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Nov 18

Encuentro con Mario Vargas Llosa

El individuo es una creación tardía de la cultura y del progreso; y la libertad es lo más importante que nos ha pasado en la historia, son dos de mis frases favoritas por parte de Mario Vargas Llosa durante la presentación de su libro La llamada de la tribu en la Universidad Francisco Marroquín. En el acto di la bienvenida y el cierre.

Si no pudiste venir puedes ver la conferencia en este enlace.

Acertadamente, Vargas Llosa explicó que el estado es un adversario de la libertad, que no debe ser eliminado; pero hay que mantenerlo bajo control. No somos anarquistas, subrayó y añadió que es una caricatura decir que los liberales quieren que desaparezca el estado.

La censura debe ser combatida de forma muy enérgica, afirmó y se refirió a la posverdad como un sinónimo de mentira.

No soy fan de él (de hecho no traje mi ejemplar de La fiesta del chivo para que lo firmara) y si me hubieran preguntado -y no me preguntaron- yo disiento en algunos puntos con el escritor.  El asegura que los liberales del siglo XIX fracasaron en América Latina porque descuidaron la economía; y yo opino que fue porque descuidaron la ética. La misma razón por la cual no nos va muy bien en la actualidad. Porque descuidamos la ética y lo jurídico, y ponemos demasiado énfasis en lo económico. Disiento, también en el énfasis en el que pone en la democracia; yo lo pondría en el republicanismo.  Disiento en su valoración de la legalidad; porque creo que lo verdaderamente importante es el estado de derecho.

Me encanta, por otro lado, que Friedrich A. Hayek, uno de mis filósofos queridos, sea uno de los siete que inspiraron La llamada de la tribu.  Además, Vargas Llosa le echó flores a la Marro.  La Universidad Francisco Marroquín cumple un papel de primer orden no sólo formando profesionales, sino formando defensores de la libertad, dijo.

¿Cuándo fue la primera vez que oí de Vargas Llosa? En Panajachel, durante un paseo vespertino con mis amigos en las vacaciones de Quinto grado de primaria.  En aquella ocasión, mi amigo, Ricardo, nos contó de La ciudad y los perros y todos quedamos impresionados.  Mucho más tarde yo leería Los cuadernos de don Rigoberto, que yo podría poner en mi lista de 20 libros favoritos; y luego La fiesta del chivo, que me horrorizó.  Pantaléon y las visitadoras no lo leí, pero vi la peli y de cuando en cuando la recomiendo porque es muy divertida.

Para mí, a mejor parte de la vistia de Vargas Llosa fue que le di un paseo a Isabel Preysler -junto a mis colegas Isabel Moino y Pablito Velásquez- por la sala de colecciones especiales de la Biblioteca Ludwig von Mises, y por la exhibición del Lienzo de Quauquechollan.