20
Ene 10

Falleció uno de los "arquitectos" del Jueves Negro

Centenares de eferregistas fuera de control tomaron ayer calles y sectores de la capital. Con los rostros cubiertos y armados, con palos, piedras, machetes y armas de fuego exigieron la inscripción de José Efraín Ríos Montt, como candidato presidencial del FRG. Con días de antelación habían planificado que el Hipódromo del Norte, en la zona 2, la avenida de Las Américas, en la zona 13, y el Centro Cívico, serían los puntos donde se reunirían para iniciar las protestas a favor del caudillo eferregista. La movilización obedecía a las palabras de Ríos Montt, quien el lunes 21 advirtió que si no era inscrito como candidato, era posible que perdiera el control de las bases del partido y se suscitaran actos de violencia. Ese fue el Jueves Negro, del 24 de julio de 2003.

Alrededor de 50 buses procedentes principalmente de Quiché, Totonicapán, Jalapa Jutiapa y las verapaces arribaron a la capital a las 5 de la mañana, con cientos de acarreados del FRG. La foto la tomé desde la ventana del que era mi dormitorio. En ella se ve a los bochincheros, armados con palos para piochas, o hachas, de esos que venden en las ferreterías. Caminaban rumbo al Este sobre la 14 calle de la zona 10.

El asunto viene al caso porque ayer falleció Leopoldo Cruz Clavería, uno de los arquitectos de aquella operación con la que acarreados del Frente Republicano Guatemalteco sembraron la violencia y el pánico en la ciudad de Guatemala. En esa ocasión, y perseguido por la turba, falleció el periodista Héctor Ramírez.

14
May 08

Asesinato y entierro de un periodista

Jorge Mérida, periodista y corresponsal de Prensa Libre, fue asesinado en Coatepeque, el 10 de mayo pasado. Ese crímen ha conmovido al gremio y a la sociedad guatemalteca con razón porque, a quienes vivimos la violencia de los años 80 nos recuerda lo vulnerables que somos cuando las cosas pierden dimensión.

En aquellos años, la guerrilla y la contrainsurgencia desataron niveles de violencia que espantan. En tanto que, ahora, el narcotráfico y la mafia son los fulminantes que podrían estar detonando nuevas formas de violencia fuera de todo control.

Todos los habitantes de la Repúblicas somos vulnerables frente a la criminalidad y a la falta de seguridad ciudadana. Cualquiera puede ser puyado, secuestrado, asaltado o asesinado incluso a la vuelta de su casa. Empero, actividades como la del periodista son más riesgosas porque, a estos profesionales, puede ponerlos en enfrentamiento directo con criminales de lo más desalmados.

Esa vulnerabilidad profesional es más evidente en la provincia donde las pasiones son más inmediatas, donde el caciquismo es la ley, y donde la administración es mucho menos gobierno que en la ciudad capital.

Eso no quiere decir que los periodistas urbanos no estemos expuestos a peligros; pero en la Ciudad las redes de apoyo son algo más sólidas y la notoriedad acarrea más consecuencias.

El asesinato de Mérida es un mal augurio y un mal mensaje. Uno que la sociedad guatemalteca debería detenerse a meditar bien. Uno que no debe pasar inadvertido, y uno que nos toca un poco a todos. Como la muerte de Héctor Ramírez -durante los disturbios eferregistas del Jueves Negro de 2003- la de Mérida debe ser un punto de inflexión.

La ciudadanía puede y debe exigirle a la administración que resuelva aquel crímen. ¡Hay que ponerles un alto a los que no tienen escrúpulos para asesinar! De otro modo, esos delincuentes percibirán que somos un pueblo cobarde.


24
Jul 07

Aniversario del Jueves Negro

“Centenares de eferregistas fuera de control tomaron ayer calles y sectores de la capital. Con los rostros cubiertos y armados, con palos, piedras, machetes y armas de fuego exigieron la inscripción de José Efraín Ríos Montt, como candidato presidencial del FRG.

Los movimientos comenzaron desde la madrugada. Alrededor de 50 buses procedentes principalmente de Quiché, Totonicapán, Jalapa Jutiapa y las verapaces arribaron a la capital a las 5 de la mañana, con cientos de campesinos simpatizantes del Frente Republicano Guatemalteco (FRG) y se dirigieron a puntos estratégicos de la ciudad.

Con días de antelación habían planificado que el Hipódromo del Norte, en la zona 2, la avenida de Las Américas, en la zona 13, y el Centro Cívico, serían los puntos donde se reunirían para iniciar las protestas a favor del caudillo eferregista.

La movilización obedecía a las palabras de Ríos Montt, quien el lunes 21 advirtió que si no era inscrito como candidato, era posible que perdiera el control de las bases del partido y se suscitaran actos de violencia.

“Estamos llegando a un punto que se pueden salir de control del Comité Ejecutivo algunas acciones de simpatizantes”, dijo ese día. Tres días más tarde cumplía la advertencia”.

Así reportó Prensa Libre los hechos del 24 de julio de 2003, fecha conocida en la Historia reciente de Guatemala como el Jueves Negro. Gracias a noeschisme.com, la triste efemérides no pasó inadvertida. En esa ocasión perdió la vida el reportero Héctor Ramírez, cuando era perseguido por los revoltosos. Héctor fue mi compañero cuando yo trabajaba en el noticiario de televisión Aquí el mundo.

Ese jueves fue seguido por una jornada luctuosa que no debe ser confundida con los Viernes de Luto en los que los guatemaltecos protestabamos contra los abusos de la administración del FRG y del presidente prófugo Alfonso Portillo.

La foto la tomé desde la ventana del que era mi dormitorio. En ella se ve a los bochincheros, armados con palos para piochas, o hachas, de esos que venden en las ferreterías. Caminaban rumbo al Este sobre la 14 calle de la zona 10.