16
Jun 18

Murales del San Bartolo en el Munae

Los murales de San Bartolo son extraordinarios, de verdad.  Muestran textos mayas antiquísimos (seguramente entre los más antiguos que hay), muestran un temprano, y avanzado nivel cultural y artístico de sus autores, y son bellísimos. Partes de ellos están en exhibición en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología; y te recomiendo que los visites.

En los fragmentos de arriba vemos al dios solar que lleva en su mejilla el signo Kin.  Está representado como un águila con grandes garras y aspectos del Dios Pájaro Principal. Detrás de esta figura está el dios Akan, deidad de la ebriedad, del pulque, o de la chicha que, en su frente lleva un ojo con sangre y un hueso, y su mandíbula está descaranada.  Sobre su frente lleva, además, un mechón de pelo decorado con cuentatas.

El templo que hay sobre la pirámide, en San Bartolo, era un espacio ritual para sacerdotes y, por lo tanto, sus epigrafía e iconografía no sólo son más complejas, sino que la paleta de colores es más rica e incluye púrpura, marrones y verdes.  En sus fragmentos -arriba- se identifican montañas sagradas, sacrificios, plantas florecientes y fertilidad.  De verdad que los colores llaman mucho la atención.

Mi favorito es el mural norte (la foto de arriba) que ya conocía bastante bien porque asistí a la conferencia que su descubridor, William Saturno, ofreció en la Universidad Francisco Marroquín (en 2006); y porque en el Museo Popol Vuh hay una reproducción estupenda por Heather Hurst. Este no está en el Munae, pero está muy bien reproducido e ilumnado para mostrar sus detalles fascinantes.

Es una escena fabulosa que ocurre en el supramundo, en una cueva sagradas y muestra al dios del Maíz y a su novia que reciben tamales y agua.  Muestra una cueva, en una montaña donde hay serpientes, jaguares y mucha vegetación; y a la vez es un lugar mitológico orignario y fértil. Yo siempre digo que la escena de más a la izquierda es el Big Bang maya, porque es una calabaza haciendo explosión y de la cual salen dioses, u hombres, con sus cordones umbilicales y cubiertos de sangre.

Hablando de sangre, en la escena de arriba, el héroe Ju´un Ahaw, deidad patrona de los reyes, hace sacrificio de sangre punzándose el pene.  ¿Sábes algo? Se que es un gran tema en sí mismo; pero me llamó la atención la escasa referencia a sacrificios humanos que hay en el Munae. Se que quizás es un tema políticamente incorrecto; pero, ¿tanto como para casi ignorarlo?

De paso…la exhibición de las piezas de San Bartolo está muy bien curada.  Se aprecian bien las piezas y hay información rica al respecto.  ¡Felicitaciones!  Igual, ¡Kudos! a quienes son responsables de la exhibición sobre Kaminaljuyú que está a la entrada de las salas.  Da mucho gusto pasar por ahí.  Casi no se queda atrás la exhibición de piezas maestras.  Lástima que el resto del museo esté casi igual que como estaba la primera vez que lo visité, con mi padre, a principios de los años 70.

Cierro estos comentarios con otra escena de San Bartolo, una entronización y con la invitación para que visites el Munae y goces de estas exhibiciones.


04
May 18

Día de La guerra de las galaxias

¿Sabías que los mayas tenían ewoks? Con estas piezas del Museo Popol Vuh, celebramos el Día de La guerra de las galaxias aquí en Carpe Diem. ¡Que la fuerza te acompañe!, o May the fourth be with you!

En realidad los ewoks en cuestión son imagenes guerreros; son silbatos con efigies que luce una armaduras de algodón, escudos y mazas y llevan cascos. Son del período clásico tardío y vienen del altiplano norte.

El célebre Vaso de las estrellas también me recuerda el día que celebramos hoy.

Este vaso, del Clásico tardío y de las tierras bajas, muestra personajes que todos son cuerpos celestes y alude a una guerra primigenia entre estrellas y planetas.

La foto dos es del Museo Popol Vuh, de la Universidad Francisco Marroquín.


28
Ene 18

Vandalismo en Iximché

Iximché fue la capital del señorío cakchiquel hasta antes de la conquista y es uno de mis sitios preferidos y ha sido objeto de vandalismo.

Fue el primer sitio arqueológico mayense que visité, cuando estudiaba cuarto grado de Primaria.  Es una ciudadela hermosa, localizada en un entorno boscoso y encantador. Es un paseo agradable y sales con una buena idea de cómo pudo haber sido en sus días de esplendor.  A los extranjeros les gusta mucho y no está a más de 90 kilómetros de la ciudad de Guatemala.  Es un lugar ideal para hacer día de campo, o para comer en alguno de los muchos restaurantes que están cerca del sitio.

El lugar suele estar muy bien cuidado; pero, lamentablemente, los pocos letreros informativos que había en el sitio han sido vandalizados. Los cafres responsables de aquellos actos destruyeron los letreros y los pintaron, seguramente con spray.

La última vez que visité el sitio, hace unos meses, no estaba así.  ¡Ah ralea más despreciable la que hace cosas como estas!


22
Oct 17

Excursión a Chuwa nim abaj

Chuwa nima´ab´aj, que quiere decir Frente a la gran piedra, fue la capital del señorío Poqomam.  Es un sitio arqueológico encantador. Haz clic en la foto para ver más fotos.

Es una ciudadela situada en cerros junto a la confluencia de los ríos Motagua y Pixcayá, rodeada de barrancos que sirvieron para su defensa.  Fue fundada en el siglo XII de la era común y se estima que llegó a tener unos 10,000 habitantes.  Desde lo más alto de las pirámides uno puede imaginar los campos de milpa, las casas de la gente y la vida comercial, social y política en aquel lugar.

Hacia 1470 fue conquistada por el señorío Cakchiquel y en 1525 fue conquistada y destruida por Pedro de Alvarado luego de un sitio de tres meses. Sucesivamente tuvo los nombres de Saqik’ajol NimakaqapekJilotep’ek  y Mixco viejo.

Las ruinas se dividen en 15 grupos con por lo menos 120 estructuras mayores, que incluyen templos, palacios y dos canchas de juego de pelota. Entre 1954 y 1967 se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas bajo la dirección del arqueólogo Henri Lehmann, del  Museo del Hombre, de París. En el sitio había un pequeño museo; pero hace unos diez, o doce años fue saqueado.

Por la vegetación que es intensa en esta temporada, por su arquitectura característica y por la naturaleza de sus piedras -muy bien cortadas, de colores variados y brillantes- este sitio es uno de los más bellos.  Hay mucha paz, aquí; ocasionalmente interrumpida por los gritos de no muchos visitantes.

Chuwa nim abaj bastante bien cuidada. El sitio está limpio y hay unos ranchitos muy convenientes para disfrutar bien el día de campo y descansar.  Antes de caminar por la ciudadela, comimos e hicimos siesta en uno de esos ranchitos, en el que estaba màs alto y en el que acariciaba la brisa.  Las estrellas del pic nic fueron los sandwichs de salchichón de sangre y lengua, con jamón de pavo y queso manchego, aderezados con cebollas caramelizadas, o con pepinillos finamente rodajados, y un chorrito de aceite de oliva, mostaza de Dijón y mayonesa.

Como el sitio es grande y el sol es implacable, hay que llevar agua abundante, sombrero y bloqueador solar.

Ah, como disfruto de pasear entre las ruinas de pirámides y palacios, entre la hierba y los árboles.  Buscando la sombra y recibiendo la brisa.  El silencio es maravilloso entre todo aquello.  Cuando el sol bajó y la temperatura se hizo más agradable, la experiencia fue todavía más agradable.  Fue el momento para sacar el bakhlavá y el café de Huehuetenango, para reponer energías y proceder a escalar más estructuras.

Cuando vimos que la lluvia se acercaba iniciamos el retorno para encontrar refugio en el cobertizo que compartían don Lucio y don Jesús, que están a cargo del lugar.  Ahí esperamos que escampara, y compartimos ese tipo de conversaciones que se tienen con dos personajes, junto al fuego y bajo la lluvia.

El camino hacia Chuwa nim abaj esta en muy bien estado durante el 85% del trayecto; y aunque son sólo 60 kilómetros desde la ciudad de Guatemala, uno tarde dos horas y media en llegar debido a: las curvas, lo que toma salir de la ciudad, y el paso por las poblaciones.  Con todo y todo es un viaje agradable.  De ida nos fuimos por Ciudad quetzal y San Raymundo, que es un camino que nunca habíamos tomado. Teníamos 9 años de no ir, y la primera vez que fuimos fue en 2001.  De vuelta decidimos hacerlo por San Juan Sacatepéquez que es el camino que conocíamos; pero nos distrajimos y paramos desviados por Sajcavillá. Lo que le añadió algo de emoción al paseo, sobre todo porque ya había oscurecido.

¿Cuáles fueron los pelos en la sopa? Una calle muy empinada en San Juan, que estaba cerrada por una cadena y de la cual nos costó mucho salir; y la actitud de muchos camioneteros y conductores de moto irresponsables que se dejan ir violentamente, sobre todo en las poblaciones.

Fue buenísima idea ir a pasar el día de ayer a Chuwa nim abaj, disfrutamos de las características y de la historia de ese sitio extraordinario, comimos rico, nos gozamos la naturaleza y la paz del lugar, compartimos un momento con dos personajes y tengo muchas ganas de volver.

Actualilzación: hice una consulta entre los lectores de @luisficarpediem y resulta que de los 15 que contestaron, 9 dijeron que sí han visitado Chuwa nin abaj; en tanto que 6 dijeron que no lo han hecho.

 


04
Oct 16

Sacrificio ritual en Iximché

161001-iximche-sacrificio-ritual-luis-figueroaNo recuerdo una vez que haya visitado Iximché y no lo haya disfrutado. Iximché es la antigua capital de los cakchiqueles, en Tecpán.  

Haz clic en la foto para ver más fotos.

Iximché fue el primer sitio arqueológico mayense que visité, cuando estaba en Cuarto grado de Primaria.  El aire, allá es limpio y puro y la luz es clara.  La gente siempre es muy amable- Entras a la ciudad y con un poco de imaginación la puedes ver en plena actividad.  Está viva en sus plazas, sus templos y sus palacios.  ¿Cuándo se pone mejor? Cuando hay actividad en en el espacio ritual de aquel sitio.

Desde 2001 que no veía una de estas prácticas.  La gente congregada alrededor del fuego.  Las velas, huevos, flores, bebidas y otros objetos propios de la parafernelia ritual bien dispuestos.  En el momento más impresionante de aquellos ritos, los sacerdotes toman un gallo y lo degüellan.  Si eso no te impresiona, acto seguido el cuerpo decapitado es soltado en la suelo y ves como el cuerpo sin cabeza corre de aquí para allá y en círculos sin ton, ni son, hasta que cae agotado, sin vida alguna. Luego el shamán esparce la sangre del gallo sobre los objetos rituales que serán quemados para elevar entre el humo las oraciones de los peticionarios; y la sangre del gallo también es esparcida en los restos del templo que está junto al lugar del fuego.

Fascinantes, también, son las palabras que salen de la boca del sacerdote. Invocaciones a Nim Ajau, a numerosos santos, a un licenciado y al emperador, entre otras que no recuerdo, o igual no entiendo.

Una visita a Iximché siempre te deja algo.  Cuando menos te deja la experiencia de un lugar pacífico y encantador; y cuando tienes más buena fortuna, te deja un contacto con un mundo cultural diferente, primigenio y fascinante.


04
May 16

May the fourth be with you

ewoks-museo-popol-vuh-mayas

Con una imagen de los ewoks mayas que hay en el Museo Popol Vuh, celebramos el Día de La guerra de las galaxias aquí en Carpe Diem.

¡Que la fuerza te acompañe!, o May the fourth be with you!

En realidad el ewok en cuestión es la imagen de un guerrero; y el objeto es un silvato con efigie que luce una armadura de algodón, un escudo y maza y lleva un casco con figura de animal. Es del período clásico tardío y viene del altiplano norte.


23
Ene 16

Excursión a Iximché y a El encanto

Haz clic en la foto para ver más fotos

Iximché fue el primer sitio arqueológico maya que visité.  Lo hice con mis compañeros de colegio, en el Cuarto grado de primaria en el Colegio Guatemalteco Bilingüe como parte de la clase de Historia.  Quedé enamorado de Iximché y siempre que vuelvo me quedan más ganas de volver.  Mi espíritu aventurero y explorador se enciende.  Mi imaginación agarra velocidad.

Iximché fue la capital del señorío Cakchiquel, en el siglo XVI fue conquistada por los ejércitos de quauhquecholtecas y tlaxcaletecas comandadas por los hermanos Alvarado, a su lado se fundó la primera capital del reino de Goathemala.  En sus plazas y templos se respira el aire puro y fresco del campo y se respira, también, el recuerdo de su historia trágica. Tiene, al fondo, un lugar sagrado donde se celebran ritos y ceremonias.  Cuando llegamos tuvimos suerte: el lugar no sólo emanaba los aromas propios del bosque, sino que de entre las ascuas ascendían ascendía el aroma del copal más noble.  Yo no quería moverme de ahí.  Quería que mi cuerpo y mi mente absorbieran todo aquello

Hace dos sábados, luego de desayunar en El pedregal, en Santa Apolonia, con Lucy, Raúl y el Ale recorrimos el sitio y gozamos la visita.  Las pirámides son de menor altura que las de Zaculeu -donde recién anduvimos- pero no son menos encantadoras, ni mucho menos impresionantes.

Luego de Iximché nos dirigimos a El encanto, una finca en Tecpán.  Allí, nos abrazaron la paz, el aire frío y el aroma de miles de pinabetes.  Fue un fin de semana de caminar por el bosque, disfrutar de los amigos queridos y de buena comida y de leer junto a la chimenea -leí Marina, de Carlos Ruiz Zafón.  Esta excursión es tradicional entre mis amigos; y es tradición que mi equipo prepare la cena del sábado.  Este año hicimos pulled pork y salió delicioso.

Fue un fin de semana de Historia, lectura, bosque y muchas risas.


20
Ago 15

Cráneos en la Calle Guatemala

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Un tzompantli, o altar mexica con la base decorada con cráneos y estacas en la zona superior para ensartar las cabezas de los sacrificados fue encontrado en la calle Guatemala del Distrito Federal en México, a inmediaciones del Templo Mayor.

La plataforma rectangular  del altar tiene una longitud estimada en más de 34 metros y el altar propiamente dicho está elaborado con cráneos unidos con argamasa de cal, arena y gravilla de tezontle.  El altar ha sido identificado como el gran tzompantli de Tenochtitlán, según informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia del país vecino.

Gracias a @cuauhtemoc_1521 por la pista.

La foto es de 24 horas.