11
Jun 11

Pitayas, frutas de leyenda, de color y de sabor

¡Ya es temporada de pitayas!, y en casa hubo pitayas de postre hoy.  A las pitayas se las conoce, en el Oriente lejano, como frutas dragón, y en alguna parte de Centroamérica -posiblemente en Honduras- hay una cueva, habitada por murciélagos, de la cual salen ríos de sangre.  Sangre que no es otra cosa que los excrementos de aquellos animalitos alimentados con estas frutas maravillosas.

Lo que destaca de las pitayas que conocemos es su color extraordinario; porque, para ser justos, su sabor no es la gran cosa.  Eso lo resolvemos en casa añadiéndoles azúcar y un toque de Triple-sec.


11
Feb 09

Las exóticas pitayas amarillas

Hoy he preparado pitayas amarillas. Como todo chapín, yo estaba acostumbrado a las sensuales pitayas que en estas latitudes tienen un color entre rojo, corinto y morado. Las he preparado como siempre, con azúcar y un chorrito de Triple Sec. Estas pitayas de un amarillo intenso, y con carne blanca han sido una agradable novedad.

Ya mi amigo Constantino me había mandado fotos de unas pitayas con carne blanca, pero con piel parecida a las pitayas que estamos acostumbrados en Guatemala.

Por cierto que ¡muchas gracias! a mis amigas Carmen y Violeta, de Taiwán, por estas frutas deliciosas y encantadoras. Y hablando de amigas, mi cuata Justine me contó que en Asia les llaman Frutas Dragón.

Ya he contado esta historia; pero cuando las comía me acorde de algo que leí cuando estaba en la Primaria. Esta es la de una cueva que estaba habitada por murciélagos, y de la cueva salían ríos de sangre. La gente, por supuesto, tenía mucho temor de la cueva y de los murciélagos; miedo que se hacía espantoso si tomamos en cuenta el vampirismo que implicaba la abundancia de sangre.

Resulta, claro, que todo tenía su explicación. Los murciélagos en cuestión consumían muchas pitayas y por lo tanto su orina y sus excrementos salían coloreados. Al mezclarse estos con el agua que corría en la caverna, parecía que de ella salían ríos de sangre. Eso, por supuesto, no puede ocurrir con las pitayas blancas.

No recuerdo si la cueva quedaba en Honduras, o en Guatemala, pero quizás alguien puede ampliarnos más información sobre esta historia.


03
Sep 07

Las deliciosas pitayas

Anoche comí pitayas, de postre. A mi me gusta cortarlas en cubos, esparcirles azúcar y sazonarlas con algo de Triple Sec.

Las pitayas chapinas contrastan notablemente con sus primas asiáticas que mostré hace poco. Por cierto que mi amiga Justine contó que en Asia les llaman Frutas Dragón, y si uno ve bien la de la izquierda, puede imagnarse por qué.

Cuando las comía, me acordé de una historia que leí cuando estaba en la Primaria. Esta es la de una cueva que estaba habitada por murciélagos, y de la cueva salían ríos de sangre.

La gente, por supuesto, tenía mucho temor de la cueva y de los murciélagos; miedo que se hacía espantoso si tomamos en cuenta el vampirismo que implicaba la abundancia de sangre.

Resulta, claro, que todo tenía su explicación. Los murciélagos en cuestión consumían muchas pitayas y por lo tanto su orina y sus excrementos salían coloreados. Al mezclarse estos con el agua que corría en la caverna, parecía que de ella salían ríos de sangre.

No recuerdo si la cueva quedaba en Honduras, o en Guatemala, pero quizás alguien puede ampliarnos más información sobre esta historia.


14
Ago 07

China: no hay respeto para nada

Hoy leo, de Associated Press, que se suicidó el director de la fábrica de jugetes que fue responsable de aplicarle pintura con plomo a un embarque de 976 mil productos de China Continental.

En The Wall Street Journal Americas, leo que el sedán Chery Amulet, un automóvil de la China Popular, es uno de los que ha tenido de los peores desempeños en materia de seguridad, de acuerdo con una revista rusa de automóviles.

Efe informa que Gilchrist & Soames, uno de los mayores suminstradores de prouctos de aseo para hoteles anunció que pidió la retirada de una paste de dientes china al observarse que contenían sustancias potencialmente tóxicas. ¡Los dulces White Rabbit!, que eran de mis favoritos, también son peligrosos.

Muchos ríos, en la China, están contaminados; y la atmósfera está tan sucia que bloquea la luz del sol.

¿Qué faltaba? Pitayas blancas. Estas las encontró mi amigo Constantino en Chinatown, Nueva York.