Tres distintos centros de estudios económicos, fiscales y sociales le presentaron a la Comisión de Finanzas del Congreso sus propuestas de recortes al proyecto de presupuesto del estado para 2016. Entre ellas voy a destacar la del Centro de Estudios Económico-Sociales, porque se basa en hechos reales, es factible en el corto plazo y reconoce que hay que atender la calidad del gasto.
Fíjate pues: si en los últimos 3 años la mayoría de los ministerios no ha podido ejecutar más que el 75% de sus presupuestos, ¿qué es evidente? Que de tajo puedes eliminar 25% de lo presupuestado para ellos y que no pasará nada y no habrá diferencia alguna. El CEES propone que a este porcentaje se le sume un 5% de recortes en todos los renglones Y a cada ministerio le corresponderá decidir qué desperdicios, que malgastos y que actividades sospechosas –que sí han sido ejecutadas en otros años– puede eliminar de su presupuesto.
Otro recorte es el de los contratados por medio del abusadísimo renglón 029 (pago de honorarios y servicios sin relación de dependencia) ¿Sabías que los tributarios tienen que pagar el 98% de las demandas laborales al estado en relación con este renglón?
La propuesta del CEES incluye la erradicación de dependencias y programas ineficientes, superfluos y no prioritarios; programas con historial de corrupción. Un ejemplo paradigmático es el de entrega de fertilizantes; pero, ¿cuál es la joya de la corona? El sistema de aduanas y aranceles. Alguien podría objetar que esto reduciría los ingresos para el estado; pero piensa que es como amputar un miembro gangrenado. El beneficio a largo plazo, en términos de la lucha contra la corrupción, es mayor que las pérdidas en el corto plazo. No hay Líneas posibles sin fuentes de corrupción.
No tengo espacio para más detalles; pero la propuesta del CEES propone reducir el techo presupuestario de Q. 72, 429.9 millones a Q. 66, 293.4 millones (incluyendo Q12,449 millones para el servicio de la deuda pública). Lo que reduciría la carga que pesa sobre los tributarios y apuntaría hacia un estado más eficiente, sin perjuicio de más reformas en el mediano y largo plazo.
Columna publicada en elPeriódico; la foto es por Edwin Bercián, de Prensa Libre.