12
Feb 24

El despertador de la mente, “Espacio Libre” a las 7 de la madrugada

 

Este es un mix que puede ser explosivo y controversial; uno que puede ser desafiante y ¿tranquilizador?; puede ser chistoso, te puede enojar y te puede hacer pensar.  Es un mix que nunca va a ser aburrido.  Es el de Espacio libre.

Luisa Toledo, Mariano Rayo, Carmina Valdizán y José Eduardo Valdizán en Espacio Libre.

El equipo está integrado por Luisa Toledo y Carmina Valdizán que es seguro decir que son dos de las comentaristas más y mejor informadas de este lado de la Vía Láctea.  El otro miembro del grupo es Mariano Rayo que aporta la perspectiva y la experiencia política desde adentro del animal mismo.  Finalmente José Eduardo Valdizán que es periodista experimentado, de los periodistas de antes, ¿sabes? De los que estaban más comprometidos con buscar la verdad, que con hacer avanzar una agenda. 

Uno puede, o no puede estar de acuerdo con cualquiera de ellos, o con los cuatro; pero sí los ve y los escucha, es difícil ser indiferente.

Espacio libre lo puedes ver y escuchar en Radio Infinita, de 7:00 a 9:00 de la madrugada, de lunes a viernes.


30
Nov 23

Para explorar verdades y desafiar el pensamiento único

 

Hoy, que en Guatemala se celebra el Día del periodista es una ocasión propicia para recordar por qué es importante la libertad de expresiones.  Esta, por cierto, no es particular de quienes ejercemos alguna forma de periodismo, sino de todos por igual, sin distinción, ni privilegios.

La libertad de expresión es una manifestación del derecho a la libertad, que es el derecho de actuar sin estar sometido a coacción arbitraria, o sea, voluntariamente de acuerdo con el mejor juicio propio; y  es útil para tres cosas: proteger la dignidad humana, controlar la actividad social y estatal; y buscar la verdad.

La ilustración la tome de Facebook.

Nadie, nadie, nadie debería ser perseguido penalmente por expresarse y, de hecho, la libertad de expresión tiene más valor cuando lo que se expresa es contrario a las ideas prevalecientes, o podría incomodar a alguien más.  El límite, claro, es la mediana decencia, pero no es un límite penal, sino moral.

La libertad de expresión es la facultad de decir con enunciados, o mediante otros signos lo que se piensa, siente, o desea. Hace posible la exploración de ideas y posibilidades que pueden ser verdaderas -que sean producto de la identificación de hechos de la realidad-…o no. Uno deja de ser un individuo pleno y digno si debe callarse por temor a la legislación, al poder, o al linchamiento.

Como contralora de la actividad de los individuos en sociedad y de las actividades de aquellos que ejercen el poder (formal, o informalmente), la libertad de expresión nos faculta para cuestionar, o reforzar las costumbres y las ideas.  Nos permite poner en duda, o consolidar las facultades de aquellos que -por el momento- ejercen el poder; y las de aquellos que son sus patrocinadores, electores, o clientela. La libertad de expresión hace posible la discusión cívica de nuestros sistemas de creencias, de nuestros patrones de crianza y de nuestros valores.

Como herramienta para la búsqueda de la verdad, la libertad de expresión hace posible que pongamos a prueba nuestras ideas, tecnologías, conocimientos y más.  Es peligroso que una marea de pensamiento arrase con la diversidad de perspectivas e ideas (sobre todo si no es orgánica, sino impuesta y como consecuencia de la intimidación, o de la fuerza).  Sin la posibilidad de explorar, someter a prueba, o expresar lo  aún no ideado, o lo diferente, ¿cómo podemos aprender de nuestros errores e identificar lo que es falso? ¿Cómo podemos aprender de nuestros éxitos e identificar lo que es verdadero?

En ausencia de plena libertad de expresión se imponen el pensamiento único y la historia única; y como dijo Chimamanda  Adichie, es imposible hablar de pensamiento único sin hablar de poder.

En Guatemala el Día del periodista se celebra el 30 de noviembre en conmemoración de la primera tirada de La Gaceta de Guatemala.

¡Felicidades a mis amigos periodistas y a aquellos periodistas que buscan la verdad!


19
May 23

“Carpe Diem” en “República”

 

Si en enero de 2020 me hubieran dicho que la humanidad entera iba a estar tan atemorizada que se iba a dejar encerrar y amordazar en cuestión de pocos días, yo hubiera pensado que era algo sacado de V for Vendettta.  Si alguien me hubiera dicho que a la humanidad entera -por temor- no le iba a importar sacrificar a miles y miles de personas que perdieron sus trabajos, ni a miles y miles de niños que perdieron el tiempo en clases virtuales mientras fingían que aprendían algo y los maestros fingían que enseñaban, yo hubiera pensado que era algo sacado de alguna distopía.

En aquella misma línea de pensamientos, si alguien me hubiera dicho que para sentirse seguras, a muchas personas no les iba a importar si los abuelitos heladeros tenían para comer, o no, este columnista hubiera pensado que era una exageración.  Mi especial solidaridad va para aquellos a quienes -como a Antígona– se les prohibió enterrar a sus familiares y amigos fallecidos.

Hace poco y no sé dónde leí que a todos nos gusta pensar que durante la II Guerra Mundial habríamos sido Oskar Schindler; pero la verdad es que habría demasiados Pavlik Morózov entre nosotros.  ¿Te acuerdas de la chica que fue linchada en redes sociales porque estaba leyendo al aire libre en Cayalá durante el encierro de 2020?  ¿Cuántas personas denunciaron a vecinos que salían durante el encierro, o que hacían reuniones privadas? ¡La prudencia no es lo mismo que el temor!

La cierto es que la libertad es precaria y que estamos a un solo temor de entregarla y perderla. Vi que ocurrió aquello después de los atentados contra el World Trade Center. 

Yo, que crecí durante el enfrentamiento armado interno, cuando un grupo de colectivistas totalitarios intentaba establecer la dictadura del proletariado a fuerza de asesinatos, secuestros y terrorismo, nunca imaginé que la libertad -y con ella la civilización- eran tan frágiles. 

¿Qué me motiva a escribir en medios desde 1986?  La convicción de que los seres humanos sólo podemos vivir dignamente si tenemos la posibilidad de actuar con fundamento en nuestro mejor juicio racional sin estar sometidos a la coacción arbitraria por parte de otros.  ¿Podemos equivocarnos? Sí, pero sólo si aprendemos de nuestros errores y estamos dispuestos a enfrentar las consecuencias de nuestras buenas y malas decisiones, no hay clavo.

¿Qué más?  Participar en la defensa de la sociedad abierta contra sus enemigos.  ¿Algo más? Pues, aclarar mis ideas y aprender en el proceso.  ¿Y si me equivoco? No hay tos. Me he equivocado muchas veces. 

Por ejemplo, ¡Cuántas veces escribí artículos en favor de la democracia!…hasta que leí más sobre el sistema republicano.  ¡Cuántas veces escribí acerca de la necesidad de ampliar la base tributaria!…hasta que leí y conversé con mis amigos acerca de que los impuestos son robo, o extorsión.  ¡Antes creía que era libertario!…hasta que entendí que más que adherirme a principios políticos, lo más desafiante y gratificante era explorar principios filosóficos, y ahora me siento cómodo pensando en mí como Objetivista.

Dicho lo anterior, muchas gracias a República por recibirme, y gracias mil a ti, lector de este diario, por hacer clic y leer este espacio que se repetirá los viernes.  Por cierto, publico temas de actualidad; pero tengo una debilidad por las tradiciones y comidas chapinas, de modo que no te extrañe que aquí escriba sobre el valor de la libertad de expresión y que ocho días después comente lo ricos que son los zompopos de mayo asados al comal, sobre frijoles volteados, o sobre guacamol en tortillas.

¿Dónde me encuentras? Aquí, gracias a República, por supuesto; pero también escribo casi a diario en mi blog luisfi61.com; en Twitter @luisficarpediem y en facebook.com/luisfi61

¡Por la libertad y la razón!

Columna publicada en República.


27
Nov 22

Una nueva etapa

 

elPeriódico está por entrar en una nueva etapa desafiante.  Una etapa retadora porque dejará de existir la versión tradicional e impresa del diario, y porque este se trasladará 100 por ciento a esa terra ignota que es el periodismo digital. Ignota no porque no esté siendo explorada, sino porque en ella hay mucho que descubrir; no sólo a nivel local, sino a nivel global.

A aquella aventura se le suma la desafortunada situación judicial del presidente de elPeriódico, José Rubén Zamora; situación que enfrentan con entereza su familia, Julia y su equipo, y María del Carmen.

En todo el mundo, ya hace décadas que el periodismo está cambiando profundamente.  Los cambios se advertían en 1997 cuando visité el Baltimore Sun, el New York Times, el USA Today (que todavía se diagramaba manualmente cuando aquí Siglo Veintiuno ya se diagramaba digitalmente), el Washington Post y la oficina en D. C. del Dallas Morning News.  En aquellos días ya se sabía que la gente cada vez leía menos diarios y todavía se creía que la versión digital de aquellos era un subproducto de la versión impresa; a aquella se la veía como al pariente pobre y sólo unos pocos advirtieron que para ahí se movía el mercado.  ¡Y eso que aún no había redes sociales, como Twitter, que le dieron vuelta al calcetín! A todo aquello añádele que ya desde José Milla se sabía que, entre los chapines, una familia compra la suscripción de un diario y con ella lo leen todos los habitantes de la cuadra.

El movimiento total hacia el ambiente digital -en medio de una crisis conceptual y global del periodismo- espero que saque lo mejor de los periodistas profesionales que aún quedan en el mundo.  ¿Cómo atraer a más y mejores lectores entre generaciones que no pasan de los 140 caracteres? ¿Cómo resolver el tema financiero? ¿Cómo aprovechar los recursos multimedia? ¿Cómo hacer periodismo en vez de activismo?

Vivimos en un mundo fascinante que a ratos es muy loco, pero siempre fascinante.  A partir del 1 de diciembre, con la nueva etapa de elPeriódico, seguramente aprenderemos mucho desde ambos lados de la pantalla. Carpe Diem te esperará ahí.

Columna publicada en elPeriódico.


30
Nov 21

En el Día del periodista

 

En otra vida, una noche en la que hacía turno en la redacción del diario Siglo Veintiuno mis compañeros y yo escuchamos un ruido fuerte en la calle, frente al edificio Galerías España, y dejamos lo que estábamos haciendo para salir corriendo y ver qué había pasando.  El asunto ni siquiera hubiera sido anécdota, si no fuera porque ocurría en el contexto de algunas bombas que habían sido puestas en la ciudad y porque alguien observó: ¿Ya vieron que salimos corriendo hacia el peligro, y no para alejarnos de él?  Y a todos los causó gracia; pero, ¿da que pensar, o no?

La ilustración la tomé de https://www.debatesiesa.com/

En muchos niveles es raro el oficio de periodista y siempre te da que pensar.  Mi parte favorita tiene que ver con el ejercicio constante de la libertad de expresión que, aunque no es una facultad exclusiva de los periodistas, si es parte esencial de su quehacer.

Desde hace años y en todo el mundo una de las libertades más amenazadas es la de expresión. La corrección política, la penetración cultural y la de ideas alla Gramsci, la multiplicación de espacios seguros contra ideas controversiales, y el totalitarismo islámico, así como formas de conservadurismo, son las principales fuentes de aquellas amenazas.

En enero de 2017, en Guatemala, Flemming Rose explicó que la libertad de expresión se basa en el concepto del individuo como un ser moralmente autónomo que tiene capacidad de entender y decidir qué decir y de cómo reaccionar a lo que otras personas dicen y piensan.  Pienso, dijo, que ningún político, ningún individuo, ningún grupo, debería tener el poder de ocultarnos opiniones, ni formas de expresión.  En ese sentido la libertad de expresión también se trata de la dignidad humana; debemos tratarnos, unos a otros, como adultos, como individuos independientes y autónomos, y no como criaturas inmaduras, robots, o niños.

No sólo para quienes ejercen el poder directamente, sino para grupos de interés que buscan influir en políticos y burócratas, o grupos que anhelan controlar el poder, es tentadora la posibilidad de hacer callar las opiniones que los ofenden, que los incomodan, las que no les parecen verdaderas, y las que van contra sus intereses entre otras; pero así de a poquito, haciendo callar aquí y haciendo callar allá, linchando mediáticamente aquí y linchando mediáticamente allá terminaremos en silencio y con la vista hacia el suelo.  Repito: sobre todo en tiempos de calamidades e incertidumbre, como en el contexto del virus chino.

En la medida en que renunciamos a la libertad de expresión, en esa medida nos acercamos más a la esclavitud, perdemos un valioso instrumento para la búsqueda de la verdad, y para la conservación de la dignidad humana como seres racionales.

El ejercicio de la libertad de expresión, es decir, el de la facultad de decir con enunciados, o mediante otros signos lo que se piensa, siente o desea, hace posible la exploración de ideas, posibilidades y hechos que pueden ser verdaderos -o sea que sean producto de la identificación de hechos de la realidad-, o no.

La libertad de expresión, además, es un contralor de la actividad social y estatal; así como una forma de verificación del respeto a los derechos individuales.

La verdad,¿sabes?, se busca por un largo proceso de prueba y error.  De ahí la labor valiosa del periodista, no porque ande en busca del peligro por el peligro en sí mismo, sino porque muchas veces -quizás demasiadas- la búsqueda de la verdad es peligrosa.  De ahí mis respetos para los periodistas que han dejado sus vidas en aquella pesquisa.

Por cierto que, como explica el filósofo Warren Orbaugh, verdad es una cualidad del juicio y por lo tanto de la proposición. Es la calificación de la relación del predicado con el sujeto, que simboliza su referente, dentro de un contexto, rango y precisión específicos y delimitados. El juicio es ‘verdadero’, si lo que se predica del sujeto, dentro de determinado contexto específico, coincide con el estado de cosas del referente del sujeto. Dicho de otra manera, verdad es la concordancia, correspondencia o adecuación del juicio con los hechos de la realidad.

De ahí que la objetividad sea uña y carne con el periodismo: la objetividad es una adherencia voluntaria a la realidad por el método de la lógica. En esencia, la lógica es un método de observar hechos (las premisas), entonces consultar las leyes de contradicción, y entonces inferir las conclusiones que estas leyes garantizan.Es importante notar que el proceso debe anclarse en hechos observados.Derivar conclusiones de premisas arbitrarias, que representan caprichos arbitrarios, no es un proceso de lógica. Si la lógica es el medio de la objetividad, una conclusión lógica debe derivarse de la realidad, debe estar garantizada por conocimiento antecedente, el que a la vez se apoya en conocimiento anterior, y así hasta lo evidente, hasta los datos sensoriales, dice Orbaugh.


10
May 21

Adiós a Bob Chitester

 

Creo que es fundamental que, además del contenido que estás intentando comunicar, tienes que decirle al espectador: Sé que estás ahí, me interesa llegar a ti y me gustas, dijo Robert Bob Chitester durante una conversación que sostuvimos sobre comunicaciones, en 2017.

En esa ocasión, Bob habló de los más recientes cambios en la comunicación de ideas, entre  los que mencionó la fragmentación de los distribuidores como el cambio fundamental. Dijo que la audiencia también ha evolucionado porque sus intereses son variados y las fuentes de información en las que confían han cambiado.

Robert Chitester, fue fundador y chairman de Free To Choose Network falleció el 8 de mayo de 2021. Bob visitó Guatemala en 2017 para participar en una serie de actividades académicas en la UFM y en esa ocasión tuve la dicha de conversar con él acerca de como han cambiado las comunicaciones.

Bob fue el productor de la serie original, Free to Choose, con el Premio Nobel de Economía, Milton Friedman. También participó en la serie Hayek Interviews.Si te interesa el pensamiento de Friedrich A. Hayek esa serie te va a encantar.

Adiós, Bob.


15
Ene 19

“Primera plana”, cine y periodismo de los buenos

La película Primera plana o Spotlight -que está ahora en Netflix- hay que verla por tres buenos motivos.  Muestra un ejercicio ejemplar del periodismo, es una lica buenísima y te acerca a los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes, un fenómeno al que, por aquí, no se le pone mucha atención.

Imagen de previsualización de YouTube

En 2015 la peli ganó el Oscar a la mejor película y cuenta la historia de cómo fue que la unidad de investigación del diario Boston Globe llamada Spotlight desenmascaró un escándalo en el que la iglesia católica de Massachussets ocultaba docenas de abusos sexuales cometidos por curas en Boston. Por estos reportajes, el Boston Globe ganó un Premio Pulitzer en 2013. Radio Vaticano la calificó como honesta y convincente.

Aparte de aquello, la peli consigue retratar -y lo consigue muy bien- ese periodismo profesional que busca la verdad, verifica fuentes y no está satisfecho hasta que no tiene los pelos de la burra en la mano. Ese periodismo que no confunde venganza con justicia, y ese que no confunde el activismo con la búsqueda de la verdad.  Ese que sabe que más importante que parecer justiciero es ser objetivo.

La peli es oportuna porque, próximamente, miembros del comité permanente de la Conferencia Episcopal de Chile se reunirán con Jorge Bergoglio para hablar sobre el camino recorrido, luego de la renuncia de 34 obispos chilenos -el año pasado- a causa de abusos sexuales cometidos por religiosos.


04
Oct 18

Héroes de historietas, periodismo y capitalismo

Héroes de historietas, periodismo y capitalismo es el título de la conferencia que ofreceré en el Foro Internacional del Capitalismo que se celebrará del jueves 11 al viernes 12 de octubre de 2018 de las 9:00 a.m. a las 6:15 p.m. en el Auditorium Milton Friedman de la Universidad Francisco Marroquín.  El foro es organizado por el Centro de Estudio del Capitalismo.  Puedes registrarte en este enlace.

La exposición que haré parte de las siguientes ideas: Los periodistas son individuos que deberían buscar la verdad,  con objetividad y usando su mente racional.  ¿Para qué? Para proveer información útil para vivir en la tierra.  Los héroes son individuos comprometidos racionalmente con el bien, entendido este como aquello que favorece la vida buena.  El capitalismo es el sistema político que se basa en el respeto a los derechos individuales, incluida la libertad, que es condición ineludible para pensar y actuar racionalmente.  Por eso la idea de que los periodistas pueden ser superhéroes es propia del sistema capitalista. 

El Foro es un espacio para compartir ideas sobre la libertad y el capitalismo con personas de diferentes disciplinas; y el programa y expositores son los siguientes:

Jueves 11 de octubre:

9:00-9:40: Lorenzo MontanariThe international property rights index.

9:40-10:20: Donald González: Derechos individuales según Ayn Rand.

10:45-11:25: Claudia Antillón: El cálculo económico como método del pensar.

11:30-12:15: Leonel MoralesElementos de capitalismo en las acciones colectivas.

15:00-16:30: Enrique Ramírez: Afiches del capitalismo.

16:45-18:15: Luis FigueroaHéroes de historietas, periodismo y capitalismo.

Viernes 12 de octubre:

9:00-9:40: Juan Luis HerreraNeo-comunismo y libertad individual.

9:40-10:20: Julia Toledo: Poesía y capitalismo.

10:45-11:25: María Dolores AriasLa autoestima del empresario y la defensa del capitalismo.

15:00-16:30: Marta Yolanda Díaz-DuránIndustria 4.0: ¿la cuarta revolución industrial o la cuarta etapa de la revolución industrial?

16:45-18:15: Warren OrbaughEl retorno del superhombre.

Por si te interesa estas son dos conferencias que he ofrecido recientemente:


13
Feb 17

Adiós a Humberto Preti

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El periodismo de opinión y el gran diálogo nacional perdieron a un defensor valiente de los derechos individuales y de la igualdad de todos ante ley -así como del estado de derecho- pues ayer falleció el columnista, escritor, empresario y dirigente empresarial, Humberto Preti.  Conocía, como pocos, los temas agrícolas y agrarios.

La noticia está en la página 6 de Prensa Libre de hoy.

Algunas de sus columnas fueron:

Además de columnista, en Prensa Libre, Humberto era novelista y fue autor de Opera al nuevo mundo.

La foto es de Prensa Libre.


10
Jun 15

Luisfi en Amazon y para Kindle

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Una recopilación de algunas de mis columnas fue gentilmente publicada por Editorial Episteme y ya la puedes adquirir en Amazon, para Kindle.  Y pronto estará disponible físicamente también.   El título del libro es Guatemala. El mundo no volvió a ser el mismo.

La recopilación incluye temas de ética, jurídicos y económicos, así como costumbristas, desde le perspectiva de este observador de la acción humana.  La versión impresa incluirá fotografías por yours truly.  Al perpetrar esas  columnas -en un espacio políticamente incorrecto- comparto con mis lectores algunas reflexiones y experiencias en busca de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es pacífico. Los artículos incluidos en el librito han sido publicadas principalmente en elPeriódico.

La Editorial Episteme ha publicado libros de pensadores a los que admiro mucho, como Warren Orbaugh y Carlos Sabino.

Estoy consciente de que publicar una recopilación de columnas no es exactamente escribir un libro; pero me alegra mucho que Guatemala. El mundo no volvió a ser el mismo ande por ahí. Ojalá que alguien se tope con él y que ese hecho, quizás de serendipia, acerque a esa persona a la filosofía de la libertad.  Me gustaría que el acto de leer el libro invitara al lector a conocer la filosofía objetivista, a leer las obras de Ludwig von Mises, y a desconfiar del poder y de los poderosos.  Que los invitara a desconfiar del misticismo, de la irracionalidad, del colectivismo y del altruismo.

Muchas gracias a Antón Toursinov y a Editorial Episteme.