que estaba inquieto.

Por suerte a mis compañeras Majito, Clarita, Raquel y Ardriana se les ocurrió que fuéramos el viernes pasado, con Raúl.

Me emboban los grandes felinos como jaguares, tigres de bengala, leones y panteras.  Me encanta saludar a Balam y cuando veo a la pantera me acuerdo de la peli Cat People, con Malcolm McDowell y Natasia Kinsky. Las jirafas siempre me parecen encantadoras y un poco surrealistas.  No me imagino una visita al zoológico sin pasar a saludar a Trompita, la elefanta…y cuando estoy frente a ella recuerdo algo que cantaba mi abuela, Frances: Toda ele es letra, toda ele es letra, mas la elefanta, No. Me emboba, también el reino kan, que es el de las culebras.  

¡Me encanta la pantera!

Por supuesto que me parecen graciosos los pingüinos y los micos; y frente al espacio de los monos araña siempre recuerdo a Panchito, un mono que llevó mi padre ca. 1975 y que disfrutamos unas semanas en casa antes de que lo regaláramos porque en realidad no teníamos la infraestructura para cuidarlo apropiadamente.

Trompita es la sucesora de la Mocosita.

Me encanta pasar por la Casa de te; y pasar a saludar a Baco, reclinado en su barril con copa en mano. 

Baco frente a la casa de té.

Con las chicas la pasamos re bien, entre risa y risa y entre broma y broma; y me encantó que en el lugar había muchísimas familias.

De niño recuerdo haber ido al zoológico La Aurora con mi abuelita Juanita y mi tía abuela, La Mamita.  En aquel entonces (finales de los años 60)  el zoo era como eran los zoos antes.  Con jaulas.  Muy diferente a los recintos ambientados que hay ahora.  Ya hace por lo menos 30 años que La Aurora empezó a adquirir su carácter actual gracias a una buena administración y a patrocinadores generosos.

@luisficarpediem

Visita al Zoo con el equipo #zoo #animales #luisfi61 #excursion #visitaguatemala

♬ If You Believe – Strive to Be & Patch Crowe

¿Hubo pelo en la sopa? No…pero…

Al pasar el acueducto de Pinula, justo a la entrada del zoo nos encontramos con unos personajes que vestían chalecos anaranjados.  Uno de ellos -muy amable- (demasiado amable, notamos después) nos dijo que el parqueo estaba lleno debido a que había un convivio.  Como es temporada de convivios nos pareció que ¿qué no? y, además, yo no sabía que hay nuevos estacionamientos en el lugar.  La cosa es el sujeto nos ofreció parqueo más adelante, se encaramó en mi pick-up (lo cual nos cayó en gracia a todos) y nos condujo a un callejón que hay poco más adelante.

A mi me dio mala espina que fuera un callejón, y no un parqueo.  Además en casa tenemos la regla de no dejar el auto en la calle. Así que empecé a sentirme incómodo. Nos bajamos del carro y el personaje nos dijo que se pagaba por adelantado Q. 35 por hora y Q100 por tiempo indefinido.  Eso me dio pie para rechazar su oferta y considerar ir a dar una vuelta larga para tratar de entrar al estacionamiento del La Aurora.

Ahí va el sinvergüenza colgado en el auto.

Entonces el hombre ofreció bajar el precio del tiempo indefinido a Q50 pero ya nos habíamos echo ojos con el equipo y habíamos decidido no dejar el pick-up ahí. El hombre se mosqueó un poco y nos fuimos. ¡Quién sabe de la que nos libramos!

Ah, y se me olvidaba

Por primera vez recibí tarifa de la adulto mayor.  En vez de pagar la tarifa normal por entrar al zoo, que es de Q40 pagué la de mayores de 60 años.  

Ya había recibido tratamiento de la tercera edad cuando renové mi licencia de conducir y mi DPI.  Pero fue chistoso aprovechar esta ventaja. 


23
Nov 23

El pájaro que nos visita cada año

 

El pájaro de la foto nos visita cada año por estas fechas en la casa.

¿Por qué suponemos que es el mismo pájaro?  Pues por el plumaje y por su trino.  Llega en las mañanas y algunas veces llega a la ventana de uno de los dormitorios y pica en el vidrio; y otras veces se para en el balcón.

A mí me gusta pensar que es el mismo porque, sería raro que pájaros distintos hicieran lo mismo en la misma ventana del mismo cuarto, cada año. ¿Verdad?

@luisficarpediem

Este pájaro nos visita cada año. A veces se posa en el balcón y a veces pica una ventana #bird #pajaros #ave #harrystyles #luisfi61

♬ Sweet Creature – Harry Styles

¿Alguien puede identificar qué ave es? 

Actualización: gracias al lector N Choto Amaya ahora sabemos que parece un Thraupis abbas.  Estos son tángara aliamarilla.  El martes 28 de noviembre de 2023 llegaron tres al balcón y haciendo cuentas resulta que, además de llegar en esta temporada, suelen pasar a eso de las 8:00 a. m. 


18
Oct 23

Un zorrito en mi jardín

 

Un zorrito se deja ver en el jardín del edificio donde vivo.  ¡Me encantan este tipo de avistamientos!…y como me gustaría toparme con él una noche de estas.

Zorro en el jardín. Foto de la administración del edificio donde vivo.

El área es boscosa y en ella habitan multitud de aves -incluidas xaras y pájaros carpinteros reales-, también se ven las ardillas habituales; pero nunca había sabido de zorros.  

Los zorros no son agresivos y comen más que todo ratas e insectos.  

Este animalito me recordó el capítulo del zorro y el trigo, en El principito, obra que la mayoría de la gente lee por las razones equivocadas. Te comparto lo que escribí al respecto en 2016:

Por ejemplo, la frase más socorrida y lo voy a decir: la frase más absurda es esa de que sólo por el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.  Claro que es una metáfora; pero es una mala metáfora. En realidad, una buena epistemología (que es la ciencia que se ocupa de cómo es que los seres humanos adquirimos conocimiento) nos muestra que todo conocimiento pasa por los sentidos. ¡Desde Aristóteles se sabe que no hay nada en el intelecto que  no haya pasado por los sentidos!  La metáfora es mala porque como viene de El principito no va a faltar quien se crea, de verdad, que los sentidos (en este caso los ojos) son irrelevantes para ver lo que es importante y necesario.

De hecho, la percepción es la forma en que se capta lo que existe por medio de los organos receptores, explica Warren Orbaugh en Objetivismo: la filosofía benevolente; y añade que la percepción es de toda la realidad, sin exclusión alguna.  Nunca percibimos sólo una cosa; siempre percibimos la cosa y su relación entre cosas y nosotros mismos.  A final de cuentas la fuente de todo conocimiento humano (y sobre todo del conocimiento esencial) es la evidencia de la realidad que obtenemos gracias a los estímulos físicos que obtenemos por medio de los sentidos y llegan al cerebro por medio de las neuronas.

La frase del corazón, lo esencial y los ojos es rosa pálido y dulce como la miel de abejas endulzada y por lo tanto se lee chula en memes y tiene mucho éxito si uno no se detiene a pensarla.

Otra frase dice: Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada; compran las cosas ya hechas a los comerciantes; pero como no existe ningún comerciante de amigos, los hombres ya no tienen amigos.

Primero es una generalización ya que no dice muchos hombres, ni algunos hombres, sino que supone que los hombres no tenemos tiempo para conocer nada. Y eso no es cierto.  ¡Nunca antes en la historia, tantos seres humanos habían tenido tanto tiempo disponible para otra cosa que no fuera trabajar de sol a sol!  Ese tiempo libre normalmente se usa para la familia, las aficiones, la educación y otras formas de practicar el ocio creativo.

Sin más contexto que el del mismo párrafo y esto es un problema porque es una afirmación gratuita, el autor supone que comprar las cosas hechas, específicamente a los comerciantes, es lo que supuestamente nos impide conocer cosas. La frase echa por tierra el valor de la división del trabajo.  ¿Sería mejor que no compraramos las cosas hechas? La frase echa por tierra el valor del comerciante como servidor y emprendedor, y abona a la idea del comerciante como intermediario innecesario, o como ladrón de valor.

Finalmente en una forma de non sequitur el autor salta a la conclusión de que la gente no tiene amigos porque no puede comprárselos a los comerciantes.  Afortunadamente resuelve este asunto cuando nos cuenta la hermosa historia del zorro y nos explica que la amistad hay que hacerla y cultivarla.

Aquella es otra frase que se lee chula en memes; pero, ¿para llamar la atención sobre el valor de cultivar la amistad, ¿era necesario cargarse la división del trabajo y la naturaleza del comercio y de los comerciantes?

Y, sin embargo, El principito ¡tiene pensamientos mucho más profundos y valiosos!:

Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.  Frase que nos lleva a recordar que, por ejemplo, la palabra amistad viene del griego philía y esta tiene relación con phileîn (querer).  Los que saben me cuentan que philía abarca todo tipo de relación basada en lazos de afecto, cariño y amor, lazos que deben ser cultivados…en el tiempo, y con tiempo.  El principito hizo del zorro un amigo (aunque el zorro era igual a cien mil zorros) porque le dedicaba tiempo.  El pequeño príncipe le dice al zorro: Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser feliz.

Es una locura odiar a todas las rosas, renunciar a todos tus sueños sólo porque uno no se cumplió.  Esta frase nos habla de la locura del colectivismo y la importancia de evaluar a cada individuo como individuo; y nos habla de el valor del ensayo y el error, del valor de levantarse después de la caída.  Cowboy up, diría mi abuela, Frances.

Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte a tí mismo eres un verdadero sabio.  Esta frase nos recuerda el consejo sabio del oráculo de Delfos: gnóthi seautón o conócete a tí mismo.  

-En El principito, el Rey -monarca absoluto y universal- explica que la autoridad se fundamenta en primer lugar en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, hará la revolución. Yo tengo el derecho de exigir obediencia porque mis órdenes son razonables. Si yo ordenara a un general convertirse en ave marina, y si el general no obedeciera, no sería la culpa del general. Sería mi culpa.  La frase no es rosa, ni está enmielada, pero es oro puro.

Y a todo aquello añádele que la ciudad de La Antigua Guatemala queda casi entre Agua, Fuego y Acatenango; y por eso es que el escritor Jorge Carro tiene la hipótesis de que La Antigua, conocida como La ciudad de las perpetuas rosas, es el Asteroide B-612 de El Principito. Recuerda que el principito cultivaba una rosa en su asteroide y que en él había tres volcanes y que uno de ellos estaba activo. Antoine de Saint Exupéry, el autor de aquel libro, vivió en La Antigua.

…y algo igualmente encantador: El cerro de oro, en Atitlán, bien podría ser la serpiente que se tragó a un elefante, como puedes ver en las ilustraciones de esta entrada.

Al fondo el Cerro de oro, junto al lago de Atitlán, en Guatemala.

Debido a un accidente, Saint-Exupéry estuvo en Guatemala y estuvo casado con Consuelo Suncín, ex exposa de Enrique Gómez Carrillo.


05
Sep 23

¿Guías caninos, o casualidad? Acompañantes misteriosos

 

Es la tercera vez que nos pasa algo así.  Anoche regresamos caminando de la casa de mi hermana a nuestra casa -que es una distancia de ocho cuadras-. Ni habíamos caminado la primera cuando nos encontramos con un perrito encantador.

Era de tamaño mediano y cuando nos acercamos a él decidimos bajarnos de la acera porque pensamos que iba a ser hostil.  El animalito no reaccionó a nuestro paso y no le pusimos más atención hasta que nos dimos cuenta de que iba a nuestro lado.  

Gracias por tu compañía, muchacho.

A ratos caminaba a nuestro lado, a ratos se adelantaba y cuando teníamos que doblar en una esquina el perrito nos esperaba y doblaba antes que nosotros. ¿Cómo sabe, un perro, cuál es el camino exacto que vamos a tomar?

Para hacer la historia corta llegamos a casa, cerramos la puerta, nos echó una ´última mirada, le dijimos adiós y le dimos las gracias por su compañía.  Y se volvió por donde vino.

No es la primera vez que nos pasa algo así y en esta, como en las ocasiones anteriores, me gusta pensar que el perro decide acompañarnos.  Pero, ¿por qué nos echan esas miradas tan tiernas? ¿Cómo saben por donde ir cuando se adelantan?

La vez anterior fue en Ciudad Vieja un 7 de diciembre luego de ver loas.  Estacionamos con mi madre, el Ale, Raúl y yo fuera del pueblo y nos tocó caminar bastante en la noche.  Y ahí apareció, un perro chulito, de la calle, que nos acompañó hasta el carro.

La primera vez fue una noche que caminábamos del centro comercial Los Próceres a casa y nomás salimos de aquel centro comercial se nos unió un perro callejero que hizo lo que los dos anteriores.  A ratos caminaba a nuestro lado y a ratos se adelantaba.  Y cuando hubo que doblar, el can dobló para esperarnos unos metros adelante.  De todas las cuadras que caminamos, ¿cómo sabía que había que cruzar en esa?

En esa ocasión teníamos unas chimichangas que habían sobrado, en casa, y se las bajamos; pero el perrito no las quiso comer.  Nos echó una mirada tierna, dio la vuelta y se volvió por donde llegamos. ¿Los perros callejeros no reciben comida? Pregunto porque una vez, en Panajachel, les compramos galletas a los perros de la calle y se rehusaron a comerlas.

¿Qué te diré? Me encanta cuando ocurre eso; pero…me quedo me quedo con ganas de invitar al chucho a entrar.  Claro que no lo hago porque nuestra casa no es apropiada para perros y son responsabilidad. Pero…que ganas de quedarme con uno de esos animalitos.


23
Ago 23

La chicharra silenciosa

 

Me encantan los sonidos que hacen las chicharras y los chiquirines; y el mejor sonido de chicharras lo oí la primera vez que llegué a Tikal. Nunca voy a olvidar lo mucho que me impresioné en aquella ocasión.

Haz clic en la foto para ver el vídeo.

Las chicharras o cigarras también me impresionan porque dejan sus exoesqueletos adheridos en las cortezas de los árboles.

La del vídeo andaba a inmediaciones de mi oficina y es la primera de su clase que veo por ahí en años y años.  Escuché su sonido cuando tomaba un café y también oí su vuelo.  Cuando la ubiqué quedó silenciosa y por más que le pedí que hiciera su ruido característico, ahí se quedó en silencio.

Para mí es imposible pensar en chicharras sin acordarme de la fábula de la cigarra y la hormiga, cuento que sirve para enseñarles a los niños el valor del trabajo productivo.  La primera vez que oí esa historia fue cuando mi tía abuela, La Mamita, me la contó luego de que escuchamos ruidos de chicharras cuando yo tenía unos cinco, o seis años.

Las cigarras también me recuerdan La cigarra, con Lila Downs y Natalia Jiménez.

 


01
Jun 23

Un zompopo de mayo a última hora

 

Mucha gente cree que los zompopos de mayo, como llevan ese nombre, necesariamente emergen en mayo.  Y puede que a veces sea así; pero no es raro que haya zompopos de mayo tan tarde como finales de junio.  Anoche, 31 de mayo, justo antes de que me fuera a dormir, oí un aleteo en la sala de mi casa y, ¡Sorpresa! era uno de aquellos animalitos. 

Un zompopo de mayo visitó mi casa anoche.

Los zompopos de mayo siempre me alegran; pero anoche fue particularmente divertido que el visitante llegara a último momento en el mes que lleva su nombre.

Desde que era niño me llamaban la atención su tamaño, así como su dignidad y ferocidad porque cuando uno los agarraba, recibía rápido una mordida. Esta sin embargo, no era ponzoñosa como la de de una hormiga de fuego, ni nada parecido. Pero era una señal inequívoca y valiente: ¡Conmigo no te metas y si caigo, voy a caer luchando!  Ese espíritu combativo también era su perdición; porque los chicos los cazábamos para hacer peleas de zompopos de mayo.  Yo prefería sentirlos caminar en mi manos y sentir los valientes mordidas; pero si había una pelea, no le hacía el feo.

Allá por 1973, un compañero de clase -cuya familia era de Santa Rosa- llevó al colegio una bolsa con zompopos de mayo fritos en mantequilla y les agarré más cariño a esos animalitos porque así son deliciosos.  Pero no los volví a probar hasta unas tres, o cuatro décadas más tarde.  Me gustan así y mucho más si pongo unos seis u ocho entre frijoles volteados, o guacamol, sobre una tortilla recién salida del comal.

Tan temprano como en el siglo XVIII, Francisco Ximénez, el traductor del Popol Vuh, se refirió a los zompopos de mayo en su libro Historia natural del reino de Guatemala; y escribió que tienen la cabeza grande y unas tenazuelas que parece que son de acero y tienen filo, y punta corva y cruzada como las tixeras; y así cortan con ellas cosas bien duras…entre ellas hay unas muy grandes, y con alas, no son que críen alas, sin que es como la gente principal entre ellas. Aquestas grandes y con alas, no salen del hormiguero, sino es cada año cuando caen los primeros aguaceros, que es por el mes de mayo…y se levantan volando con una singularidad maravillosa, por lo cual los indios, y otras personas que las comen tostadas, y dicen que es comida sabrosa, las cogen con facilidad…y es que como no han visto luz, al verla tan hermosa se van a ella, y así los indios no tienen más que encender unos ocotes, y con esto se les vienen todas a las manos, y cogiéndolas las tuestan, y las comen, y aun las sacan a vender, como lo he visto.

Me encantan los zompopos de mayo.

En algunas poblaciones guatemaltecas a los zompopos de mayo los llaman macashes y en otras ch´ekenes.


23
Ene 23

El asesinato de perritos

 

Simón y Manix fueron dos de los más queridos y memorables perros que tuvimos en mi familia, y fueron asesinados por un vecino criminal.  Aquella basura les dio bocado con estricnina y murieron entre estertores, rigidez y convulsiones.  ¿Qué pasará cuando un perrito muerde una salchicha, o un pan con clavos?

Salchichas con clavos para asesinar perros. La foto la tomé de Facebook.

Pensé en Simón y Manix cuando leí del asesinato de perros en Quetzaltenango y vi las fotos de las salchichas y panes con clavos.  Pensé que los clavos primero se ensartan en las bocas de los animalitos y luego pasan por sus entrañas.  Pensé que ha de ser una muerte lenta, dolorosa y horrible.

Es cierto que los perros callejeros pueden convertirse en plagas y pueden ser peligrosos para la salud, la higiene y la seguridad; pero hay formas civilizadas de controlar el problema. Es oportuno, también, llamar la atención contra los excesos; por ejemplo, advertir que los linchamientos colectivos -que son tan populares entre cierto tipo de personas- pueden dañar muchísimo a empleados, proveedores y clientes inocentes.  Advertir también contra la demanda de penas desproporcionadas que desfiguran la naturaleza de la responsabilidad individual y banalizan el derecho penal.

¿Sábes que creo que hay perros que por temor al envenenamiento no aceptan comida ofrecida por humanos? Lo vi el sábado en la Sexta avenida.  Iba por allí una perra que estaba criando y una chica generosa quiso darle pan; pero la chuchita no lo aceptó.  A mi me pasó una vez en Panajachel, había varios perros callejeros, y fui a comprar galletas para darles y ninguno las aceptó.

¿Será porque saben que hay asesinos de perros por ahí?


16
Nov 22

Una pantera negra

 

Ahora que dicen que una pantera negra escapó de un circo y ronda por El Naranjo, me acordé de dos cosas: la película Cat People y una canción que me cantaba mi papá.

Cat People es una peli con Malcolm McDowell y Natasia Kinsky, un film erótico y de horror que en 1982 no fue entendida.  Fue fascinante la actuación hipnótica de Natasia Kinsky y fue fascinante el simbolismo de las panteras.

La canción a la que me refiero es Siete leguas, el caballo.  Su tema es un caballo de Pancho Villa que en su parte conducente decía:

Adiós torres, de ChihuahuaAdiós torres de canteraYa vino Francisco VillaA quitarles lo panteraYa llego Francisco Villa a devolver la frontera.

Todo inconexo, una pantera en El Naranjo, una peli ochentera y algo de nostalgia por una canción y momentos entrañables.


29
May 22

¡Hoy vimos zompopos de mayo!

 

Salimos a caminar, para ir a desayunar, y en el camino encontramos zompopos de mayo.  Los que visitan este espacio saben lo mucho que me alegran estos animalitos y lo mucho que me gustan asados en comal, y aderezados con mantequilla y sal.

A mí me gusta comer una tortilla con frijoles, o con guacamol a la que le he añadido unos seis u ocho culitos de zompopos para elevar la experiencia. Allá por 1973, un cuate -cuya familia era de Santa Rosa- llevó al colegio una bolsa con zompopos de mayo fritos en mantequilla y les agarré más cariño a esos animalitos porque así son deliciosos.  Pero no los volví a probar hasta unas tres, o cuatro décadas más tarde.

Desde niño me llamaban la atención su tamaño, así como su dignidad y ferocidad porque cuando uno los agarraba, recibía rápido una mordida. Esta sin embargo, no era ponzoñosa como la de de una hormiga de fuego, ni nada parecido.  Pero era una señal inequívoca y valiente: ¡Conmigo no te metas y si caigo, voy a caer luchando!  Ese espíritu combativo también era su perdición; porque los chicos los cazábamos para hacer peleas de zompopos de mayo.  Yo prefería sentirlos caminar en mi manos y sentir los valientes mordidas; pero si había una pelea, no le hacía el feo.

En algunas poblaciones guatemaltecas a los zompopos de mayo los llaman macashes y en otras ch´eken. La semana. pasada me enteré de un área en la que les llaman chekeles, y de que son exportados.

En el siglo XVIII, Francisco Ximénez, tel traductor del Popol Vuh, se refirió a los zompopos de mayo en su obra Historia natural del reino de Guatemala; y escribió que tienen la cabeza grande y unas tenazuelas que parece que son de acero y tienen filo, y punta corva y cruzada como las tixeras; y así cortan con ellas cosas bien duras…entre ellas hay unas muy grandes, y con alas, no son que críen alas, sin que es como la gente principal entre ellas. Aquestas grandes y con alas, no salen del hormiguero, sino es cada año cuando caen los primeros aguaceros, que es por el mes de mayo…y se levantan volando con una singularidad maravillosa, por lo cual los indios, y otras personas que las comen tostadas, y dicen que es comida sabrosa, las cogen con facilidad…y es que como no han visto luz, al verla tan hermosa se van a ella, y así los indios no tienen más que encender unos ocotes, y con esto se les vienen todas a las manos, y cogiéndolas las tuestan, y las comen, y aun las sacan a vender, como lo he visto.

Para que esta temporada comience con la alegría que debe comenzar, espero con ansias los primeros anacates del año.

De paso, algunos ecohistéricos, socialistas y colectivistas creen que el futuro es comer insectos porque no deberíamos comer carne.  Creen, incluso, que se debería prohibir la carne, o por lo menos ponerle impuestos tan altos que la hagan prohibitiva.  Pero tu, que eres listo, puedes distinguir que no es lo mismo echarle chapulines a la naranja para tomarse un tequila, o comer una tortilla de frijoles volteados con unos cuantos zompopos, o deleitarse con unos escargots…¡Por placer!, que tener que comer bichos porque otras personas te fuerzan a hacerlo, o porque te prohiben, o te encarecen otras opciones.  Una cosa es comer algo por gusto y otra no tener opción.