20
Ago 23

El voto más difícil de toda mi vida

 

Mi alma está triste hasta la muerte porque hoy emití el voto más difícil de mi vida…y encima olvidé llevar la banda de luto que he llevado en otras ocasiones en mi brazo izquierdo.

Papeleta de la elección presidencial en Guatemala.

En fin…fui a votar porque -con todo y todo- el optimista racional que hay en mi sabe que es mejor sufragar que disparar. Como dice mi querido Friedrich A. Hayek, siempre que se estime conveniente la primacía de una opinión entre varias en conflicto —concurriendo la circunstancia de que habría de imponerse, en caso necesario, por la fuerza— resulta menos dañoso que apelar a la violencia el determinar cuál de aquellas opiniones goza del apoyo más fuerte utilizando al efecto el procedimiento de contar los que están en pro y los que están en contra. [El sufragio] es el único método de cambio pacífico descubierto hasta ahora por el hombre.  Fui a votar porque mis sobrinos están en juntas receptoras de votos; porque soy un idealista incorregible y me emocionan el civismo y el entusiasmo de los miembros de la juntas receptoras, así como el de los encargados de centros de votaciones. Acudí a la mesa electoral porque varios de mis amigos le pone feeling a su participación activa en este proceso y para hacer del voto una experiencia agradable para los electores.  Fui a votar porque, ¿cómo es que no iba a expresar mi opinión en este asunto?

He votado desde mi primera elección general en 1982 y desde niño siempre seguía los procesos electorales y me gustaba cuando mis padres, mis tíos y mis abuelas regresaban de emitir sus sufragios. 

Banda de luto para el brazo.

Hoy me fue re bien con lo de las fotos porque le avisé al coordinador del centro de votación, la junta receptora estuvo de acuerdo y los fiscales de los partidos también.  Hubo bromas entre los que estábamos presentes ahí. Creo que ese es el espíritu que debe prevalecer, sobre todo dado el ambiente tenso que ha rodeado esta elección.  Los votantes deben tener una buena experiencia cuando acuden a las urnas; y no hay que ponerse intenso

Aunque fui a votar a la misma hora que el 25 de junio vi mucha menos gente en dos centros de votación.  Si quieres saber dónde votar haz clic aquí.

De cualquier manera, y gane quien gane, Luisfi a la oposición.  A la oposición constructiva, claro.  Celebrando toda política a favor del respeto a los derechos individuales y a la igualdad de todos ante la ley, y opuesto y criticando toda política violatoria del respeto a la vida, la liberad, la propiedad y el respeto a la búsqueda de la felicidad, y opuesto y criticando toda política generadora de privilegios.

Por último, ¿sabes? Hoy  de 11:00 a 12:00 (Central Time) estaré en Libertópolis y de 15:00 a 17:00 estaré en Emisoras Unidas.  Mañana, lunes, a las 15:00 también estaré en Emisoras Unidas.  


18
Ago 23

Más allá de la urna, la lucha por un mandato limitado

 

Pasado mañana, aquellos de nosotros que sentimos el llamado a ser ciudadanos presentes iremos a votar para elegir quién será el Presidente de la república; y quien resulte ganador tendrá la tarea de convencer a los electores -incluidos aquellos que votaron en su contra- que los representa.

Se engaña el candidato, o la candidata que cerca de la media noche del domingo 20 se maree con impresión de que ha recibido un mandato en forma de cheque en blanco.  En parte porque en la primera vuelta 46% de los llamados a elegir tomaron la decisión de ni siquiera llegar a las urnas.  En parte porque de los que llegaron, 6.9% dejaron sus papeletas presidenciales en blanco; y 17.39% anularon activamente sus votos.  Aquello suma 24.29% de votos, que es 8.69% más que la opción que encabezó y 13.12% más que la opción que quedó en segundo lugar.  ¿Está claro que ambas opciones llegaron al balotaje electas por una minoría de los ciudadanos.

Está por verse cómo serán los porcentajes en la elección del domingo próximo; pero si todo se mantiene igual, se repetirá el fenómeno de que quien quiera que se lleve la Presidencia, se la llevará gracias al voto de una minoría, no de la mayoría como señala la teoría democrática dogmática.

¿Por qué es esto importante? Porque dadas las naturalezas abiertamente socialistas de las opciones que habrá en la papeleta del 20 de agosto, es muy importante que la opción ganadora no consiga el poder convencida de que tiene un mandato amplio -de carácter popular y mayoritario- para hacer lo que le de la gana.  El mandato de la próxima administración -y en consecuencia su poder- debe ser lo más limitado posible, lo más reducido posible, lo más precario posible.  ¿Para qué? Para que su carácter temporal sea claro y evidente.  Para que su carácter temporal le impida entregarse a sus caprichos al amparo de la mitología de la democracia dogmática.

En un seminario en el que participo estamos leyendo la parte de la obra de Francisco de Vitoria que tiene que ver con los derechos humanos. El salamantino dice que el poder ha sido establecido desde la entraña misma de la naturaleza humana, que es, nada menos, que la de individuos racionales; y que la autoridad -para ser ejercida con autoridad- se deriva del consentimiento libre de los individuos que conforman la sociedad.  Y a aquello añado que ese consentimiento no se da únicamente, ni permanentemente el dia de la elección, sino que debe ganarse, día a día, acto con acto, a lo largo del período que le corresponde a la autoridad.

De ahí que los resultados del domingo no sean un cheque en blanco. Ni para tirios, ni para troyanos.

El límite general del poder es la libertad de los individuos y los otros derechos individuales, dice el escolástico; y por eso, añado, es que los derechos individuales deben prevalecer sobre los intereses colectivos; y sobre todo sobre lo que quienes ejercen el poder dicen que son los intereses colectivos. ¿Por qué? Porque como escribió Isidoro de Sevilla: Rey viene de regir; eres rey si riges bien; si no riges bien, no eres rey.

Habiendo hecho el ejercicio de ser ciudadano presente, habiendo evaluado cuál de los candidatos podría causar menos daños institucionales y de cuál podríamos recuperarnos más pronto reitero que votaré para evitar que la mala simiente se haga con el poder; y para que, si recibe más votos, su mandato sea limitado y reducido.

No lo he hecho basado en eso que la gente llama planes de gobierno, que no son más que listas de satisfactores para grupos de interés; ni en ver eso que la gente llama debates, o foros presidenciales que son tres cuartos de lo mismo.  Lo he hecho mediante la observación de los dos candidatos y de los grupos y las personas que los apoyan y han apoyado a lo largo de sus vidas políticas. 

He llegado a la conclusión de que el voto nulo, aunque es la posición moral más cómoda en el corto plazo, también es una posición moral peligrosa en el mediano plazo ya que no contribuye evidentemente, ni inequívocamente a limitar y reducir el mandato de la opción que, aquí y ahora, tiene más posibilidades de hacerse con el poder en la Presidencia.

Aprovecho para compartirte algo que escribió Dante Alighieri: Los lugares más oscuros del infierno están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en tiempos de crisis moral.

Columna publicada en República.

Otras columnas relacionadas:

En este enlace encontré bastante sobre la mala simiente. Aquí hay otra oportunidad para conocer mejor a esta opción.


12
Ago 23

¿De cual podría ser más fácil y menos costoso recuperarse?

 

Desde un punto de vista político, aunque ambas perspectivas para el próximo 20 de agosto son un espanto, estoy convencido de que hay espantos más vivibles que otros.  La cuestión es: De cuál espanto podremos recuperarnos más pronto y con menos costos institucionales, políticos, y económicos.

Haz clic en la imagen para ver Mirada Sur.

Tomando en cuenta que el equipo que resulte electo tendrá -con tu voto, o sin él- poder legislativo sobre la vida, la libertad y la propiedad de todos los habitantes del país, incluido tu; tomando en cuenta que la política es una especie de juego de ajedrez; tomando en cuenta que quien resulte electo va a imaginarse que tiene un cheque en blanco democrático. ¡Es importante que quede claro -lo más claro posible- que su mandato es limitado por los votos expresos en contra! Estoy convencido de que la mala simiente es la peor opción. Por eso no voy a votar nulo.

Para la newsletter  Mirada Sur, que edita Martín Aguirre hice dos resúmenes de cómo veo a los dos candidatos que habrá en la boleta.  Mirada Sur publicó un resumen de ambas perspectivas y te las comparto por si sirven de algo.

Sandra Torres:

Vicepresidenta de la Internacional Socialista.  Tres veces ha competido por la Presidencia y dos veces ha quedado en segundo lugar.  Fue esposa y según se dice -Primera ministra de facto– de Álvaro Colom, expresidente de la república y como decimos en Guatemala ya sabemos cómo es su modo.  Se divorció de él para ser candidata a sucederlo y superar una prohibición constitucional.  Se distanció -en malos términos; pero de forma relativamente discreta- del grupo original que la apoyó y era el grupo más socialista radical en su partido.  Es política profesional, representa a la vieja política, la política oportunista, es la personificación del establishment.  Con su esposo viajó a La Habana para condecorar a Fidel Castro y él no recibió a ambos.  Apoyaba a Hugo Chávez.  Populista, big spender. Para posicionarse en esta segunda vuelta, frente a Semilla, ahora apoya las causas conservadoras: antiaborto, anti matrimonio igualitario, anti despenalización de las drogas.  Tiene buena maquinaria de partido, pero ha estado cometiendo muchísimos errores de posicionamiento y de comunicación.  Su compañero de fórmula es pastor evangélico y es de opereta.  Si ganan la elección tendrán a la prensa (y a las redes sociales) en la nuca. Hasta el lunes pasado, en la noche, presentó lo que aquí se conoce como plan de gobierno que, como otros planes de otros partidos, siempre, es una lista de satisfactores y ofrecimientos para grupos de interés: empresarios, sindicalistas, mujeres, indígenas, ecologistas, y demás.  Causará daños, pero estimo que serán los que suelan causar los típicos políticos estatistas latinoamericanos.

Bernardo Arévalo:

Hijo del mítico primer presidente de lo que se conoce como La primavera de Guatemala, la Revolución de 1944. Es diputado en el Congreso y toda su vida ha sido diplomático/burócrata. Su partido es el Movimiento Semilla que más que un partido es un movimiento que atrae a todo el espectro woke: ecologistas, artistas, intelectuales, LGBT, estudiantes, progres, posmodernos, feministas, ONG, you name it; pero su verdadera fuerza está en que se han posicionado con mucho talento como los adalides anticorrupción.  Todo aquello los ha hecho muy atractivos para jóvenes urbanos que piensan que es posible una nueva política por esa vía. Por algún motivo que no he entendido, es notorio que tardaron mucho en incorporar el componente indigenista. Son la esperanza de los grupos internacionales que sienten que Guatemala les debe algo por haber sido interrumpida La Primavera en 1954.  Esta es la oportunidad para vengar esa afrenta.  Su inner circle está compuesto por keynesianos, socialdemócratas, y dos que tres marxistas anticapitalistas, anti empresariales y convencidamente estatistas.  Les llamo místicos porque están en una misión.  Han dicho que harán reformas profundas y que si no lo consiguen por medio del Congreso, lo harán en la calle.  Su compañera de fórmula es intelectual, urbana, joven.  Son los amos de las comunicaciones y de las redes sociales. Si cometen errores son cubiertos rápidamente. Si ganan la elección gozarán de una prensa alcahueta. Tienen eso que se llama plan de gobierno publicado desde hace ratos con una ventaja sobre el de Torres: está gráficamente bien diseñado y le pusieron números, de modo que se ve serio. Sus ofertas tienen el potencial de causar daños muy profundos y duraderos y quizá hasta irreversibles a niveles políticos, económicos e institucionales.

Actualización: Seguramente quieras saber más sobre ambas opciones.  Para conocer sobre Torres aquí en mi blog hay cuatro años de su gobierno junto a Alvaro Colom; y en este enlace encontré bastante sobre la opción de la mala simiente. Aquí hay otra oportunidad para conocer mejor a esta opción.


04
Ago 23

El dilema del voto: ¿Qué escoger cuando nada convence?

 

Estimado ciudadano que piensas votar -responsablemente- el 20 de agosto:

Al arribo de la presente espero que te encuentres bien en unión de tus familiares y seres queridos, y después de este corto saludo paso a lo siguiente:

¿Estamos claros con que el grupo que resulte electo tendrá facultades ejecutivas y ultimadamente legislativas para controlar tu vida al detalle?  No te confíes en que el Congreso es independiente del Ejecutivo, porque te va a sorprender: ¡Los diputados se venden y se compran!…con los impuestos que te quitan. Ya no son A dime a dozen como decía mi abuela; pero todavía se consiguen A bakers´s dozen.

Dicho lo anterior, ya vi la encuesta de la Fundación Libertad y Desarrollo: 63% para Bernardo Arévalo; y 37% para Sandra Torres.  Casi 8 de cada diez encuestados opinan que el país va para mal.  Casi tres de cada 10 opinan que el principal problema de Guatemala es el desempleo; y casi 6 de cada 10 opinan que el principal problema de los hogares chapines es que no alcanza el dinero; y a eso súmale que para 3.5 de cada 10 el problema es la falta de empleo.  ¡Esperen a ver cómo se eleva el costo de vida con la inflación que se desatará para pagar las promesas electorales, si se cumplen! ¡Esperen a ver cómo crece el desempleo si el capital para la inversión privada es desviado para el gasto público! 

Es cierto que ambas opciones ofrecen el oro y el moro; pero ¿de verdad crees que aquello lo van a solucionar los socialistas que están mas al extremo del lado colectivista del espectro político?  Es cierto que Torres es miembro de la Internacional Socialista; pero a aquí y ahora, lo suyo pinta como un socialismo oportunista y pragmático; en tanto que el de la mala simiente es un socialismo idealista y místico que habiéndose colado en la segunda vuelta y a la luz de la encuesta citada, ha de estar convencido de que va a recibir un mandato democrático arrollador para cumplir su destino manifiesto. 

Por eso se dan el lujo de avisar que cambiarán la Constitución y que si los diputados no aprueban su agenda sacarán gente a la calle. ¿Qué tipo de gente? ¿La que va con bates de beisbol y palos de golf?  ¿La que hace pintas de odio y la que recién puso una hoz y un martillo en el Centro Cultural de España? Arévalo ha dicho que la Constitución debe ajustarse a las necesidades del momento y…adivina quiénes van a decir cuáles son esas necesidades.

Por eso se dan el lujo de lanzar anatemas contra los financistas ricos que no los apoya a ellos, pero no tienen empacho en recibir dinero de otros ricos con los que comparten valores.

Yo no me creo lo de que son adalides contra la corrupción.  ¿Te acuerdas de cuando una de sus diputadas fue ministra e hizo contrataciones rarísimas de digitadores en la cartera de Salud? Tengo la impresión de que para el semillero hard core promedio el fin justifica los medios.  Cuando les convenía (en tiempos de la CICIG) los semilleros defendían el poder irrestricto de la Corte de Constitucionalidad; pero en cuanto no les convino no dudaron en exigir que aquella corte respetara los límites de su jurisdicción. Sospecho que de hacerse con la presidencia, una administración de la mala simiente va a tener una prensa alcahueta que, en cuanto a control de la corrupción no va a ser tan diligente como lo fue con Giammattei, Morales y Molina por citar tres.

Hablando del semillero hard core promedio (no el circunstancial, claro) estamos hablado de personas capaces de escribir Ojalá hubiera un partido de izquierda con un brazo armado para hacerte pagar, bla, bla, bla. El semillero hard core promedio piensa que hay personas y organizaciones a las que lasitimosamente no se puede matar en un gobierno legal y eso es un problema.  Pero se les puede hacer sufrir, dijo otro compa.  En una celda? Compañero, a mi me encantaría quitarles los ojos, reventarles los oídos con un taladro, quitarles la lengua, los brazos y las piernas.  Así pasarían el resto de su vida sin sabe qué sucede a su alrededor, que tengan pánico cada vez que sientan un aire cerca.  Arévalo -si resulta electo- va a tener que trabajar mucho para civilizar a sus seguidores más entusiastas.  Una de ellas, por cierto, tuiteó: Viva Arévalo y muerte a los ricos de la zona 14!!!.  No sé ustedes, pero estos niveles de odio y violencia entre los seguidores hard core de un partido, o de un candidato, no se veían antes.

Es que el Movimiento Semilla es más movimiento que partido.  Acoge en su seno una la más variopinta colección de descontentos, resentidos y víctimas (algunas de ellas profesionales).  Va a ser difícil para Arévalo -si gana la elección- canalizar y satisfacer las demandas de seguidores hard core mas acostumbrados al reclamo y a la barricada (aunque sea en Twitter), que a comportarse en una república.  ¿Qué haces cuando tus seguidores hard core preguntan -en serio- si se puede hacer brujería, o magia para neutralizar las acciones de los opositores a su partido?

¿Quiénes suelen ser los socios electorales de la mala simiente? Winaq y URNG-Maiz, los partidos de la ex guerrilla marxista-leninista. Sé que muchos dirigentes semilleros niegan ser de aquella persuasión; pero, ¿no era eso lo que negaban Fidel Castro y Hugo Chávez?  Entre muchos dirigentes semilleros el rechazo al comunismo parece frontal; pero vistos de cerca, los semilleros más hard core y son tan místicos y socialistas que dan repelús.

Los semilleros presumen del linaje de su candidato presidencial y fanfarronean con el IGSS y el Código de Trabajo, por mencionar dos conquistas revolucionarias; pero…la verdad… es que aquello se hizo de orden superior porque así lo quería el Tío Sam, y se hizo en toda Hispanoamérica. Quienes añoran el retorno de la primavera chapina deben saber que fue el mismísimo Juan José Arévalo en su Carta política al pueblo de Guatemala con motivo de haber aceptado la candidatura y otros escritos, quien dijo que, en el gobierno de Árbenz, la policía fue obligada a practicar torturas repugnantes y a cometer crímenes contra la vida de los adversarios políticos. ¿Sabías que Arévalo implantó estados de excepción por más tiempo que los que impusieron Ydigoras, Méndez Montenegro y Arana? ¿Sabías que Lucas nunca suspendió las garantía constitucionales? ¡En esto Arévalo y Giammattei tienen algo en común!

Esta carta ya se hizo larga así que voy cerrando.

Este 20 de agosto no votaré por el socialismo oportunista, ni por la señora que no sabe distinguir entre una tortuga de tierra y una de una de mar, ni votaré por la corrupción.

Votaré contra la mala simiente con el ánimo de que ese grupo no obtenga el mandato presidencial, o para que -en caso de algunos votantes se lo den- ese mandato sea lo mas precario posible.  No es cierto que esta elección sea entre los corruptos y los campeones contra la corrupción. Lo que me inquieta de aquel movimiento no es su candidato, sino sus cuadros y bases mas místicas y hard core, esas que de verdad creen en el socialismo que no es el de Tony Blair, sino el de Podemos. 

Cordialmente quedo de ti como un atento y seguro servidor.

Luisfi

Columna publicada en República y esta carta es precedida por la que puedes leer en este enlace y de verdad recomiendo leer ambas para entender el contexto.


28
Jul 23

El voto nulo: ¿Jugada sabia, o peligro para los más vulnerables?

 

Estimado ciudadano que piensas votar nulo:

Espero que te encuentres bien en unión de tus familiares y seres queridos, y después de este corto saludo paso a lo siguiente:

Es posible que hayas llegado a la conclusión de que todos los políticos son iguales, o a la de que en esta oportunidad no hay forma de tomar una decisión acertada.  El propósito de estas líneas es compartir la idea de que así como hay opciones políticas mejores que otras, también hay opciones políticas peores que otras.  El caso es que, con tu voto, o sin el, una de las dos opciones va a tomar el control del Organismo Ejecutivo y una de las opciones es peor que la otra y luego te cuento por qué.  Lo de la opción acertada tiene sus pliegues porque la pregunta aquí es, ¿acertada para qué? Si crees que tu voto va a ayudar a miles de guatemaltecos a salir de la pobreza, no hay forma de acertar; pero si te das cuenta de que tu voto puede ayudar a que menos guatemaltecos se sumen a la pobreza, o caigan en la miseria, a lo mejor si hay forma de acertar.

Claro que tu voto no es equivalente a poner una pica en Flandes.  Pero la política es el arte de lo posible y alguien va a resultar electo sí, o sí. La política es una especie de juego de ajedrez; y como vas a tener que vivir bajo el poder, la legislación e incluso los caprichos de quien gane, ¿de verdad piensas que no vale la pena tratar de que no sea electa la opción más peligrosa?

Es cierto que, ¿qué candidatura nos representa como queremos? ¿Quién puede ir con ilusión a los comicios si entiende que los derechos individuales deben prevalecer sobre los intereses colectivos? ¿Quién no está incomodado con la clase política entre la que no queda sino elegir entre los estatistas verdes y los estatistas azules?  Esta última, por cierto, es una alusión a los disturbios de Niká, en Bizancio; y la hago porque me divierte hacer cosas así en medio del desagrado.

Con tu abstención, por cierto, no le vas a dar lección alguna a político alguno.  A los políticos que tenemos (y no tenemos otros), por eso es que les encanta la democracia y fingen no entender el valor del sistema republicano.  En democracia se arma una mayoría con lo que haya y a echar pa´lante.  A los demócratas radicales les importa un bledo el hecho de que la minoría más pequeña es el individuo; y con dos individuos que tengan se asignan una legitimidad derivada de la idea de que lo bueno es el mayor bien para el mayor número y se convencen de que los intereses colectivos deben prevalecer sobre los derechos individuales.

En las circunstancias en que estamos (al borde de algo muy malo) el voto nulo pone en riesgo a los más vulnerables.  Porque son los más pobres, los más ancianos, los patojos sin experiencia, los que vivimos de un salario, los desempleados y los que viven de sus ahorritos los que van a pagar si el socialismo más irracional y rabioso se hace con el poder porque tu no te rebajaste a evitar que eso ocurriera.

Tu neutralidad…o tu indiferencia…sea lo que sea, no es inocua y va a tener efectos.  Si estás inconsciente del peligro que representan los semilleros te invito a leer mi columna de la semana entrante en la que profundizaré sobre el tema. Si no quieres ver el peligro recuerda que puedes evadir la realidad, pero no las consecuencias de haber evadido la realidad; y que por donde se lo vea, aquí y ahora, el socialismo del rencor y de la convicción mística es peor que el socialismo de postureo.  ¿Y si eres tan dichoso que calculas que el socialismo semillero te va a doblar, pero no te va a romper?  Piensa un momento en los que están amortizando sus casitas, o sus primeros carros; piensa en los que se ajustan para pagar el colegio de los niños y que se aprietan para pagar seguro médico…o no tienen. ¡Esos sí que se van a fregar si gana el socialismo semillero!…y en mi próxima columna te cuento por qué.  

Si no vas a votar el domingo 20 de agosto, o si votas nulo será exactamente como si votaras por la mala simiente porque no te va a importar que llegue al gobierno un grupo al que no le da vergüenza asociarse -¡En pleno siglo XXI!-con los partidos de la exguerrilla.  

Se que a estas alturas de esta carta larga algunos se preguntan: ¿Y Sandra, Luisfi? ¿Y Sandra? Pues en mi blog hay cuatro años del gobierno de los Colom/Torres.  El problema es que el domingo 20 lo que hay es lo que hay.  No vamos a elegir amigos, socios, ni compadres, ni nada parecido. Vamos a elegir a quienes tendrán el poder de estropearnos la vida -especialmente a los más vulnerables-.  En el entendido de que la política es un juego de ajedrez, ¿de verdad no vas a mover tus piezas? En el entendido de que la política es el arte de lo posible, ¿de verdad no te vas a mojar las botas? 

El próximo viernes te invito a continuar estas meditaciones desde otra perspectiva.  

Quedo de ti como un atento y seguro servidor.

Luisfi

Columna publicada en República. Esta carta se complementa con la que publiqué en la siguiente semana y de verdad recomiendo leer ambas para entender mejor el contexto.


07
Jul 23

Minerva y el positivismo en Guatemala: una visión histórica reveladora

 

Minerva en Guatemala. La presencia de la diosa romana en las artes y en la guerra ordenada en el gobierno de Manuel Estrada Cabrera fue el título de una conferencia que ofreció el investigador e historiador Ricardo del Molino en el Museo Popol Vuh.

En dos platos, Ricardo nos contó que el régimen de Estrada Cabrera fue la más pura y profunda manifestación política del positivismo de Augusto Comte no sólo en Hispanoamérica, sino en el mundo.  ¿Y qué es el positivismo? Una filosofía que sostiene que todo conocimiento genuino es el resultado de la interpretación de hallazgos sensorialmente observables y verificables. Es decir, de hallazgos medibles y contables. 

Mi bisabuela, Adela, y su amiga Clara Schippers en la carroza frente al templo de Minerva. Haz clic en la foto para ver más fotos. La foto es de mi álbum familiar.

Los positivistas creían que los fenómenos sociales eran susceptibles de ser observados y comprehendidos mediante el mismo método que se usa en las ciencias naturales.  Su lema político, plasmado en la bandera de Brasil, es Orden y progreso.  El propósito de la guerra ordenada, enunciado arriba, era el de imponer un orden social; y en ese contexto, los positivistas estaban convencidos de que el progreso era imparable y sólo traía cosas buenas. 

Marte, pues, es el dios romano de la guerra agresiva, irracionalmente violenta y conflictiva; en tanto que Minerva es la diosa de la guerra ordenada y racional contra la ignorancia y la barbarie, por la educación y por la ciencia. Pero más que científico y racional, el positivismo era cientificista y racionalista; y gozaba de buena prensa.  ¿Has leído Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos? ¿O por lo menos has visto la peli con María Félix? La hacienda Altamira y el protagonista Santos Luzardo son símbolos positivistas que estaban muy vivos en 1929, y décadas más tarde.

Lo fascinante de la hipótesis de Ricardo es que el tirano de los 22 años deja de ser sólo el dictador caprichoso y sediento de poder que pintaron Rafael Arévalo Martínez y Miguel Ángel Asturias (este último con una maestría admirable), sino que su gobierno (quizás agriado por la muerte temprana y trágica de sus hijos y por una serie de atentados), se enmarca brillantemente en el contexto de una filosofía que gozaba de mucho prestigio desde mediados del siglo XIX hasta mediados del XX…y sobrevive en el XXI.

A mi lado liberal clásico el positivismo le incomoda porque quienes hemos leído a Friedrich A. Hayek y a otros autores similares entendemos que el progreso no es inevitable y entendemos que lo que conocemos como progreso social en realidad es evolución social.  Entendemos, por ejemplo, que lo que la gente conoce como progreso, no siempre trae cosas buenas porque la evolución social es un largo proceso de prueba y error.  Y entendemos que el ideal de orden y progreso es peligroso porque…bueno…es constructivista, ¿quién va a ser el ordenador? ¿Qué entiende ese ordenador por orden? ¿Qué entiende por progreso? ¿El orden y el progreso van a ser a costa de la libertad? ¿Van a ser a costa del individualismo? ¿Van a ser medidos desde una perspectiva colectivista? 

Eso, sí, como dice Hayek, sin las fuerzas que producen eso que llamamos progreso, la civilización y todo lo que valoramos -y ciertamente casi todo lo que distingue al hombre de las bestias-, o no existiría o no podría mantenerse por más tiempo.

A mi lado objetivista el positivismo le incomoda porque Comte fue quien desarrolló el concepto de altruismo en su Catecismo positivista.  No debemos confundir altruismo con benevolencia, sino que hay que entenderlo en su significado original: la idea de que todos estamos moralmente obligados a vivir para los demás y que, por lo tanto, no existen los derechos individuales.  Apunta hacia una supuesta identidad de los intereses personales con los de la comunidad y no sorprende que -por esa vía y poco más tarde- otros pensadores hayan arribado a la idea espantosa de que el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo. Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado.

Ayn Rand explicó que para el altruismo el “beneficiario” de una acción es el único criterio de valor moral y en tanto que el beneficiario sea cualquiera menos uno, todo se vale.

Entender a don Manuel Estrada Cabrera y sus minervalias en un contexto neoclásico -más universal que el de la dictadura hispanoamericana ramplona- le da dimensiones nuevas (que no necesariamente buenas) al período de la historia guatemalteca entre 1898 y 1920.  También invita a pensar qué del positivismo comtiano -racionalista y constructivista- todavía está bien, bien vivo entre nosotros los chapines para desgracia nuestra.

Columna publicada en República


06
Jul 23

Ética de las emergencias: ¿principios, o intereses políticos?

 

Un fantasma recorre Guatemala y hay que espantarlo a sombrerazos; es el de la tentación de abandonar las instituciones, las formas e incluso lo poquito de estado de derecho que queda por aquí porque hay una emergencia política.

Es lo que hacía la CICIG que, con el pretexto de combatir la corrupción -que es una emergencia- no dudó en violar el debido proceso, aplicar las leyes de forma caprichosa y servir a intereses específicos a costa del interés general.  Sale más caro el caldo que la gallina cuando tratamos de resolver un problema institucional, o de derecho, mediante la realpolitik.

La ética de las emergencias demanda que, incluso en estados de  imprevistos que requieren una especial atención y deben solucionarse lo antes posible, y sobre todo en esos casos, es preciso aferrarse a los principios del modo en que sólo se aferran a ellos aquellos individuos que confían en ellos. Creo, de verdad, que hay que hacer un esfuerzo en esa dirección sobre todo desde la academia y desde el periodismo, por ejemplo.  

Estas meditaciones vienen al caso en el contexto de la resolución electoral de la Corte de Constitucionalidad emitida el fin de semana pasado, resolución que esa corte no tiene facultades para emitir; pero que aparentemente…repito, aparentemente…soluciona una emergencia. ¿Una emergencia fabricada políticamente? Es muy posible que sí.

Fabricada, y espero equivocarme de cabo a rabo, fabricada por grupos interesados en invalidar los comicios del 25 de junio, y….ojalá que me equivoque, incluso imposibilitar los del próximo 20 de agosto.

En un ambiente en el que el Tribunal Supremo Electoral actúa como súcubo y a la Corte de Constitucionalidad le encanta su rol de íncubo, ¿qué vamos a hacer para defender el valor del voto? ¿Qué vamos a hacer para defender las reglas del juego que aceptamos jugar? Confío en las Juntas Receptoras de Votos y en la descentralización del sistema electora, pero, ¿están a la altura las autoridades superiores? ¿Podremos rescatar el proceso de afianzamiento de un sistema republicano? 

¿Vamos a confiar en las instituciones y a defenderlas, o vamos a jugar a Mickey Mouse y a aprendices de hechiceros?


30
Jun 23

La política: una película repetida. ¿Qué viene después de la escena actual?

 

¿Te ha pasado? Ves un remake de una película clásica, digamos The Great Gatsby, con Leonardo DiCaprio; y vas recordando la versión con Robert Redford.  Sabes cómo termina la peli, vas reconociendo las escenas y comparas; pero no sabes exactamente qué viene después de cada escena.  Mencioné The Great Gatsby, como pude haber mencionado cualquiera otra, Ben-Hur, The Fly o Twelve Angry Men, por mencionar otras tres. 

Es lo que siento luego de las elecciones del domingo pasado.  Ya he visto esta película antes en otros países de Centroamérica y en América del sur.  Se cómo termina. Empiezo a reconocer escenas y puedo hacer comparaciones; pero no se -exactamente- qué viene después de cada escena.

Como me dedico a esto, a escribir, no falta quién me pregunte por quién voy para la elección de agosto; y no tengo respuesta.  Todavía no voy por nadie, y seguramente como ha sucedido en últimos años, terminaré votando por la opción que considere menos peligrosa.  ¿Estamos en una emergencia? Si. Si estamos en una emergencia; pero despacio, que llevamos prisa.

Hay muchas preguntas que hay que responder antes de decidir, tomando en cuenta que ambas posiciones son filosóficamente colectivistas, en el extremo de ese lado del espectro…aunque lo nieguen y lo escondan con humo y espejos

La cuestión es cuál de las dos opciones puede ser más efectivamente colectivista en el poder.  Tomando en cuenta que el poder no se suelta (como hemos visto en otros países hispanoamericanos), ¿qué opción tiene más posibilidades de maniobrar efectivamente para no soltar el poder? Como me preguntó un estudiante: ¿quién es más AMLO, y quién es más Petro? ¿Cuál de los dos grupos tiene más posibilidades de decepcionar a su electorado y de que su mandato se deteriore rápidamente? ¿Qué opción tendrá menos control sobre otros poderes del estado y otras instancias institucionales? ¿Cuál de los dos contará con una prensa alcahueta?

Ni el grupo de Torres es el pilar conservador que trata de aparentar desde hace cinco días; ni el grupo de Arévalo es comunista a pesar de algunos de sus miembros; pero, ¿qué propuestas de cada grupo son financieramente posibles sin que salga más caro el caldo que la gallina? Y cuando digo caro, no sólo me refiero a financieramente caro, sino a social y políticamente caro. Preguntas y todo, he visto estas escenas de la peli; y la cuestión es, ¿qué viene después de la escena actual?

En su libro El mito del votante racional, cuyo subtítulo es Por qué las democracias eligen malas políticas (`”policies”´), mi cuate Bryan Caplan sostiene que los votantes son irracionales en la esfera política porque tienen ideas sistemáticamente sesgadas.  Caplan se concentra en la economía; pero la observación también se aplica a la política como la parte de la filosofía que define los principios de un orden social que excluya -o tristemente incluya y en qué medida- la posibilidad de iniciar el uso de la fuerza contra otras personas, legalmente-.

¿Qué ideas sistemáticamente sesgadas influyeron en los resultados del domingo pasado?  ¿Podremos superarlas para el 20 de agosto? ¿Podemos mantener conversaciones civilizadas entre ahora y el 20A? ¿Todo va a ser tiradera de “hate”? ¿Y qué viene después? 

Los chapines tenemos una tarea importante en las próximas semanas.  ¿Es una ilusión pensar que podemos “bajarles dos rayitas” a los componentes emotivos?

Columna publicada en República.


25
Jun 23

Fariseos en las urnas: Negar ayuda a una madre mayor en las elecciones

 

Fui a votar a las 9:00 a. m. y fue una experiencia agradable.  El centro de votación asignado queda a 200 metros de mi casa así que caminamos hacia allá, no había mucha gente y en la mesa que me tocaba no había cola así que llegue directo.  Los miembros de la junta receptora de votos amabilísimos y muy eficientes…pero hubo dos detalles que quiero comentar. Es que hoy son las elecciones generales en Guatemala.

Antes de mí estaba votando una señora mayor que evidentemente necesitaba ayuda con las papeletas; iba acompañada por su hija que no pudo auxiliarla porque un fiscal intenso se había dado a la tarea de controlar el orden en el lugar y no dejaba que la hija se acercara a auxiliar a la madre.  La anciana hizo lo que pudo y la hija estaba muy tensa por no poder ayudar a su mamá.

¿Qué necesidad hay de actuar como fariseos?  ¿Qué clase de criterio de ventanilla lleva a alguien a pensar que es electoralmente incorrecto que una hija ayude a su madre mayor a votar? ¿Ese tipo no tiene madre?

Luego llegó mi turno.  Me gusta tener una foto mía en el momento de sufragar porque me sirve para ilustrar entradas en Carpe Diem.  El intenso, sin embargo, quiso impedir que me tomaran la foto y aunque no lo consiguió, es muy incómodo tener que tomar fotos de forma clandestina.

¿Qué necesidad hay de actuar como fariseos? ¿Qué clase de criterio de ventanilla lleva a alguien a pensar que es electoralmente incorrecto tomar una foto de alguien que -voluntariamente- necesita una foto suya en el acto de emitir sufragios?  Gente como el fiscal intenso deberían tomar te de tilo, o de valeriana el día de las elecciones.

Aparte de eso, en próximos eventos de esta naturaleza, el Tribunal Supremo Electoral debería ser claro en el sentido de que, por ejemplo, el derecho de una persona mayor a sufragar con comodidad es superior al interés de los fiscales, e incluso de los miembros de las juntas receptoras de votos, de cuidar la secretividad del voto.

Es cierto que el voto es secreto, pero eso quiere decir que nadie puede obligar a nadie a revelar por quién va a votar; pero no quiere decir que sea prohibido que una hija ayude a su madre anciana a votar con comodidad y tranquilidad. ¿Te imaginas que mal debe haberse sentido la anciana? 

Por otro lado yo disfruto de fotografiar mi papeleta amarilla, la del Parlacen, en la cual pongo: Cierren ese ñaque.  Naque, por cierto, es un conjunto de cosas inservibles e inútiles. Lo hago no como bloguero, ni como columnista, sino como ciudadano y como tributario. 

Está claro que situaciones como aquella son muy particulares y se relacionan con problemas particulares que tienen sujetos particulars; y ha de ser difícil lidiar con fiscales intensos. Personas tan aferradas a prohibir, obstaculizar y controlar suelen tener caracteres complejos que pueden ponerse desagradables.

Por lo demás, en el centro que me tocó y en otro que visité el ambiente era de orden y cordialidad.

En uno había música de marimba (ya no marimba en vivo, como en otros años) y siempre es muy agradable encontrar y saludar personas conocidas.  Luego a las 11:00 a. m. estuve en Libertópolis y acompañé en cabina a Marta Yolanda Díaz-Durán y a Ramón Parellada. 


23
Jun 23

El domingo iré a votar

Se revenden conciencias/ y compramos la piel/ Le cambiamos la cara/ Le compramos a usted/ Y si quiere dinero/ se lo damos también/ Usted lo da primero/ y nosotros después, en esta canción de Patxi Andión pienso cuando veo que se acercan los comicios del próximo domingo.

Unas elecciones raras, por cierto, porque por primera vez en mi vida voy a ir a la mesa de votación arrastrando los pies.  No es que antes no haya votado contra cierta candidata, en vez de votar a favor de alguna opción, pero es que ya se hizo cansino.

Francamente yo quisiera que hubiera mejores candidatos; pero como decía un político pícaro de los años 80 y 90, esto es lo que da la melcocha.  Eso sí, si sé que voy a poner mi equis sobre algún símbolo porque mi misión es que no quede la que considero que es la peor candidata, la más dañina, la más peligrosa potencialmente.  Es un hecho que alguien va a ganar la elección, me guste, o no; y es un hecho que al hacer una lista de posibilidades con sus pros y sus contras, sí hay candidatos peores.  Peores no sólo en cuanto a la calidad de su discurso, ala calidad de sus ejecutorias y a la calidad de ideas. Peores en cuanto al daño institucional potencial del que son capaces.

Como la política es el arte de lo posible voy a apostarle al largo plazo y a ganar tiempo con la ilusión de que los chapines aprendamos una lección: Hay que reformar las instituciones electorales para que no volvamos a vernos en la situación penosa actual.  ¡Y hay que forzar a los políticos para que esa reforma no sirva a intereses particulares como los ha servido la reforma vigente!

Por lo pronto voy a votar cruzado para que los políticos se obstaculicen y se bloqueen entre ellos. A algunas personas no les gusta esta forma de votar porque dicen que encarece la acción política; pero yo digo que no hay clavo con eso porque el poder mientras más limitado es, mejor.

Repito que en la papeleta de candidatos presidenciales votaré contra el mal mayor, mi voto no es una aprobación, ni un mandato de representación.  Sólo es la respuesta a un dilema moral. En el largo plazo, ¿qué es peor, el mal A, o el mal B? .                     

Para alcalde de la ciudad de Guatemala voy a votar resignado y como por inercia, pero voy a votar para evitar opciones más perjudiciales, mas inexpertas, más fantasiosas y más perniciosas. Ni de lejos es un voto de aprobación, sólo es uno aguante.

Para diputados -tanto en la lista distrital (papeleta celeste) como en la lista nacional (papeleta verde)- me siento cómodo con las opciones que tengo.  No son la gran cosa; pero, la verdad sea dicha, hay poquísimas posibilidades de que alguna vez haya candidatos con los que esté muy de acuerdo y que llenen todas mis expectativas.

¿En la papeleta del Parlacen? ¡Mofas, befas y escarnios!  No se me ocurre una opción mejor, como no sea algo así como ¡Cierren esa bazofia!

Se que estas meditaciones tienen un aire pesimista -como la canción de Andión- pero no te confundas.  Aunque me presente ante la junta receptora de votos arrastrando los pies, voy a ir a votar porque puedo. Votaré porque el sufragio es mejor que agarrarse a balazos; porque ir a votar es mejor que tener que salir a la calle a arrojar piedras; porque prefiero que los jóvenes voten, y no que tengan que entregar sus vidas para combatir a una presidenta que resultó electa porque no entendí que era más prudente votar contra ella, que ser neutral y fingir que no soy responsable de los resultados.

Columna publicada en República.