08
May 25

León XIV: Oportunidad y desafío

 

A diferencia de lo que hizo Jorge Mario Bergoglio, el nuevo papa León XIV –Robert Prevost– no acudió al expediente populista de desestimar los atavíos papales tradicionales cuando salió al balcón a presentarse ante la ciudad y ante el mundo. Eso es una buena señal no sólo por el respeto a las tradiciones y a la dignidad del cargo que ocupa, sino porque los actos simbólicos populistas no suelen anunciar cosas buenas. Los símbolos no sólo representa cosas, sino que producen efectos de sentido, dijo, poco más o menos, Umberto Eco.

Robert Prevost -León XIV- ataviado como corresponde a un papa. La foto la tomé de X.

Por otro lado, Prevost eligió el nombre León, que inmediatamente evoca a León XIII, autor de la encíclica Rerum Novarum. Esta carta solemne trata de conciliar la doctrina católica con los desafíos de la industrialización, el socialismo y el liberalismo. La encíclica aborda la cuestión obrera en un contexto de desigualdades sociales exacerbadas por la revolución industrial (porque no termina de entenderla), defiende la dignidad del trabajo (aunque no especifica si es del trabajo productivo o del trabajo por sí mismo) y el derecho a un salario justo (sin relacionar este con la productividad y en el supuesto de que se fija sobre bases moralistas y no como un precio), mientras aparenta rechazar al colectivismo socialista y al llamado individualismo extremo del liberalismo laissez-faire. A ratos, Rerum Novarum parece entender la propiedad privada como pilar de la libertad y parece entender la iniciativa individual; pero es evidente que el autor desconfía del mercado, lo que genera fricciones con los principios de la economía como praxeología, que prioriza la espontaneidad del orden de mercado frente a intervenciones estatales.

La Rerum Novarum propone un equilibrio entre capital y trabajo al abogar por los sindicatos y por un rol subsidiario del Estado para proteger a los más débiles, ideas que resuenan parcialmente con una defensa de la sociedad civil frente al colectivismo. Sin embargo, la sugerencia de intervención estatal, aunque limitada, plantea problemas. Autores como Ludwig von Mises y Friedrich A. Hayek argumentarían que la injerencia estatal, incluso bien intencionada, distorsiona los precios, desincentiva la innovación y erosiona la libertad individual. La encíclica, al no profundizar en los mecanismos de mercado como coordinadores de la acción humana (como lo haría la praxeología), subestima la capacidad del orden espontáneo para resolver problemas sociales sin coerción. Aunque su diagnóstico de la explotación obrera tiene elementos de validez, su solución confía excesivamente en la regulación externa, en lugar de en la competencia y el descubrimiento empresarial.

La Rerum Novarum es clave para la Doctrina Social de la Iglesia, pero su enfoque moralizante choca con el método compositivo y no normativo de la economía austríaca. Mientras León XIII buscó un justo medio entre clases sociales, el liberalismo clásico y la escuela austríaca enfatizan que la justicia emerge del respeto a los derechos individuales y la libertad de intercambio, no de un diseño social impuesto. La encíclica, al priorizar la estabilidad social y la caridad, subordina en cierta medida la libertad individual, lo que genera una tensión no resuelta con los principios de Mises y Hayek.

Una oportunidad para León XIV

Dicho lo anterior, León XIV tiene la oportunidad de escribir una Rerum Novarum Nova que entienda la Cuarta Revolución Industrial y lo que se viene con las inteligencias artificiales en materias de propiedad, mercado, trabajo, productividad y ética. Una que aleje a la organización que dirige del lastre de la Teología de la Liberación y una que aleje a su iglesia de ideas como la de que el dinero es el estiércol del diablo, que los bienes tienen un destino universal, que las empresas no deben existir para ganar dinero, que el liberalismo económico mata de hambre y de falta de cultura,  que el capitalismo es terrorismo contra la humanidad, y que los comunistas piensan como cristianos, ideas que hizo célebres su predecesor, el comandante Francisco.

De hecho, con respecto a esta última frase, Prevost dijo, en 2010, que el comunismo ha penetrado incluso en ambientes cristianos disfrazado de solidaridad. Es nuestro deber pastoral desenmascararlo. Sin embargo, el hecho de que el nuevo papa haya tenido una experiencia pastoral larga en Perú (la tierra de Gustavo Gutiérrez, de José Carlos Mariátegui y de Victor Raúl Haya de la Torrre, ¿influirá en sus ideas sobre el trabajo, la productividad, el salario, el dinero, el capitalismo, el liberalismo y temas parecidos al margen del comunismo propiamente dicho?

La cuestión del abuso sexual

Finalmente, no estaría bien pasar por alto que él, como muchos otros cardenales, ha recibido críticas por su trato con sacerdotes acusados de abuso sexual, tema que es más que espinoso y es tabú entre algunos comentaristas.

Durante décadas, la Iglesia Católica ha enfrentado una crisis global por casos de abuso sexual cometidos por clérigos, con un manejo inicial caracterizado por el encubrimiento institucional y la protección de los agresores. Desde finales del siglo XX, especialmente en países como Estados Unidos, México, Perú, Australia y Chile, salieron a la luz miles de denuncias que revelaron un patrón de traslado de sacerdotes acusados a otras parroquias sin informar a las autoridades civiles, priorizando la reputación de la institución sobre la justicia para las víctimas. Informes como el de Pensilvania (2018), que documentó más de 1,000 casos de abuso por 301 sacerdotes, evidenciaron un encubrimiento sistemático por parte de la jerarquía eclesiástica, con obispos que ignoraban denuncias o imponían castigos leves, como retiros temporales. Esta falta de transparencia erosionó la credibilidad de la Iglesia y alimentó la percepción de impunidad.

Desde el pontificado de Juan Pablo II, pero especialmente con Bergoglio, la Iglesia ha intentado abordar esta crisis mediante reformas. En 2019, el papa argentino promulgó Vos estis lux mundi, una normativa que obliga a los obispos a reportar denuncias de abuso y establece procedimientos para investigar a clérigos, incluidos obispos, por encubrimiento. Además, se crearon comisiones para escuchar a las víctimas y se pusieron en práctica políticas de aparente tolerancia cero en varias diócesis. Sin embargo, la aplicación de estas medidas es inconsistente. En países como Chile, donde los 34 obispos ofrecieron su renuncia en 2018 tras el escándalo del caso Karadima, se han visto avances, pero en otras regiones persisten críticas por la lentitud en las investigaciones y la falta de rendición de cuentas.

La Iglesia Católica enfrenta desafíos significativos para recuperar la confianza pública. La percepción de que las investigaciones internas priorizan la discreción sobre la justicia persiste, especialmente cuando casos prescriben en el ámbito civil o canónico sin sanciones claras. Además, la variabilidad cultural en el manejo de denuncias complica una respuesta global: en algunos países, el estigma social disuade a las víctimas de hablar, mientras que en otros, como Estados Unidos, las fiscalías han tomado un rol activo, revelando listas de miles de sacerdotes acusados. La presión de los medios y las redes sociales ha forzado a diócesis a reabrir casos, pero también ha generado críticas por sensacionalismo. La Iglesia debe equilibrar la presunción de inocencia con la necesidad de justicia para las víctimas, un proceso que sigue siendo objeto de debate y reformas incompletas.

Te adjunto enlaces a los trailers de dos películas sobre el tema de los abusos:

El rol de Robert Prevost

El cardenal Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos desde 2023 y exobispo de Chiclayo, Perú, ha sido acusado de encubrir abusos sexuales durante su gestión allá. Tres mujeres denunciaron en 2022 abusos cometidos por sacerdotes cuando eran menores, y afirmaron que Prevost no investigó adecuadamente y archivó las denuncias, lo que permitió que los acusados continuaran en sus funciones. Aunque la diócesis de Chiclayo sostiene que Prevost aplicó medidas cautelares y remitió el caso al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, las víctimas aseguran que no hubo una investigación real y que el caso se cerró por prescripción en 2023. Estas acusaciones, respaldadas por la organización Survivors Network of those Abused by Priests y medios como Cuarto Poder, han señalado el rol de Prevost en el Vaticano, donde supervisa investigaciones de otros obispos. Sin embargo, algunos defensores argumentan que las acusaciones carecen de pruebas concluyentes y podrían estar motivadas por intereses políticos o venganzas locales, como represalias por su intervención en el caso del Sodalicio de Vida Cristiana.

Este escándalo es uno de abusos sexuales, físicos y psicológicos perpetrados por miembros de aquella organización católica peruana, fundada en 1971 por Luis Fernando Figari. Desde el año 2000, exmiembros como José Enrique Escardó denunciaron abusos cometidos por Figari y otros líderes, incluyendo a menores, lo que se destapó ampliamente con el libro Mitad monjes, mitad soldados de Pedro Salinas y Paola Ugaz. Las acusaciones revelaron un sistema de control autoritario, encubrimiento institucional y vínculos con el poder político y eclesiástico en Perú. A pesar de investigaciones civiles y del Vaticano, muchos casos prescribieron, sin embargo Jorge Mario Bergoglio ordenó la intervención del grupo en 2018, expulsó a Figari y otros miembros en 2024, y disolvió la organización en enero de 2025 por la gravedad de las denuncias, que incluyeron sadismo, sectarismo y mal manejo financiero. Este no es un caso único ya que, por ejemplo, la congregación Legionarios de Cristo estuvo involucrada en escándalos similares. 

León XIV tiene ante sí un mundo que exige claridad y acción. Su elección del nombre León y su respeto por las tradiciones son un buen comienzo, pero su legado dependerá de cómo enfrente los desafíos éticos, económicos y sociales de nuestro tiempo. La Iglesia no puede seguir esquivando las sombras del pasado ni las demandas de justicia del presente. El papa debe liderar con verdad y valentía, o el peso de las críticas lo arrastrará.

Actualización: El 19 de mayo del 2025, Prevost se refirió a un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres. Insistió en su compromiso social y pidió luchar contra las desigualdades mundiales y las condiciones de trabajo indignas. No faltaron los medios que interpretaron que el nuevo papa empezó su pontificado con una crítica a los excesos del capitalismo, o con una dura crítica al capitalismo que margina a los pobres. El nuevo papa no mencionó expresamente al capitalismo, como su predecesor, de modo que no está claro por dónde va la bolita. ¿Quién podría estar a favor de marginar a los pobres, o con condiciones de trabajo abusadoras? Nadie con dos dedos de frente.  Pero…sólo el desconocimiento de lo que es el capitalismo puedes suponer que ese sistema es el que favorece aquellas condiciones. 


25
Abr 25

Apuestas papales: ¿quién sigue?

 

En 1592 hubo un decreto romano que prohibió apostar sobre quién sería el próximo papa, bajo pena de excomunión. Sin embargo, poco más de 400 años después, hay plataformas con la más moderna tecnología cripto que aceptan apuestas sobre quién será el sucesor de Jorge Bergoglio.

Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco. Foto por Yakov Fedorov, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

En esas plataformas, los candidatos con más apuestas a su favor son uno del corte del papa recién fallecido y otro más moderado. Pero ya conoces el dicho, ¿verdad? Aquél que entra al cónclave como papa, sale de él como cardenal.

Como la sucesión papal es uno de los temas de actualidad, hasta yo, que no soy creyente, me pongo el gorro de agorero y, sin que me lo pregunten, tengo mis candidatos, basado en lo que comentan mis amigos que sí saben de estas cosas:

Péter Erdő: es un firme defensor de la doctrina tradicional, que ha enfatizado las raíces cristianas de Europa y se ha mostrado crítico con políticas migratorias abiertas.

Robert Sarah: ha criticado el islamismo radical. Se opone a las presiones culturales modernas y defiende la autonomía individual. Favorito de los conservadores por su ortodoxia litúrgica.

Malcolm Ranjith: no es muy visible entre los “papabili”, pero destaca por su enfoque racional en la doctrina, su sensibilidad a los desafíos sociales, su independencia política y su perspectiva global. Mis amigos dicen que es menos polarizante que Sarah.

¿Ves qué tienen en común? No son peronistas como el papa recién difunto, ni son trendies. Sobre todo, dan la impresión de que entienden el valor de la civilización occidental frente a la islamización, y entienden el valor de la tradición frente a la necesidad de halagar a las masas.

Ninguno de los tres ha dado señales de que el derecho de propiedad sea secundario y de que dependa de un supuesto destino universal de los bienes. Ninguno de ellos ha dicho que el dinero es el estiércol del diablo. Ninguno ha opinado que las empresas no deben existir para ganar dinero, incluso si el dinero sirve para mediar su funcionamiento. Ninguno ha opinado que el liberalismo económico mata de hambre y mata de falta de cultura. Ninguno ha expresado que son los comunistas los que piensan como los cristianos. Y ninguno ha dicho que el capitalismo es terrorismo contra la humanidad. Adivinen como quién sí.

Dicho lo anterior —y para relajarme y divertirme— le pregunté a Grok cuál sería mi nombre si se diera la oportunidad de que yo fuera papa y estas fueron sus sugerencias:

Libero: que significa libre en latín. Dice la IA que este nombre es audaz y ligado a mi pasión por la libertad y mi rechazo a cualquier forma de coacción arbitraria. Es innovador, sin precedentes en la historia papal, y proyecta un papado de ruptura, centrado en la autonomía. Perfecto para mi filosofía y mi blog Carpe Diem, que promueve vivir plenamente en libertad.

Urbano IX: nombre que evoca civilización y conexión con la gente. Dice Grok que resuena con mi rol de comunicador accesible en mis columnas y clases. Su asociación con San Urbano y la claridad lo hace elegante y tradicional, pero con un toque de sofisticación que encaja con mi aprecio por el arte.

Emiliano: un homenaje personal a uno de mis tatarabuelos. Dice la IA que este nombre conecta con mi herencia guatemalteca y mi orgullo familiar, además de evocar trabajo productivo.

¿Cuál crees que es mi favorito? Libero. Me gusta porque captura, de manera directa y poderosa, mi compromiso con la defensa de la libertad y la razón; porque desafía las convenciones posmodernas y recuerda la relación que hay entre la libertad y la responsabilidad.

@luisficarpediem

El próximo papa no solo liderará una religión, sino que moldeará el rumbo de la libertad y la tradición en un mundo que las necesita más que nunca: que su elección nos recuerde que vivir libres es el verdadero carpe diem #papa #francisco #papafrancisco #jorgemariobergoglio #vaticano #catolicismo #iglesiacatolica #papado #luisfi61

♬ sonido original – Luis Figueroa

Al final, el próximo papa no solo liderará una religión, sino que moldeará el rumbo de la libertad y la tradición en un mundo que las necesita más que nunca: que su elección nos recuerde que vivir libres es el verdadero carpe diem.

Columna publicada en República.


21
Jun 21

Bergoglio contra la propiedad

 

Se equivoca Jorge Mario Bergoglio cuando afirma que el derecho a la propiedad es secundario y que depende de un supuesto destino universal de los bienes.

Se equivoca porque ha de creer que el derecho a la propiedad es el derecho a tener cosas.  Es lo que cree la mayoría de la gente.  Pero ahí está que igual que el derecho a la vida y el derecho a la libertad, el derecho a la propiedad es un derecho a actuar.  Detente aquí porque esto requiere un alto para pensar bien.

El derecho a la propiedad es un derecho a la acción para producir, o ganar el valor del que se quiere ser propietario.  Valor, por cierto, es todo aquello que queremos conseguir, o conservar.  Un automóvil es un valor, y también son valores la tierra para hacerla producir y las maquinas en una fábrica.  No hay garantía alguna de que produciremos, o ganaremos algo en propiedad; pero si puede ser garantizado el hecho de que lo producido, o ganado será nuestro si lo producimos, o ganamos.  El derecho a la propiedad, entonces, no sólo es el derecho a producir y ganar propiedad, sino a su uso, goce y disfrute.  Es una facultad para actuar.

El derecho a la propiedad no viene de un supuesto destino universal de los bienes; sino que deriva del mismísimo derecho a la vida, que es el derecho hacer todas aquellas acciones que requiere nuestra naturaleza de seres racionales para no sólo sobrevivir; sino para vivir plenamente, florecer y gozar de la vida. Sin el derecho a la propiedad no tendríamos derecho a los productos de nuestros esfuerzos físicos e intelectuales y por lo tanto no tendríamos derecho a los medios para mantener nuestras vidas, y menos a florecer y gozar de ellas.

Todo aquello, claro, sin violar derechos ajenos. Nunca es suficiente subrayar una y otra vez este detalle. Tampoco es suficiente subrayar, una y otra vez, que los derechos se refieren a acciones, son facultades para actuar sin coerción y de acuerdo con nuestros mejores juicios.

Como Bergoglio es místico, cree que su dios tiene un plan que incluye el supuesto destino universal de los bienes; y claro que, desde su perspectiva, está mal contradecir aquel play y a aquel dios.

Pero aquí hay que detenerse otra vez y pensar.  Si tienes el derecho de ordenar tus acciones, si te haces responsable de las consecuencias de las mismas, si puedes disponer de tus posesiones y de tu persona como creas conveniente, sin coerción, de acuerdo con tus mejores juicios eres una persona libre. ¿Y si no? Si no eres esclavo. No vives por derecho, sino por permiso.

De ahí que los derechos (vida, libertad y propiedad) sean acuerdos morales que hacen posibles nuestras vidas plenas de acuerdo con nuestra naturaleza racional y volitiva.  No dependen de una votación democrática, no dependen de la voluntad de un dios que hoy los da y mañana los quita (mediante un diluvio, o mediante fuego y azufre, por ejemplo), sino que derivan de la necesidad de subordinar a la sociedad a la idea de que es en el mejor interés de todos -si queremos vivir y florecer- respetar ciertas facultades que hacen posible la división del trabajo, la cooperación social pacífica y la prosperidad.

Todo aquello es lo que se le escapa al dirigente católico cuando esparce la idea de que el derecho a la propiedad es secundario y que depende de un supuesto destino universal de los bienes.


28
Mar 19

Bergoglio dice que tu comida no es tuya

Jorge Mario Bergoglio asegura que la comida no es una propiedad; sino providencia para compartir por la gracia de su dios; o sea que, tu comida, no es tuya.

Según Bergoglio, los alimentos que compras, con el dinero que has ganado mediante tu trabajo, no son tuyos, ni de los tuyos; sino que se deben al cuidado del mundo que los creyentes le atribuyen a su dios.

Caridad, ilustración de dominio público, vía Wikimedia Commons.

El Papa rezó para que no nos haga faltar nuestro pan cotidiano, y nos ayude a comprender que este no es una propiedad privada sino, ayudados por su gracia, es providencia para compartir y oportunidad para salir al encuentro de los demás, especialmente de los pobres y necesitados.

Comparto la idea de cualquiera que piense que es benevolente compartir los alimentos con quienes no los tienen; siempre que ese acto de compartir sea voluntario y siempre que los beneficiarios merezcan la caridad.  Lo que me parece horrible es que Bergoglio pretenda hacernos creer que las obras de filantropía que hacen las personas-con el pan que han ganado trabajando- no son obras de caridad virtuosas de quien las hace, sino que son una de las formas en las que su dios cuida de la gente. Eso es como presumir con sombrero ajeno, ¿no te parece?

Si la pretensión papal fuera cierta, la caridad sería despojada de su carácter virtuoso para convertirse en un hecho instrumental en el que el benevolente es nada más que un medio.

Me parece horrible porque la alimentación es una necesidad y las necesidades se cubren con recursos económicos, mismos que no sólo son escasos, sino que se requiere talento y trabajo para producirlos. El pan y otros alimentos sólo se producen como consecuencias de ahorro, capitalización, empresarialidad y trabajo.  Si no que lo digan los pobres de aquellos lugares en donde han faltado aquellos elementos.  ¿Dónde está el dios de Bergoglio en Venezuela cuando la gente no tiene que comer? ¿Donde estaba en el holodomor de Ucrania? ¿En las hambrunas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y en las de China y Camboya para citar unas? ¿Dónde está en el corredor seco?

Sólo donde abundan el ahorro, la capitalización, la empresarialidad y el trabajo, abundan los alimentos no sólo para sobrevivir, sino para compartir.  No porque los que pueden ser benevolentes oren y consigan pan en abundancia; sino porque hay quienes ahorran, capitalizan, emprenden y trabajan tanto, que lo que producen alcanza ¡hasta para compartir voluntariamente! y no como consecuencia de ser instrumentos de la providencia.

Cuando Bergoglio hace comentarios así, no sólo dice que lo tuyo no es tuyo; sino que despoja de su carácter virtuoso a la benevolencia.  ¿Así, o más perverso? Y cuando tu financias la organización que dirige Bergoglio, financias las ideas que esparce Bergoglio.


09
Abr 18

El dinero, ¿estiercol del diablo?

¿Es el dinero el estiercol del diablo? Ese fue el tema de la conferencia que presenté en el Foro Objetivista 2017, y recién fue publicada, asi que te la comparto.

Jorge Bergoglio dice que el dinero es el estiércol del diablo porque es consecuencia de cosas malas como el lucro; la explotación: la cultura del desastre; las políticas económicas y financieras dle mundo globalizado y de cierto liberalismo que cree que primero sea necesario para producir riqueza, sin importar como. Y el papa jesuita no es el único que piensa así.

Pero tu, que has leído a Francisco D´Anconia, sabes que el dinero es señal de virtud y representa valor:

  • El dinero es un instrumento de cambio, que no puede existir a menos que haya bienes producidos y hombres capaces de producirlos.
  • El dinero es la forma material del principio según el cual, los hombres que quieran tratar entre sí deben hacerlo a través del intercambio dando valor por valor.
  • No es instrumento de mendigantes que piden regalado a base de lágrimas ni de los saqueadores que arrebatan a la fuerza.
  • El dinero se hace posible sólo por los hombres que producen.

Ojalá disfutes la conferencia.

El Foro Objetivista, del que se han celebrado dos ediciones, es organizado por el Centro de Estudio del Capitalismo, con el apoyo del Ayn Rand Institute y es una actividad para profundizar en los principios de la filosofía objetivista de Ayn Rand; así como para compartir con expertos sobre el tema. El foro del año pasado se celebró del 7 al 8 de agosto de 2017 en el Auditorio Milton Friedman. En el Centro de Recursos Digitales New Media, hay 10 de las conferencias publicadas y seguramente habrá más, pronto.

Estas son las que ya están publicadas:


04
Jul 17

¿Es el dinero la raíz de todos los males?

El lunes puse, en Facebook, un meme provocador que dice: Si el dinero es la raíz de todos los males, ¿por qué lo piden en la iglesia?  Y como era de esperarse algunos lectores observaron que la frase bíblica original dice que el amor al dinero es la raíz de todos los males, no el dinero, sino el amor al dinero.

Quienes hicieron la observación están en lo correcto; pero eso es irrelevante para el propósito de aquella publicación. Esto es por tres razones:

  1. Hice una consulta entre personas con las que me topé y la mayoría cree que la frase correcta es que el dinero es la raíz de todos los males.  Esa es la idea que ha permeado en la cultura y en las personas promedio. Los que no lo creen es porque conocen la frase correcta.
  2. Jorge Mario Bergoglio, el vicario de Cristo (al menos según la iglesia católica) ha dicho que el dinero es el estiércol del diablo.  Idea que apoya los prejuicios que tiene la gente promedio contra el dinero.
  3. Mi cuate, Judd, ha observado que con respecto a la pregunta de por qué es que las iglesias claman por él, no hay diferencia alguna entre la idea de que el dinero es la raíz de todos los males, y la idea de que el amor al dinero es la raíz de todos los males.

En América Latina, donde la frase de Bergoglio pega bien con los prejuicios de la gente contra la riqueza (y el dinero), la idea de que el dinero es la raíz de todos los males no desentona con la teología de la liberación, que todavía está vivita y coleando en los púlpitos de los curas y en los mensajes de otros pastores que se oponen a la minería, a las hidroeléctricas, a las bolsas plásticas, a los empresarios; pero no les da vergüenza pasar el cepillo entre los pobres, usar pectorales y anillos de oro,  o aceptar cheques gruesos de señoronas que rezan con rosarios Swarovski.

Que es para pagar las cuentas, dicen.  Que es para pagar las obras de caridad. dicen. Pero si es así (y seguramente es así en muchos casos), ¿por qué enseñan que al amor al dinero es malvado? ¿Por qué es que el deseo de dinero por parte de la iglesia es bueno, pero el deseo de dinero por parte de los individuos es maligno? Mi cuate Judd, pregunta: Si las iglesias piden dinero para hacer obras y acumulan dinero, ¿por qué averguenzan a las personas que producen el dinero y también lo quieren, o desen, o acumulan?  ¿Por qué es que el amor al dinero es malo, si el dinero representa valor y productiviad? Eso lo explica muy bien Francisco D´Anconia, por si tienes curiosidad y no estás pensando en el higado a estas alturas de la lectura.

¿Alguna vez ha preguntado cuál es la raíz del dinero? El dinero es un instrumento de cambio, que no puede existir a menos que haya bienes producidos y hombres capaces de producirlos. El dinero es la forma material del principio según el cual, los hombres que quieran tratar entre sí deben hacerlo a través del intercambio dando valor por valor. El dinero no es instrumento de mendigantes que piden regalado a base de lágrimas ni de los saqueadores que arrebatan a la fuerza. El dinero se hace posible sólo por los hombres que producen. ¿Es esto lo que usted considera maligno? Cuando usted acepta dinero en retribución de su propio esfuerzo, lo hace únicamente bajo la convicción de que lo podrá cambiar por el producto del esfuerzo de los demás. No son los mendigantes o los saqueadores, los que dan valor al dinero. Ni un océano de lágrimas, ni todos los cañones del mundo pueden transformar esos pedazos de papel en su cartera, en el pan que usted necesita para sobrevivir mañana. Esos pedazos de papel que debieran ser oro, constituyen una prenda de honor su título que le da derecho a la energía de la gente que produce. Su cartera es la declaración de su esperanza de que en algún lugar del mundo a su alrededor, existen hombres incapaces de quebrantar ese principio moral que es la raíz del dinero. ¿Es eso lo que considera malvado?, dice Francisco.

Cabe aclarar que la frase bíblica tiene un contexto específico -una carta de Pablo de Tarso a su discípulo Timoteo- y en ella hace observaciones algo budistas acerca de lo malo que es apegarse a las cosas: gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.  Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.

En el mismo espíritu con que Mateo aconseja que las personas orienten sus propósitos, no a la vida en esta tierra, sino a la que supuestamente hay después de la muerte:  No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen,y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.  Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón

El mensaje de Pablo, de Mateo, de Bergoglio -y el que entienden la cultura y las personas promedio- es uno de vergüenza para los que generan riqueza y uno de culto a la muerte o de renuncia a la vida en esta tierra.  Uno de que los valores, la multiplicación de la riqueza y la producción son perversos.  Y uno de que el estiercol del diablo es malo para tí, pero no para la iglesia.


30
Abr 17

¡Bola de libertarios pecadores!

No puedo dejar de mencionar los graves riesgos asociados con la invasión, en los niveles más altos de la cultura y la educación, tanto en las universidades como en las escuelas, de las posiciones del individualismo libertario. Una característica común de este  paradigma falaz es que minimiza el bien común, es decir, el “vivir bien”, la “vida buena”, en el marco comunitario, y exalta un ideal egoísta que engañosamente invierte las palabras y propone la “buena vida”. Si el individualismo afirma que es sólo el individuo el que da valor a las cosas y a las relaciones interpersonales y por lo tanto, solamente el individuo decide lo que es bueno y lo que es malo, el libertarismo, hoy tan de moda,  predica que para  fundar la libertad y la responsabilidad individual se deben recurrir a la idea de auto-causalidad. Así, el individualismo libertario niega la validez del bien común, ya que por un lado  presupone que  la idea misma de “común” implique  la constricción de al menos algunos individuos, por otro que la noción de “bien” prive a  la libertad de su esencia, dijo Jorge Mario Bergoglio -el Papa de Roma, vicario de Cristo y sucesor de Pedro, en la sesión plenaria de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, celebrada el 28 de abril de 2017.

Escucha el podcast aquí.

Las declaraciones papales me recordaron la encíclica Quanta cura, de Giovanni Mastai -popularmente conocido como Pio nono- en la que aquel predecesor de Bergoglio condenaba al libereralismo ideológico y político, así como la cultura moderna y la libertad de cultos.

A mí me da ilusión porque si el liberalismo y el individualismo son condenables, ¿llegarán a ser pecado?  Si así fuera, sospecho que todos mis amigos y cuates libertarios, liberales clásicos y otros afines, nos acompañarán a los objetivistas.  Quizás entre todos podamos hacer un infierno más agradable, mediante la marginalización y la exclusión de Bergoglio y de otros colectivistas y socialistas de todos los partidos que se hallan allá (si existieran esos lugares, claro). De paso recordé unas palabras de mi maestro Salvador Aguado-Andreut, a quien una vez escuché decir: Quiero ir al infierno porque ahí estarán las mujeres mas bellas; para luego lamentar que se decía que quienes hablaban latín y vasco no podían ir al infierno, porque el diablo no hablaba ni uno, ni otro. Siendo que el doctor Aguado hablaba ambos, eran pocas sus posibilidades de conocer a Lucifer; pero para mí eso no es problema.  Yo a duras penas hablo la castilla.

Bromas aparte, Bergoglio, ese dirigente que viaja a Egipto a defender a los islamistas y ese dirigente que es tibio como el que mas frente a la tiranía en Venezuela, se equivoca con respecto al individualismo.

El individualismo es un principio que sostiene que tu, yo y todas las personas individuales por igual tenemos derechos inalienables que no nos pueden ser arrebatados por ningún otro hombre, ni tampoco por cualquier número, grupo o conjunto de hombres. Por lo tanto, cada individuo humano existe por su propio derecho y para sí mismo, no para el grupo. En este contexto, ¿cómo se puede ser individualista y negar el bien común (que es el bien de todos, y no el de unos, o el de muchos)?

Bergoglio añadió en su alocución: La radicalización del individualismo en términos libertarios,  y por lo tanto anti-sociales, conduce a la conclusión de que cada uno tiene el “derecho” de expandirse hasta donde su potencia se lo permita incluso al precio de la exclusión y la marginación de la mayoría más vulnerable. Ya que  restringirían la libertad, los lazos,  serían lo que necesita ser disuelto, equiparando erróneamente el concepto de lazo al de vínculo, se termina por confundir los condicionamientos de la libertad – los vínculos – con la esencia de la libertad realizada, es decir,   los lazos o las relaciones con los bienes, precisamente, desde los familiares a los interpersonales , de aquellos de los excluidos y los marginados a los del bien común, y en última instancia a Dios.

¿Cómo se puede ser antisocialmente radical en la defensa y promoción de un principio que sostiene que la vida, la libertad, la propiedad y el derecho a la búsqueda de la felicidad son inalienables para todas las personas individuales, por igual?

El que tenga oídos, que oiga; y si te interesa el tema te recomiendo The Pope’s Four Big Mistakes About Libertarianism.

Actualización:  Hice una consulta entre los lectores de @luisficarpediem y 31 personas la respondieron.  De ellas, 13 se describieron como libertarios; 7 lo hicieron como liberales clásicos; 5 se describieron como objetivistas; y 6 como Ninguno de aquellos.  Tu, ¿qué eres?


23
Ene 17

Bergoglio dice que el liberalismo económico mata

bergoglio-francisco-papa

Evidentemente, hoy día Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico, de ese que yo condeno en “Evangelii Gaudium” cuando digo que esta economía mata. Mata de hambre, mata de falta de cultura….dijo ¿quién? ¡Acertaste! Jorge Mario Bergoglio.

El mismo personaje añadió que los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias. Bergoglio pidió, para solucionar lo que según él es un problema, rearmarse con formaciones de políticos que realmente den a Latinoamérica la fuerza de los pueblos. Contra toda evidencia Bergoglio asegura que Desde el punto de vista económico, hoy día la clase media tiende a desaparecer.

Los seguidores de Bergoglio dirán que donde dijo digo, dijo Diego y muchos de ellos seguirán financiándolo y financiando su organización, como si sus declaraciones fueran moralmente neutras.  Es como aquella anécdota que se le atribuye a Lenin: el día en que los condenen a la horca, los capitalistas (o los burgueses) serán los primeros en vender la cuerda con que serán ahorcados.

Por cierto…si has oído que Bergoglio diga que el socialismo mata, que el colectivismo mata, o algo así de contundente, como dice que el liberalismo mata…¿nos lo compartes? Digo…para que no pensemos, los lectores de este espacio, que Bergoglio no dice lo que dice, sino que dice…ya sabes.


18
Nov 16

Bergoglio y los empresarios

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Según Jorge Mario Bergoglio las empresas no deben existir para ganar dinero, sino para servir.  El titular de la noticia en la que lo leí dice que es La última del Papa; pero lamentablemente no es así.  Posiblemente sea la más reciente…y sin duda habrá más, y más.

La frase completa, citada por la Radio Vaticana es más ominosa: Las empresas no deben existir para ganar dinero, incluso si el dinero sirve para mediar su funcionamiento.  Hay gente que dice que la prensa tradicional saca de contexto lo que dice el dirigente católico; pero está claro que no.

Si eres empresario y ganas dinero con tu emprendimiento estás del lado del mal, quizás del lado del demonio ya que el dinero -según Bergoglio- es el estiercol del diablo.  Bergoglio dio aquellas declaraciones en la Uniapac, una asociación de empresarios católicos.

Servir en este contexto es atender necesidades y carencias de otros.  De modo que los empresarios católicos deben preguntarse si sus empresas existen para atender necesidades y carencias de otros y el dinero que obtienen en ese proceso es excremento; o bien, si existen para para ahorrar y para pagar la amortización de la casa, el colegio de los hijos, la mensualidad de automóvil y esas cosas, mediante la atención de las necesidades y carencias de otros, mediante el intercambio de valor por valor y mediante la productividad.

Los empresarios que viven con más cosas de las que necesitan, sabiéndo que hay personas que viven con menos de lo que necesitan, ¿son corruptos adoradores del dinero? Los empresarios que les cobran a los pobres y obtienen ganancias, ¿son corruptos adoradores del dinero?  ¿No sirven, los empresarios que cobran y lucran?

¿De dónde saca Bergoglio las ideas sobre el dinero y la empresarialidad? Quizás de su propia cosecha, o tal vez de Juan Garbois que es gran amigo y hombre de confianza del Papa Francisco desde que era arzobispo de Buenos Aires; y luego, en Roma, el Santo Padre lo ha nombrado asesor del Consejo Pontificio de Justicia y Paz del Vaticano, encargado de la organización de los “Encuentros de los Movimientos Populares”. El dirigente popular es un declarado militante marxista, promotor de agitaciones en barrios periféricos e industrias de Buenos Aires y un gran admirador de Hugo Chávez. Es co-fundador del “Movimiento de Trabajadores Excluidos” y forma parte de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) en Argentina.

Juan Grabois no oculta su admiración por la Revolución Rusa de 1917 y su gestor, Vladimir Lenin, constata con satisfacción la expansión del comunismo por el mundo durante muchos años y destaca como hitos históricos las revoluciones de Mao Tse Tung, Fidel Castro y el Ché Guevara. Ansioso por ver una sociedad sin clases, considera la rebelión zapatista de 1994 y el movimiento bolivariano de Hugo Chávez como los preanuncios señeros de la marea popular anticapitalista que se avecina para este siglo XXI.


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Nov 16

Comunistas, cristianos y otra perla de Bergoglio

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Jorge Mario Bergoglio afirmó que son los comunistas los que piensan como los cristianos, al contestar sobre si querría una sociedad de inspiración marxista.  El dirigente católico añadió: Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles y los excluidos sean quienes decidan.

¿Qué tienen que decir los cristianos al respecto?  En serio…¿están en el mismo canasto que los marxistas como afirma Bergoglio?

El Papa explicó que en la sociedad que él considera ideal, las decisiones no deben estear en manos de los demagogos y los barrabás -con lo que uno no puede sino estar de acuerdo-; pero añadió que las decisiones deben estar en manos del pueblo y los pobres; no de todos por igual, sino ¿de una sóla clase social? ¿Tendrá en mente algo así como la dictadura del proletariado? Lo del pueblo es curioso porque cuando el pueblo no elige como los movimientos populares quieren, estos reniegan del sufragio y de la democracia.

Como cristiano, ¿estas de acuerdo?

Con el lema Tierra, Techo y Trabajo y a principios de este mes, Bergoglio se reunió con el Encuentro Mundial de Movimientos Populares celebrado en Roma; y Bergoglio expresó su deseo de que aquellos movimientos populares tengan un papel protagónico en la politica.

¿Qué dice el documento final de aquel Encuentro?

Los descartados del sistema, hombres y mujeres, reunidos en este III Encuentro Mundial de Movimientos Populares ratificamos que la causa común y estructural de la crisis socioambiental es la tiranía del dinero, es decir, el sistema capitalista imperante y una ideología que no respeta la dignidad humana.  A partir de ahí hablan del destino universal de los bienes de la naturaleza; piden reforma agriaria; exigen la prohibición de los GMO; demandan un salario social universal; exigen reforma urbana y la erradicación de los desalojos…y tu ya conoces el repertorio.

Como cristiano, y como católico -especialmente si contribuyes con el fruto de tu trabajo al sostenimiento de la organización que dirige Bergoglio- ¿estas de acuerdo?

Por cierto, si te interesa conocer la relación íntima que hay entre el capitalismo y la dignidad humana, te invito a ver este vídeo (en inglés).