25
Ago 17

Algo grave en este pueblo

Hay un cuento de García Márquez, titulado Algo muy grave va a suceder en este pueblo, y empieza así: Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: “No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo”.  Los hijos se ríen de la madre, y dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan.

El rumor del presentimiento de la vieja pasa de sus hijos a los amigos de estos y de los amigos al carnicero.  Al rato, todos en el pueblo están esperando que pase algo; y la gente empieza a ver en el calor (de siempre) y en la presencia de pájaros (de siempre) augurios de que algo grave va a pasar.

La tensión se eleva en el pueblo y las personas agarran sus muebles, sus hijos y sus animales, y en carretas abandonan el pueblo. No faltan quienes incendian sus casas; y hay un éxodo como de guerra. Al final del cuento…no les cuento con la esperanza de que lo googleen y lo lean porque es bueno

De aquello me acordé cuando -luego del rumor de que Jimmy Morales quería salir de Iván Velásquez- se encendieron las redes sociales, la Fiscal General amagó con renunciar, los medios masivos hicieron eco y los colectivos de siempre amenazan con salir a la plaza para deponer al Presidente.  Los intoxicadores le colgaron el sambenito de corruptos a quienesquiera que no se unieran al frenesí y…¿quiénes se benefician con semejante río revuelto?

Desde el día uno, los colectivos -de siempre- le llevan ganas a Morales, que a ratos es un indefendible y a ratos también. Esto y la victimización de Velásquez les cae como anillo al dedo no sólo para salvarle la cara al jefe de la CICIG y a la Comisión (luego de meses y meses en que sus casos no terminan de cuajar), sino para conseguir, por la vía de los rumores, la incertidumbre y de las barricadas, lo que los votantes les niegan en las urnas –siempre-.

La foto es de elPeriódico y esta columna fue publicada en ese diario.


17
Abr 14

Mi no encuentro con García Márquez

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Esta es la historia de como me encontré con Gabriel García Márquez…y no. En septiembre de 1999, a mi regreso de Taiwán, pasé por Los Angeles;  y como tenía que esperar varias horas antes de mi vuelo para Guatemala tomé una habitación en un hotel cercano al aeropuerto y me quedé dormido.  Para cuando desperté el avión para Guatemala había salido de LAX una hora antes…y con mi equipaje.

A la mañana siguiente, tan temprano,  como pude me fui al aeropuerto y frente un escritorio le conté a la chica que me atendió lo que  me había pasado y le pedí que me confirmara si mi equipaje se había ido sin mí y si ya se hallaba en Guatemala, o si tenía que hacer algún trámite en Los Angeles para encontrarme con él.

En el escritorio de al lado había un hombre maduro acompañado por dos damas.  Una poco más o menos de su edad y otra menor.  El hombre escuchó mis penas y cuando resolvió su asunto se levantó, me puso la mano en el hombro y me dijo: Espero que su problema se arregle.  O algo parecido.  Asentí y sonreí, y él y sus acompañantes se alejaron.

La chica que me atendía me preguntó: ¿Sabe quién es él? Y yo, que a veces ando en piloto automático y que en ese momento estaba más interesado en mi equipaje que en otras cosas le contesté que no.   Es un escritor famoso, me dijo, y luego le preguntó a su  compañera: ¿Cómo es que se llama? A lo que la otra chica contestó: Gabriel García Márquez.

Y yo, ¿qué iba a hacer? Oh, me dije en voz alta.

La cosa es que aunque disfruté El otoño del patriarca y El coronel no tiene quien le escriba –y mucho más tarde disfrutaría de Memorias de mis putas tristes-  lo cierto es que no puedo ser fan de García Márquez.  No se si, aún sabiendo quién era, me hubiera animado a pedirle un autógrafo, o tomarme una foto con tan notorio  groupie y admirador del comandante Fidel Castro, el protagonista de la más larga y profunda tiranía en América Latina.

No. No me hubiera sentido cómodo en esa foto.

La ilustración la tomé de Facebook.


21
Ene 08

Dejad que los niños se acerquen a el…¡o mejor no!

Ahora que se celebraron elecciones en Cuba circularon muchas fotos que muestran niños al lado de las urnas.

De lo que me acordé, cuando vi esas imágenes, es de cómo las dictaduras y los sinvergüenzas no dudan en hacer uso de niños para alcanzar sus objetivos perversos y para aparentear inocencia. Recordé que, en El otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez, hay una historia de cómo el tirano se ganaba la lotería mediante el uso de bolitas frías en las tómbolas, y de niños que habían sido instruidos para que sacaran aquellas bolitas.

Me acordé que que aquí, en Guatemala, el escándalo en la Lotería Nacional también involucraba a niños que eran utilizados para el fraude.

El domingo, durante una conversación, hice alusión al daño que la monopolización y la centralización le iba a hacer a las adopciones en Guatemala, y a los niños que dependían de ellas para salir de los hospicios y encontrar hogares. Una persona que ya me había comentado que soy “muy injusto” con la administración Colom, opinó que quizás la adopción debería estar todavía más regulada, de modo que el estado criara a los niños huérfanos y abandonados y que “de ahí salieran los policías, el ejército y los bomberos”.

Vea usted, ¡que nivel de retorcidas pueden ser las cosas!

La foto la tomé de The Cuba Diet


22
May 07

Chávez al ataque

Miles de venezolanos salieron a las calles a manifestar, sin éxito, contra la decision de Hugo Chávez, en el sentido de que no sea renovada la concesión del canal de televisión Radio Caracas TV. Y no hay duda de que el vesánico Chávez conoce el poder de los medios de comunicación masiva. Ahora se embarcará en una aventura en Hollywood ya que el Congreso de Venezuela aprobó financiar dos películas del actor Danny Glover. El congreso títere dará US$20 millones para producir El general y su laberinto, que es sobre la vida de Simón Bolivar y está basada en una novela de Gabriel García Márquez; y para producir Toussaint, que es sobre la vida de Toussaint Louverture, el revolucionario haitiano.