20
Ago 21

¡Es de quitarse el sombrero!

A pesar del encierro de 2020 y del virus chino, el Índice CIG de actividad económica volumétrica creció 5.57% en los últimos 12 meses.  El PIB de Guate se está recuperando. En promedio, una de cada dos familias recibe dinero de remesas, y muchos tienen confianza en el futuro.  Esas son algunas de las buenas noticias que oí en la presentación de aquel índice que ofrece la Cámara de Industria y elabora el CABI.

¡Es de quitarse el sombrero! frente a la resiliencia y el espíritu emprendedor de los que sacan adelante a este país, a pesar de cadenas con bola como la hiper regulación, su hija la corrupción y su madrastra la falta de justicia.

Me llamó la atención, sin embargo, que el presentador celebró que en Guate no cayó la moral tributaria y algo así como que se disminuya la brecha fiscal por el pago de impuestos.

Verás: los impuestos son tomar dinero ajeno por la fuerza y luego distribuir el botín entre intereses afines al poder político, en perjuicio de los legítimos propietarios de aquellos recursos.  Lo que algunos llaman moral tributaria no es más que un fenómeno llamado la aprobación de la víctima, que ocurre cuando las víctimas se resignan al sacrificio.  No hay nada que celebrar.  Preocupa que entusiasme la disminución de la brecha fiscal por medio de la expoliación, y que para nada hayan sido mencionadas la racionalidad y el congelamiento del gasto y el cese de financiamiento privilegiado por medio del presupuesto estatal.

¿Por qué son importantes aquellos detalles? Porque los principios son importantes en la batalla de las ideas; y porque como explicó Ayn Rand: En todo conflicto entre dos hombres (o dos grupos) que comparten los mismos principios básicos, gana el más consistente. En toda colaboración entre dos hombres (o grupos) que se apoyan en diferentes principios básicos, es el más maligno, o irracional, el que gana. Cuando los principios básicos opuestos están abierta y claramente definidos, eso obra en ventaja del lado racional; y cuando no están claramente definidos, sino que están ocultos o difusos, eso obra en ventaja del lado irracional.

Just sayin´.

Columna publicada en elPeriódico.


20
Abr 15

Pasará lo que las élites quieran…

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Pasará lo que las élites quierandijo Dina Fernández en su columna de hoy; y añadió: De lo contrario se impondrá el “momentum” del sistema que tiende a cero cuando lo sacuden.  Y para mí, eso sería lo peor: comprobar que aguantamos con esto también, que la sociedad es rehen de quienes la saquean y abusan y que somos incapaces de proponer algo mejor.

Advierte Dina que buena parte de los guatemaltecos no se ha dado cuenta de la gravedad de la hora que estamos viviendo.  Estoy de acuerdo con esta advertencia y con la idea de que lo peor que puede pasar, luego de ser expuesta la corrupción en la Superintendencia de Administración Tributaria, es que no pase nada.

Por eso comparto con ustedes un relato y unas perspectivas:

A las 7:00 a.m. del 25 de mayo de 1993, el presidente Jorge Serrano se apareció en la televisión y aunción un golpe de estado; pero las acciones habían empezado a las 4:00 a.m.  A las 8:30 el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras, representantes de organizaciones privadas no incluidas en el CACIF y el Comité Estratégico de la cúpula empresarial se reunieron en la Cámara de Industria.  Todo esto no me lo contaron.  Yo estaba ahí porque dirigía la Oficina de Información del Sector Empresarial.

A lo largo de la mañana se fue armando un árbol de posibilidades y -aunque no había consenso- se llegó a la conclusión de que el Sector apoyaría el sistema republicano y el Estado de Derecho para ser consecuente con los principios que sustentaba. Y como resultado, el Sector le daba la espalda al presidente golpista. La siguiente preocupación era evitar que se rompiera del todo la institucionalidad y que el río revuelto se convirtiera en ganancia de pescadores. Para hacer la historia corta, muchos otros sectores sociales se acercaron al Sector Empresarial y luego de muchas reuniones se formó la Instancia Nacional del Consenso para encontrarle una salida al asunto. En ese momento la claridad, el liderazgo y la consistencia del Sector Empresarial fueron claves para consolidar un bloque social -integrado por las élites sindicales, cooperativistas, políticas, militares y populares, así como periodísticas- capaz de mantener la institucionalidad, evitar otro golpe y encontrar una salida.

No es aventurado decir que la acción de aquellas élites logró su cometido de evitar otro golpe y encontrar una salida de forma civilizada, sin que hubiera violencia en las calles.

Ciudadanos de los más diversos sectores consiguieron acuerdos mínimos para conformar una voluntad popular que le puso un ¡Hasta aquí! al serranazo y optó conscientemente por conservar la república y el estado de derecho.  Todo esto no me lo contaron; porque yo estaba ahí.  Vi los procesos de acuerdos de élites conformarse con prudencia, rapidez y determinación tanto en el edificio de la Cámara de Industria como alrededor del vdestíbulo del Hotel Camino Real.  Vi como años de convivencia atropellada y hasta de desconfianza y rivalidad pudieron ser remontados para favorecer aquellos procesos de acuerdos y consensos.

A la luz de la distancia cualquiera podría criticar lo que ocurrió entre mayo y junio de 1993 entre las élites guatemaltecas; pero una vez disperso el polvo una cosa es cierta:  Pasó lo que las élites qusieron que pasara.

¿Será diferente abril de 2015 a mayo y junio de 1993?  ¿Tienes idea de la gravedad de la hora que estamos viviendo?  Lo peor que puede pasar es que no pase nada.  ¿Cuales serán las consecuencias jurídicas para todos, todos, los involucrados en La línea? ¿Habrá pactos políticos entre la mera cúpula de la estructura de defraudación y la Comisión Internacional contra la Impuinidad en Guatemala, por ejemplo? ¿Qué papel jugarán las élites, todas las élites?

La ilustración la tomé de Facebook.


22
Feb 13

Puñalada fiscal, o estado de derecho

Si las noticias fueran, como deberían ser, las notas periodísticas que dicen que el fisco dejará de recibir Q500 millones debido a los recursos que han impugnado la inconstitucionalidad y las ilegalidades de la puñalada fiscal; y que lamentan que ese dinero sea irrecuperable para los pipoldermos tendrían otro ángulo. Dirían que Q500 millones no serán saqueados por los pipoldermos; o bien, que Q500 millones no pasarán del sector pacífico al sector coercitivo de la sociedad.

Lo cierto es que ls pipoldermos dejarían de recibir esa cantidad y ya no tendrían para malgastarla y mal-administrarla, para repartirla entre las ONG de sus compadres, parientes y amigos; ni tendrían para hacerla piñata. ¿Cuánto dice la Vicepresidenta que se pierde en corrupción? ¡Q6 mil millones!

Por eso celebro que la Cámara de Industria se haya unido a la Camagro y a la CCG en la noble tarea de impugnar la puñalada fiscal en defensa del Estado de Derecho y de los tributarios.

Los impuestos, tú ya lo sabes, son dinero ajeno tomado por la fuerza para destinarlo, de forma política, a intereses particulares. Y lo que ocurre cuando los pipoldermos toman tu dinero es que transfieren esos recursos del sector pacífico y voluntario de la economía (que es el sector privado, o sea tú), al sector coercitivo y forzado de la economía (que es el sector público y toda su clientela). Los pipoldermos solo engañan a quienes se dejan engañar.

Lo que pasa cuando los pipoldermos toman tu dinero y lo reparten políticamente entre su clientela es que transfieren la riqueza de los grupos no organizados de la economía, hacia los grupos organizados de la economía. Estos grupos organizados son los que tienen influencia y poder suficiente para hacer uso de la ley y tomar dinero ajeno para destinarlo a sus intereses.

En todo caso… la Corte de Constitucionalidad tiene la responsabilidad de proteger del saqueo, de la rapiña, de la mala administración y de la piñata cada centavo que no sea transferido del sector voluntario de la economía al sector coercitivo. Cada centavo que no vaya a parar a los bolsillos de los pipoldermos y de su clientela.

Columna publicada en El periódico.


01
Feb 10

Para evitar populismo, corrupción y desperdicio

Muy atinada ha sido la actitud de las dirigencias en la Cámara del Agro y la Cámara de Industria, en el marco del pretendido paquetazo fiscal de Los Colom. ¡Antes de atreverse a pedir más dinero, los funcionarios de esta administración deben demostrar que son dignos de confianza! Los tributarios tenemos derecho a ver que la corrupción está siendo controlada; y tenemos derecho a ver que se ha acabado el uso político de los impuestos que pagamos. Tenemos derecho a ver que el desperdicio y la mala administración están bajo control, antes de siquiera discutir si es cierto, o no, que la administración necesita más dinero.


La dirigencia de la Cámara del Agro ya dijo que rechaza cualquier incremento a los impuestos. Carlos Zúñiga, presidente de esa cámara, afirmó que jamás apoyarían un incremento a los impuestos directos o indirectos. Ese punto no es negociable, dijo. La dirigencia del agro demandó reordenar el gasto público, reducir los ministerios y secretarías, privilegiar la inversión social en educación, salud y seguridad.

Por su parte, La Cámara de Industria de Guatemala le solicitó a la administración que retire su paquetazo fiscal, para generar confianza en las mesas de diálogo que impulsa. Javier Zepeda, director ejecutivo de la CIG, dijo que para dar confiabilidad al diálogo que sostienen empresarios con el Gobierno, se deberían dejar de lado las pretensiones de reforma tributaria. El Gobierno prometió la mesa limpia, pero se tiene la reforma fiscal en el Congreso. Lo que menos queremos es perder la confianza. La propuesta tributaria debe estar totalmente fuera de la discusión y del Legislativo, comentó Zepeda.

¿Qué posición tienen las cámaras de Comercio, Finanzas, Turismo, y Construcción? ¿Qué opinan los tributarios que son miembros de estas cámaras? ¿Cuál es la posición del CACIF?

20
Nov 09

En defensa de los más vulnerables

En defensa de los tributarios más vulnerables -que son los que no pueden pagar abogados y contadores que los ayuden a eludir- y en defensa de los que se quedan sin trabajo, o ven que sus sueldos se estancan porque el dinero que debería servir para inversiones es desviado hacia el desperdicio, la mala administración y la corrupción en el sector público, la Cámara del Agro y la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana se sumaron a la postura que días atrás dieron a conocer los industriales, al pronunciarse contra un posible aumento de impuestos.


14
Oct 06

El poder de la ecohisteria

1. Mis maestros positivistas enseñaban que, en la Pirámide de Kelsen, la Constitución era la ley suprema y que debajo de ella estaban todas las demás normativas, reglamentos y circulares.

Desde otra perspectiva don Alberto Herrarte, enseñaba que el constitucionalismo era uno de los pilares del Estado de Derecho. Pero claro, para que aquello sea cierto debe haber concordancia entre las prescripciones constitucionales y la realidad social del ejercicio del poder. En esas condiciones el proceso del poder se somete a las normas de la Constitución. Una constitución semántica, según Herrarte, es aquella que si bien se aplica según sus prescripciones, estas tienen por objeto afianzarle el poder a sus detentadores.

Gottfried Dietze añade y advierte algo importante: que el constitucionalismo es una forma compleja de gobierno, difícil de perfeccionar.

Estas meditaciones vienen al caso porque en 1989 el Congreso de la República de Guatemala aprobó la Ley de Areas Protegidas sin cumplir con el requisito constitucional de contar con una mayoría de dos terceras partes del total de diputados que integran el Congreso.

El caso es que el Parlamento (organismo encargado de decretar, reformar y derogar las leyes) incumplió un requisito fundamental para que aquella ley fuera legal. Empero, existe una presunción de legalidad en cuanto a las normas emitidas por el Congreso; de modo que, aunque la Ley de Areas Protegidas haya nacido con un pecadote original, si a nadie le importa lo suficiente como para interponer una Acción de Inconstitucionalidad, aquella normativa tiene vigencia plena.

Puesto de otra forma puede decirse que mataron a un sujeto en la esquina, pero que, como nadie ha visto el cadáver, se presume que el muerto está vivo.

Pero el hecho es que alguien vio el cadáver. A principios de septiembre la Cámara de Industria de Guatemala impugnó la Ley de Areas Protegidas; ¡y los ecohistéricos pegaron el grito en el cielo!

No voy a discutir ahora si aquella ley es buena, o mala para la protección del ambiente. Voy a pasar por alto que el narcotráfico, la tala ilegal de bosques y el contrabando campean en las áreas protegidas; y voy a hacerme el loco con aquello de que lo que es de todos no es de nadie.

El punto que de verdad me llama la atención es que, como la ley citada sirve a los intereses de algunos ecologistas y de muchos ecohistéricos, el vicepresidente Stein ha intervenido y ha movido a la CIG para que retire su impugnación. De esa cuenta, la Cámara desistió de la Acción de Inconstitucionalidad. Pobrecitos los ecohistéricos; ¡pero que poder tienen!

Como veo las cosas es así: existe una violación constitucional evidente en una ley importante; pero como hay grupos de interés poderosos a quienes no les conviene que se destape esa olla, el comandante-vicepresidente ha conseguido que prevalezcan aquellos intereses sobre la Pirámide de Kelsen, el constitucionalismo, y sobre el Estado de Derecho mismo.

Estoy claro en aquello de que no hay inconstitucionalidad sin declaratoria de inconstitucionalidad; pero hay un muerto en la esquina y ya hiede. Sin embargo, el poder político y los grupos de interés han acordado que sigue vivo y que aquí no ha pasado nada.

Me atrevo a decir que no es así como se perfeccionan el constitucionalismo y el Estado de Derecho. Así como vamos, mejor sustituyamos aquella norma que dice que el ejercicio del poder está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley (artículo 152 de la Constitución); por una que diga que el poder está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley, siempre y cuando los funcionarios y los grupos de interés no dispongan lo contrario.

2. ¡Felicitaciones!, a las autoridades encargadas de Presidios y de la Seguridad Ciudadana por la limpieza que hicieron en Pavón y que debe continuar en otras áreas