01
Mar 08

¡Hasta la vista!

Esta etapa de Carpe Diem [la columna en Prensa Libre, no este blog] llega a su fin y no sé con qué frase despedirme. “¡Hasta la vista!”, está bien, porque no es igual que “Adiós”, pero hubiera querido salir con algo más creativo como: “Me marcho para Venecia. Adiós, Lucrecia, te escribiré”, que creo que es de Mario Esfarcies; o “Cuídense de los comunistas y de los cachurecos”, que es de Jorge Ubico.

En 2008 hubiera cumplido 10 años de publicar Carpe Diem semanalmente y 20 años de la primera vez que publiqué una columna en estas páginas. Ese fue un artículo al que le tengo mucho cariño, porque era sobre mi filósofa favorita, Ayn Rand, y porque me abrió las puertas del periodismo en el celebérrimo noticiario Aquí el Mundo.

Prensa Libre me dio la oportunidad de iniciarme en estas artes, y luego me acogió generosamente en 2003. Ahora que el diario ha decidido “buscar mayor diversidad en las ideas que trata de llevar a sus lectores”, llegó el momento de agarrar los chunches y dejar la pieza, pero no sin antes agradecerles a Gonzalo Marroquín y al Consejo Directivo del diario, por su confianza. No sin antes agradecerles a los lectores de estas páginas por su tiempo y por su lealtad. Y no sin antes agradecerle a la coeditora Verónica Toledo, por su paciencia.

Ahora bien, como esto de escribir no sólo es un oficio maravilloso, sino que también es una terapia milagrosa, ya tengo más de un año de escribir una ciberbitácora o blog en http://luisfi61.blogspot.com/ Algunos de los lectores ya lo habían notado, y son participantes activos de las discusiones que ahí se arman.

La bitácora se llama Carpe Diem, ¿cómo no?, frase que significa “apodérate del día”, y que resume muy bien mi sentido de la vida y mi visión del mundo.

Empecé a escribirlo en octubre de 2006, y trato de poner por lo menos una entrada diaria. Por supuesto que eso se hace difícil en la medida en que uno se entusiasma y termina poniendo más de una, y en la medida en que uno elige tener docenas de otras cosas que hacer. Y, así como que nada, ya llevo unas 790 entradas.

Igual que en este espacio, en la bitácora el tema central es la libertad. Como vivo en Guatemala, un país que todavía está por ser construido y en el que los derechos individuales y la igualdad ante la ley tienen una existencia precaria, aquellos son mis temas favoritos. Y claro, no siempre soy serio y eso lo saben los lectores regulares.
Una bitácora ofrece muchas posibilidades, y por eso enriquezco Carpe Diem con fotos, vídeos y otros recursos. También tiene muchas ventajas. Por ejemplo: no hay límites de espacio, permite una interacción fluida con los lectores y desata pasiones.

Y con respecto de esto último, a saber si realmente es una ventaja porque hay todo tipo de pasiones. He sido insultado, amenazado y calumniado en el ciberespacio, al mismo tiempo en que he conseguido sacar unas lágrimas y he logrado compartir valores con quienes visitan ese espacio. Ojalá “nos veamos” ahí.

Mientras tanto, y con agradecimiento, los dejo con una frase de Rand: “Mi filosofía, en esencia, es el concepto del hombre como un ser heroico, cuyo propósito moral en la vida es su propia felicidad, para quien la realización productiva es su más noble actividad, y la razón, su única guía”.

Publicada en Prensa Libre el sábado 1 de marzo de 2008


29
Nov 07

Amenazado por un oso y por los cheguevaristas

A finales de los años 80, yo era productor de la edición del medio día del noticiario Aquí el mundo. En esas estaba cuando una mañana abrí un sobre dirigido a mí. El sobre contenía un comunicado de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, y el mismo venía acompañado por una nota en la que se me conmimaba a publicarlo porque de lo contrario tendría que atenerme a las consecuencias.

Como yo era patojo y era mi primera experiencia de esas, se lo enseñé a mi jefe directo que era Pedro Salinas. Pedro tomó la nota, la arrugó, la arrojó al basurero y con su tono de voz calmado y característico me dijo: “No se preocupe, estas vienen a cada rato”.

Yo tenía que haber guardado el comunicado y la nota porque nunca volví a recibir nada parecido. Ni siquiera después de que en México, previo a la grabación de un programa de Libre Encuentro, les dije a Gaspar Ilóm y a Carlos González que eran unos terroristas, secuestradores y asesinos.

Cuento esto porque dos de las entradas que puse ayer, en este espacio, generaron una reacción que no quiero dejar pasar porque es paradigmática. En la primera entrada comenté que “no respeto los anónimos, ni a las personas que los escriben. Por eso es que, a partir de hoy, en este espacio no publicaré comentarios de lectores que no tengan la hidalguía y la decencia de identificarse”. Y en el segundo comenté que “desde hace ratos uso Facebook porque me facilita mucho la comunicación con algunos de mis amigos y parientes. En días recientes ha circulado en ese medio un Osito Mortimer sin propósito aparente alguno. Y como el jueguito ese no tenía objetivo evidente, pensé que quizás tenía algúna finalidad ulterior”.

¿Qué tienen en común temas tan disimiles? En condiciones normales, nada; pero hoy recibí la siguiente nota de un lector:

Ese oso significa que te vas a morir, explotador hijo de puta. atte. cheguevaristas unidos. hasta la victoria siempre

¡Por supuesto que es un anónimo!, y se los cuento porque la nota en cuestión pinta de cuerpo entero al tipo de gente que manda, o deja esa clase de mensajes. Y se explica por sí misma.


29
May 07

¡Mario David, de vuelta al aire!

¡El periodista y abogado Mario David García ha vuelto al aire! Su programa radial Hablando Claro, se transmite de nuevo en Emisoras Unidas, 89.7 F.M., todos los días de 3:00 a 5:00 p.m.

El doctor García dirigió el noticiario Aquí el mundo, líder y leyenda del periodismo guatemalteco, hasta que fue cerrado por el régimen corrupto de Vinicio Cerezo.

Un hombre de ideas claras y con un inmenso amor por Guatemala, García sin duda que enriquecerá el debate nacional. Quienes lo conocen lo recuerdan por su compromiso con la libertad y con la búsqueda de la verdad, aderezado con una personalidad inconfundible.