13
Jun 17

La SAT en la aduana de Santo Tomás

La Superintendencia de Administración Tributaria advirtió que podría cerrar la aduana del Puerto Santo Tomás de Castilla…si en un mes y medio…eso es, si en un mes y medio la administración de aquel puesto no entrega información que le ha sido requerida.

¿Qué son las aduanas? Pues las aduanas son puertas por las que no puedes pasar con tu mercadería si no le pagas al que tiene la llave.  Políticos y burócratas tienen las llaves de las aduanas.  Ellos deciden si pasas, o no y cuándo.  Ellos deciden cuánto tienes que pagar para entrar con tu mercadería y si aquel cobro no es suficiente ignominia también pueden ponerte otros obstáculos, como fitosanitarios, por ejemplo.  Son una forma de extorsión, o más técnicamente son una forma de expoliación que funciona de la siguiente forma: Tu mercadería se queda afuera y se pudre, si no le pagas al de la llave. Ah, a los cobros legales (que nunca legítimos) y a las barreras no arancelarias se les pueden añadir cobros irregulares. Mordidas que les dicen.

¿Por qué puede haber mordidas? ¡¿Por qué no?! En una situación donde alguien tiene poder arbitrario para decidir sobre los negocios y el futuro de otros.  Es la situación perfecta para que haya corrupción…todo tipo de corrupción.

Así que la SAT le va a dar a la aduana de Santo Tomás seis semanas para que rinda información sobre las operaciones en aquel puesto de expoliación.  En vez de cerrar la aduana e intervenirla por sorpresa; abrir una vía express para no estobrar el tráfico comercial y obtener inmediatamente la informacion requerida, la SAT les va a dar a sus empleados en aquella aduana (sospechosos de corrupción)  42 días para que peinen, empolven y aromaticen la información requerida.

Foto por roger4336 (Roger Wollstadt), CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons.


04
Abr 16

“The Panama Papers” y el cotarro alborotado

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Escucha el podcast aquí.

El cotarro (¿o el gallinero?) está alborotado desde que ayer empezó a circular la información sobre los llamados The Panama Papers; una filtración (que no una investigación) acerca de cuentas y compañías offshore de dirigentes mundiales, políticos, dirigentes deportivos, deportistas, celebridades, delincuentes, empresaurios, empresarios, y…en fin…una fauna de los más variada.

Como hay criminales y otros delincuentes involucrados -como narcos, políticos y empresaurios corruptos, y otros-, y los datos fueron filtrados de forma indiscriminada sin distinguir el origen y los propósitos de las cuentas y compañías offshore, la gente sencilla tiende a confundirse y a pensar que todo el que tiene cuentas, o compañías en el exterior está involucrado en actividades delictivas.  Pero tu, que eres un poco más leido, sabes que no.

Tu sabes, por ejemplo, que los llamados paraísos fiscales existen porque existen los infiernos fiscales.  Sabes que muchas personas se ven en la necesidad de proteger sus ganancias legítimas y su propiedad contra la expoliación y la corrupción prevalecientes en sus países de origen.  Sabes que hay personas que tienen la triste necesidad de mantener la privacidad extrema frente a las amenazas no sólo de redes criminales complejas, sino que muchas veces vinculadas a políticos en ejercicio del poder.  Sabes que hay personas y empresas que -por el giro legal y legítimo de sus negocios- debe tener cuentas, o empresas en el extranjero.

Sabes, por ejemplo, que tener cuentas, o compañías offshore no es ilegal, ni debería serlo.  Lo que sí es ilegal es usarlas para cometer delitos, o para esconder los frutos de delitos.  Parece evidente, entonces, que dadas las premisas anteriores, no todas las personas que tienen cuentas, o compañías en el extranjero lo hacen por motivos criminales, y ni siquiera por motivos delincuenciales.

Hay un abismo moral entre aquellos que tienen cuentas y compañías offshore para protegerse de la expoliación, la corrupción, la extorsión y de actividades parecidas, o para facilitar sus negocios legítimos; y quienes las tienen como consecuencia de ejercer la expoliación, la corrupción, la extorsión, el narcotráfico, el tráfico de influencias, y otras actividades similares.  ¡Para nada son lo mismo un emprendedor, un artista y un deportista que protegen su propiedad contra el saqueo; que un jefe de gobierno, un político y un empresaurio que ocultan el producto de la rapiña! Los primeros tienen la obligación moral de proteger su propiedad; mientras que los segundos son depredadores.

Es particularmente ominoso el hecho de que muchos de los que usan cuentas y compañías offshore para ocultar actos delincuenciales y fraudes -o sus frutos- son el mismo tipo de políticos (y cronies) que insisten en elevar impuestos, en mantener impuestos elevados, en controlar los negocios y el sistema financiero, y en someter a la política actividades que son propias del mercado. Los amigos de la legislación, los fans de los tributos, los entusiastas del intervencionismo y otros estatistas de buena fe deberían tomar nota de aquellas ironías groseras.  ¡Hay 12 dirigentes nacionales entre los cientos de políticos, sus familias y socios de todo el mundo entre los usuarios de cuentas y compañías offshore para esconder fortunas malhabidas!

…y sin embargo uno puede empezar a oír el clamor: ¡Démosles más control y poder a  los políticos y a sus funcionarios!  Y si uno preguntara, ¿Por qué?, ¿Cuál crees que sería la respuesta honrada? Cándido (mientras come sus garbanzos en dulce) dice que la respuesta honrada es Porque las cuentas no son mías; pero humor aparte, mis cuates expertos ven otras posibilidades detrás de The Panama Papers: Una represalia contra Putin por su negativa en cuanto a firmar un acuerdo para no vender armas nucleares; y la búsqueda de la eliminación del secreto* bancario en el contexto de la guerra perdida contra las drogas y la obsesión con elevar la recaudación tributaria.

Mientras tanto una investigación de verdad, con respecto a The Panama Papers, debería distinguir entre el grano y la paja, no debería criminalizar a las cuentas y compañías offshore, ni a quienes las usan por motivos legítimos; y debería exponer a quienes las usan para objetivos criminales.

Si te interesa este tema, el artículo The 8 Most Important Things to Read to Understand the Panama Papers Document Leak  te va a ser muy útil.

*¿Notaste que la palabra secreto está en itálicas? Esto es porque el secreto bancario, como secreto propiamente dicho -en Guatemala- fue eliminado en 2001.  Ahora los políticos y funcionarios pueden exigirle tu información a un banco por medio de un juez; pero…¿te das cuenta? No es lo mismo que para conseguir la información los políticos y funcionarios tengan que pasar por un juez a que puedan hacerlo directamente desde el Ejecutivo, por ejemplo.  Hay muchísimas más posibilidades de abuso sin la intervención del juez; y hay muchísima más concentración del poder sin la intervención del organismo judicial.


01
Jun 12

Un ejemplo de extorsión legal

La Administración suscribió un Acuerdo Marco de Entendimiento con la Cámara de Industria de Guatemala para que las industrias extractivas otorguen un aporte adicional y voluntario al estado, con el propósito de que contribuyan al desarrollo social, ambiental y económico de los habitantes del país.

¿Saben de qué me acordé cuando leí esa noticia? De este texto de Ayn Rand:

Cuando para producir necesites autorización de los que no producen nada, cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican con favores y que surgen más ricos por el soborno y las influencias que por el trabajo, cuando veas que las leyes no te protegen contra los infames, sino que son ellos los que están protegidos contra tí, cuando los corruptos sean recompensados y ser honrado te resulte un auto sacrificio inútil, podrás deducir, sin temor a equivocarte, que te encuentras atrapado en una sociedad condenada.


07
Ene 10

El extorsionista y la sanción de la víctima

Si no me das Q450, tomaré tu casa y tu carro, mataré a tu perro y quién sabe si hasta disponga privarte de tu libertad; así le dijo el extorsionista a la víctima que, aterrorizada fue a conseguir la plata. Cuando llegó con los Q450, el extorsionista le dijo: pensándolo bien, los conseguiste muy rápido y seguramente tienes más. Dejémoslo en Q900 y te vas tranquilo. La víctima dobló la cerviz y corrió a traer más plata.

Esta es la historia de la extorsión a la que, la administración de Los Colom, somete a las empresas telefónicas: Primero era que si no le daban Q450 millones en bonos de solidaridad; los iban a clavar con impuestos; pero ahora, al ver que las víctimas colaboran, la exigencia de bonos ha subido a cerca de Q900 millones.
…y cuando a usted le toque ser extorsionado así, ¿cómo va a reaccionar?

12
Abr 07

Justicia, ¿o qué?

En Santa Cruz del Quiché, cinco personas fueron capturadas y acusadas de extorsionar a comerciantes, vecinos y pilotos de mototaxis de aquella ciudad.

Ojalá que la ley caiga sobre estos delincuentes, que han tenido atemorizada a la población. No es justo que uno trabaje honradamente para ganar dinero, y que los pandilleros se lo arrebaten de esta forma, citó un piloto de mototaxi”.

El martes pasadola Policía aprehendió a los nicaragüenses mientras asaltaban y extorsionaban. Los pobladores llegaron al centro de detención de la localidad con intenciones de sacar a los presuntos delincuentes y hacer justicia con su propia mano, pero la fuerza pública se los impidió.

Al no lograr su cometido, los vecinos hallaron a 2 guatemaltecos quesupuestamente son compañeros de los nicaragüenses, y los vapulearon en la concha acústica. No puse foto de la golpiza porque no está en prensalibre.com.gt; pero sí está en la edición física del diario.

Según la Policía, los nicaragüenses fueron entregados a la Dirección General de Migración, mientras que los guatemaltecos están en prisión a la espera de la acción judicial.

Como los chapines no llevan nombres indígenas (Gómez Urizar y Martínez Mungía), ¿será por eso que además de ser vapuleados en público fueron devueltos a la Policía? Porque lo que ocurre con personas indígenas es que sólo son golpeados y no tienen que enfrentar a las autoridades. Por otro lado, si no tienen nombres indígenas, ¿quiere decir eso que no son indígenas? Y luego, ¿cuál es el criterio de aplicación para el supuesto derecho consuetudinario entre los indígenas?

Esto es lo que escribí, hace poco, sobre el tema de los linchamientos y los vapuleos.

¿Y el gobierno?

Cuatro casas de supuestos mareros, en Palín, fueron quemadas por pobladores del lugar. Los incendiarios indicaron que decidieron actuar así debido a la ineficacia de las autoridades llamadas a protegerlos de los delincuentes organizados en maras.

Por si alguien no lo sabe, las maras son pandillas juveniles; y muchas de ellas son tristemente célebres por ser organizaciones criminales cuyos miembros extorsionan y pueden, incluso, hasta asesinar a comerciantes, transportistas y vecinos de las áreas donde operan. Muchos integrantes de maras son delincuentes. Eso es cierto. Como lo es, también, que igual que otros delincuentes, estos operan impunemente ante la ausencia de gobierno y de autoridad en Guatemala.

El de los presuntos pandilleros de Palín no es un caso aislado. Muchos vecinos en otros lugares actúan contra los mareros en formas menos escandalosas, pero efectivas. Por eso es que dicen que en solares aislados y en cunetas de aminos oscuros aparecen cuerpos de jóvenes tatuados, y sin vida.

El de los presuntos mareros de Palín está lejos de ser un caso aislado. Cinco días antes de las citadas quemas, en las que los hechores no dejaron que los bomberos apagaran los fuegos, un grupo de habitantes de Sumpango protagonizó el ominoso lichamiento de dos personas a las que acusaban de ser robaniños.

Repito, y sostengo, que cualquier presunto delincuente debería ser citado, oído y vencido en juicio antes de que se la aplique una pena preestablecida y proporcional al delito que hubiere cometido. Ni para mareros, ni para robaniños es justicia el linchamiento, de igual forma que no es justicia la destrucción de propiedad ajena, o el sacrificio de los derechos individuales, por los intereses colectivos. Pero claro, a aquello hemos llegado en buena parte porque en vez de gobierno tenemos una burocracia que, en vez de cumplir con el mandato constitucional de proteger a las personas y garantizarles la vida, la seguridad y la justicia, lo que hace es administrar intereses, asegurar privilegios y buscar acuerdos hasta dónde no hacen falta.

Vea usted, por ejemplo, lo que pasó con el levantamiento popular de hace poco más o menos una semana. Lo que iba a ser un alzamiento generalizado no fue más que pequeños grupos de acarreados tratando de pasar inadvertidos mientras bloqueaban los accesos a la ciudad de Guatemala. Preguntados en televisión a qué habían venido, la mayoría de participantes en el movimiento indígena, campesino y popular desconocía por qué estaba ahí. Unos decían que venían porque los habían traído, otros decían que venían acompañado a alguien, y los más enterados citaban los más diversos motivos para acuerpar el motín. Entre todos no eran más que un puñado de señoras llevadas ahí por una dirigencia irresponsable, abusiva y canalla. Pero eso sí, el comandante Stein salió al rescate del levantamiento, que era un fracaso evidente, y para ponerle fin, a algo que no estaba pasando, instaló una mesa de negociaciones y legitimó las pretensiones de los alzados. Ahora ya tenemos lo que no hacía falta: una mesa de negociaciones más, integrada por ese tipo de delincuentes que puede tomar la ciudad impunemente y que no representa absolutamente nada más que intereses políticos de lo más viles.

Lo dije arriba y lo repito: en vez de gobierno tenemos una burocracia dedicada a administrar intereses, asegurar privilegios y buscar acuerdos hasta dónde no hacen falta. Los gobiernos son esencialmente una negación de la libertad. En consecuencia debería haber algún motivo para tolerar tal negación. Ludwig von Mises nos lo da cuando explica que el gobierno “debe proteger a los individuos contra los ataques violentos y fraudulentos de los gangsters”. Ya sean estos mareros, robaniños, o revoltosos, para lo que queremos gobierno es para que nos proteja de ellos, no para que los deje en manos de las turbas, ni para que legitime sus demandas.

La foto es por Oscar Toledo, de Prensa Libre.