¡Ya vino el pan para Judas! En la Costa Sur es tradición que durante el miércoles de esta temporada la gente recorra las poblaciones y pida pan para Judas. Van con un Judas de trapo y música, recaudan dinero, pan, miel de garbanzos, café y chocolate que luego usarán para compartir durante las conmemoraciones del jueves.
En casa, nuestro pan para Judas lo hace la querida Shalvi en Coatepeque. Es un pan artesanal, hecho con cariño, con huevos y leche domésticos. Un pan que integra sabores, aromas, colores y textura de una forma espectacular. Un pan que es primordial. En las poblaciones se ven canastos de pan que van y vienen por los barrios y los caminos. La gente madruga para agarrar turno en el horno.
Da mucha alegría cuando abrimos la caja en que viene el pan y damos las primera mordidas. El aroma que sale de la caja invade la sala y anuncia que es fiesta. El pan de esta temporada es para compartir y para disfrutar. Es tradición que cada familia haga su propio pan y como suele suceder, las familias son muy orgullosas del que hacen y las recetas se remontan a los tiempos de los bisabuelos.
Por supuesto que, como tiene que ver con comida, esta es una de mis tradiciones favoritas de la temporada.