02
Jul 18

Con privilegios y censura no va a crecer la economía

Estamos fritos si la competitividad del país depende de la manipulación política de un precio, de la censura y del privilegio que esto implica para quienes se benefician con aquellas tres maniobras.

¿A qué me refiero? A que las compras de divisas del Banco de Guatemala -para mantener artificiosamente elevado el precio del dólar- suman US$546.6 millones. Maniobra que también sirve para mantener artificiosamente devaluado el quetzal.

El encarecimiento del dólar, ya sabes, hace que los combustibles que compras sean más caros porque los combustibles se importan en dólares; hace que la amortización de tu casa, o de tu carrito, por decir dos bienes, sea más caras; hace que todo lo importado, todo lo que se hace con maquinaria importada y todo lo que se hace con materia prima importada sea más caro.

  • El dólar aritificiosamente caro (y el quetzal artificiosamente devaluado) no son consecuencias de que los actores en el mercado demanden más dólares, o de que abunden los quetzales.  Son consecuencias de que en el penthouse del Banguat representantes del poder político acuerdan elevar la demanda de dólares y elevar su precio.
  • El dólar artificiosamente caro (y el quetzal artificiosamente davaluado) constituyen censura porque los precios son mensajeros.  Llevan y traen información acerca de dónde colocar recursos; y los actores en el mercado usan esa información para optimizar sus recursos.  Si la información que lleva y trae el tipo de cambio (que es un precio) está manipulada, los actores recien información falsa y equívoca.  Es censura porque es una intervención política en un contenido informativo.
  • El dólar artificiosamente caro (y el quetzal artificiosamente davaluado) es un privilegio porque los exportadores reportan ganancias y se reparten utilidades,  no porque haya mejorado objetivamente su productividad; sino porque gozan de un beneficio adquirido políticamente a costa de otros; con daños y perjuicios para otros.

Y nótese que no es el país el que recibe los beneficios.  Si así fuera, ¿cuándo fue la última vez que recibiste un cheque por las utilidades que son consecuencia de la devaluación artificiosa del quetzal?

Si todavía no estás indignado, es porque no estás poniendo atención. Pero aquí ta va otra:

La recaudación tributaria se beneficia con la devaluación artificial del quetzal; y ¿qué significa eso? Que más dinero de los tributarios pasa del sector productivo y voluntario de la economía al sector improductivo y coercitivo de la economía.  Significa que hay más dinero para la piñata y menos dinero para ahorrar, formar capital e invertir.

…y luego, los políticos y burócratas que dirigen el Banco de Guatemala gimen porque ven riesgos para el crecimiento económico.  ¡No se puede crecer en una economía artificiosa, con precios censurados y montada sobre privilegios! ¡No se puede!…y por eso es que migran los chapines.


27
Mar 18

Dólar política y artificialmente caro

Para mantener el dólar política y artificialmente caro, las autoridades del Banco de Guatemala ¡han comprado US$ 282 millones en casi tres meses!

Así, quienes dirigen la política cambiaria han mantenido el precio de la divisa estadounidense, en términos de quetzales, US$1 por Q7.40.

Con esa política, por supuesto que benefician directamente a los exportadores, en perjuicio de quienes usan combustibles como gasolinas y diesel; de quienes importan maquinaria para producir; de quienes compran medicinas y equipo médico en el exterior; de quienes necesitan vehículos para transportar personas, o mercaderías; de quienes amortizan sus viviendas en dólares, y de cualquiera que tenga que comprar aquellas divisas para cumplir obligaciones.

Los partidarios del quetzal débil frente al dólar fuerte, dirán que aquellas intervenciones son normales porque ocurren dentro de las bandas de blá, blá, blá…pero lo cierto es que es -por donde se la mire- una intervención política y artificiosa que impide que el dólar tenga un precio real; y por lo tanto, una política que altera la economía en beneficio de unos, y en perjuicio de otros, al margen del mercado.


30
Jul 17

Política y tipo de cambio

En 1999, cuando el dólar estaba escalando e iba a Q7.30 por uno, había gente se preocupaba porque el quetzal perdía valor y clamaba porque los políticos y sus burócratas hicieran algo para apuntalar la moneda nacional (principalmente que el Banco de Guatemala vendiera dólares para elevar la oferta artificialmente). Dieciocho años después, cuando el dólar está al mismo precio de Q7.30 hay gente que se preocupa porque el quetzal vale demasiado y clama porque los políticos y burócratas hagan algo para apuntalar el dólar (principalmente que el banco central compre dólares para elevar la demanda artificialmente).

¿Ves lo que pasa cuando se permite que la política controle los precios?  No se puede tener a todos contentos y la política favorece a aquellos que tienen la posibilidad de influir en ella y de usarla en su propio beneficio.

Los precios, como el del dólar con respecto al quetzal, son mecanismos de información que les sirven a los actores económicos para saber dónde alocar recursos y dónde no. Por ejemplo, ahora que están caros los tomates, porque ha bajado la oferta, quizás sea tiempo para sembrar tomates, o importarlos.  Es mal tiempo para dejar de producir tomates.

Si los precios son alterados políticamente para beneficiar grupos de interés particulares, la información que acarrean los precios es censurada y los actores económicos no tienen información confiable sobre donde alocar recursos, y donde no.

Antes había gente incomodada porque la política no servía a sus intereses, y ahora hay gente incomodada porque la política no sirve a sus intereses.  Pero lo único que sirve a los intereses de todos -en el largo plazo y all things considered– es que la información que acarrean los precios sea confiable. Y la eliminación del privilegio de usar la política y la legislación en beneficio propio.


18
May 17

La tragicomedia del Banguat

El titular que dice Intervenciones protegen al dólar* es trágicamente divertido por dos razones:

  • La misión del Banco de Guatemala debería ser la de proteger al quetzal, ¿o no?  Tal vez es que soy old fashioned; pero me late que es a la Reserva Federal de los Estados Unidos de América a la que le corresponde proteger al dólar.
  • Visto desde otra perspectiva, lo que está protegiendo el Banguat es a los exportadores -que se benefician a costa de los importadores y de los consumidores de combustibles, para mencionar sólo dos- con un dólar artificialmente y políticamente caro.

¿Verdad?

*Prensa Libre del 17 de mayo de 2017, página 13.