07
Mar 08

Abuso antigüeño de Cuaresma

¿Qué es peor que un grupo de funcionarios abusadores? ¡Pues, un grupo de funcionarios abusadores que no tomaron sus dosis correctas de litio!

Ese es el caso del Consejo Municipal de La Antigua Guatemala y su abusiva y absurda disposición de que, durante la Cuaresma, en aquella ciudad, solo podrán ser vendidos en la calle empanadas de manjar, churros, melcochas, batidos, buñuelos, atoles, café hervido, panitos, chuchitos, pepitoria, chancaca, enchiladas, rellenitos de plátano, torrejas, nuégados, mangos en rodaja, tortillas con carne al carbón, aguas gaseosas, agua pura, poporopos, manzanas, chupetes, panes con frijol, pollo o carne, tostadas, tacos, vejigas y pelotas de cuero de coche.

Ese increíble mandato prohibe los tacos mexicanos, el pollo frito, las hamburguesas, la pizza y otros alimentos, vendidos principalmente por franquicias nacionales y extranjeras.

El objetivo de semejante engendro es proteger las tradiciones culinarias de la Cuaresma, en la Ciudad Colonial; pero a mí me parece un inaceptable e injustificable atropello a la libertad de los consumidores. Una norma semejante sólo pudo haber salido de una de esas mentes ingenieriles que se empeñan en que las cosas sean como a ellos les da la gana; y no como prefieren los consumidores.

Por otro lado, la lista taxativa de lo que es permitido no incluye empanadas de hierbas, ni empanadas de salmón (que ahora son de atún). Tampoco incluye colochos de guayaba, matagusano, ni canillitas de leche, que son tan típicas como la chancaca, o los nuégados. No veo, en la lista, pescados seco envuelto en huevo, ni encurtido, que son tan semanasanteros como los cucuruchos. ¡No veo garbanzos en dulce! Y, ¿qué hacen ahí las aguas gaseosas? para comenzar, todas son de esas franquicias que tanto incomodan a los nazis que gobiernan a La Antigua. Luego, si lo que estos tiranuelos quieren es promover lo nacional, ¿por qué no incluyeron la horchata, el agua de canela, el refresco de súchiles y el tiste, en vez de las gaseosas? ¿Por qué se pueden vender manzanas, y no jocotes marañones que son tan de la temporada? ¿A qué se refieren con panitos?

Adicionalmente, si la normativa fuera sincera y consecuente, habría que cerrar los restaurantes españoles, franceses, italianos, japoneses, chinos, indios y demás, que hacen de La Antigua un paraíso culinario. Pero no…claro. ¡Sólo la arrogancia y la ignorancia extremas pueden generar normas como la mencionada!

Nota aparte merece la inconsciente e inconsecuente opinión de Raúl Castellanos, de la Cámara de Comercio. Castellanos dijo que “mi organización está en contra de la competencia desleal y si van a regular el comercio para que esto no suceda, estamos de acuerdo”.

Y yo pregunto, ¿en qué consiste el comercio desleal que podrían estar ejerciendo los vendedores de pizzas, o de hamburguesas? Castellanos está obligado a contestar eso y ¿por qué es competencia desleal la de las pizzas y las hamburguesas, y no la de las enchiladas y la de las tortillas con carne? Las de Castellanos son declaraciones deleznables por serviles, y porque durante más de 100 años la Cámara de Comercio ha sido un bastión de la libertad de empresa en particular, y de la libertad en general.

La nueva normativa perjudicará a los propietarios de ventas de tacos, pizzas, hamburguesas, pollo frito y de otros productos prohibidos. Les niega el derecho a ganarse el pan de forma honrada. Quienes han invertido sus ahorros, o han pedido prestado para poner un negocio de estos han sido condenados por los pipoldermos antigüeños. Tal sinvergüenzada me recordó algo que vi en la biografía de Ayn Rand: Los bolcheviques cerraron el negocio de mi padre y ahora se esperaba, oficialmente, que muriéramos de hambre.

La nueva normativa dañará a quienes visiten La Antigua porque limitará sus posibilidades de elegir sus alimentos, sin más justificación que los delirios de nacionalismo cursi de un grupo de políticos que posiblemente no tomaron correctamente sus dosis de litio, o de alguna manera esperan lucrar con la prohibición.