26
Abr 18

La ley, “El principito” y Francisco Suárez

La semana pasada me encontré con esta frase del filósofo y jurista Francisco Suárez: El derecho [la ley], en su significado estricto, no debe atribuirse a cosas insensatas; y me acordé de El principito.

¿Te acuerdas que en aquella obra de Antoine de Saint-Exupéry el principito encontró a un rey que no ordenaba cosas insensatas, o incumplibles?  Aquel rey -monarca absoluto y universal- le explicó al principito que la autoridad se fundamenta en primer lugar en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, hará la revolución. Yo tengo el derecho de exigir obediencia porque mis órdenes son razonables. Si yo ordenara a un general convertirse en ave marina, y si el general no obedeciera, no sería la culpa del general. Sería mi culpa. El monarca sólo ordenaba puestas de Sol, a la hora de la puesta del Sol.

Algo podríamos aprender de Suárez y de aquel rey.

Por cierto, Suárez abordó temas como  la legitimidad del gobierno y los límites del poder civil.  Es particularmente destacable la presencia de Suárez en los orígenes de las Independencias latinoamericanas (ver Stoetezer, Furlong o Giménez Fernández) e incluso en la redacción de las Fundamental Orders de Conneticut (1639), un antecedente de la Constitución Norteamericana. Esto implicaría el reconocimiento de Suárez como inspirador del liberalismo anglosajón, sobre todo a través de John Locke.

La foto es de Alexander Kuzovlev, CC BY-SA 4.0, Wikimedia Commons


15
Dic 17

Ley pervertida

La ley, ¡pervertida! La ley…ha sido no sólo apartada de su finalidad, sino aplicada para contrariar su objetivo lógico. ¡La ley, convertida en instrumento de todos los apetitos inmoderados, en lugar de servir como freno! con esas palabras duras comienza F. Bastiat su celebérrima obra La ley.

De aquello me acordé cuando leí que los diputados planean discutir dos piezas de legislación, de esas que pervierten la ley: Una busca declarar como patrimonio cultural de la nación las antorchas del 14 de septiembre; y otra pretende prohibir las antorchas y otras actividades celebratorias de la Independencia que, según sus promotores, alteran el orden vehicular.

Quienes visitan luisfi61.com saben que soy fan de las antorchas porque son una fiesta familiar, popular y alegre que la gente disfruta mucho. Saben que las veces en las que políticos y burócratas se han involucrado en esa celebración –activamente– la han estropeado y saben lo mucho que me repugnan la estatización de las celebraciones, y la legislación que satisface apetitos de grupos de presión. Soy fan de las antorchas, pero nunca favorecería legislación que las despojara de su carácter espontáneo y popular.

Las iniciativas que quieren discutir los diputados hacen todo aquello. La segunda responde al interés destruccionista de acabar con el desfile, las antorchas y otras expresiones que se oponen a sus intereses de poder. En septiembre pasado, vimos a los destruccionistas con sus pancartas de odio, tratando de echar a perder la fiesta; y la primera iniciativa, posiblemente es una reacción para tratar de legitimar –por medio de la legislación– algo que para nada necesita ser legitimado por diputados.

De paso, ¿se dan cuenta los destruccionistas que las procesiones no sólo alteran el orden vehicular durante un día, sino que lo hacen durante 50 días, poco más o menos?

La facultad legislativa no debe ser usada para privilegiar intereses de grupos específicos, ni para perjudicar derechos; y –por otro lado– las celebraciones que le dan su carácter a la cultura deberían estar lejos de las manos sucias de los políticos y los burócratas.

Columna publicada en elPeriódico.


10
Dic 17

Hay que abolir la obligatoriedad de chalecos para motoristas

La ley que obliga a los motoristas a usar chalecos debe ser abolida porque es una ley mala.¿Te has dado cuenta? Los motoristas se han multimplicado por n; y la mayoría no lleva los chalecos obligatorios, o los lleva cubiertos por sus mochilas, o los lleva tan raídos que ni se notan. ¿Por qué es que la ley que obliga a los motoristas a llevar chalecos es una ley mala? Por dos razones:

1. Es un mandato, una legislación específica y obligatoria que fuerza a las personas a hacer algo que no harían voluntariamente.  Friedrich A. Hayek llama taxis a ese tipo de normas y son propias de un orden creado, como un banco, un ejército, un gobierno, o una familia; pero son impropias de un orden espontáneo como la sociedad.  Es cierto que la legislación de los chalecos fue decretada para combatir la delincuencia; pero casi nadie la cumple y eso nos lleva a la segunda razón por la cual esa normativa es mala.

2. La ley de los chalecos ya no es cumplida por casi nadie; y las autoridades encargadas de hacer que se cumpla no están dispuestas a aplicarla. ¡Las mismas autoridades  no cumplen con esa la legislación!  Los costos  de hacer cumplir la ley son muy elevados -sobre todo los costos emocionales-.  Las leyes que no se cumplen son malas porque hacen de la ley una burla.

La delincuencia no se acaba con la multiplicación de leyes y regulaciones, sino con la aplicación cierta e ineludible de las que hay. ¿Cuándo vamos a aprender la lección?

En el capítulo X de El Principito, por Antoine de Saint Exupéry, el Rey -monarca absoluto y universal- explica que la autoridad se fundamenta en primer lugar en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, hará la revolución. Yo tengo el derecho de exigir obediencia porque mis órdenes son razonables. Si yo ordenara a un general convertirse en ave marina, y si el general no obedeciera, no sería la culpa del general. Sería mi culpa.


10
Feb 17

¿Qué debería ser ley?

el-ideal-politico-del-estado-de-derecho

Escucha el podcast aquí.

¿Te quedaste pensando luego de leer a F.A. Hayek la semana pasada en este espacio? ¡Que bien! ¿Me acompañas otra vez?

En El ideal político del estado de derecho, dice Hayek que quizás sea correcto que el abogado…deba concentrarse exclusivamente en lo que de hecho es la ley [en oposición a lo que debería ser la ley]. Pero entonces, con el debido respeto, debe decirse que la ley que resguarda nuestra libertad es un asunto demasiado importante para dejarlo en manos de los abogados.  Esto es porque necesitamos, además del estudio del derecho positivo, una ciencia crítica de la legislación.

Hayek explica que la base esencial del estado de derecho es la confianza en la acción de reglas abstractas (leyes), que rigen las relaciones entre los individuos. Dado que el estado de derecho implica que el gobierno jamás debe ejercer coerción contra el individuo, salvo cuando se trate de la aplicación de una regla conocida de antemano, que implica necesariamente el acto de coerción, tenemos aquí una limitación en general a los poderes de todo gobierno y en especial a la propia legislación. ¿Te das cuenta? Tanto el gobierno, como la legislación y la facultad legislativa deben tener límites a su capacidad coercitiva.  Es la ley la que pone aquellos límites, ¡para salvaguardar los derechos individuales!

Entonces…¿qué distingue a las leyes, de la legislación? Mientras que legislación podría ser cualquier normativa que emane de los órganos legislativos y cumpla con los procedimientos necesarios, las leyes son reglas generales y abstractas que han sido divulgadas con antelación. Son aplicadas a todas las personas por igual y se refieren a circunstancias conocidas por ellos.  La norma que dice que quien tomare, sin la debida autorización cosa, mueble, total o parcialmente ajena, será sancionado con prisión de 1 a 6 años. no distingue si el autor, o el despojado es hombre, o mujer; ni si es ladino, o indígena por decir algo.  Se le aplica a todos aquellos que se coloquen en la situación de tomar algo ajeno sin permiso.

¿Te das cuenta de lo importante que es distinguir entre ley y legislación?

Columna publicada en elPeriódico.


21
Nov 15

¿Un día nacional de oración?

11224043_1681691442078280_8594247461552104350_n

Leonel Soto Arango, diputado del Partido Unionista, presentó  una propuesta de legislación con el propósito de forzar un día nacional de la oración en Guatemala.  En julio de este año, el diputado Marvin Osorio de la bancada Libertad Democrática Renovada, presentó una iniciativa de ley que pretendía forzar la lectura obligatoria de la Biblia en las escuelas estatales. En agosto de 2013 el diputado Manuel Barquín, entonces miembro de la bancada Gran Alianza Nacional,  presentó que buscaba imponer el día nacional de oración por la paz en Guatemala.

Pareciera que en aquellos diputados hay un ánimo de coquetear con una clientela religiosa que no tendría pudor alguno en usar la facultad legislativa del estado para imponer sus prácticas.

Ahora que el Congreso está en el ojo de los tributarios y los mandantes este tipo de legislaciones concretas, dirigidas a clientelas específicas han despertado la imaginación de los diputados. Hace poco revivió  la iniciativa de regular la responsabilidad de quienes ofrecen espacios para el estacionamiento y recién fue aprobada una ley que pone precios tope a las tasas de interés en las tarjetas de crédito.  Sospecho que la tendencia es hacia dar la impresión de que los diputados están legislando para beneficiar a tantos grupos como sea posible, de modo que la gente olvide la irresponsabilidad legislativa y la corrupción de los representantes.

Con respecto a la influencia de la religión en el estado de Guatemala no hay que engañarse mucho.  La religión católica tiene su personalidad jurídica asegurada por disposición constitucional, en tanto que otras formas de misticismo religioso tienen que pasar por un proceso administrativo que es casi simbólico.  Las organizaciones religiosas no comparten la carga tributaria y ¿como empieza el Preámbulo de la Constitución? Con la frase: Invocando el nombre de dios. ¿Qué candidatos presidenciales no han ido en busca de imposiciones de manos y otras prácticas para luego publicarlas de forma mediática? ¿Qué nueva administración se atrevería a no comenzar con un Te Deum, o algo parecido?

 


22
Sep 14

El Tribunal Supremo Electoral y su gran clavo

patriota

Ayer, el Partido Patriota -el partido oficial- proclamó a su precandidato presidencial Alejandro Sinibaldi -que hasta hace poquísimo era su Ministro de Comunicaciones.  ¡Lo hizo a lo grande, como sólo un partido en el poder puede hacerlo!…y la chorreó en grande, como sólo un partido en el poder puede hacerlo.  ¡Metió en un gran clavo a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral!

¿Cuál es el clavo para el Tribunal Supremo Electoral? Pues que la ley electoral prohibe ese tipo de actividades antes de la convocatoria a elecciones y que el TSE es la primera instancia llamada a hacer que se cumpla la ley.  El caso es que el partido de gobierno (como otras organizaciones políticas) se pasó ley y al TSE por…por el arco del triunfo, como se dice por ahí.  ¡A lo grande!  Es que si poner vallas y pintar piedras y postes califican como campaña anticipada, ¿qué, sino campaña anticipada, puede ser la proclamación del precandidato?

El clavo para el TSE es que sobre sus magistrados pesa la responsabilidad de demostrarles -a los electores y a los tributarios- que son dignos de la confianza que se les ha otorgado.  Si el TSE no se anima a sancionar conforme a la ley al partido oficial por el abuso cometido con tamaña desfachatez y desprecio por la ley, ¿quién va a tomar en serio al Tribunal a partir de ahora?  Si el TSE no demuestra que puede hacer que el orden legal electoral sea respetado, ¿quién va a respetar sus decisiones de ahora en adelante?

El clavo para el TSE es que será visto como un pelele del poder si no se es planta y actúa para que se respete la ley electoral.   El clavo para los actuales magistrados del TSE es que tienen que dar la altura de sus predecesores o se verán pusilánimes.

Es evidente que la dirigencia del Partido Patriota tomó la decisión de proclamar a su precandidato en circunstancias que violan la ley electoral. Y uno puede suponer que al hacerlo calcularon que el costo -de violar la ley- no iba a superar a los beneficios.  Está en manos del TSE demostrarles a los electores y a los tributarios que ni es así, ni puede ser así.  Este es un pulso entre el poder y la ley…a ver si los magistrados del TSE pueden defender la ley.

La foto la tomé de Soy 502


11
Jun 14

Leyes y legislación…¿son plagas?

-Authority_of_Law-_by_James_Earle_Fraser

Quienes gustan de las leyes y las salchichas, no deberían ver cómo se hacen, le oí decir -varias veces- a mi maestro Manuel F. Ayau.   La semana pasada una amiga extranjera me comentó que en su país, cada vez que alguien quiere “mejorar” las cosas, recurre a buscar que sea aprobada una ley que obligue a los demás a actuar de acuerdo con el propósito de la ley. 

De ambas meditaciones me acordé hoy, que leí que en Guatemala existen más de 70 mil regulaciones de todo tipo (leyes, reglamentos, acuerdos y demás); y que, no obstante, los diputados siguen aprobando más y más leyes, muchas de ellas repudiadas por la opinión pública y la ciudadanía.  Asimismo, abundan las leyes con mano cargada, o leyes con nombres y apellidos, hechas al gusto del cliente.

Leí, también, que hay quienes creen que no hay ley perfecta, que los errores en las leyes son porque se las aprueba de prisa, que las inconstitucionalidades minan la integridad de las leyes,  y que muchas leyes traen doble intención. También leí que hay quienes creen que las leyes no se cumplen porque no hay quien las haga valer.

Está claro que hay una inflación de leyes.  Está claro que en Guatemala hay una impunidad generalizada que data de décadas.  Hubo gente que apoyó una ley específica contra el robo de celulares habiendo ya una ley general que prohíbe y castiga el robo.  Como no se hace valer esta última, aquella gente concluyó que lo que hacía falta era una ley adicional, sin resolver las causas de la impunidad.  ¿Alguien sabe cuál es la proporción de ladrones de teléfonos condenados, con relación al número de ladrones de otras cosas,  condenados?

Está claro que leyes absurdas como la del chaleco para los motoristas y la ley anticapuchas son el hazmerreír de la gente.  ¿Cuántos motoristas respetan la disposición de sólo parar detrás de otros automotores, y no al lado? ¿Ya viste que la mayoría de chalecos ya están tan sucios y raídos que los números empiezan a ser muy difíciles de identificar? ¿Hace falta una ley que obligue a los motoristas a cambiar sus chalecos, o a lavarlos con alguna frecuencia?

A todos los males señalados arriba añádele algo peor.  Lo que ha ocurrido con la ley no es novedad y ya lo había explicado Federico Bastiat en la primera mitad del siglo XIX: La ley se ha pervertido bajo la influencia de dos fuerzas radicalmente diferentes: el egoísmo falto de inteligencia y la falsa filantropía.  La ley ha sido convertida en instrumento de expliación y por lo tanto borra de las conciencias la noción de lo que es justo e injusto.  La perversión de la ley confiere preponderancia exagerada a la pasión política, a las luchas políticas y a la política propiamente dicha.

¡Parece que Bastiat viviera hoy entre nosotros!, ¿Sí, o no?  Y Bastiat nos da la clave para resolver el asunto: La fórmula para lograr el respeto de las leyes es que las leyes sean respetables.

¿No te convenció Bastiat? ¿Qué tal El principito? En el capítulo X de esa obra, por Antoine de Saint Exupéry, el Rey -monarca absoluto y universal- explica que la autoridad se fundamenta en primer lugar en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, hará la revolución. Yo tengo el derecho de exigir obediencia porque mis órdenes son razonables. Si yo ordenara a un general convertirse en ave marina, y si el general no obedeciera, no sería la culpa del general. Sería mi culpa.

La autoridad se fundamenta en la razón.  No en la fuerza; no en el capricho; no en el egoísmo irracional, o falto de inteligencia; y no en los votos que alguien haya recibido en un momento específico y circunstancias específicas que podrían haber cambiado.  La ley y la autoridad tienen que ser respetables para ser respetadas.

Dicho lo anterior, vale la pena profundizar: no todo lo que llamamos ley, es Ley.  El positivismo jurídico -una tradición maldita- y la ligereza de los medios de comunicación masivos le llaman Ley a casi cualquier cosa que cumple los procedimientos legislativos en el Congreso.  Pero si queremos entender mejor lo que nos está ocurriendo hay que cavar más hondo.

Las leyes, propiamente dichas,  son normas universales de conducta justa que son aplicadas a un número de casos futuros e igualmente a todas las personas que se encuentren en las circunstancias objetivas descritas en la norma, independientemente de lo efectos que la observancia de la norma producirá en una situación específica.  Esto se lo aprendí a Friedrich Hayek.  Tales normas no son marcos de conducta ni nada parecido; su propósito es proteger esferas individuales de acción permitiéndole a cada persona, o grupo organizado usar todos los medios posibles en la persecusión de sus fines particulares -siempre que no viole derechos ajenos, ¡por supuesto!- y evitar conflictos entre las acciones de las diferentes personas.  Por eso se dice que son normas generales y abstractas.  ¿Quieres un ejemplo?  Quien tomare, sin la debida autorización cosa, mueble, total o  parcialmente ajena, será sancionado con prisión de 1 a 6 años. La norma prohíbe el hurto y se los prohíbe a todos por igual.  No distingue entre tirios y troyanos, ni le importa cuál es el propósito del hurto.  Lo importante es que no debemos tomar cosas ajenas sin permiso…y si lo hacemos debe haber consecuencias.  Protegen derechos.

La legislación -que no es lo mismo que la ley- son normas que son aplicables solamente a personas específicas o que están al servicio de finalidades de los gobernantes.  Aunque pueden ser generales en diferentes medidas y pueden referirse a múltiples casos específicos, normalmente se transforman, o son mandatos específicos.  Eso también se lo aprendía a Hayek.  Tales normas suelen ser marcos de conducta de los cuáles no se puede salir el actor.  Establecen límites, u ordenan cursos de acción.  Otorgan permisos, o facultades. ¿Quiéres un ejemplo? Los conductores de motocicletas y motobicicletas deben usar chaleco de color anarajado con las siguientes características…bla, bla, bla.

La plaga legislativa, la inflación no es necesariamente de leyes, pero sí de legislación, que es una explosión nefasta de regulaciones que te dicen qué hacer y cómo hacerlo.  Que ropa debes usar cuando vas en ciertas ocasiones, qué medicinas puedes usar y cuales no, de qué color puedes pintar tu casa,  qué alimentos puedes consumir y cuándo, en qué debes utilizar parte de tu sueldo, y centenares de detalles más.

¡Hay que detener la inflación legislativa!  ¡Hay que detener la expoliación y el endeudamiento forzado!  Es absurdo y peligroso evaluar a los legisladores por la cantidad de legislación que producen.  ¡Nadie debería de tener la facultad de usar el poder de hacer legislación para beneficiarse de los demás!

Y de paso no está de más recordar algo que escribió Jaques Matter: Las leyes no pueden ser observadas cuando no sean buenas, y no pueden conseguirse buenas leyes sin tener buenas costumbres.

La ilustración es Authority of Law por James Earle Fraser CC BY 2.0


06
Jun 14

Suspendidos privilegios para grandes operadores de telefonía

10314692_10152239459728705_3310203935824056701_n

La Corte de Constitucionalidad suspendió, temporalmente, la mal llamada Ley de Telecomunicaciones (porque no es la Ley General de Telecomunicaciones), que -entre otros vicios- beneficia a las grandes telefónicas en perjuicio de la competencia potencial y de las pequeñas.

La Ley de Telecomunicaciones Móviles en Centros de Privación de Libertad y Fortalecimiento de la Infraestructura para Transmisión de Datos -un producto típico del mercantilismo- fue aprobada por el Congreso ¡de urgencia nacional!

Desde que entró en vigor, dicha legislación ha violado la propiedad privada y la autonomía municipal.  Al resolver la suspensión temporal, el secretario de la CC explicó que la Corte tiene como objetivo proteger la libertad contractual.  Es la típica normativa que se basa en el principio perverso de que los intereses de unos pueden prevalecer sobre los derechos de otros.

Los magistrados conocieron dos impugnaciones, una de ellas presentada por el Movimiento Cívico Nacional y otra por cuatro dirigentes indígenas, y volvieron a analizar cuatro anteriores que ya habían sido denegadas.

Se determinó que de toda la normativa sólo dos artículos no habían sido impugnados, y por ello, se tomó la decisión de hacer las suspensiones; y para no crear expectativas, ni zozobra se dispuso conocer todas como conjunto.

Está suspendido el privilegio que se les otorgaba a los operadores que tenían más de seis mil kilómetros de fibra óptica o 100 mil líneas.

Los artículos 11, 12 y 13 contienen los delitos de perturbación a la instalación y uso o reparación de equipo de transmisión de datos. También la denegación de auxilio en caso de perturbación a la instalación y reparación de equipos de transmisión de datos. Asimismo, el cobro indebido por instalación o reparación de infraestructura de transmisión de datos. Todos estos fueron suspendidos de provisionalmente. También está suspendida la obligación de las municipalidades de dar auxilio a las empresas de telefonía, o de televisión por cable.

La ilustración es por el Movimiento Cívico Nacional.


21
Sep 12

En coloquio sobre la obra de John Locke

La ley, la libertad, la propiedad y la resistencia en las obras de John Locke es el título del coloquio en el que estoy participando.

Los temas a discutir, con 14 personajes de 8 nacionalidades distintas, son: La ley de la naturaleza, su existencia y nuestro conocimiento de esa ley; la ley de la naturaleza y su relación con el derecho, la moral, el interés y la felicidad; el estado natural y los derechos naturales.  Prevenciones, propiedades, prosperidad y pobreza; la formación y el propósito de la sociedad política y el gobierno; y conquista, usurpación, tiranía y resistencia.

Para las discusiones leímos partes de Political Essays; y de Two Treatisies of Government, ambos por John Locke.

El coloquio forma parte de la serie Exploraciones sobre la libertad, organizada por la Universidad Francisco Marroquín y el Liberty Fund, gracias a la generosidad de Pierre F. Goodrich.

La foto es desde mi balcón.


05
Jul 12

Un barco pirata bajo mi ventana

¡Hay un barco pirata bajo mi ventana!…bueno, la imitación de un barco pirata, je je.  Pero lo interesante es que me puso a pensar en que los piratas -como otros vándalos y delincuentes- tenían códigos de conducta que había que respetar y que aceptaban contractualmente.  Tenían normas que permitían la asociación y protegían sus vidas, sus propiedades y su libertad.

El código de los piratas era uno de conducta y contenía normas de disciplina, normas para repartir botines e incluso normas para compensar a compañeros heridos.

El propósito de esta meditación no es el de defender, o justificar a los piratas; sino llamar la atención sobre la importancia de los códigos de conducta y las normas como instituciones aún en organizaciones criminales.

Eso sí…sí tengo un pirata favorito:  Ragnar Danneskjöld.  En La rebelión de Atlas, R.D. es un pirata notorio que lucha contra los saqueadores en sus mismos términos violentos; es un Robin Hood al revés que roba de los parásitos y les devuelve su riqueza a los creadores y emprendedores productivos a quienes les fue robada primero.