19
Jul 18

Milada Horáková, torturada por nazis y comunistas

Milada Horáková fue una política checa cuya carrera empezó antes de la II Guerra mundial.  Durante esta fue arrestada por los nacionalsociaistas y enviada a un campo de concentración; y luego de la guerra fue arrestada y torturada por los comunistas, por negarse a cesar su oposición y a abandonar el país.  ¿Habías oído antes de Milada?


Haz clic en la foto para ver el trailer de la película.

La peli está en Netflix y es perturbadora.  Sin embargo, la vida heróica de Milada Horáková y el precio que pagaron ella y su familia por su honestidad y su integridad con sus principios y por no ceder ante el totalitarismo de uno, y otro color, son muy inspiradoras en estos tiempos en los que el pragmatismo se tiene por virtuoso y en los que los fans de las dictaduras no tienen empacho alguno en defender a sus tiranos, en tanto sean suyos.

Como ocurre con frecuencia, en la peli se confunde la democracia con la república.  Pero eso no le quita valor si uno entiende la naturaleza de la confusión.  La democracia es el gobierno de la mayoría; en tanto que la república es es el gobierno bajo la ley y con distribución del poder.

Pelis como esta deberían ser discutidas en los colegios e institutos de secundaria.  Abrirían tanto los horizontes de los jóvenes.


18
Jul 18

“La hora final” y la captura de Abimael Guzmán

La hora final, película sobre la captura de Abimael Guzmán, el líder del grupo terrorista peruano Sendero luminoso, te la recomiendo.

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El Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso fue una organización guerrillera, terrorista y genocida de tendencias marxista, leninista y maoista.  Entre 1998 y 2000, la actividad de Sendero luminoso -para establecer un régimen revolucionario, campesino y comunista- costó las vidas de entre 31,331 y 37,840 personas y ocasionó un millón de desplazados.

La peli nos acerca a la perspectiva del equipo de policías que tenía a su cargo la localización y captura del criminal Abimael Guzmán.  El acercamiento nos permite atisbar los aspectos personales y humanos de una tarea de aquella envergadura; así como las condiciones físicas y políticas -locales e internacionales- en las que se lleva a cabo esa tarea. Es una peli conmovedora, te advierto.

Ahora está en Netflix y de verdad te la recomiendo.


24
May 18

Adiós a Richard Pipes

Richard Pipes, eminente erudito sobre la Rusia soviética, galardonado con la Medalla de la Libertad Truman-Reagan y miembro por mucho tiempo del Consejo Académico de Victims of Communism Memorial Foundation falleció el jueves 18 de mayo.  La primera vez que oí del trabajo de Pipes fue por su participación documental Heaven on Earth, The Rise and Fall of Socialism, que te recomiendo mucho y en el enlace puedes verlo con subtítulos en español.

Según VOC, desde sus primeros años, el gran historiador del totalitarismo fue moldeado por los estragos de aquella ideología. Nacido en el seno de una familia judía en la ciudad polaca de Cieszyn en 1923, los jóvenes Pipes vieron el drama del surgimiento del fascismo de primera mano. Gracias a la suerte y a las conexiones de su padre con el servicio diplomático, la familia Pipes escapó a Italia en 1940 y luego a los Estados Unidos. Después de servir en el Cuerpo Aéreo del Ejército de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, Pipes regresó a los Estados Unidos y continuó su educación. En 1958, se convirtió en profesor de historia rusa en la Universidad de Harvard, donde pasó toda su carrera.

Sus numerosos libros ayudaron a definir el debate mundial sobre los orígenes, los efectos, el significado y el legado de la Revolución Rusa y el régimen soviético que generó. Su libro The Russian Revolution, publicado por primera vez en 1990, es una de las historias canónicas de ese funesto evento.

En este enlace puedes ver una entrevista con Pipes, en inglés, para Heaven on Earth.

Foto por Mariusz Kubik, CC-BY-SA-3.0,  Wikimedia Commons


01
May 18

¿Las hoces y martillos están guardadas?

¿Sabes qué me sorprendió? Al atardecer de hoy fui a la Sexta avenida y no encontré las usuales hoces y martillos, ni las usuales consignas de odio pintadas en las paredes.  Y se me ocurrió:

  1.  Los revolucionarios -los comunistas- ya no son bienvenidos, ni participan en la marcha del Día del trabajo…y luego me dije: Naaaaaaaa. No es eso.
  2. Alguien se robó las latas de pintura y los esténciles.  Naaaaa, tampoco.
  3. La dirigencia dispuso que este año no sean exhibidos aquellos símbolos ominosos. Y luego me acordé de que en la minimanifestación que organizaron algunos amigos de los revolucionarios el pasado 21 de abril, no aparecieron las usuales banderas rojas, ni las consignas de siempre. Me acordé que durante la celebración de la revolución de 1944, el año pasado, tampoco hubo hoces, ni martillos.

¿Hay una estrategia de esconder quiénes son, en realidad? ¿Será que las denuncias de Carpe Diem han tenido efecto?

Quién sabe…lo cierto es que esta evolución de los revolucionarios merece ser reconocida porque, ¿qué necesidad hay de celebrar con inmundicia?; pero más que todo porque las hoces y martillos son iconos de una ideología que ha costado 100 millones de muertos en sus cien años de historia. Muertos frente a pelotones de fusilamiento, en campos de concentración, por hambrunas, y así.

En este 1 de mayo, día que solía ser de hoces y martillos, te recomiendo:

Sospecho que los partidarios del socialismo real, del socialismo científico, del comunismo o como quieras llamar a aquella ideología colectivista y totalitaria, están haciendo esfuerzos por probar que ya no son peligro.  Sospecho que la intención es descalificar -mediante la invisibilidad- y en una especie de efecto Pigmalión, cualquier advertencia sobre lo peligrosa que es su influencia, sobre todo en momentos de crisis, de confusión, de incertidumbre y en río revuelto.

Entre nosotros y en otros ambientes, la mayor parte de aquella influencia la consiguen alla Gramsci; es decir, en el entendido de que toda revolución ha sido precedida por un intenso trabajo…de penetración cultural.  En ese campo las ideas revolucionarias pasan por arte, por ejemplo, y su carácter no se nota a simple vista.  Además, quien ¿quién quiere ser tachado de intolerante y de no valorar el arte, por ejemplo?  Pero en el campo político y en el campo social es otra cosa.  Las hoces y martillos, las banderas rojas, las estrellas amarillas, son símbolos inequívocos.  Significan muerte, tiranía, miseria, opresión y odio.  Como estrategia, los revolucionarios han hecho bien en esconderlas (bien para ellos); si quieren llegar al  poder sin pasar por las urnas (donde sólo unos pocos votan por ellos) y a fuerza de plaza, no les conviene darse color; pero a las víctimas potenciales -a todos los demás- no nos conviene olvidar que están ahí guardadas…esperando su momento.

Sin embargo, luego de publicar esta entrada, el lector, Osmar, me envío esta foto:

…y, entonces, no me queda más que suspirar.  No hubo tantas hoces y martillos como en otras ocasiones; y no las hubo en la Sexta avenida.  ¿Por qué? ¿Hay facciones que quieren poner sus símbolos de odio y muerte a cualquier costo y las hay que entienden que eso ensucia (como ensuciarían las esvásticas) cualquier apariencia legítima?


17
Abr 18

Adiós a Miloš Forman

El viernes pasado falleció el director de cine Miloš Forman, entre cuyas obras se cuentan Amadeus, El pueblo contra Larry Flynt, Goya´s Ghosts, Valmont, Alguien voló sobre el nido del cuco.

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Amadeus tengo que volverla a ver porque la vi en circunstancias adversas y no la disfruté.  Es que no quería ir al cine y fuimos muy tarde.  Larry Flynt es de no perdérsela si te interesa el tema de la libertad de expresión, Goya´s Ghosts la vi el año pasado, o algo así, y me me gustó muchísimo. Valmont es una historia inquietante, bien contada. ¿Sábes que nunca vi Alguien voló sobre el nido del cuco?

Forman era checo y dijo: Tengo un enorme respeto por los rebeldes porque viví demasiado tiempo bajo el nazismo y el comunismo. También, de él, es esta frase sobre la que vale la pena meditar: Si hubieras vivido, como yo lo hice, varios años bajo el totalitarismo Nazi, y luego 20 años en totalitarismo comunista, ciertamente te darías cuenta de lo preciosa que es la libertad y de lo fácil que es perder tu libertad.

Mis respetos para  Miloš Forman.


05
Abr 18

¿Qué querían los guerrilleros, y cómo?

¿Qué querían los guerrilleros a lo largo de 36 años de enfrentamiento armado interno? ¿Cómo querían obtenerlo? Las respuestas nos las dan Gaspar Ilóm, de la Organización del Pueblo en Armas; Rolando Morán, del Ejército Guerrillero de los Pobres, entre otros.

Encontré esos párrafos en la columna de hoy, de Mario Mérida y los reproduzco para las nuevas generaciones, y porque nunca se repite suficientemente el carácter criminal de la revolución que promovía la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca y promueven sus sucesores.

Dice Rodrigo Asturias –Gaspar Ilom– (ORPA), citado por Mérida: Combates medianos: tienen efectividad en el aniquilamiento del enemigo y consolida pequeños territorios; contribuye al cambio de la correlación de fuerzas; permite a oficiales y combatientes adquirir mayores conocimientos militares. (Harnecker, M. 1980. Pueblo en Armas).

Dice Ricardo Ramírez –Rolando Morán– (EGP), también citado por Mérida: Durante el combate contra unidades enemigas–el Ejército de Guatemala–, la consigna debe ser el aniquilamiento, evaluando la necesidad y conveniencia en cada momento de utilizar el terror revolucionario. (Nuestra Concepción Militar. 1980).

Las palabras aniquilamiento y terror revolucionario destacan y me ponen la carne de gallina.

Cuenta, el columnista, los casos de el cura Enrique Corral –Abel– (EGP), quién con los también curas Fernando Hoyos alias Carlos y Ricardo Falla alias Marcos reclutaron indígenas para la guerrilla. Su instrumentalización es corroborada por Elizabeth Burgos: El elemento religioso no se debe de descuidar, puesto que hubo sacerdotes que llegaron al grado de comandantes guerrilleros y formaron parte de la dirección del EGP, y es conocida la propensión de los indígenas a acatar los mandatos religiosos.

Eso explica, en buena parte, por qué es que los indigenas pusieron muchos muertos para hacer realidad la ambición revolucionaria de establecer un régimen colectivista y totalitario.

Para Marx, la dictadura del proletariado no era una forma de gobierno, sino una clase particular de sociedad; son Lenin y Trotsky los que nos dan detalles sobre qué quería la guerrilla como forma de gobierno. Los leninistas proclamaban reconstruir el Estado en la forma más despótica posible.

Lenin hizo énfasis en que dictadura significa el poder ilimitado basado en la fuerza, y no en la ley. El término de dictadura significa autoridad sin las trabas de la ley, no restringida por normas y basada en la violencia. Si la guerrilla fusilaba, secuestraba, asesinaba y ejecutaba actos de terrorismo durante el enfrentamiento armado… ¿aquello era lo que esperaba a miles de guatemaltecos si la revolución triunfaba? Tú, ¿qué crees?

En los ochenta, parecía que la fantasía leninista de una revolución mundial podía hacerse realidad. Aquí en la vecindad, Cuba, Grenada, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, estaban encaminados.

Una vez que el proletariado esté en el poder, ninguna consideración, más que el mantenimiento del poder, será importante… la DP abolirá el sistema parlamentario –de forma permanente–, así como la separación entre el Legislativo y el Ejecutivo. La idea era que los gobernantes determinaran por medio de qué leyes iban a mandar y que no estuvieran controlados por nadie. Pero… ¿quiénes iban a ser los gobernantes? Lenin usó la frase dictadura del partido. Lenin escribió: Las Cortes no deben prohibir el terror… deben legalizarlo como principio.

Actualmente la exguerrilla ataca la militarización; pero… ¿toda militarización? ¡No!, Trotksy decía que el trabajo debe ser militarizado.

A lo largo de sus 100 años de historia, el comunismo que querían los guerrilleros costó 100 millones de vidas humanas. En Camboya -un país tropical, tercermundista, agrícola, como la Guatemala en la que la URNG pretendía hacerse del poder por la fuerza y el terror- el experimento revolucionario costó 2 millones de muertos. ¿Cuánto hubiera costado aquí?


09
Nov 17

¡Celebramos el derribo del Muro de Berlín!

Hace 28 años, ¡28 años!, en medio de una sucesión de actos alucinantes como la apertura de la frontera entre Hungría y Alemania del este, y  el fusilamiento del tirano Nicolae Ceucescu y su esposa colapsó el comunismo, el socialismo real, el socialismo científico, o como quieras llamarle.  El símbolo de aquel colapso fue el derribo del Muro de Berlín, que precedió al derrumbe de la ominosa Unión Soviética.

Nadie moría tratando de pasar el Muro de Berlín en dirección al este; y de hecho, nadie escapaba hacia el sector comunista de Berlín.  Eso sí, 138 personas fueron asesinadas tratando de escapar del comunismo, hacia Occidente.  Las matanzas, sin embargo, no se limitaron a las víctimas en el muro.  Entre 1949 y 1987, en la China comunista hubo más de 76 millones de muertos a causa de las ideas del socialismo real.  Entre 1917 y 1987, en la Unión de Repúblicas Socialestas Soviéticas hubo más de 61 millones de muertos a causa de la dictadura del proletariado.  ¡Las ideas que hicieron necesario el muro son letales!  Cien años de historia comunista costaron 100 millones de muertos en todo el mundo.  ¿Eso es unos 150 muertos por hora?

Muchos chapines todavía creen que aquellas ideas son respetables; todavía usan iconografías representativas de aquellas ideas letales, todavía sueñan con el colectivismo y la dictadura del proletariado.

Los ves promoviendo el destruccionismo. Bloquean carreteras, toman edificios, invaden fincas, pintan paredes, masacran familias, son el establishment que controla la educación y quiere controlar el sistema de justicia. Alguna vez te has preguntado: ¿Por qué es que sus socios y patrocinadores necesitaban de un muro para mantener a la gente dentro de su territorio? ¿Por qué es que sus socios y patrocinadores asesinaban a quienes trataban de escapar y pasar el muro? ¿Por qué es que miles huyen de Cuba, en vez de huir hacia Cuba? ¿Por qué es que dependían de policías criminales y ejércitos implacables para mantenerse en el poder?

Hace 28 años, cuando yo era productor de noticias internacionales en el noticiario Tele-Prensa, no te puedes imaginar la emoción que sentía cuando veía que el muro era derribado por la gente.  No te imaginas.  Y puedes leer, en este enlace, el relato del guardia que dejó que las multitudes pasaran; y en este enlace está la historia de un héroe que ayudó a escapar a más de mil personas.

La de abajo es de las tres piezas del Muro de la Vergüenza en la Plaza Berlín de la ciudad de Guatemala.  La foto es de mi amigo, Jorge Jacobs.

La foto principal la tomé del blog de mi cuate Joselo.


06
Nov 17

China y “Black Mirror”

El régimen de Pekin planea lanzar un Sistema de Crédito Social con el propósito de calificar la integridad -es decir, si son dignos de confianza, o no- de sus 1.3 millardos de habitantes.

El plan pone la carne de gallina. Imagina un mundo en el que muchas de tis actividades cotidianas sean supervisadas y evaluadas constantemente: lo que compras en las tiendas y en línea; donde estás en un momento dado; quiénes son tus amigos y cómo interactúas con ellos; cuántas horas pasas mirando contenido, o jugando videojuegos; y qué facturas e impuestos pagas (o no).

Eso no es difícil de imaginar, porque la mayoría de eso ya sucede, gracias a todos esos gigantescos colectores de datos como Google, Facebook e Instagram o aplicaciones de seguimiento de la salud como Fitbit. Pero imaginemos ahora un sistema donde todos estos comportamientos se califican como positivos, o negativos y se destilan en un solo número, de acuerdo con las reglas establecidas por políticos, desde el poder.  No de forma descentralizada, sino de forma monopólica y centralizada.

Es como el episodio Nosedive, de la serie Black Mirror; sólo que  peor. Ese episodio se desarrolla en un mundo en el que las personas pueden calificarse unas a otras con estrellas por cada interacción que tengan. La protagonista es una joven obsesionada con sus calificaciones y es elegida por su amiga popular de la infancia como la dama de honor de su boda. En su viaje a la boda la protgonista se enoja con un trabajador de servicio al cliente, y eso inicia una rápida y catastrófica reducción de su calificación en un mundo homogenizado.

La razón por la que el sistema chino es peor que el de Black Mirror es que este último es descentralizado (en individuos que califican) y -aunque este es evidente que termina en un mundo homogenizado a fuerza de corrección política y ese deseo democrático de ser como los demás- el resultado es consecuencia de las acciones de los individuos; pero no de un diseño. Por otro lado, el sistema chino es centralizado, unitario y no dependerá de calificaciones individuales de personas, sino de algún algorítimo diseñado con criterios políticos.

El régimen de Pekin está lanzando el sistema como una forma deseable de medir y mejorar la “confianza” a nivel nacional y construir una cultura de “sinceridad”. Se espera que la política, “forge un ambiente de opinión pública donde mantener la confianza es glorioso. Fortalecerá la sinceridad en los asuntos gubernamentales, la sinceridad comercial, la sinceridad social y la construcción de la credibilidad judicial”.

Es como algo de Black Mirror, o de Minority Report. Esta peli es otra distopia y ocurre en un futuro donde una unidad especial de policía puede arrestar a los asesinos antes de que cometan sus crímenes.

El nuevo sistema refleja un cambio astuto de paradigma. En lugar de tratar de imponer la estabilidad, o la conformidad con un gran garrote y una buena dosis de miedo de arriba hacia abajo, el gobierno [los políticos] está tratando de hacer que la obediencia parezca un juego. Es un método de control social disfrazado de un sistema de recompensas por puntos. Es obediencia “gamificada”.

La ilustración la tomé de Black Mirror.


26
Oct 17

El comunismo, Nanjie y un cuento chino

Nanjie, en la República popular de China, es un bastión del sueño comunista. La aldea es fiel a los preceptos de Mao Zedong y es fiel, claro, porque su entusiasmo no incluye los 65 millones de muertos que costó el comunismo en la China continental.

En aquel paraíso encantador y atractivo para los turistas,  los 3,700 lugareños se despiertan cada mañana con el ruido de los altavoces que difunden lemas de alabanza al exlíder. Y empiezan su jornada laboral con canciones rojas del repertorio comunista, como si aún vivieran en plena “revolución cultural”. Eso sí, nadie es enviado a pelotones de fusilamiento, ni a campos de reeducación..

Con su folclor maoísta, sus bienes compartidos y sus fábricas de propiedad colectiva, Nanjie sigue el modelo de los años 1950, el de antes de las reformas que han convertido a China en la segunda economía mundial.  Pueden hacer esto porque el componente capitalista de aquel país -que sigue siendo una dictadura totalitaria- les da para mantener aquella Disneylandia comunista, sin necesidad de purgas, persecusiónes y hambrunas.

Al pie de una estatua de Mao, los turistas pueden abordar un pequeño tren rojo y visitar los parques, las fábricas y los apartamentos colectivos de la aldea, donde los habitantesles cuentan lo felices que son con el colectivismo”.  Pueden hacerlo como se pasea por Disneyworld, y la clave es que pueden hacerlo, en oposición a que -cuando el comunismo sembraba el terror en China, la gente no tenía opciones.

Desde los apartamentos modestos hasta los cuidados médicos, pasando por la comida, todo “es gratis” para los habitantes. Tienen acceso a una cantina y cuentan con una tarjeta que se recarga automáticamente, para comprar comida, incluidas las galletas de la marca Oreo. Todos esos privilegios son sostenidos gracias al componente caplitalista de China…y son una ilusión.  Nunca ha habido comunismo sin millones de muertos.

Wang Hongbing, jefe del partido comunista en Nanjie desde 1976, que participará en el congreso del partido la semana que viene en Pekín, asegura que desde el último congreso del partido en 2012 y la llegada al poder de Xi Jinping, “el discurso del gobierno central se acerca cada vez más a la vía elegida por Nanjie”.  Y eso debería ser malas noticias, no sólo en China, sino entre todos los que creen que China es el futuro.

Lo cierto es que en China, muchas cosas son cuentos chinos; y tristemente el comunismo es un ideal macabro que esta tan vivo como siempre.

Más del 90% de los empleados de las 26 cooperativas vienen del exterior de la aldea y carecen de los privilegios reservados a los habitantes de esa Disneylandia llamada Nanjie.

En 2008, una investigación del diario chino Southern Metropolis revelaba que la aldea había contraído préstamos bancarios por un valor superior a 1.600 millones de yuanes (206 millones de euros).  La fantasía es cara y se paga con deudas; pero los dirigentes chinos ordenaron a la provincia de Henan que resolvieran el problema…y lo resolvieron de forma política: las deudas fueron anuladas.

No es cierto que en Nanjie sean comunistas de verdad, como aseguran algunos fanáticos.  En realidad es una fantasía a la que…afortunadamente, la faltan 65 millones de cadáveres.

La ilustración principal es de la Victims of Communism Memorial Foundation; y la secundaria la tomé de Facebook.


23
Oct 17

La evolución de “la revolución”

Durante la celebración del 20 de octubre los revolucionarios no ensuciaron el Centro, ni pintaron hoces y martillos, o frases de odio, como en otras ocasiones.

Esta evolución de los revolucionarios merece ser reconocida porque ¿qué necesidad hay de celebrar con inmundicia aquella ocasión histórica?; pero más que todo porque las hoces y martillos son íconos de una ideología que ha costado 100 millones de muertos en sus cien años de historia. Muertos frente a pelotones de fusilamiento, en campos de concentración, por las hambrunas, y así.

El viernes pasado, al atardecer, fui a la Sexta avenida a ver cómo había quedado y me sorprendí gratamente. Está por verse si se aguantan el 1 de mayo cuando también suelen hacer pintas.

Por cierto que los revolucionarios han estado haciendo esfuerzos por no darse color.  Durante las jornadas de agosto de este año, las banderas rojas, las efigies del che Guevara y otras iconografías relacionadas desaparecieron de las manifestaciones.