Excursión a Chuwa nim abaj

Chuwa nima´ab´aj, que quiere decir Frente a la gran piedra, fue la capital del señorío Poqomam.  Es un sitio arqueológico encantador. Haz clic en la foto para ver más fotos.

Es una ciudadela situada en cerros junto a la confluencia de los ríos Motagua y Pixcayá, rodeada de barrancos que sirvieron para su defensa.  Fue fundada en el siglo XII de la era común y se estima que llegó a tener unos 10,000 habitantes.  Desde lo más alto de las pirámides uno puede imaginar los campos de milpa, las casas de la gente y la vida comercial, social y política en aquel lugar.

Hacia 1470 fue conquistada por el señorío Cakchiquel y en 1525 fue conquistada y destruida por Pedro de Alvarado luego de un sitio de tres meses. Sucesivamente tuvo los nombres de Saqik’ajol NimakaqapekJilotep’ek  y Mixco viejo.

Las ruinas se dividen en 15 grupos con por lo menos 120 estructuras mayores, que incluyen templos, palacios y dos canchas de juego de pelota. Entre 1954 y 1967 se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas bajo la dirección del arqueólogo Henri Lehmann, del  Museo del Hombre, de París. En el sitio había un pequeño museo; pero hace unos diez, o doce años fue saqueado.

Por la vegetación que es intensa en esta temporada, por su arquitectura característica y por la naturaleza de sus piedras -muy bien cortadas, de colores variados y brillantes- este sitio es uno de los más bellos.  Hay mucha paz, aquí; ocasionalmente interrumpida por los gritos de no muchos visitantes.

Chuwa nim abaj bastante bien cuidada. El sitio está limpio y hay unos ranchitos muy convenientes para disfrutar bien el día de campo y descansar.  Antes de caminar por la ciudadela, comimos e hicimos siesta en uno de esos ranchitos, en el que estaba màs alto y en el que acariciaba la brisa.  Las estrellas del pic nic fueron los sandwichs de salchichón de sangre y lengua, con jamón de pavo y queso manchego, aderezados con cebollas caramelizadas, o con pepinillos finamente rodajados, y un chorrito de aceite de oliva, mostaza de Dijón y mayonesa.

Como el sitio es grande y el sol es implacable, hay que llevar agua abundante, sombrero y bloqueador solar.

Ah, como disfruto de pasear entre las ruinas de pirámides y palacios, entre la hierba y los árboles.  Buscando la sombra y recibiendo la brisa.  El silencio es maravilloso entre todo aquello.  Cuando el sol bajó y la temperatura se hizo más agradable, la experiencia fue todavía más agradable.  Fue el momento para sacar el bakhlavá y el café de Huehuetenango, para reponer energías y proceder a escalar más estructuras.

Cuando vimos que la lluvia se acercaba iniciamos el retorno para encontrar refugio en el cobertizo que compartían don Lucio y don Jesús, que están a cargo del lugar.  Ahí esperamos que escampara, y compartimos ese tipo de conversaciones que se tienen con dos personajes, junto al fuego y bajo la lluvia.

El camino hacia Chuwa nim abaj esta en muy bien estado durante el 85% del trayecto; y aunque son sólo 60 kilómetros desde la ciudad de Guatemala, uno tarde dos horas y media en llegar debido a: las curvas, lo que toma salir de la ciudad, y el paso por las poblaciones.  Con todo y todo es un viaje agradable.  De ida nos fuimos por Ciudad quetzal y San Raymundo, que es un camino que nunca habíamos tomado. Teníamos 9 años de no ir, y la primera vez que fuimos fue en 2001.  De vuelta decidimos hacerlo por San Juan Sacatepéquez que es el camino que conocíamos; pero nos distrajimos y paramos desviados por Sajcavillá. Lo que le añadió algo de emoción al paseo, sobre todo porque ya había oscurecido.

¿Cuáles fueron los pelos en la sopa? Una calle muy empinada en San Juan, que estaba cerrada por una cadena y de la cual nos costó mucho salir; y la actitud de muchos camioneteros y conductores de moto irresponsables que se dejan ir violentamente, sobre todo en las poblaciones.

Fue buenísima idea ir a pasar el día de ayer a Chuwa nim abaj, disfrutamos de las características y de la historia de ese sitio extraordinario, comimos rico, nos gozamos la naturaleza y la paz del lugar, compartimos un momento con dos personajes y tengo muchas ganas de volver.

Actualilzación: hice una consulta entre los lectores de @luisficarpediem y resulta que de los 15 que contestaron, 9 dijeron que sí han visitado Chuwa nin abaj; en tanto que 6 dijeron que no lo han hecho.

 

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