02
May 25

Salvar La Antigua, ¡Ya!

 

A finales de los años 90, un amigo me llamó en Viernes Santo para preguntarme qué iba a hacer y, como le dije que nada interesante, me dijo: Vamos a La Antigua, y en la noche agarramos camino para la ciudad virreinal. Llegamos, estacionamos y la pasamos muy bien. A finales de los 80 y principios de los 90, era costumbre ir a parrandear a La Antigua los jueves en la noche, al salir de la universidad.

La Antigua, vista desde el convento de Santa Clara.

A principios del siglo XXI, con un grupo de amigos, íbamos a medianoche a La Antigua a ver el paso de una procesión por el parque, también en Viernes Santo, ¿por qué? Porque el área era iluminada con velas al paso del cortejo. Llegábamos, aparcábamos y disfrutábamos del ambiente y la tradición.

En ese tiempo, no era raro que, en casa, dispusiéramos ir a cenar a nuestro restaurante favorito de La Antigua y volviéramos a tiempo para descansar en la noche.

Mi punto es que, hasta no hace mucho, era práctico ir y venir a aquel destino encantador que siempre ha estado en mi corazón; desde la primera vez que recuerdo haber ido —en primer grado de primaria— porque les pedí a mis padres que me llevaran a almorzar allá el día de mi cumpleaños.

Seguro que no lo sabes, pero a principios de los 90 tuve un restaurante llamado Luna Llena que quedaba a una cuadra de La Merced. Antes de comprarlo (con mis socios), iba de viernes a domingo casi todos los fines de semana; y luego me quedé a vivir allá. Fue una época de mucho aprendizaje, a la que le tengo cariño.

Pero poco a poco, ir a La Antigua perdió practicidad (aunque no encanto). Dejamos de ir a ver lo de las candelas porque la ciudad empezó a llenarse de gente inmunda que ensuciaba todos los espacios posibles. A ratos, en las calles parecían escucharse frases como Nadaremos, nadaremos, de Nemo; o Imhotep, Imhotep, de La Momia.

A eso añádele que, en un día cualquiera, no puedes hacer viaje a La Antigua si no cuentas con por lo menos hora y media para el camino y que, en un sábado, te puede llevar un mínimo de cuatro horas llegar allá. ¡Cuatro horas! Eso es lo que tomaba llegar a Cobán a finales de los años 70.

Por eso no me soprendió leer que La Antigua perdió casi un millón de visitantes en sólo dos años. Es muy triste que las estadísticas del Inguat muestren que la ciudad virreinal pasó de atraer al 52 % del turismo local en 2023 a sólo 19 % en 2025. A duras penas está entre los cinco destinos chapines que más atraen turistas.

A mí tendrían que pagarme mucho dinero para que fuera a La Antigua en Semana Santa; y —como me ocurrió hace unos meses— si tuviera un compromiso allá, me tendría que ir con un día de anticipación para no arriesgarme a las cuatro horas mínimas de carretera.

Amo a La Antigua y disfruto mucho dormir allá y amanecer entre sus jardines y volcanes. Es tan rico caminar en la noche por sus calles; calles que todavía conservan fascinación, siempre y cuando no haya un grupo de borrachos peleando por ahí.

Pienso que es tiempo de que el sector privado de la ciudad virreinal tome el liderazgo de su rescate. Es tiempo de que los políticos (siempre decepcionantes) y los talibanes (siempre desconectados de la realidad) se hagan a un lado. Estos dos grupos deben hacer espacio para que la empresarialidad, la innovación y la creatividad le devuelvan a La Antigua su señorío y para que ir allá no sea intolerablemente absurdo.

La antañona capital del Reino de Guatemala merece algo mejor, mucho mejor. Es hora de que La Antigua recupere su carácter y vuelva a ser el destino que enamora a todos, un lugar donde el pasado y el presente se fundan en armonía.

Columna publicada en República.


25
Abr 25

Apuestas papales: ¿quién sigue?

 

En 1592 hubo un decreto romano que prohibió apostar sobre quién sería el próximo papa, bajo pena de excomunión. Sin embargo, poco más de 400 años después, hay plataformas con la más moderna tecnología cripto que aceptan apuestas sobre quién será el sucesor de Jorge Bergoglio.

Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco. Foto por Yakov Fedorov, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

En esas plataformas, los candidatos con más apuestas a su favor son uno del corte del papa recién fallecido y otro más moderado. Pero ya conoces el dicho, ¿verdad? Aquél que entra al cónclave como papa, sale de él como cardenal.

Como la sucesión papal es uno de los temas de actualidad, hasta yo, que no soy creyente, me pongo el gorro de agorero y, sin que me lo pregunten, tengo mis candidatos, basado en lo que comentan mis amigos que sí saben de estas cosas:

Péter Erdő: es un firme defensor de la doctrina tradicional, que ha enfatizado las raíces cristianas de Europa y se ha mostrado crítico con políticas migratorias abiertas.

Robert Sarah: ha criticado el islamismo radical. Se opone a las presiones culturales modernas y defiende la autonomía individual. Favorito de los conservadores por su ortodoxia litúrgica.

Malcolm Ranjith: no es muy visible entre los “papabili”, pero destaca por su enfoque racional en la doctrina, su sensibilidad a los desafíos sociales, su independencia política y su perspectiva global. Mis amigos dicen que es menos polarizante que Sarah.

¿Ves qué tienen en común? No son peronistas como el papa recién difunto, ni son trendies. Sobre todo, dan la impresión de que entienden el valor de la civilización occidental frente a la islamización, y entienden el valor de la tradición frente a la necesidad de halagar a las masas.

Ninguno de los tres ha dado señales de que el derecho de propiedad sea secundario y de que dependa de un supuesto destino universal de los bienes. Ninguno de ellos ha dicho que el dinero es el estiércol del diablo. Ninguno ha opinado que las empresas no deben existir para ganar dinero, incluso si el dinero sirve para mediar su funcionamiento. Ninguno ha opinado que el liberalismo económico mata de hambre y mata de falta de cultura. Ninguno ha expresado que son los comunistas los que piensan como los cristianos. Y ninguno ha dicho que el capitalismo es terrorismo contra la humanidad. Adivinen como quién sí.

Dicho lo anterior —y para relajarme y divertirme— le pregunté a Grok cuál sería mi nombre si se diera la oportunidad de que yo fuera papa y estas fueron sus sugerencias:

Libero: que significa libre en latín. Dice la IA que este nombre es audaz y ligado a mi pasión por la libertad y mi rechazo a cualquier forma de coacción arbitraria. Es innovador, sin precedentes en la historia papal, y proyecta un papado de ruptura, centrado en la autonomía. Perfecto para mi filosofía y mi blog Carpe Diem, que promueve vivir plenamente en libertad.

Urbano IX: nombre que evoca civilización y conexión con la gente. Dice Grok que resuena con mi rol de comunicador accesible en mis columnas y clases. Su asociación con San Urbano y la claridad lo hace elegante y tradicional, pero con un toque de sofisticación que encaja con mi aprecio por el arte.

Emiliano: un homenaje personal a uno de mis tatarabuelos. Dice la IA que este nombre conecta con mi herencia guatemalteca y mi orgullo familiar, además de evocar trabajo productivo.

¿Cuál crees que es mi favorito? Libero. Me gusta porque captura, de manera directa y poderosa, mi compromiso con la defensa de la libertad y la razón; porque desafía las convenciones posmodernas y recuerda la relación que hay entre la libertad y la responsabilidad.

@luisficarpediem

El próximo papa no solo liderará una religión, sino que moldeará el rumbo de la libertad y la tradición en un mundo que las necesita más que nunca: que su elección nos recuerde que vivir libres es el verdadero carpe diem #papa #francisco #papafrancisco #jorgemariobergoglio #vaticano #catolicismo #iglesiacatolica #papado #luisfi61

♬ sonido original – Luis Figueroa

Al final, el próximo papa no solo liderará una religión, sino que moldeará el rumbo de la libertad y la tradición en un mundo que las necesita más que nunca: que su elección nos recuerde que vivir libres es el verdadero carpe diem.

Columna publicada en República.


19
Abr 25

Sabores de El Soch: ¡Felicidad!

 

El descubrimiento de un nuevo plato hace más por la felicidad de la humanidad que el descubrimiento de una nueva estrella, dijo el célebre Jean Anthelme Brillat-Savarin, que fue jurista, político y crítico gastronómico en tiempos de la Revolución Francesa. Tiempos fascinantes para ser crítico gastronómico, por cierto.

De él son otras dos frases que me gustan mucho: Dime lo que comes y te diré quién eres; y Si el hombre se contentase únicamente con agua, nunca hubiera podido decirse que uno de los privilegios humanos es beber sin tener sed. Las tres frases vienen al caso en esta temporada de conmemoraciones a la chapina y de celebración del equinoccio de primavera, porque esta semana tuvimos la dicha de visitar el sitio arqueológico El Soch (en Chicamán, Quiché), donde, de la mano de personas generosas y encantadoras —gracious es la palabra en inglés—, descubrimos nuevos platos, comimos como se debe comer y bebimos la mejor agua. ¿Y cómo se debe comer? Pues despacio, con alegría, y combinando sabores, aromas, texturas y colores en la mejor compañía posible.

Las fotos no le hacen justicia a la comida; pero se entiende. Frijoles parados y huevos revueltos, chirmol de tomates de árbol y. huevos revueltos, ensalada de Santa María, chirmol de coche, pacaya, mojarras y panal con miel.

¿Por dónde empiezo? ¿Conoces la hierba Santa María? No es la manzanilla, sino que tiene tallos que recuerdan al apio y un aroma y sabor anisado; pero tampoco es hinojo. Allá nos la prepararon picada, como prepararías una ensalada, y se usa para acompañar pescado, por ejemplo. Las mojarras que se comen en el sitio arqueológico son alimentadas con Santa María, con hojas de malanga y de caschamote, de modo que tienen un sabor delicado y delicioso, además de que hacen un caldo exquisito.

El año pasado lo probamos, pero este año lo apreciamos con mayor conocimiento: el tomate de árbol (Solanum betaceum), que allá en Quiché conocen como tomate extranjero. Haz de cuenta que ves una granadilla, pero con el interior muy parecido al tomate ciruelo que ya conoces. En El Soch lo comimos en chirmol picante; y en casa tenemos porque un amigo nos trajo de San Marcos. El año pasado estaba escaso en el mercado de Quiché, pero este año había abundancia de ese fruto delicioso. Es tan rico cenar tortillas, huevos y frijoles parados acompañados por chirmol de tomate de árbol entre anécdotas, risas y los sonidos propios de la selva.

Hablando de frutos, y para refrescar la sed, bebimos refresco de naranjilla (Solanum quitoense), un fruto cuyo jugo recuerda a las naranjas que conocemos, pero que tiene un toque con mucho carácter. Ahora que escribo estas líneas, noto que tanto el tomate de árbol como la naranjilla son del género Solanum y son originarias de los Andes y la Amazonía. No es extraño, entonces, que se den muy bien en áreas como la frontera de la legendaria Zona Reina, donde se encuentra aquel sitio arqueológico que, desde el periodo clásico temprano, tuvo una ubicación estratégica para el control territorial en las tierras altas del norte.

¡Brillat-Savarin tenía tanta, tanta razón! ¿Cuál fue la joya de la corona durante nuestra experiencia culinaria de este año en el equinoccio de primavera? Aparte del caldo y la mojarra ya mencionados, el chirmol de coche. También preparado por manos amorosas, entendí que la carne de cerdo se fríe y cuece en su propia manteca, que se va apartando. En esa manteca se fríen cebollas y miltomates majados hasta formar una salsa o chirmol con la que se cubre y suaviza la carne.

 ¿Qué te digo? Cenamos chirmol de coche acompañado por agua de manantial, esa agua que tiene una densidad ligera y casi imperceptiblemente mayor a la que estamos acostumbrados en los centros urbanos, y que, además, tiene un lejano toque mineral que no solo alivia la sed, sino que da alegría.

Por estas experiencias, quedamos profundamente agradecidos con don Julio y doña Mimi, con las tías Chita, Tita y Norma, y con la prima Marlin. Quedamos agradecidos con la vida, porque somos lo que comemos. Y así, entre sabores y risas, celebramos la vida en El Soch, donde cada bocado es un canto a la felicidad y a la conexión con nuestra tierra.

Columna publicada en República.

Actualización: olvidé mecionar que, en la tierra de las pacayas comimos pacayas asadas y descubrimos que se come el palmito de pacaya; también comimos miel recién extraída de un panal de abejas. 


04
Abr 25

Belleza vs. feísmo: ¿qué es arte?

 

Yo no distingo una corchea de una fusa, voy a decir que fui sensible a la música desde que era muy niño. Esto es porque me gustaba cantar y porque en las casas de mis padres y de mis abuelas se escuchaba variedad de música. No debo haber cantado mal, porque en el bus del kínder, la monja que lo manejaba me pidió que me sentara adelante, junto a ella, y cantara.

Haz clic en la foto para compar el libro.

Muy pronto, poco después, desarrollé gusto por el ballet (porque mi tía Patricia nos llevaba a mi hermano y a mí a funciones de ballet) y por la escultura. Sospecho que ambos gustos estaban estrechamente relacionados con una curiosidad y una fascinación por los movimientos y las formas del cuerpo humano.

¿Sabes qué no logro ubicar? Cuándo le tomé gusto a la pintura. Sé que en la primaria las pinturas a témpera y acuarela de mi hermano eran bastante mejores que las mías. Otra cosa que sé es que identifiqué, temprano, que los hierros retorcidos, las formas y colores ininteligibles, así como los sonidos incoherentes, no me eran agradables. Fui descubriendo que lo que yo buscaba era armonía, belleza y algo de maestría en la ejecución.

¿A qué viene esto? A que leí Arte, el libro en el que el filósofo y arquitecto Warren Orbaugh establece «de una vez por todas» qué es y qué no es una obra de arte.

En el libro, el autor comienza exponiendo la crisis conceptual que, cultivada entre el subjetivismo, el relativismo y el nihilismo, ha hecho casi imposible distinguir lo que es arte de lo que no lo es, y lo que es bello de lo que no lo es, sin acudir a la arbitrariedad.
Paso a paso, el autor nos lleva por una galería retadora de lo que no es arte. Retadora, digo, porque aquí es donde el lector promedio debe decidir si va a dejar a un lado sus prejuicios y va a activar su mente para explorar ideas nuevas.

No te prives del placer de descubrir qué es lo que realmente piensas sobre el arte y por qué. Sin embargo, te cuento que Warren explica el valor de conceptos como excelencia y sabiduría en las técnicas para luego concluir que la belleza es la perfección de la forma, que se debe a la «identidad completa, integral y total» de la obra, de modo que no se pueda alterar o modificar sin destruirla.

La verdadera esencia de la belleza, dice el filósofo, es la simplicidad que se encuentra en la unidad», y la fuerza que anima la belleza es un principio organizador que «une las partes entre sí y con el todo, y se manifiesta de forma sensible.

Más adelante, Warren explica la diferencia entre la belleza, que es objetiva, y el gusto, que es subjetivo. Esta diferencia es muy importante y suele desatar discusiones intensas cuando se habla de este tema, porque muchas personas creen que son lo mismo, y porque, en ciertos ambientes, ha de ser doloroso darse cuenta de que una obra no es bella porque les guste a algunos; y porque, aunque el mal gusto es mal gusto objetivamente, el gusto sí puede ser educado.

Si el tema anterior puede causar encuentros intensos, ¿qué tal el siguiente? Hay una relación íntima entre la belleza y la moral. ¿Por qué? Porque moral viene de mores o costumbres, y las buenas costumbres, aunque en un sentido son una ética menor, en otro sentido son una ética mayor porque son la ética de la vida diaria, como escribió Henry Hazlitt. Warren explica que las buenas costumbres crean una vida que nos aleja de lo ordinario, nos llenan de belleza y son civilizadoras. Vivir como seres humanos precisa de la belleza, y esta se relaciona con el deber ser, y el deber ser es cosa de la moral.

Dicho lo anterior, ¿te empiezas a dar cuenta de por qué hay grupos sociales, intelectuales y artistas que promueven el feísmo? ¿Por qué los hay que insisten en que arte es cualquier cosa que alguien diga que lo es?  La próxima vez que te encuentres frente a una obra de arte, pregúntate: ¿esto eleva mi espíritu, o me hunde en el caos? La respuesta podría revelarte más sobre el mundo que habitamos y sobre ti mismo, de lo que crees.

Columna publicada e República.


28
Mar 25

Etanol: ¿quién paga el daño?

 

Un fantasma recorre Guatemala: la Corte de Constitucionalidad resolvió que, a partir de 2026, los guatemaltecos consumidores de gasolina tendrán que usar ese carburante mezclado con etanol. Que no te engañen con que es para proteger el ambiente, porque en realidad es para que los productores de ese alcohol puedan recuperar sus inversiones y tener ganancias con ese bisne.

Para el motor de tu automóvil, los riesgos de corrosión, deterioro de componentes y otros podrían superar los beneficios. La ilustración la hizo Grok.

Cuanto antes, revisa las especificaciones de tu auto, o tu moto, o pregúntale a tu mecánico de confianza, porque tu vehículo podría no resistir aquel abuso. Mis amigos que saben de estas cosas me explicaron que, si tu vehículo no está certificado como flex-fuel o no tiene adaptaciones específicas (como inyectores y sensores compatibles), el uso prolongado de mezclas con etanol podría ser muy perjudicial.

En todo caso:

El etanol es higroscópico, lo que significa que absorbe agua del ambiente. Esta humedad puede provocar corrosión en partes metálicas del sistema de combustible, como el tanque, las líneas de combustible o los inyectores. En motores más antiguos, o no diseñados para etanol, esta corrosión puede ser más severa debido a la falta de materiales resistentes. La imposición del etanol va a castigar con más severidad a las personas más vulnerables, que no pueden tener autos modernos.

El etanol puede degradar materiales como el caucho, o ciertos plásticos usados en juntas, empaques y mangueras del sistema de combustible. Si tu vehículo no está preparado para combustibles con etanol, estos componentes pueden resecarse, agrietarse, o fallar, causando fugas, o problemas de presión en el sistema. Se te va a encarecer el costo del mantenimiento de tu auto, o tu moto.

Debido a aquella capacidad para absorber agua, el etanol mezclado con gasolina puede sufrir “separación de fases” si se acumula demasiada humedad. Esto crea una capa de agua-etanol que se separa de la gasolina, lo que puede llegar al motor y causar fallos en la combustión, obstrucciones en los filtros de combustible o daños en los inyectores. Empieza a ahorrar para pagar el taller.

El etanol tiene menos densidad energética que la gasolina pura, lo que puede alterar la mezcla aire-combustible en motores no calibrados para su uso. Esto puede resultar en una combustión más pobre, aumento de la temperatura en la cámara de combustión y mayor desgaste de piezas como pistones, válvulas y bujías, especialmente en motores de alto rendimiento, o más antiguos. Pero tranquilo, ¡vas a contribuir a mejorar el nivel de vida de los productores de aquel alcohol!

Cualquier ventaja que pudiera tener aquella mezcla forzada depende de que tu automóvil esté fabricado o adaptado para usar etanol con materiales resistentes a la corrosión y una calibración adecuada del motor, por ejemplo. Si no es el caso, los riesgos de corrosión, deterioro de componentes y otros podrían superar los beneficios. ¿Sabes si tu vehículo está certificado para mezclas como E10 (10% etanol) o E85 (85% etanol)? Eso ayudaría a precisar si realmente aprovecharías estas ventajas, o si te van a causar daños costosos. Mientras los productores de etanol celebran sus ganancias, tú podrías estar pagando el precio con el sudor de tu bolsillo.

Columna publicada en República.

Otra entrada al respecto: Aplazada la imposición del etanol.


14
Mar 25

Antígona y encierros del 2020

 

Etéocles y Polínices, hermanos de Antígona, se enfrentaron mortalmente. El primero recibió los ritos fúnebres de acuerdo con la tradición griega para que su alma fuera admitida en el Hades; en tanto que el cadáver del segundo fue dejado insepulto por orden de su tío, el rey Creonte, ya que Polínices había traicionado a la ciudad.

¿Te acuerdas que el gobierno publicaba los nombres, direcciones y teléfonos de las personas a las que había mandado a aislar?

Entre los griegos antiguos, el alma de un cadáver insepulto estaba condenada a vagar por la tierra eternamente. Ese es el motivo por el cual Antígona decide no obedecer la orden del rey (la ley de los hombres) y procede a celebrar los ritos fúnebres para Polínices (de acuerdo con la ley de los dioses). Y con ese acto desata la ira real para terminar encerrada en una tumba como castigo. Aquella tragedia de Sófocles ilustra muy bien la tensión que hay entre obedecer la ley de los hombres y los intereses del Estado, y la obediencia a leyes superiores, así como atender la necesidad humana de pasar por el proceso de duelo por parte de los deudos.

Te cuento esto porque ayer se cumplieron 5 años desde que comenzaron los encierros forzados en 2020. Porque en este aniversario no deben ser olvidadas las miles de personas que tuvieron que despedir a sus seres queridos desde los muros del cementerio, o desde un teléfono… sin poder verlos. No deben ser olvidadas las personas mayores, ni los niños que murieron asustados, sin el contacto de una mano amada, en la frialdad de algún hospital. No deben ser olvidadas las personas mayores que fueron encerradas, casi como Antígona, a merced del temor y sin tener contacto con sus hijos y nietos. ¿Y los que quedaron? Muchos quedaron con sentimientos de culpa que exacerbaron desequilibrios y neuropatías.

Es cierto que había un virus; pero los encierros forzados causaron devastación emocional, social y económica en muchos niveles. Los encierros fueron un atropello que socavó pilares clave como las relaciones afectivas entre las familias, la independencia económica y nuestra capacidad para actuar de acuerdo con nuestros mejores juicios. Muchas personas perdieron sus empleos, muchos negocios cerraron y muchas inversiones se perdieron. Hay entre dos y cuatro promociones de estudiantes que pasaron de noche y por Zoom dos años importantes de su formación.

Habiendo dicho lo anterior y para que no se olviden ni la crueldad de los encierros, ni el absurdo de los mismos, ¿recuerdas lo absurdo de muchas situaciones?

Nos forzaban a llevar mascarillas cuyos poros son de mayor tamaño que el virus chino que se suponía que iban a detener. Había quienes llevaban la mascarilla forzada… debajo de la nariz, pero cumplían con el mandato.

Nos obligaban a estacionar los vehículos un espacio sí y un espacio no en los parqueos.
Nos hacían pasar por termómetros que no estaban calibrados y que a veces mostraban que teníamos la temperatura propia de una rana.

¿Ya olvidaste los geles viscosos y malolientes?

Dime si no son inolvidables los pediluvios que se suponía que desinfectaban la suela de tus zapatos… contra un virus que se transmitía por el aire. Pediluvios que normalmente estaban secos (porque no tenían elemento desinfectante alguno) y además estaban indescriptiblemente sucios.

Asesinaron el transporte colectivo (porque las camionetas solo circulaban con un porcentaje bajo de ocupación), lo que llevó a las personas a adquirir automóviles y motos para movilizarse y eso multiplicó artificialmente el parque vehicular en el país.

Los niveles de temor e irascibilidad de muchas personas también se elevaron exponencialmente.

Los encierros forzados convirtieron en Pavel Morozov a todo aquel que tuviera el espíritu de un chivato ansioso por manifestarse. ¿Te acuerdas del odio que desató la chica que salió a leer en Cayalá?

¿Te acuerdas de que un día nos encerraban a las cuatro de la tarde y otro a las seis, como si el virus fuera Pedro Picapiedra que se iba del trabajo al sonar el pito?
Yo digo que no hay que olvidar a las víctimas de la psyop del 2020. Ni a las víctimas mortales, ni a las víctimas emocionales, ni a las víctimas económicas. Ni hay que olvidar lo fácil que fue asustar a tantos, tantos. Ni hay que olvidar los absurdos. ¿Cuáles otros recuerdas tú? Y lo peor es que no podemos decir que si aquello vuelve a ocurrir no obedeceremos, porque ¿quién está de ánimos para ir a la carceleta del Organismo Judicial por desafiar un encierro forzado?

Columna publicada en República.


07
Mar 25

Desarmados y presas fáciles

 

La afirmación de que una alta disponibilidad de armas y municiones causa más asesinatos es una simplificación que ignora hechos clave.

Primero: no hay causalidad directa entre una cosa y la otra, ya que Canadá, Finlandia y Suiza tienen tasas altas de posesión de armas y bajas de asesinatos; en tanto que Honduras, con menos armas legales per cápita y un mercado negro muy activo, ha tenido tasas de asesinatos elevadas. Segundo: en las sociedades con instituciones sólidas, la tenencia de armas no se traduce en delincuencia violenta; pero en aquellas en las que hay corrupción e impunidad —incluso si hay pocas armas— suele haber una letalidad alta. Tercero: en Hispanoamérica, gran parte de la violencia armada tiene su origen en pandilleros y mafiosos que tienen armas ilegales en sus manos; armas que no están en tus manos, ni en las de don Chano de la esquina. Cuarto: la demanda de municiones no implica asesinatos, ya que muchas personas usan las que compran para la caza, el deporte o la defensa.

Las personas desarmadas son presas fáciles de delincuentes, de fuerzas paramilitares y de gobiernos autoritarios. La ilustración la hizo Grok.

Las meditaciones anteriores vienen a que circula por aquí la idea de que si tenemos más homicidios es porque hay una gran cantidad de armas en el país, por lo tanto hay una demanda de munición. Por ello, la administración semillera te quiere hacer creer que es el momento para regular la supuesta venta desmedida de municiones.

Hace unos años, en Guatemala había bumper stickers que decían: Los delincuentes prefieren víctimas desarmadas y eso es ciertísimo; pero también los gobiernos autoritarios y totalitarios prefieren ciudadanos desarmados. ¿Te cuento?

En 2012, Hugo Chávez, en Venezuela, el socialismo del siglo XXI, prohibió la venta de armas y municiones a civiles y centralizó su control en manos del Estado y las fuerzas armadas leales a su régimen; lo que coincidió con un aumento en la represión y la incapacidad de los ciudadanos para defenderse de la delincuencia y del gobierno. Tras la revolución de 1979, los sandinistas en Nicaragua restringieron la posesión de armas a los civiles, reservándola para sus milicias y fuerzas estatales; y en la era de Ortega y Murillo, esa política le facilita a aquella pareja el control sobre la población disidente. Luego de la revolución de 1959, en Cuba, Fidel Castro restringió el acceso a armas de fuego para los civiles y esto consolidó el poder del régimen, al eliminar la posibilidad de resistencia armada contra la dictadura. Ya ni te digo qué pasó con los nazis y los soviéticos.
Dicho lo anterior, la autodefensa es un derecho humano; y desarmar a la población la deja vulnerable ante delincuentes y agresores que no respetan la ley.

Y… tú ya sabes, ¿verdad? El gobierno no siempre puede garantizar protección inmediata. Ni puede instalar unas gradas eléctricas en un tiempo razonable. En un país con institucionalidad precaria, la ciudadanía armada actúa como un contrapeso contra un gobierno tentado a volverse autoritario. La posesión de armas disuade la concentración del poder y protege la soberanía popular frente a posibles abusos.

Si las personas pueden defenderse, se reduce la necesidad de una policía omnipresente, se fomenta la autonomía individual y se evita la creación de un estado policial que limite el ejercicio de la libertad; y hablando de libertad, la posesión de armas implica un ejercicio de la responsabilidad personal. La prohibición infantiliza a la sociedad porque supone que las personas no son capaces de manejar su libertad de forma ética y segura.

La relación entre armas, municiones y asesinatos no es lineal ni universal. Factores como la estabilidad social, el estado de derecho y el control de la delincuencia organizada son mucho más determinantes que la simple posesión de armas por parte de la población.

Columna publicada en República.


28
Feb 25

Casa Popenoe celebra al aguacate

 

La primera vez que estoy consciente de haber comido aguacate fue durante un almuerzo, con mi papá, en el Hotel Casa Contenta cuando yo tenía unos seis años de edad. Mi padre preparó una salsa se la añadió al aguacate de entrada y comimos con mucho gusto. Aquella fue la primera ocasión en que fui a pasar vacaciones a Panajachel, ¡sin mis padres!, y mi papá fue a visitarme, por lo que yo estaba muy contento y orgulloso de almorzar con él en el comedor principal. Yo estaba feliz por partida doble: ¡mi padre había llegado, y se había iniciado mi relación de gusto y placer con los aguacates!

Yours Truly con aguacate.

En casa siempre hay aguacates y los comemos todas las semanas. Aunque yo los prefiero en cubos, sazonados solo con sal negra de Sacapulas, también los comemos como guacamol, en caldo de frijoles, o en caldos de pollo o de res, y para acompañar todo lo que se deje complementar por esa fruta deliciosa. Incluso disfruto mucho los helados de aguacate. Nos gustan los aguacates de Panajachel, de La Antigua, de Petén, de la costa sur y de dónde sea, porque todos tienen su carácter particular.

¿Quieres la receta de salsa para aguacates, de mi bisabuela, Adela? Se mezcla en licuadora ½ taza de aceite de oliva, 1 lata de crema de tomate, ½ taza de vinagre de manzana, sal al gusto, 2 cucharaditas de paprika, azúcar al gusto, 2 dientes pequeños de ajo, chiltepes al gusto,se licúa y se prueba la sazón.

Cuento todo aquello porque mañana sábado, en la Casa Popenoe de La Antigua Guatemala, se llevará a cabo el Sexto Festival del Aguacate para celebrar las investigaciones que Wilson Popenoe inició hace más de 100 años sobre el aguacate en Guatemala. Además, seré maestro de ceremonias en esa ocasión celebratoria…y, además, el placer es una necesidad psicológica profunda, como escribió Ayn Rand.

A partir de las 9:30 a. m. habrá dos conferencias: «Aguacate al descubierto: su historia, simbolismo y significado» por Jocelyn Degollado, antropóloga social; y «El aguacate aderezado con… pasión, talento y tecnología» por Enrique García Gaviria, fundador y CEO de Avolution Lab, primer laboratorio gastronómico del mundo dedicado exclusivamente al aguacate.

A partir de las 12:15 p. m. habrá degustaciones con la participación de cuatro escuelas culinarias: Las Gravileas, de La Antigua; la escuela culinaria del Intecap, de La Antigua; la escuela culinaria Las Margaritas, de Guatemala; y la Escuela de Nutrición de la Universidad Francisco Marroquín. También participarán los chefs Josué Alvarado, de Porta Hotel Antigua; Ronald Álvarez, de Casa Santo Domingo; Alex Quintana, de Quintana Bistro; y Marco Sáenz, de Villa Bokeh.

Aguacates con sal negra de Sacapulas.

Mi experiencia con las cuatro veces en las que he participado en el Festival del Aguacate es deliciosa y alegre en muchos niveles. Por supuesto que uno aprende bastante en las conferencias, y luego, en las degustaciones, la variedad y creatividad son impresionantes. Los sabores, aromas y texturas que presentan los platillos salados y dulces que se ofrecen en el jardín de la Casa Popenoe pueden ser sorprendentes y no se puede ser indiferente a sus encantos. Prepárate para sabores que despiertan el alma y para una experiencia de placer a la sombra del ciprés capuchino de la Casa Popenoe.

Columna publicada en República


14
Feb 25

Rehenes del tráfico y la política

 

El viernes pasado, como colapsó el tráfico en la ciudad de Guatemala y como es posible que ocurra hoy, hijos pequeños de muchos de mis familiares, amigos y colegas pasaron entre tres y cuatro horas en los buses de sus colegios sin poder llegar a sus casas. ¿Te imaginas un bus de chiquitos con hambre, sueño y ganas de ir al baño?

Cuando vi cómo estaban las cosas, dispuse irme caminando a casa, y a las 9:30 de la noche volví a la oficina para recoger mi carro.

La ilustración es de República. Haz clic para leer ahí mi columna.

¿Sabes? Es posible que hoy vuelva a ocurrir algo parecido. Seguramente no será igual porque, por ejemplo, muchos colegios dispusieron suspender clases presenciales y todo el que pueda no saldrá a las calles. Esa es una solución parcial y práctica al hecho de que la directiva del gremio de abogados le trasladará el costo de su ineptitud al resto de los habitantes de la ciudad. Se repetirá el abuso… sólo porque se puede.

¿Por qué ocurrió el colapso? Porque hubo eleccion de directiva del gremio de abogados. No para elevar la calidad moral del gremio, ni para mejorar las prestaciones de los agremiados. No para contribuir a mejorar la administración de justicia. Sino porque el control de aquella directiva lleva implícito el poder político para influir en la elección del fiscal general….y porque el Colegio ha de ser una piñata.

¿Por qué es valioso ese poder? Porque aquella directiva es muy importante para la guerra legal o lawfare que, entre nosotros, elevó a la décima potencia la mal recordada CICIG. Esa comisión hizo uso de esa mala práctica a su antojo contra los tirios, y ahora estos hacen lo mismo contra los troyanos. Aquellos quieren recobrar el control de la fiscalía y estos no quieren perderlo.

Lo que ocurrió el viernes pasado, y posiblemente ocurra hoy, es una oportunidad para que los ciudadanos y tributarios conversemos –con seriedad– acerca de cómo evitar que la fiscalía sea usada para la guerra legal y sirva a la justicia.

Por lo pronto, pongo sobre la mesa cinco centavos de ideas: 1. Que actores privados puedan ejercer la acción penal en delitos de acción pública, ya sea de manera directa, o como coadyuvantes. Esto implicaría redefinir el rol del Ministerio Público, y mantener su función de garante de la legalidad y del debido proceso, pero sin el monopolio de la persecución penal. 2. Que personas, o entidades privadas puedan iniciar y conducir procesos penales. Esto incluiría establecer mecanismos claros sobre: quiénes pueden ejercer la acción penal privada (por ejemplo, víctimas, familiares, o asociaciones especializadas); definir requisitos de legitimidad y representación legal; y garantías de imparcialidad y control judicial para evitar persecuciones abusivas, o malintencionadas. 3. Incorporar la figura de fiscal privado, que actuaría en representación de la víctima, o de un interés público legítimo, bajo la supervisión de jueces de control. Este fiscal privado podría: iniciar investigaciones y presentar acusaciones; y solicitar medidas cautelares y participar en audiencias y apelar decisiones judiciales. 4. Para evitar abusos, el control judicial debería ser reforzado, mediante permitir a los jueces verificar la legitimidad y proporcionalidad de las acciones penales iniciadas por privados. Esto incluiría revisar: la legalidad de las pruebas presentadas, la objetividad de la acusación y la adecuación del proceso a los derechos fundamentales. 5. Establecer salvaguardias para evitar el uso de la persecución penal privada como mecanismo de venganza, o coacción, como: sanciones por denuncias maliciosas;  y requisitos de solvencia moral y profesional para los fiscales privados.

Si no cuestionamos el uso político de la fiscalía, seguiremos siendo rehenes de intereses ajenos a la justicia; y la conversación debe empezar hoy.

Columna publicada en República.


07
Feb 25

Basura reciclada, farsa reciclada

 

Tres recipientes para los desechos vas a tener en tu casa a partir del martes próximo, para cumplir con la legislación de gestión integral de residuos y desechos sólidos comunes. En uno vas a poner la basura orgánica, en otro los desechos reciclables y en otro los no reciclables. Originalmente, la legislación estipulaba siete recipientes para siete categorías; pero, finalmente, quedó en tres.

¡Me muero de ganas por ver cómo va a funcionar esto en lugares donde se suele tirar la basura al río o al barranco!

Tiradero de basura en el Puente Los Esclavos.

Sospecho que lo que va a pasar en casas, edificios, colonias y condominios es que uno va a poner las cáscaras de banano, los vasos plásticos y el duropor en tres recipientes distintos, para luego poner aquella basura en tres bolsas distintas que van a parar al mismo camioncito.

Pasará con la basura lo mismo que ocurre con el agua. El agua es procesada en los edificios, por ejemplo, y luego va a parar al mismo caudal que lleva el agua contaminada que viene de poco más arriba.

Para que sepas, la separación de lo reciclable y valioso de lo no reciclable y sin valor alguno ya la hacen los muchachos en los camiones; y también la hacen los guajeros en los barrancos mal llamados rellenos sanitarios. ¿Por qué? Porque nada que tiene valor se desperdicia si hay mercado.

Yours truly con Penn & Teller en Las Vegas.

Si antes usabas una bolsa de basura para poner los desechos que luego son clasificados en el camión o en el “relleno”, ahora usarás tres bolsas. ¿Viste? ¿Te fijaste? Se multiplicará por tres el uso de bolsas plásticas. No sólo habrá más bolsas entre la basura, sino que tu gasto por ese rubro se va a elevar.

Este es el momento para preguntar: esa gente que no paga por bolsas y tira su basura donde sea, ¿cómo va a ser monitoreada para que ahora compre bolsas? ¿La gente que no paga recolección de basura? ¿Cómo van a monitorear que lo pague? Si hay multas por no clasificar la basura en la casa y en la oficina, ¿se van a multiplicar las bolsas de basura dejadas en predios, calles o barrancos? Va a estar chistoso el reciclaje en las ferias a lo largo y ancho del país.

Con la nueva legislación, ¿cómo se van a modificar los tratos entre los que recogen la basura en las casas y oficinas y los guajeros, ahora que a estos últimos les llegará la basura medianamente clasificada? ¿Cómo se va a modificar el “bisne” que tienen algunas municipalidades con la venta de licencias?

Yours Truly con John Stossel frente a Atlas Libertas en la UFM.

En su programa Penn & Teller: Bullshit!, aquellos comediantes pusieron en evidencia lo absurdo de la mentalidad recicladora, no en un pueblecito perdido de Guatemala, sino en una gran ciudad gringa. Mediante una prueba para la televisión, pusieron a personas a clasificar basura en nueve recipientes con nueve criterios; y, ¿sabes qué pasó? Los participantes se pegaron unas confundidas monumentales. Es muy chistoso cómo la gente se presta al disparate sin cuestionar el valor de este. Si le dices a la gente que así se hace en Japón, la gente no duda en hacerlo, aunque sea ilógico.

El periodista John Stossel, en uno de sus programas célebres, dice que el reciclaje hace que las personas se sientan bien y que se eleven moralmente sobre los demás; y que es una forma de religión. Empero, Holly Fretwell, experta del Property and Environment Research Center, explica que no todo reciclaje es bueno y que muchas formas de reciclaje tienen costos tan elevados (en términos financieros y en términos de uso de otros recursos, como energía) que superan los supuestos beneficios.

Stossel y Fretwell coinciden con Penn & Teller en que muchas formas de reciclaje son engaños. Si esto ocurre en un país industrializado, con gente mayoritariamente educada y con autoridades relativamente responsables, ¿qué ocurrirá en otras latitudes?

Este es el problema de las soluciones diseñadas en escritorios y vendidas como panaceas: se imponen sin medir sus consecuencias reales, sin entender las dinámicas del mercado, ni la cultura de la gente. Al final, la basura seguirá en el mismo lugar, pero ahora habrá más bolsas, más costos y más burocracia. ¿Y el ambiente? Bien, gracias.

Columna publicada en República.