A mediados del mes pasado, dos colegas sudamericanos -cada uno por su lado- me comentaron acerca de los peligros de que China controle la minería de cobre, empresas de transporte e industrias clave en aquella parte de nuestro continente; y hoy me encontré con un artículo titulado A project in El Salvador shows how China is exerting growing power in America’s backyard. ¿Deberíamos preocuparnos por la presencia agresiva de China en Centroamérica, también? Yo digo que sí, porque quien dice China, dice el régimen de Pekín, y quien dice el régimen de Pekín, dice el Partido Comunista de China.
El artículo que genera estas meditaciones es de NBC, por Ken Dilanian, Joel Seidman y Gabriel Sanchez y dice:
China está haciendo sentir su influencia en América Latina y el Caribe de una manera que los funcionarios de los Estados Unidos de América dicen que es dañina para los E.U.A y por medio de métodos que Estados Unidos no puede emplear.
El artículo, que te invito a leer completo añade que hace dos años, el gobierno de Estados Unidos comenzó a cuestionar en voz alta el impulso chino para comprar una isla frente a la costa de El Salvador, donde una empresa china proponía construir un puerto de aguas profundas y una zona de fabricación.
Las objeciones estadounidenses parecían haber tenido un impacto, ya que una reacción política en El Salvador detuvo el proyecto. Pero los chinos no se desanimaron. Después de lo que los funcionarios estadounidenses afirmaron públicamente que fue un esfuerzo chino exitoso para sobornar a los políticos salvadoreños, el proyecto ahora está avanzando. NBC News obtuvo una presentación en power point de una empresa china de propiedad estatal llamada “Shared Opportunities, Shared Future”, que esboza una versión de la propuesta.
Los funcionarios de inteligencia y militares estadounidenses dicen que el proyecto del puerto le daría a China un punto de apoyo económico y estratégico significativo en lo que tradicionalmente ha sido una esfera de influencia estadounidense. Es uno de los muchos ejemplos de cómo China está haciendo sentir su poder e influencia en América Latina y el Caribe de una manera que los funcionarios dicen que es dañina para los intereses de Estados Unidos y a través de métodos que Estados Unidos no puede emplear.
China no sólo es una amenaza militar; sino que funcionarios del Departamento de Estado dicen que China es cada vez más hábil en el uso de sobornos y otros métodos corruptos para promover sus intereses comerciales, algo que es ilegal para las corporaciones estadounidenses, dice NBC.